América Latina obtiene malas calificaciones en temas de corrupción
Pilar Arcidiácono analiza la información contenida en el Índice de Percepción de la Corrupción 2006 (elaborado por Transparency International) y se detiene en el capítulo de América Latina, que continúa siendo vista como una de las zonas más corruptas del planeta. Arcidiácono cree que las bajas notas de la región se explican por la ausencia de una agenda de políticas públicas efectivas y por un contexto de democracias de baja intensidad conviviendo con alta desigualdad y exclusión. Conozca a continuación el índice que confirma la relación entre pobreza y corrupción.
Pilar Arcidiácono es experta en políticas sociales y transparencia. Está realizando su doctorado en la Universidad de Buenos Aires y es becaria del CONICET. Tiene un Master en Políticas Sociales y ha sido coordinadora del Área de Transparencia y Anticorrupción de la fundación Poder Ciudadano.
LA ORGANIZACIÓN TRANSPARENCIA INTERNACIONAL acaba de presentar el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC). El IPC 2006 clasificó a 163 países en una escala que va de 0 a 10, siendo 10 el máximo para los países percibidos como más transparentes y 0 para los más permeables a hechos de corrupción.
Se trata de un índice compuesto, basado en datos relativos a la corrupción provenientes de encuestas a expertos llevadas a cabo en varias instituciones de gran reputación.
Refleja la opinión de empresarios, académicos y analistas de riesgo de todo el mundo, incluyendo a expertos locales en los países evaluados. Se toman en cuenta las percepciones. Ello se debe a la dificultad de obtener información empírica sobre el fenómeno de la corrupción, que por definición se basa en la cultura del secreto.
MEDIO MUNDO ES CORRUPTO
Ahora bien: ¿qué se entiende por corrupción? Corrupción es definida como mal uso del poder público para beneficio privado, lo cual puede incluir desde malversación de fondos públicos, sobornos entregados a un funcionario, entre otros.
Para 2006, el IPC señala que casi las tres cuartas partes de los países tienen una puntuación inferior a 5. Aún más, 71 países –casi la mitad de los que componen el IPC– se sitúan por debajo del 3, lo que indica que la corrupción se percibe como una realidad sumamente extendida a lo largo de todo el mundo.
De acuerdo con el informe, Haití presenta la puntuación más baja con un 1,8; Guinea, Irak y Myanmar comparten la penúltima posición, cada uno con una puntuación de 1,9. Mientras que en el otro extremo Finlandia, Islandia y Nueva Zelanda son percibidos como los países más transparentes con una puntuación de 9,6. Le siguen Dinamarca con 9,4 y Singapur con 9,2.
Mientras que hay países que tuvieron una mejora significativa de los niveles de corrupción percibida –como Argelia, República Checa, India, Japón, Líbano, Paraguay, Eslovenia, Turquía, Turkmenistán y Uruguay–, otros como Brasil, Cuba, Israel, Jordania, Trinidad y Tobago, y Estados Unidos registraron un empeoramiento significativo.
LATINOAMERICA, EN UN POZO
Entre los países de América Latina, Chile con 7,3 es el que obtiene el mayor puntaje. Le sigue Uruguay con 6,4 y luego Costa Rica 4,1; Colombia 3,9; Cuba 3,5; Brasil 3,3; Perú 3,3 y Panamá 3,1. El promedio regional es de 3,79, en el marco de un promedio global de 4,02. De acuerdo a estos datos América Latina sigue estancada en un pozo de corrupción sin alcanzar el mínimo de un aprobado que serían los 4 puntos y menos aún una buena nota de 7 puntos o más.
Según la percepción de los consultados, América Latina continúa siendo vista como una de las zonas más corruptas del planeta. Las bajas notas se explican por la ausencia de una agenda de políticas públicas efectivas de lucha contra la corrupción y promoción de la transparencia. Esta situación convive y se ve agravada por la crisis económica y los altos niveles de exclusión social; lo que presenta un cuadro de corrupción, democracias de baja intensidad conviviendo con alta desigualdad y exclusión.
