Mario Toer explica por qué seguirá habiendo violencia en San Pablo y Río de Janeiro y dice que está directamente relacionado con la existencia de ejércitos de postergados y excluidos. Toer cree que las políticas de seguridad deberán apelar al máximo de imaginación en Brasil e inevitablemente demandarán crecientes recursos. Pero para desarticular al Primer Comando de la Capital y otros grupos hará falta vincular la delincuencia con la flagrante marginación, y hacerles sentir a los más postergados que forman parte de la sociedad brasilera, y que a los demás sí les importa su salud, su educación y sus destinos.
Mario Toer es catedrático de Sociología y de Política Latinoamericana de la Universidad de Buenos Aires.
LA CAMPAÑA ELECTORAL EN BRASIL sigue su curso mientras se reiteran acontecimientos estremecedores que nos muestran una cara de lo que puede reiterarse en otras urbes de la región. Nos referimos al clima de terror que ya ha costado medio millar de víctimas (con epicentro en San Pablo).
Las diferentes reacciones no han alcanzado aún la envergadura que los hechos merecen. Se están produciendo reclamos al gobierno Federal por parte de las autoridades del Partido da Social Democracia Brasileira que gobiernan el Estado y la ciudad de San Pablo, acerca de las limitaciones en cuanto a políticas de seguridad por parte del oficialismo.
Se producen también señalamientos del Partido de los Trabajadores (PT) que no dejan de recordar que Geraldo Ackmin, el candidato que desafía a Lula, era el gobernador en San Pablo cuando se produjo la violenta y trágica oleada de ataques.
EL PRIMER COMANDO DE LA CAPITAL
Se contabilizan asimismo las prisiones en construcción y se discute si en las cárceles deben entrar teléfonos móviles y televisores de plasma comprados por la organización delictiva Primer Comando de la Capital. ¿Será que se necesita un poco más de distancia para ver las dimensiones del horror?
Algunas notas periodísticas, adentrándose en las favelas de San Pablo, relatan el aprecio que recibe la organización Primer Comando de la Capital, responsable de muchas iniciativas que atienden a mejorar las difíciles condiciones de vida en esos ámbitos.
ESCUADRONES DE LA MUERTE
Cuando se repara que la sociedad brasileña es quizá una de las que mayor polarización registra en la escala social del planeta, ¿se entiende lo que significa la magnitud de esta afirmación?
Cuando se revisan las crónicas de los escuadrones de la muerte, que trabajan desde hace décadas eliminando adolescentes sospechosos, ¿no se presentía que se estaba estimulando la construcción de organizaciones de autodefensa entre los marginados de la sociedad?
¿Cuáles son los límites y los vínculos actuales entre delincuencia y marginación?
PETROBRAS, UN ESTADO-NACIÓN
Hace poco, alguien que quería resaltar la debilidad de la posición del gobierno de Lula en Brasil –con motivo de los diferendos en torno al gas boliviano– afirmaba que si la empresa petrolera Petrobrás tuviese ejército y una selección de fútbol, sería un Estado-nación.
Pues bien, los habitats de los postergados en San Pablo y Río de Janeiro tienen también su ejército y su selección de fútbol, aunque no tengan representación en Naciones Unidas, ni hayan concurrido al Mundial de Alemania.
MÁS RECURSOS PARA LA SEGURIDAD
El narcotráfico les ha brindado autonomía y posibilidades de subsistencia a estas barriadas que, entre tantas otras cosas, han logrado imponer el debate sobre la conveniencia del anonimato de los jueces, quienes harían bien en tratar de entender las causas de la violencia. Por otra parte, la connivencia de la delincuencia con policías y guardiacárceles, a esta altura, no es más que una obviedad.
Sin duda, las políticas de seguridad deberán apelar al máximo de imaginación e inevitablemente demandarán crecientes recursos.
CINCUENTA AÑOS DE DESATENCIÓN
Pero, ¿cómo se sale de ésta encerrona?
