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Lo impresionante de la recuperación de Argentina es que se ha producido casi sin crédito internacional, con dinero en efectivo, y reduciendo su deuda externa y corporativa. Resulta irónico, en cambio, que Estados Unidos haya estado promocionando el crédito a lo largo y ancho del mundo como la cura para el débil crecimiento económico usando al FMI y al Banco Mundial para sus objetivos, y ahora esté intoxicado por su propia medicina.

NACÍ EN ARGENTINA, uno de los únicos países en el mundo que ha descendido de la elite de los países desarrollados a las filas del mundo menos desarrollado.

“Mientras el mundo se adentra en una crisis de crédito originada en Estados Unidos, Argentina se descubre a sí misma disponiendo de elevadas reservas y de ninguna deuda neta, ajena a la confusión financiera global” El PIB per cápita (renta per capita) era mayor y estaba mejor distribuido cuando yo nací, en los años sesenta que como está hoy. Y recientemente, en 2002, el país estaba sobre las cuerdas con casi la mitad de la población viviendo por debajo del umbral de la pobreza y con la mayor deuda en la historia de la humanidad (tres veces el tamaño de Enron) y una tasa de desempleo increíblemente alta.

Sin embargo, el hecho de declarar el default, y, principalmente, el no pagar su deuda externa, ha terminado siendo una bendición para Argentina. Después de que los préstamos se tornaran en una quimera tras el default, la economía se convirtió, sobre todo, en un juego de dinero en efectivo.

Sorprendentemente, el país ha estado siendo mejor mejor desde entonces. La tasa de crecimiento de Argentina se ubicó en un nueve por ciento, con escaso crédito para el consumo y muy poca deuda externa, interna, corporativa e hipotecaria.

EL DINERO EFECTIVO ES EL REY

En Argentina, el dinero en efectivo es el rey; otras formas de pago son, prácticamente, inexistentes. Así, mientras el mundo se adentra en una crisis de crédito originada en Estados Unidos, Argentina se descubre a sí misma en una posición única: la de estar en disposición de elevadas reservas y de bajísima deuda neta, permaneciendo ajena a la confusión financiera global.

«Resulta especialmente inoportuno cuanto te conviertes, con mucho, en el mayor deudor en el mundo, mientras tu dinero se hunde y la gente empieza a preguntarse si ello da sentido a seguir acumulando facturas»

Resulta irónico que Estados Unidos haya estado promocionando el crédito a lo largo y ancho del mundo como la cura para el débil crecimiento económico usando al FMI y al Banco Mundial para sus objetivos, y ahora se halle intoxicada por su propia medicina.

Mientras tanto, Estados que han fracasado en los últimos años como Argentina están descubriendo que una economía basada mayoritariamente en circulante en efectivo es mucho mejor en tiempos de crisis financiera, y que el endeudamiento que Estados Unidos predicaba durante décadas tiene muchas desventajas.

Resulta especialmente inoportuno cuanto te conviertes, con mucho, en el mayor deudor en el mundo, mientras tu dinero se hunde y la gente empieza a preguntarse si ello da sentido a seguir acumulando facturas.