ARGENTINA SIGUE IGUAL
Con su puntaje de 2,9, Argentina ocupa el lugar 93 del ranking junto con Armenia, Bosnia y Herzegovina, Eritrea, Siria y Tanzania. Y el numero 20 entre las naciones de la región. En el caso particular de Argentina, si se consideran los puntajes obtenidos en los últimos años, es posible afirmar que en las últimas mediciones no han existido grandes variaciones. La percepción ubica a la Argentina entre los países percibidos como más corruptos del mundo.
A partir de 2002 las diferencias en los puntajes obtenidos por Argentina no han sido significativas. En 2002 la cifra fue de 2,8, en 2003-2004 2,5, en 2005, 2,8, mientras que en esta última edición, el puntaje es de 2,9.
En Argentina preocupa la lentitud y falta de resolución del Poder Judicial, el debilitamiento de los controles políticos y administrativos, la concentración de atribuciones y facultades legislativas y presupuestarias en manos del Poder Ejecutivo. Asimismo, la clara ausencia de una agenda legislativa nacional de lucha contra la corrupción, la falta de iniciativas concretas y sustentables para una reforma político institucional de fondo, la poca seriedad con la que los partidos políticos han implementado la legislación de transparencia en el ingreso y el gasto de los fondos de campaña, la falta de una normativa que proteja efectiva y eficazmente a los denunciantes de actos de corrupción, entre otros puntos a destacar.
CÓMO SER MEJOR
La pregunta es: ¿cómo mejorar esta calificación? Entre otras cosas, implica comenzar a dar cumplimiento, por ejemplo, de los compromisos internacionales que los Estados han asumido en la firma de Convenciones Anticorrupción como la de la OEA, ONU u OCDE.
Pero fundamentalmente se requiere luchar contra la corrupción de manera integrada e integral. Esto abarca a los tres poderes del Estado pero además al sector privado, al movimiento sindical y a la ciudadanía en general.
Es necesario consolidar el Estado de Derecho, el imperio de la ley, la división y el control entre poderes, el fortalecimiento y efectivo compromiso de partidos políticos en esta temática y el énfasis en la prevención pero también en la sanción de actos de corrupción. Sin estos componentes, es imposible comenzar a pensar en una buena calificación para la región.
Publicado por:
Miguel
fecha: 08 | 11 | 2006
hora: 12:34 pm
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Es preocupante lo que se ve en el mapa, más que medio mundo creo que tres cuartos del planteta es corrupto.
La nota está muy buena y no hace más que reflejar lo que sucede en la mayoría de los países, sobre todo los de subdesarrollo.
Publicado por:
Filomena María Mezzina
fecha: 08 | 11 | 2006
hora: 2:08 pm
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Considero que la corrupción es de larga data y cada día crece más, generalizándose en el mundo entero y en los distintos niveles.
Nuestro país, como podemos apreciar en la nota, cuenta con alto grado de corrupción. A mí personalmente me preocupa en demasía, la corrupción enquistada el Estado, lo que hace que se desvirtúe uno de sus objetivos fundamentales, «el de no satisfacer las necesidades básicas de los individuos».
La nota me pareció excelente .
Publicado por:
ARLINTON CUESTA MOSQUERA
fecha: 08 | 11 | 2006
hora: 7:35 pm
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La corrupcio es un probleme sicologico pruducto de la historia, el cual fue un sometimiento de nuestro antepasados, destrutivo de la conducta humana y cuando obtiene «la liberta» sale sin control moral y etico
Publicado por:
Violeta Arias
fecha: 08 | 11 | 2006
hora: 8:08 pm
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Muy bueno el artículo. Incorpora toda la información necesaria para poder tener, en unas pocas líneas, un conocimiento acabado acerca del nuevo Índice de Percepción de Corrupción.
Publicado por:
Edgardo Spivak Einhorn
fecha: 08 | 11 | 2006
hora: 8:53 pm
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El artículo es interesante y sobre todo pensado desde el punto vista público, tal como la autora comenta: Corrupción es definida como mal uso del poder público para beneficio privado, lo cual puede incluir desde malversación de fondos públicos, sobornos entregados a un funcionario, entre otros.
