Abduljalil Sajid explica cómo los principios de la democracia –entendida como forma de gobierno– están contenidos en la mayoría de los ideales del credo Musulmán, aunque no se encuentren explícitamente citados en el Corán. En este sentido, existen tres valores que son especialmente importantes en el mundo islámico: la búsqueda de Justicia, el establecimiento de un gobierno no autocrático y la institucionalización de la compasión y la cooperación social.
Abduljalil Sajid es uno de los principales líderes de la comunidad islámica británica y uno de los más respetados estudiosos, pensadores y educadores en cuestión islámica. Se ha involucrado fervientemente en la defensa de los derechos humanos, el diálogo interreligioso y la lucha contra la islamofobia. Es Imán de Brighton Islamic Misión y Presidente del Consejo Musulmán para la Armonía Racial y Religiosa de Reino Unido. También dirige Comité de Política Social, Bienestar y Comité de Regeneración del Consejo Musulmán de Gran Bretaña.
A PESAR DE QUE MUCHOS JURISTAS DE ORIGEN MUSULMÁN han debatido sobre el mejor sistema político, el Corán por sí mismo no especifica ninguna forma particular de gobierno. Lo que hace es identificar una serie de valores –tanto sociales como políticos– que son intrínsecos a la forma de vida musulmana.
Existen tres valores que son especialmente importantes:
1) La persecución de la Justicia a través de la cooperación social y la asistencia mutua (Corán 49:13; 11:119);
2) El establecimiento de un método de gobierno no autocrático;
3) La institucionalización de la compasión y la piedad en las interacciones sociales (Corán 6:12, 54; 21:107; 27:77; 29:51; 45.20).
En virtud de lo anterior, los musulmanes deben buscar la forma de gobierno que sea más efectiva para la promoción de estos valores.
DEMOCRACIA CONSTITUCIONAL
Algunas consideraciones sugieren que la democracia –en especial la democracia constitucional que protege los derechos individuales– es la mejor forma de cultivar estos valores.
Mi argumento central es que la democracia –es decir, dar a todos libertad de expresión, asociación y sufragio– ofrece el más alto potencial para promover la Justicia y la dignidad humana, sin atribuir la responsabilidad de injusticia y denigración entre seres humanos a Dios.
FUNDAMENTOS DEL CORÁN
Los encargados de impartir Justicia en la tierra jamás podrían hacerlo con la perfección de Dios. Es por ello que una democracia constitucional puede caer en errores de juicio, tentaciones y vicios asociados a la debilidad humana desde el momento en que se establecen en un documento los principios morales que expresan la dignidad de los individuos.
La democracia no puede asegurar la Justicia, pero sí puede establecer la base para perseguirla y satisfacer la responsabilidad que Dios ha asignado a cada uno.
SEIS IDEAS ELEMENTALES
Desde mi punto de vista, la democracia puede ser entendida a partir de seis ideas básicas:
1) El ser humano es el delegado de Dios en la tierra;
2) Esta delegación es la base de la responsabilidad individual;
3) La responsabilidad individual y la delegación adquirida proveen la base de los derechos humanos y la igualdad;
4) Los seres humanos están obligados a promover la Justicia (así como a dictaminar el bien y prohibir el mal) de igual forma que a preservar e inculcar las leyes de Dios;
5) La ley divina debe de distinguirse de las falibles interpretaciones humanas;
6) El Estado no debe pretender simbolizar la majestuosidad y la soberanía divina.
La afinidad que comparten la democracia y el Islam está basada en la Justicia.
Y la Justicia es la clave de los sistemas morales sobre los que la democracia y el Islam deberían interactuar.
Publicado por:
Miguel Jurado
fecha: 19 | 09 | 2006
hora: 11:25 pm
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Y entonces por qué no existe prácticamente ni una sola democracia árabe o islámica?
Creo que el autor tiene bastante razón; seguro que el Islam es compatible con la democracia, pero le falta un poco de autocritica: aceptar que hoy la democracia está muy lejos.
Publicado por:
Rocío Martin
fecha: 19 | 09 | 2006
hora: 11:27 pm
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Buenísima la nota! Felecitaciones al Imán.
Publicado por:
Enrique Dubois
fecha: 20 | 09 | 2006
hora: 1:00 am
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Muy buena la nota, pero podria ser que la religion no tuviese tanto que ver con el régimen político, existen otros países no musulmanes que tampoco tienen democracia.