Cuando en su momento Lula se enteró de los acontecimientos de violencia en San Pablo –tras la IV Cumbre de jefes de Estado y Gobierno de Latinoamérica y Europa en Viena– dijo que la violencia era una consecuencia directa de cincuenta años de gobiernos que desatendieron la salud y la Educación de los más necesitados.
Sin dudas, es una forma de decir que resolver el problema llevará a su vez mucho tiempo. ¿Cuánto hará falta para desarticular al Primer Comando de la Capital? ¿Y las maras en Centroamérica?
Desde mi punto de vista, llevará todo el tiempo que requiera hacerles sentir a los más postergados que forman parte de la sociedad, y que a los demás sí les importa su salud, su educación y sus destinos.
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fecha: 13 | 03 | 2007
hora: 3:29 am
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Ok este grupo el PCC me parece d los + chvr q pueda aver existido y creo q si pararian a las otras pandillas q c creen la gran cosa como los Maras o los Latin Kings o Ñetas pura mierda camuflada…..ok ahi les va un resumen d este grupo pa toda la people berraca ahhh:
El Primeiro Comando da Capital (conocido como PCC, del portugués, Primer Comando de la Capital) es una organización de criminales en Brasil, creada con el propósito de defender los derechos de los ciudadanos reos del país. Surgió a inicios de la década de 1990 en el Centro de Rehabilitación Penitenciaria de Taubaté, local que acogía prisioneros considerados de alta peligrosidad para la sociedad, por las autoridades.
La organización también es identificada por los números 15.3.3; la letra p es la letra 15ª del alfabeto del Idioma Portugués, y la letra C es la tercera.
En agosto de 1993, durante un partido de fútbol en los patios de una prisión de Seguridad de Sao Paulo un grupo de ocho presos, trasladados allí como castigo por mal comportamiento, resolvieron bautizar su equipo con ese nombre. La primera acción de peso coordinada por ellos ocurrió en febrero de 2001, cuando su máximo dirigente, «Sombra», organizó por teléfono celular rebeliones simultáneas en 29 prisiones que dejaron 16 presos muertos; después vino todo un historial de atentados que incluyen ataques a comercios, comisarías e incluso al mismo Poder Judicial. En 2002 «Sombra» fue asesinado, y luego de algunas disputas por el liderazgo asumió el poder Marcos Willians Herba Camacho, alias «Marcola».
¿Quién es Marcola?
Tiene 38 años de la cual ha pasado más de la mitad de su vida en la cárcel.
*Casi nadie conoce su rostro, una de sus premisas fue siempre evitar las fotos.
Creció en una familia pobre. Comenzó su carrera criminal como «carterista» en barrio humilde del centro de Sao Paulo; termino la escuela primaria en la cárcel, pero dicen que tiene una inteligencia excepcional y que siempre se jacta de haber leído 3,000 libros.
Se convirtió en el jefe máximo en 2002, luego de una guerra interna en la que su ex mujer fue asesinada.
Quienes lo conocen cuentan que es soberbio; alrededor de su figura creció otro mito: nunca se ensucia las manos con sangre y ordena los crímenes -siempre brutales- a otros.
Todos le obedecen, o por lo menos fue el responsable de iniciar y de detener la ola de violencia en Sao Paulo.
Para controlar la ola de violencia la autoridad brasileña tuvo que negociar con él.
Basto una llamada telefónica para que de manera simultánea, los prisioneros de 87 cárceles liberaron a los rehenes que tenían en su poder y volvieron a sus celdas.
¡Y claro hubo toma y daca!
¿Qué logró a cambio?
Entre otras condiciones, se le garantizó que las fuerzas de choque de la policía no entrarían en las cárceles para acabar con los motines. Que se relajará el régimen de visitas de los familiares a las cárceles y que se aplicará un «régimen de adaptación» (unas condiciones menos duras) a los 765 prisioneros que iban a ser trasladados a un penal de alta seguridad , hecho que dio comienzo a la revuelta.
