Clara consolidación del PT en el ballotagge

Por Mario Toer (para Safe Democracy)

Mario Toer analiza el resultado de las elecciones en Brasil y dice que la estrategia de Lula de o conmigo para intentar afianzar el rescate de las mayorías o con lo viejo y sus malabares a gusto de las minorías ha funcionado de maravillas para el PT: 58 millones de votos (61 por ciento del electorado). La imagen de Alkmin insistiendo en la corrupción (y no en los problemas reales y cotidianos) hizo su efecto boomerang. Toer cree que el triunfo y la consolidación de Lula tendrá una incidencia mayúscula en América Latina.


Mario Toer es experto en Brasil y catedrático de Sociología y de Política Latinoamericana de la Universidad de Buenos Aires. Acaba de publicar «De Moctezuma a Chávez. Repensando la Historia de América Latina» (Ediciones Cooperativas).

NO HAY SEGUNDA VUELTA QUE POR BIEN NO VENGA, podrán decir los petistas de ahora en más.

Después de la desazón por haber quedado a las puertas del 50 por ciento en la primera vuelta –con Geraldo Alckmin a un no muy lejano 8 por ciento– Lula recorrió nuevamente el territorio y ahora sí puso las cosas en términos de una clara opción: O conmigo para intentar afianzar el rescate de las mayorías o con lo viejo y sus malabares a gusto de las minorías. O estabilidad con opción por los pobres o las conocidas privatizaciones con incertidumbre.

Y el resultado fue categórico. Doce millones de votos más, dos millones más que los obtenidos por los dos candidatos que migraron del PT, 61 por ciento del electorado y notable retroceso del rival aún en números absolutos, con casi dos millones menos.

PATAS CORTAS
Queda probado que los efectos sensacionalistas de los medios suelen tener patas cortas. Las fotos del dinero con el que dirigentes del PT querían comprar pruebas de corrupción de sus adversarios y que recorrieron las pantallas y las primeras páginas de los diarios en plena veda de campaña en las vísperas del primer turno, tuvieron su efecto pero no pudo ser muy duradero.

La imagen de Alkmin insistiendo en el mismo reclamo en un país donde se da por descontado el juego sucio y cuando los problemas reales y cotidianos no aparecen sobre el tapete, hizo su efecto boomerang. Terminó por establecerse que los hombres del PT no robaron para su propio beneficio, como era lo usual. En todo caso se trataba de un robo para la corona como se ufanara un ex ministro argentino. Y la insistencia de Lula para sobreponer otra agenda en la discusión tuvo sus frutos y dejó desplegado otro Brasil.

FORTALECIMIENTO DEL MERCADO INTERNO
La consolidación del liderazgo del presidente apareja en el corto plazo la adhesión de los partidos aliados, particularmente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, alejando los márgenes para los distanciamientos y las veleidades. A pesar de no contar con mayores bancadas en el parlamento, las alianzas existentes se cohesionan, lo que no es poco decir en Brasil.

Otro tanto puede decirse de los gobernadores consagrados en la segunda vuelta, la mayoría afines con el oficialismo. Los tan ansiados recursos institucionales para avanzar no sobran, pero alcanzan para empezar.

TARSO GENRO Y MARCO AURELIO GARCÍA
El contenido programático que apunta a un paulatino fortalecimiento del mercado interno ha quedado instalado, alejados los temores de desestabilización provocada por los sensibles mercados financieros.

Los intelectuales más lúcidos del PT, entre los que se encuentran Tarso Genro y Marco Aurelio García, han consolidado su gravitación en el partido, a costa de dirigentes que se dejaron envolver en las disyuntivas de corto plazo.

Por otro lado, las rivalidades que se presumen al interior del perdidoso Partido de la Social Democracia Brasileña por las candidaturas a cuatro años plazo, le otorgan también márgenes al partido de gobierno para ir delineando el futuro cuando deban prescindir del carisma del actual presidente.

GRAN INCIDENCIA REGIONAL
El triunfo y la consolidación de Lula tienen, por cierto, una incidencia mayúscula en la región. Todos los experimentos que florecen a su alrededor tienen cubiertas sus espaldas. Las manifestaciones de entendimiento con Argentina y sobre la significación del MERCOSUR no dejaron de reiterarse.

Y quizá la expresión más significativa de este entramado estuvo dada por el acuerdo de la petrolera brasileña (Petrobrás) con el gobierno boliviano. Habrá gas para Brasil y renovadas divisas para Bolivia. Y todo fue en las vísperas, cuando ya había veda de campaña y los reparos chauvinistas de la oposición ya no podían oírse. Se trató también de un montón de dinero, bastante más que en la foto de las vísperas de la primera vuelta. Pero puesto al revés. Y cuyos efectos serán, seguramente, bastante más duraderos.

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