Espero que sea cuestion de tiempo y de pasos correctos de la humanidad y sus dirigentes el que haya armonía y respeto en las relaciones entre distintas religiones.
Enrique Dubois
Publicado por:
Alex Perez
fecha: 21 | 09 | 2006
hora: 1:00 pm
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Pensemos que un religión no tendría que marcar el destino de un pueblo, la religión tendría que ser parte de una filosofía mas que sirviera a un pueblo a aprender cosas que no comprende. Por lo tanto el Islam no es malo por definición, el problema son quienes haciendo un mal uso de la religión realizan acciones violentas, terrorístas o por lo minimo radicales.
La no existencia de casi paises musulmanes y democráticos parte de la idea que esos pueblos tienes de la igual entre personas, si eres mujer no eres mejor que un hombre y tampoco igual… por lo tanto sin la igualdad entre individuos no puede existir una base de democracia….
Como todo el Islam evolucionará y en las manos de sus practicantes está la fuerza de hacer que sea una religión bien vista, respetuosa y aceptada socialmente en occidente.
Aperez
Publicado por:
Gonzalo Rivas
fecha: 22 | 09 | 2006
hora: 1:38 am
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La realidad del mundo en que vivimos es una sociedad pluriconfesional donde en caso de arbitrio de conflictos entre individuos o grupos de individuos ninguna religión acepta someterse a otra.
Por eso hay una frase que cobra especial significado al hablar de esto y que es modelo de sentido común:
Al Cesar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios.
No se debe vincular estado y religión.
No porque sean incompatibles que no tienen porqué serlo, sino porque las reglas democráticas surgen del consenso reciente de toda la sociedad mientras que las religiones son doctrinas antigüas que asume el individuo de forma normalmente impuesta por un proceso educativo de orden tradicional y/o familiar, que comparte con otros individuos de educación similar y, como demuestra la historia, bajo un modelo cuasi tribal, fundamentalmente corporativista y generalmente excluyente.
Precisamente porque la base del bienestar es la justicia y porque para que ésta funcione debe regirse por unos códigos aceptados por todos, en un mundo pluriconfesional sólo un código surgido del consenso democrático puede garantizar la paz social.
Publicado por:
Fátima Aburto
fecha: 25 | 09 | 2006
hora: 6:20 pm
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Es un estupendo punto de partida para promover las democrácias. Solo me gustaría que existiera tambien un párrafo que aceptara que los que no practicamos ninguna religión tambien promovemos la democrácia que no nos olvidemos es solo un camino continuamente perfectible.
Es verdad que la argumentación de porqué también desde el ateísmo se promueve la democrácia nos corresponde hacerla a los que nos encontramos en esta posición, pero me gustaría que se reconociera desde todas las religiones.
Publicado por:
ANA
fecha: 08 | 04 | 2007
hora: 6:31 am
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Quien entiende a las mujeres creciditas hoy en dìa.
Después de tanta liberaciòn de tanto discutirla a la iglesia católica sobre la posesion de su propio cuerpo para poder abortar etc etc.
Parece que una señora norteamericana conversa a la religiòn islámica estaba llevando su problema a punto filosòfico porque parece que el profeta MAHOMA PERMITÃŒA GOLPEAR A LAS MUJERES.
Esta señora se llama LALEH BAKTIAR y parece ser una mezcla entre islamy derechos humanos femeninos casi inentendible.
Parece que discutìa la traducciòn del corà n con los hombres especialistas en el tema corà nico y los criticaba lo que me parece totalmente disparatado.
Si se es musulmana me parece mucho màs democrà tico aceptar ser sumiza.Uno al ingresar a una religiòn debe aceptarla en su totalidad no a medias tintas.
Publicado por:
alvarosanchez
fecha: 03 | 05 | 2007
hora: 11:31 pm
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«La ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad. El mismo es culpable de ella. La minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración.»
«La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde tiempo atrás de conducción ajena (naturaliter maiorennes), permanecen con gusto bajo ella a lo largo de la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse en tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un pastor que reemplaza mi conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta, y así sucesivamente, no necesitaré del propio esfuerzo. Con sólo poder pagar, no tengo necesidad de pensar: otro tomará mi puesto en tan fastidiosa tarea. Como la mayoría de los hombres (y entre ellos la totalidad del bello sexo) tienen por muy peligroso el paso a la mayoría de edad, fuera de ser penoso, aquellos tutores ya se han cuidado muy amablemente de tomar sobre sí semejante superintendencia. Después de haber atontado sus reses domesticadas, de modo que estas pacíficas criaturas no osan dar un solo paso fuera de las andaderas en que están metidas, les mostraron el riesgo que las amenaza si intentan marchar solas. Lo cierto es que ese riesgo no es tan grande, pues después de algunas caídas habrían aprendido a caminar; pero los ejemplos de esos accidentes por lo común producen timidez y espanto, y alejan todo ulterior intento de rehacer semejante experiencia.»