Pero cuando leo este tipo de artículos, me recuerdo a mí mismo que los gobiernos son formados por personas como los que leemos estos artículos, personas de a pie y no seres llegados desde otro planeta. En ello, en Latinoamérica, existen niveles de corrupción privados, a los que definiría de manera similar,cambiando sólo dos palabras: malversación de fondos y conductas privadas o mal uso del poder privado.
Ha ocurrido durante los últimos años, que la conducta particular, ante las diferentes crisis económicas, políticas y sociales, es pensar «cuanto más gane y más rápido mejor, porque la crisis no me deja planificar y en ello, o ahora o nunca».
Esta mentalidad ha sido y quizás sigue siendo, casi masiva, y se refleja en que cualquier persona, cuando accede a un cierto poder, cargos privados y como no públicos, lo demuestra: » en estos años me tengo que salvar yo y los míos, porque después no sé que va a pasar…»
Este es el principal fenómeno que hay que combatir. Desde una ética privada, para luego intentar modificar la ética social y porque no, la gubernamental.
Cambiarlo desde arriba hacia abajo no será fácil, y nos puede llevar a crisis civiles, autoritarismos y cambios abruptos, como en Latinoamérica han ocurrido.
El cambio vendrá desde la educación para todos, educación con más presupuesto y posibilidades laborales no sólo a corto sino a mediano plazo. Cuando se logre esto, Latinoamérica cambiará.
Y en ello un simple ejemplo para terminar:
Llego a Caracas con un español, de viaje por trabajo, tomamos (cogemos) un taxi, y al llegar al destino, el taxista me dice «son 10 dólares, equivalente en bolívares». Le solicito un recibo o factura y, me sorprendo cuando me pregunta: «perdone señor, por cuanto quiere que se lo haga». En Argentina, me ocurrió algo similar, pero el taxista no me preguntó, me dio directamente 2 tickets en blanco y me dijo: «llénalos vos».
Estos simples ejemplos, es para demostrar que ese taxista, hoy es un trabajador, pero él mismo puede llegar a ser en el futuro, un gobernante, un empresario o un funcionario, y que en su frase, me estaba diciendo: «si fuera usted le escribiría o usted mismo, haría un ticket por más de 10 dólares y me quedaría con la diferencia».
Esta conducta es la que se debe a modificar.
De manera lenta aunque segura, si logramos modificar la conduca privada, ello se trasladará a un nivel menor de corrupción interna y una visualización o calificación exterior de la misma, mucho menor también…
Edgardo Spivak Einhorn
Licenciado en Ciencias Políticas y Administración (Universidad Católica de Córdoba – Argentina)
Master en Evaluación y Administración de Proyectos de Inversión (Universidad Nacional de Córdoba)
Master en Dirección de Marketing Estratégico (EOI Escuela de Negocios – Madrid – España)
Resido en España desde diciembre de 2000.
Publicado por:
ISABEL
fecha: 15 | 11 | 2006
hora: 7:22 pm
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Creo que la Corrupción es un producto de nuestra sociedad actual,exitista, donde ya no existe escrúpulos al momento de competir y ganar la «carrera» por escalar posicion social. Se tiende a aprovechar las oportunidades que ofrece el Estado (él las ofrece en bandeja porque no fiscaliza), valiéndose de artimañas muy sucias como es el poder de la información. Para esto la contraparte debe poseer la carácterística de no poseer la información, o tener demasiada dificultad para acceder a ella. Así se hace mal uso con tranquilidad de los recursos de todos, teniendo en cuenta los vacíos legales que hay y la Red de Protección con que cuenta el corrupto. ¿Acáso ha llegado el momento de revisar la Organización, Estructura y Grado de Autónomía que tienen los Sistemas Judiciales, que son incapaces de detener este fenómeno?, digo,porque hay algunos, como el caso de Chile, en que es Autónomo. O ¿Tenemos que fiscalizar a los que tienen la misión de fiscalizar? Revisemos si tanta autonomía es buena…
Creo que ahí está la clave…digo yo.
Nótese que una persona cuando es corrupta, también es corruptora. Que no haya uno cerca tuyo. Robar un peso es lo mismo que robar un millon, no te creas de cuentos.
Isabel Cabrera,
Estudiante de Trabajo Social,
Universidad de Concepción,Chile.
Trabajadora Comunitaria.