Cómo ha logrado Al-Qaeda evadir el cerco tecnológico y de espionaje que Estados Unidos tendió para contrarrestar los efectos propagandísticos de la organización. Al-Qaeda ha conseguido superar el tradicional envío de cintas de vídeo a la cadena de televisión Al Jazeera y ofrece hoy la posibilidad a sus seguidores de acceder al contenido íntegro de sus mensajes en Internet.
Manuel R. Torres Soriano es experto en terrorismo internacional y profesor de Ciencia Política en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (España). Ha sido investigador del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Granada y Visiting Fellow de la Universidad de Stanford (California) y Johns Hopkins University en Washington D.C.
DESDE EL INICIO DE LA GUERRA CONTRA EL TERRORISMO, Al-Qaeda ha difundido con regularidad una serie de vídeos de carácter propagandístico donde se encuentran testimonios de algunos de los hombres más buscados del mundo.
A pesar de la magnitud de los recursos desplegados por Estados Unidos y sus aliados para contrarrestar la amenaza, la organización terrorista ha sabido mantener intacta su capacidad para dirigirse a una audiencia global utilizando, entre otras, la plataforma brindada por el canal de televisión vía satélite Al Jazeera.
Cada uno de estos nuevos envíos supone un triunfo propagandístico para Al-Qaeda que contrasta con la desesperación de la administración estadounidense que contempla impotente cómo los terroristas son capaces de remitir una y otra vez sus producciones audiovisuales a la delegación pakistaní del canal de noticias árabe.
UNA RED COMPLEJA
La forma en que la organización de Bin Laden ha evadido el cerco tendido por enemigos dotados de sofisticadas tecnologías de vigilancia y espionaje, constituyó una incógnita hasta la detención en Pakistán de Abu Faraj al Libbi –destacado miembro de Al-Qaeda– en mayo de 2005. Los interrogatorios permitieron conocer que se empleaba una complicada red de mensajeros para distribuir los comunicados más importantes, como los protagonizados por Bin Laden o su segundo Abu Musab al-Zarqawi.
Los portadores requerían entre seis y doce semanas para recorrer los cien kilómetros de intrincados caminos que van desde la frontera afgano-pakistaní hasta la oficina de Al Jazeera en Islamabad. Muchos de estos mensajeros fueron reclutados de entre los predicadores musulmanes que recorren a pie esta zona. Por motivos de seguridad sólo realizaban un fragmento de la ruta, desconociendo el origen, el destinatario final y el contenido del material que transportaban. En ocasiones, las cintas eran enviadas por Internet hasta las oficinas de la cadena de televisión qatarí.
SISTEMA FALIBLE
La compleja red de enlaces –a pesar de la pérdida del santuario afgano y la muerte y apresamiento de muchos de sus miembros– ha permitido a la organización de Bin Laden no sólo mantener intactas sus capacidades propagandísticas, sino incluso incrementar la frecuencia con la que se difunden los mensajes. No obstante, el sistema no ha sido infalible, ya que estos envíos fueron interceptados por autoridades pakistaníes en 2003 y 2004.
Episodios como estos, han hecho que los servicios de inteligencia estadounidenses desarrollen una mayor comprensión del aparato de comunicación del terrorismo yihadista, y plasmen esos conocimientos en operaciones contraterroristas. De hecho, el ataque aéreo norteamericano contra la villa pakistaní de Damadola en enero de 2006 –que ocasionó la muerte de destacados miembros de la organización y estuvo a punto de alcanzar a Ayman Al Zawahiri–, se atribuye a la capacidad de infiltración en la red de distribución de propaganda. El incremento de los comunicados emitidos por Al Zawahiri durante los meses anteriores al ataque, habría permitido trazar su rastro y anticipar algunos de sus movimientos.