«Por tanto, a cada hombre individual le es difícil salir de la minoría de edad, casi convertida en naturaleza suya; inclusive, le ha cobrado afición. Por el momento es realmente incapaz de servirse del propio entendimiento, porque jamás se le deja hacer dicho ensayo. Los grillos que atan a la persistente minoría de edad están dados por reglamentos y fórmulas: instrumentos mecánicos de un uso racional, o mejor de un abuso de sus dotes naturales. Por no estar habituado a los movimientos libres, quien se desprenda de esos grillos quizá diera un inseguro salto por encima de alguna estrechísima zanja. Por eso, sólo son pocos los que, por esfuerzo del propio espíritu, logran salir de la minoría de edad y andar, sin embargo, con seguro paso.»
«Pero, en cambio, es posible que el público se ilustre a sí mismo, siempre que se le deje en libertad; incluso, casi es inevitable. En efecto, siempre se encontrarán algunos hombres que piensen por sí mismos, hasta entre los tutores instituidos por la confusa masa. Ellos, después de haber rechazado el yugo de la minoría de edad, ensancharán el espíritu de una estimación racional del propio valor y de la vocación que todo hombre tiene: la de pensar por sí mismo. Notemos en particular que con anterioridad los tutores habían puesto al público bajo ese yugo, estando después obligados a someterse al mismo. Tal cosa ocurre cuando algunos, por sí mismos incapaces de toda ilustración, los incitan a la sublevación: tan dañoso es inculcar prejuicios, ya que ellos terminan por vengarse de los que han sido sus autores o propagadores. Luego, el público puede alcanzar ilustración sólo lentamente. Quizá por una revolución sea posible producir la caída del despotismo personal o de alguna opresión interesada y ambiciosa; pero jamás se logrará por este camino la verdadera reforma del modo de pensar, sino que surgirán nuevos prejuicios que, como los antiguos, servirán de andaderas para la mayor parte de la masa, privada de pensamiento.»
«Sin embargo, para esa ilustración sólo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas las que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razón, en cualquier dominio. Pero oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El financista: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! (Un único señor dice en el mundo: ¡razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos lados, pues, encontramos limitaciones de la libertad. Pero ¿cuál de ellas impide la ilustración y cuáles, por el contrario, la fomentan? He aquí mi respuesta: el uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. El uso privado, en cambio, ha de ser con frecuencia severamente limitado, sin que se obstaculice de un modo particular el progreso de la ilustración.»
Kant. ¿Qué es la Ilustración?
Hasta que el Islam no tenga una Ilustración propia carece incluso de sentido discutir si es o no compatible con la democracia. La democracia y la libertad, como las entiende el pensamiento occidental contemporáneo, son conceptos que no existen en el Islam. Como no existían en el pensamiento de Anselmo de Caterbury o en el de Tomás de Aquino. Son niveles civilizatorios diferentes.
Saludos.
Publicado por:
leonardo
fecha: 03 | 04 | 2008
hora: 6:08 pm
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yo soy un estudiante se preparatoria,y por lo q e leido,pienso q si se puede vivir en democracia siendo musuloman ,aunq para la aceptacion de mi conclucion, tardara mucho tiempo en ser acordada. tengo entendido que el mundo musulman comprende hoy en dia mil cuatrocientos millones de personas. el 81porciento vive en 57 paises, q tiene mayoria musulmana y q solo 5 paises d ellos estan clasificados como paises libres po la Freedom House. a q quiero llegar, bueno, pues los q dicen q la democracia no es compatible con el islam, como es q paises como indonecia, la india, pakistan y bangladesh, son paises democratas… es algo q muchos tienen q pensar
Publicado por:
SERAFIN
fecha: 04 | 04 | 2008
hora: 3:26 am
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estor convencido que hasta que el mundo islamico no entienda lo que es vivir en democracia el mundo monoteista tendra muchas dificultades para poder vivir en concordancia con con las demas religiones