Por Carlos Corral (para Safe Democracy)

Carlos Corral explica que muchos líderes y pensadores religiosos en Europa ya no hablan de diálogo judeo-cristiano, sino de triálogo, concepto en el que incluyen al Islam. Corral cree que se trata de algo difícil ya que hay barreras que lo impiden, pero al mismo tiempo se vislumbran las nuevas pasarelas que lo hacen accesible: encuentros ecuménicos y canales de diálogo interreligioso que contribuyen al mutuo conocimiento de religiones y culturas.


Carlos Corral es especialista en asuntos religiosos y catedrático de Derecho internacional Público y Relaciones Internacionales y Doctor en Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. Ha dado clases en la Universidad Comillas de Madrid, en la Universidad Gregoriana de Roma, y otras. Publicó decenas de libros sobre temáticas religiosas.

REALIDAD A LA VEZ QUE SIGNO DE INSALVABLES, al parece, desavenencias y odios entre pueblos y religiones está el inmenso muro de separación entre el Estado de Israel y Palestina. ¿Durará sólo cuatro decenios como el muro de la vergí¼enza de Berlín que recorría toda la Alemania Oriental y la mantenía como una inmensa cárcel?

INCLUYENDO AL ISLAM
Por ello, en Europa, algunos líderes y pensadores ya no hablan de diálogo judeo-cristiano, sino de triálogo, concepto en el que incluyen al Islam. Por ello, el Consejo internacional de cristianos y judíos ha invitado a representantes de las tres religiones abrahámicas a su Encuentro (celebrado en Utrecht, bajo el título «Imaginarse al otro. Judíos, cristianos y musulmanes en la Modernidad. Entre la autodefinición y la alteridad imaginada»). Pero, ¿es de verdad realizable el triálogo? Se ven las barreras que lo impiden; se vislumbran las pasarelas que lo hacen accesible.

CUMBRES DE LIDERES RELIGIOSOS
Como tales deben considerarse las cumbres de líderes religiosos. La última fue la convocada por la Comunidad de San Egidio y por la diócesis de Tréveris bajo el lema «Entre la guerra y la paz: religiones y culturas se encuentran». Junto al Cardenal Roger Etchegaray, Presidente emérito del Consejo para la Justicia y la Paz, y el Cardenal Karl Lehemann, Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, participaron el metropolita Kirill, encargado de las relaciones exteriores del Patriarcado de Moscú, el ex rabino jefe de Israel Meir Lau, y Mehemet Audin, ministro de Estado de Turquía. También líderes religiosos chiíes de Irak. Del Manifiesto final, destaco los siguientes párrafos:

«El diálogo lleva a la paz. Es el arte que saca del pesimismo miope de quien dice no es posible vivir junto al otro y que las heridas de la injusticias sufridas son una condena al odio para siempre. El diálogo es la senda que puede salvar al mundo de la guerra»

«Y el diálogo es un arte que deben cultivar las religiones, las culturas, quien tiene más fuerza y poder en el mundo. El diálogo no es la opción de los que tienen miedo a combatir. No debilita la identidad de nadie. Lleva a cada hombre y mujer a ver lo mejor del otro y dar lo mejor de sí mismo».

«El diálogo es una medicina que cura las heridas y que abre el único destino posible, para los pueblos y para las religiones: vivir juntos en este planeta que debemos defender y hacer más digno hoy para las generaciones futuras».

«A quien cree que el choque de civilizaciones es inevitable decimos: liberaos de ese pesimismo opresor, que crea un mundo de muros y de enemigos, donde se hace imposible vivir seguros y en paz. El arte del diálogo vacía, con el pasar del tiempo, incluso las razones del terror y gana terreno a la injusticia que crea resentimiento y violencia».

PROMOVIENDO ENCUENTROS
Cierto que los encuentros ecuménicos –forzoso es reconocerlo– son encuentros en que los distintos participantes, y más cuando estos son a la vez líderes religiosos, muestran la cara amable de sus religiones y confesiones respecto de las otras. Pero, al menos, manifiestan y contribuyen al diálogo mutuo conocimiento de religiones y culturas impregnadas por ellas, tratando de romper abatir muros históricos y seculares de ruptura y separación.

TRES CULTURAS
Pues bien, del líder religioso del catolicismo es de quien vuelve a partir –evocando precisamente los gravísimos atentados del 11 de septiembre de 2000– la iniciativa «de invitar a los representantes de las religiones del mundo a que se congreguen en Asís a rezar por la superación de las contraposiciones y por la promoción de la auténtica paz. Queremos encontrarnos juntos, en especial cristianos y musulmanes, para proclamar ante el mundo que la religión jamás debe ser motivo de conflicto, de odio y de violencia, pues quien verdaderamente acoge en sí la palabra de Dios, bueno y misericordioso, debe excluir del corazón toda forma de rencor y enemistad».