Por George Chaya (para Safe Democracy)

George Chaya dice que la comunidad internacional debe ser capaz de mantener un alto el fuego permanente entre Líbano e Israel. Para ello, Chaya cree que Occidente debe neutralizar al islamismo de Hezbolá, alentado por Siria e Irán, y los propios partidos políticos libaneses deben asumir definitivamente sus responsabilidades. Occidente no debe dejar caer a Líbano otra vez. Sólo habrá paz duradera si se consolida la democracia.


George Chaya es experto en terrorismo y conflictos religiosos en Oriente Medio. Es miembro fundador del Consejo Mundial de la Revolución de los Cedros y asesor del Comité Libanés Internacional. Dirige el Buró de Informaciones Libanesas para América Latina.

LÍBANO ERA UN PAÍS PRÓSPERO y con un sistema político democrático donde convivían diversas etnias y religiones, hasta 1975. Hoy, después de 17 años de guerra civil, 29 años de ocupación siria y sucesivas ocupaciones de Israel, el país continúa sometido a la intolerancia del islamismo alentado por Siria e Irán.

El deterioro es tal que una organización terrorista como Hezbolá forma parte del Gobierno, y según declaraciones del presidente pro-sirio Emile Lahoud, sus milicias y sus armas tienen más importancia que el ejército nacional libanés.

ESTADOS DENTRO DE OTRO ESTADO
Sea por impotencia, incapacidad o complicidad, el punto es que se permite a una organización terrorista establecer bases militares y lanzar misiles de fabricación iraní a un Estado vecino. Estamos asistiendo a una acción coordinada de Estados delincuentes que han secuestrado la libertad de un país como Líbano.

El tema es bien sencillo para quien lo quiera ver sin prejuicios. ¿Quién dio comienzo a la locura que destruyó Líbano y generó la muerte absurda de más de 1.300 de sus ciudadanos?

Hezbolá ha cometido acciones irresponsables secuestrando a 2 soldados israelíes. Hasta su secretario general, Hassan Nasrala, ha reconocido que se trató de un error estratégico-militar.

LA RESOLUCIÓN 1701
Los guerrilleros de Irán establecieron sus depósitos de misiles y municiones en zonas residenciales del sur de la capital y de los pueblos y aldeas del sur de país. En consecuencia, fue la población civil la que sufrió los terribles daños del contraataque israelí. A los terroristas no les importan las vidas humanas. Las utilizan como protección y recurso propagandístico.

Occidente, nuevamente, y por tercera vez en los últimos 30 años, está dejando caer a Líbano en manos de marionetas como Siria e Irán. En este sentido, los sectores integristas del chiísmo dentro del ejército libanés son mayoría.

Desde que fuera aprobada la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre alto el fuego urge el pronto envío a la zona de un fuerte contingente militar con capacidad de persuasión y combate, y efectivos para cumplir sus objetivos y asegurar definitivamente la seguridad de la población residente a ambos lados de la frontera libanesa con Israel.

Hezbolá debe ser desarmada y neutralizada. Al mismo tiempo, Occidente debe dejarle muy en claro a Siria e Irán que no les será aceptado que continúen desestabilizando a Líbano y a la región entera.

LA OPERATIVIDAD DE NACIONES UNIDAS
Sería muy positivo para la comunidad internacional observar la operatividad de Naciones Unidas para llevar a cabo estas tareas. No queremos asistir a una situación similar a las tragedias de los Balcanes o a la infamia de Ruanda.

Pero es aquí, donde se hace presente el problema de siempre, concurrente y reiterado de los gobiernos y las sociedades Occidentales: me estoy refiriendo a la debilidad, la carencia de proyectos y el doble discurso que lleva a muchos ciudadanos a una concepción retórica y estéril de términos como paz y diálogo, sin compromiso alguno con la resolución del conflicto.

Varios países de Occidente carecen de convicciones, y delegan todo a manos de una clase política carente de visión a largo plazo y sin la capacidad de persuadir o de estimular a sus ciudadanos con proyectos de futuro.

ENTELEQUIAS
En este escenario, la modernidad, la razón, el derecho, la democracia, la libertad y la responsabilidad individual y social se convierten en una entelequia.

De cara a la confusión que plantea el término alianza de civilizaciones creo que lo que habría que promover es una alianza por la defensa de los valores como la libertad y la persona humana frente a las amenazas del extremismo. A Occidente le debe interesar un Líbano en libertad y en paz. No se puede ignorar que el islamismo creciente no es minoritario ni marginal.

CONSOLIDAR LA DEMOCRACIA
La comunidad Internacional debe ser capaz de mantener un alto el fuego permanente entre Líbano e Israel, neutralizar a los terroristas y a países que patrocinan el terror como Siria e Irán. Los propios partidos políticos libaneses deben asumir definitivamente sus responsabilidades.

También es muy importante asegurar la creación urgente de un Estado palestino democrático.

En síntesis, consolidar la democracia en Líbano y apoyar a los pueblos de la región que buscan romper las cadenas del yugo al que les someten los dictadores debe ser el objetivo de Occidente. Sólo así habrá una paz duradera.

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