LA PARADOJA DE AL-QAEDA
En este sentido, Al-Qaeda se encuentra ante una enorme paradoja. Por un lado, necesita incrementar el número de veces en que se dirige al pueblo musulmán para avanzar en su objetivo de crear una insurgencia islámica global y mostrar una imagen de resistencia y durabilidad frente a los intentos de sus enemigos por erradicarla. Por otro lado, con cada nuevo vídeo se multiplican las posibilidades de que los servicios de inteligencia tracen el rastro hasta llegar al núcleo de la organización.
Tras el suceso de Damadola, Al-Qaeda ha revisado sus protocolos de seguridad y ha modificado el método de envío de sus vídeos, abandonando definitivamente el transporte físico de las cintas, para volcarse plenamente al ciberespacio. Las imágenes son enviadas en bruto por Internet a miembros intermedios de Al-Qaeda, como la compañía Al Sahab, que se dedica a su edición y montaje con un altísimo grado de profesionalidad. Cuando está preparado el vídeo, se anticipa su difusión mediante banners –barras publicitarias– en páginas de contenido yihadista y una vez creada la expectación de una nueva comunicación, se cuelga el vídeo en varios servidores de manera simultánea para que pueda ser descargado y alojado en otras páginas, impidiendo así que la actividad de hackeo o cibersabotaje borre el mensaje terrorista.
EVOLUCIÓN Y TECNOLOGÍA
Con esta apuesta por las nuevas tecnologías, Al-Qaeda no sólo ha conseguido mantener sus recursos propagandísticos sin comprometer la seguridad de sus líderes, sino que también ha mejorado la recepción de su mensaje aunque éste ya no tenga como destinatario final a los medios de comunicación.
Sin embargo, debido al interés informativo de las noticias relacionadas con esta organización, los medios de comunicación han continuado alimentándose de imágenes y contenidos utilizando el material disponible en Internet. De este modo, Al-Qaeda ha conseguido desvincular su nombre del de Al Jazeera y ofrece la posibilidad a sus seguidores de acceder al contenido íntegro de sus mensajes, sin tener que someterse a la selección e interpretación efectuada por las cadenas de televisión.
Una vez más el terrorismo yihadista ha demostrado que tiene la disposición y la capacidad de transformarse con el fin de neutralizar las medidas contraterroristas que amenazan su supervivencia.
Publicado por:
danieloso
fecha: 27 | 10 | 2006
hora: 3:27 pm
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Sería interesante que alguno de los muy respetados y reconocidos personajes que escriben artículos para este foro, escribiera sobre el financiamiento de EUA a lo largo de la historia a grupos terroristas islámicos y latinoamericanos.
Hay muchos datos curiosos los cuales cual serian excelentes para hacer muchos reportajes.
Afganistán era es el principal productor de opio (heroína) del mundo y este subministraba casi el 70% de toda la cocaína que Europa necesitaba (eso es bastante). Cuando el Talibán subió al poder ejerció un gobierno tan «extremista» que la producción de opio disminuyo DRAMÁTICAMENTE a tal punto que Europa tubo que recurrir a los carteles latinoamericanos para acceder a sus dosis diarias.
La cuestión es que, desde que EUA derroco al Taliban, el consumo de Opio en Afganistán a aumentado exponencialmente y la producción de heroína recobró sus antiguos niveles.
¿De dónde sacará la CIA dinerito extra?
La cantidad de dinero que reciben agencias internaciones como la CIA, treinta mil millones de dólares anuales + partidas especiales, no seria suficiente dinero para que la CIA manejará todas sus operaciones «especiales».
Del mismo modo que el narcotráfico es un negocio tan grande involucra a empresarios, políticos, banqueros y hasta gobiernos enteros seria interesante hacer un análisis frió, libre de ideologías y miedos ignorantes para así trazar el camino del dinero que el Terrorismo genera para las grandes potencias militares.
Publicado por:
juan
fecha: 16 | 11 | 2006
hora: 5:35 pm
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Buen artículo! Bastante completo.
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