La experiencia demuestra que los grupos radicales suelen intervenir en momentos significativos para asestar duros golpes: la proximidad de la Cumbre entre Mahmood Abbas y Ehud Olmert en Annapolis, Maryland, ya ha encendido las alarmas en Israel: ¿está buscando Hamás hacerse notar ante la Cumbre de noviembre, pese a no estar invitado?
UNO DE LOS ELEMENTOS CLAVES en la dinámica que, cabe suponer, se desarrollará en la conferencia de paz en Annapolis (Maryland), Estados Unidos, será justamente la lista de los ausentes, una lista encabezada por Hamás. No significa que las discrepancias aún pendientes y hasta las buenas concordancias entre los que estarán presentes no cuenten, pero por ahora, parece que la sombra de los que ni son invitados ni querrán ir, será más significativa todavía.
«Hamás, es quien controla Gaza, la mayor bomba de tiempo en el camino hacia la búsqueda de una solución»
A aquéllos que alegan que los atentados suicidas con bomba en medio de la población civil israelí son una muestra de desesperación por el estancamiento en la región, cabe recordar que en más de una oportunidad, las explosiones se registraron en medio de períodos de intensa negociación. Así fue en la época del entonces primer ministro israelí Itzjak Rabin y su ministro de Asuntos Exteriores, hoy presidente de Israel, Shimon Peres. De allí nació precisamente la frase combatir al terrorismo como si no hubiera proceso de paz y negociar en el proceso de paz como si no hubiera terrorismo. Claro que el efecto de la frase suena mejor que su aplicación a la realidad.
¿UN INVITADO MÁS EN ANNAPOLIS?
Podría plantearse entonces que para evitar ese riesgo, Hamas podría ser invitado a la cumbre de Annapolis. Así, quizás hasta se resolvieran las disputas internas palestinas… Pero eso es una ilusión. El riesgo de atentados de cara a la cumbre (tanto por parte de Hamás, como por parte de otros radicales a los que Hamás alienta, o al menos no detiene) no radica en que se les deje fuera, sino en que por definición, se oponen a que los problemas sean resueltos con Israel en la mesa de negociaciones.
«Si bien cuesta hasta imaginar a Hamás participando en la cumbre de Annapolis, por otro lado debe recordarse que el trasfondo de su ausencia garantiza casi de antemano el fracaso de la reunión» Este es precisamente el trasfondo de la frase que dijera hace poco el diputado de Hamás en Gaza, Mushir el-Masri, al criticar los periódicos encuentros entre el presidente palestino, Mahmud Abbas (Abu Mazen) y el primer ministro israelí, Ehud Olmert: si sigue reuniéndose con él, terminará pronto su carrera.
LA POBLACIÓN DE GAZA, SIN REPRESENTACIÓN EN LA CUMBRE
Las encuestas de opinión entre la población palestina muestran un creciente cansancio del pueblo respecto a las posturas de Hamás, pero ello no resuelve todavía los problemas de Abu Mazen, que llegará a la cumbre representando de hecho sólo a una parte de su gente.
«Abbas va a la cumbre afirmando que representa a todos los palestinos, pero sabiendo que su enemigo, Hamás, es quien controla Gaza» Por más que haya recalcado esta semana que Cisjordania y la Franja de Gaza son una unidad indivisible, ambas partes del futuro Estado palestino, no logra ver por ahora una salida a la situación creada a mediados de junio, cuando Hamas tomó por la fuerza, mediante un golpe de Estado violento, el control absoluto en Gaza.
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por Walid Salem