Reacciones
«Me cuesta creer que en un Estado como São Paulo…, sea necesario negociar para alcanzar la tranquilidad de la población. El Estado no puede acobardarse ante la presión de los marginales», subrayó Pedro Franco de Campos, ex ministro de Seguridad de São Paulo, quien añadió que «esto se veía venir».
En tanto, el director del Departamento Estatal de Investigación del Crimen Organizado (DEIC), Godofredo Betancourt, añadió que la estrategia que se ha seguido en la crisis no es la acertada ya que, en su opinión, se pone «demasiado» empeño en atender las demandas de los presos en las cárceles.
La guerra de los delincuentes llenó de temor a los ciudadanos de Sao Paulo, pero la actitud de las autoridades llena de indignación a muchos brasileños. «La sociedad es rehén del crimen organizado -dice un editorial de O Estado de Sao Paul-, pues ha prevalecido una absurda complacencia con los criminales, que se traduce en indultos y otros beneficios.»
Dice un editorial de El Tiempo; ¿Cómo puede ocurrir que los gángsters lleguen a exhibir tanto poder?
A lo que responde: para entenderlo hay que hablar de una larga historia de expansión del crimen, debilidad de las autoridades y fortalecimiento de las bandas de delincuencia organizada. «En los paupérrimos suburbios brasileños, cunas de las favelas, el delito se ha convertido en una de las pocas fuentes de subsistencia. La droga, los atracos, los secuestros y los robos son un medio de vida para miles de jóvenes. Cuando la Policía consigue capturarlos y llevarlos a prisión, allí no los espera la rehabilitación, sino la confirmación de su oficio antisocial. Para no perder la vida, se matriculan en alguna de las organizaciones criminales, que en la cárcel los protegen y más tarde les darán empleo -ilícito, por supuesto- cuando salgan.»
Concluye el editorial con el que coincido:»el pacto del lunes con el PCC permitió a las autoridades paulistas aplacar la tempestad. Pero este reconocimiento de que existe un Estado mafioso dentro de la sociedad puede, a la larga, fortalecer a la delincuencia organizada.»
*Un dato interesante para tomar en cuenta! Fue teléfono celular el arma clave del PCC.
La policía brasileña cree que los ataques producidos fueron dirigidos desde el interior de las cárceles mediante los teléfonos celulares. Incluso las autoridades policíacas se reunieron con los representantes de las principales operadoras telefónicas para exigirles que bloquearan las señales. Sin embargo, las empresas advirtieron del caos que podría generar un bloqueo de este tipo y recordaron que es obligación de las autoridades penitenciaras impedir el acceso de los teléfonos celulares a las prisiones.
Despues de muerto el niño se tapa el pozo.
El Senado de Brasil aprobó este miercoles 17 de mayo en régimen de emergencia varios proyectos para afrontar los ataques de la mafia carcelaria. Son 11 proyectos de ley destinados a combatir la violencia. Los proyectos fueron aprobados en régimen de emergencia y votación definitiva por la Comisión de Constitución y Justicia del Senado, por lo que irán automáticamente a estudio de la Cámara de Diputados sin necesidad de que sean votados por el pleno.
Actualidad
Hoy en día la organización es dirigida a presos y fugitivos principalmente del Estado de São Paulo. Varios exlíderes están presos (como el criminal Marcos Willians Herbas Camacho y Vulgo Marcola, que actualmente cumplen sentencia de 44 años, principalmente por asalto a bancos) El PCC cuenta con varios integrantes, que financian acciones ilegales en São Paulo y en otros estados del país como narcotrafico,secuestros,asaltos a bancos,fugas de presidios y rebeliones carcelarias.
OK amigos un saludo desde El Peru
Yo EL T3rR(U)Ko-TRINCHERA (U) NORTE-LOC(U)RV —-Lv Victoriv
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