Eric L. Napoli escribe que en la guerra de Líbano Estados Unidos ha retrasado negociar un alto el fuego a favor de los intereses de Israel, y Europa, en cambio, no ha hecho nada, demostrando que carece de empuje y de compromiso para impedir una crisis humanitaria aguda que toma lugar en las proximidades de sus fronteras. En este sentido, Napoli cuestiona la pasividad europea hacia la tragedia humana de sus vecinos y dice que mientras de una lado del Mediterráneo centenares de civiles han perdido sus vidas, y miles se que han quedado sin hogar y se han convertido en refugiados, del otro lado, los europeos se están mojando, pero no –precisamente– por defender los derechos humanos de sus vecinos ni por equilibrar la política exterior de Estados Unidos. Europa está de vacaciones.
Eric L. Napoli es abogado del Washington College of Law y licenciado en Filosofía y Relaciones Internacionales. Es experto en Derecho Internacional y medioambiental, desarrollo sostenible y participación ciudadana. Dirigió el programa MBA Internacional del Instituto de Empresa de España. Es actualmente asesor legal de FON en Madrid.
HACE POCOS DÍAS, HE ESTADO DISFRUTANDO DE LAS PLAYAS MEDITERRÁNEAS ESPAÑOLAS DE IBIZA. Este verano, como en los últimos años, Ibiza ha sido invadido por una mezcla ecléctica de hippies, fiesteros hétero y homosexuales ultra fashion, y yates de multimillonarios.
Provenientes de toda Europa, los hippies con sus tambores y hashís, los jóvenes hedonistas con sus drogas de diseño, y la elite europea, gozaban de las playas de ensueño, el agua turquesa, y la marcha (movida nocturna) mítica de Ibiza. Nunca había visto semejante despliegue de moda, lujo y gente bella bajo un mismo techo como en una noche en la discoteca Pachá.
UNA NACIÓN DESTRUIDA
Sin embargo, mientras admiraba el esplendor del pueblo y el agua cristalina del Mediterráneo, no podía dejar de pensar que al otro lado de estas orillas, una nación estaba siendo destruida.
España está orgullosa de su cocina, su calidad de vida, y su cultura mediterránea y disfruta de uno de sus mejores veranos en cuanto a turismo. Pero mientras los europeos se bañaban en el Mediterráneo español (con números record), Hezbolá lanzaba bombas hacia la frontera israelí, e Israel respondía contra los pueblos y la infraestructura libanesa. Recién a cinco semanas de que las costas mediterráneas de Líbano se mancharon de chapapote proveniente de un bombardeo sobre una planta eléctrica en Beirut, la UNEP (United Nations Environment Programme) y la UE por fin reclamaron asistencia internacional para contener el daño medioambiental. Todos recordamos que el fuel del Prestige en las costas gallegas produjo hace unos años unas severas acusaciones políticas y la rabia popular. El verano de 2006 ha sido todo un éxito para España; y un desastre para Líbano.
REACCIONES PREDECIBLES
Todo esto me produjo un contraste total con la semana siguiente que pasé en la costa este de Estados Unidos donde la mayoría de la población es obesa y el Atlántico es opaco. Aunque la política exterior de Estados Unidos puede también ser vista como oscura, sus aspiraciones, intenciones, y alianzas geopolíticas en la región son claras. Un artículo reciente de Seymour M. Hersh en la revista The New Yorker desvela estos intereses.
Fieles a sus tradiciones respectivas, las reacciones al conflicto entre Líbano e Israel han sido predecibles, tanto en Estados Unidos como en Europa.
FALTA DE EMPUJE Y COMPROMISO
Por su parte, Estados Unidos ha retrasado negociar un alto el fuego a favor de los intereses de Israel, y Europa, en cambio, no ha hecho nada. El pueblo estadounidense ha apoyado a Israel, y los europeos han criticado a Israel.
Tal como ha sucedido con Yugoslavia en los años noventa, Europa ha demostrado que no tiene empuje ni compromiso para impedir una crisis humanitaria aguda que toma lugar en las proximidades de sus fronteras naturales.
En los últimos 15 años, Europa ha conseguido avanzar en la incorporación de nuevos socios a su Unión (enlargement) pero ha fracasado sistemáticamente en consolidarse a nivel internacional. Los europeos aborrecen el intervencionismo de Estados Unidos y su unilateralismo militar. Se unen únicamente para protestar en masa contra la guerra de Irak y proclamar no a la guerra. Un sorprendido Estados Unidos se encontró con más resistencia de sus aliados europeos que de la vox popular árabe.
DESEOS SIN RESPUESTA
Pero si los europeos tienen tanta aversión a los conflictos bélicos y se ven a sí mismos como un faro de los derechos humanos y una alternativa necesaria al poderío estadounidense, ¿dónde estaban los europeos y la UE este verano? ¿Dónde estuvo la respuesta de la UE? ¿Cuál es el origen de su silencio? ¿Se trata de apatía política a la hora de tomar una postura? ¿O tiene la UE intereses particulares en la región enredados en su silencio?
En la misma línea: ¿está la UE secretamente a favor de Estados Unidos e Israel por miedo a que las ambiciones nucleares de Irán hagan tambalear la seguridad europea? ¿Se estará escondiendo detrás del silencio sus objetivos de un electorado anti-guerra? ¿O es el deseo de la UE por la supremacía internacional simplemente ingenuo e inmaduro que su única estrategia viable es esperar a una reacción de Estados Unidos para responderle con críticas?
SIN UN FRENTE UNIFICADO
Si la respuesta obvia a la postura de la UE es su falta de consolidación y de herramientas políticas y militares para ofrecer un frente unificado, la respuesta más sencilla a la pasividad de Europa es igual de sencilla.
De un lado del Mediterráneo, las costas están ennegrecidas por el chapapote, centenares de civiles han perdido sus vidas, y miles han perdido sus hogares y se han convertido en refugiados.
Del otro lado, los europeos se están mojando, pero no por defender los derechos humanos de sus vecinos ni por equilibrar la política exterior de Estados Unidos.
Europa está de vacaciones.
Publicado por:
Carmen
fecha: 21 | 08 | 2006
hora: 9:23 pm
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Buena nota!
A Europa le falta definirse!.. No puede ser que no sepan responder a los diferentes conflicos internacionales a través de una misma línea ética de valores y objetivos.
Publicado por:
Monica
fecha: 25 | 08 | 2006
hora: 3:19 pm
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En un ejercicio de cinismo he llegado a la conclusión de que la guerra era «conveniente» para todas las partes.
Obviando el manido facto de que las guerras en sí son un negocio, me voy mucho más a la visión de «mantenedoras» de negocios instituidos:
– El negocio de Israel es su papel de «fusible» de Occidente,
– el negocio de Europa es su papel de teórica «neutralidad templada», somos el negociete del «certificado de calidad de la justicia universal»
– el negocio del Islam es tener un enemigo
– y el de US es el de todos ellos!
Las guerras son a veces favorables para los intereses de todas las partes.
Y los silencios son una forma de opinión muy muy clara. Qué levante el dedo el que se atreva!