correainmigrantes1.jpg

El Plan de Retorno lanzado recientemente por el Gobierno de Ecuador para el regreso de sus emigrantes tiene fundamentos positivos, dice el autor, pero su adopción como alternativa realista, en estos momentos, es simplemente un castillo en el aire. Lo que hace falta, añade, es crear un clima adecuado para el surgimiento de la inversión y de emprendimientos efectivos. No alcanza con intenciones sin fundamentos o discursos cargados de tintes ideológicos, añade.

(Desde Milwaukee, Wisconsin) HACE POCOS DÍAS, en la Casa de América de Madrid, el Gobierno ecuatoriano dio a conocer su ambicioso plan para el retorno voluntario de sus emigrantes a Ecuador.

La iniciativa, denominada Plan de Retorno y su complemento Plan Nacional de Desarrollo Humano para las Migraciones forman parte de uno de los mensajes emblema de la campana presidencial del presidente Rafael Correa.

“¿No hubiera sido mejor programar el Plan de Retorno más adelante en el recorrido del actual régimen?” No nos interesa el emigrante como negocio o simple proveedor de remesas, nos interesa en tanto que ser humano, como potenciador de desarrollo para Ecuador, afirmo Lorena Escudero, titular de la Secretaría Nacional del Migrante, entidad responsable de la difusión e implementación del plan.

Entre los puntos más relevantes del plan consta la exención del pago de aranceles para bienes como automóviles o maquinarias al regresar al país, así como incentivos tributarios para nuevos emprendimientos en Ecuador.

Queremos dar impulso a nuevos emprendimientos, sostuvo la Ministra Escudero. Más de una inquietud viene a mi mente tras tales declaraciones. ¿Es esta afirmación realista o simplemente una idea descabellada? ¿Estamos en la misma dimensión tiempo/espacio que el Gobierno ecuatoriano? ¿No hubiera sido mejor programar el Plan de Retorno más adelante en el recorrido del actual régimen?

UN PLAN… UN POCO IRRISORIO

Aunque el plan no deja de ser loable y la planificación de esta iniciativa debería ser el motor generador de ideas para la recién establecida Asamblea Constituyente, su análisis como idea alternativa real (en estos momentos), para los casi tres millones de emigrantes que tiene el país, resulta un poco irrisoria y, en muchos casos, hasta una broma de mal gusto.

Poniéndose en los zapatos de un emigrante, analicemos las razones de tal juicio.

“Por el simple hecho de estar en España, un emigrante tiene a su disposición un beneficio intangible casi 12 veces mayor que estando en Ecuador” Qué beneficio puede sacar volviendo a Ecuador si, además de la incertidumbre política, le espera enfrentarse a un marco institucional desquebrajado e ineficiente, un sistema judicial inoperante, y, si eso fuera poco, enrolarse en uno de los países en donde, de acorde al último índice Doing Business (del polémico Banco Mundial) siguen existiendo demasiadas trabas para hacer negocios.

Ecuador tuvo un ranking de 128 sobre 178 países que conformaban la muestra. Puesto bien ganado, en gran parte a la tramitología a la ecuatoriana, término acuñado en la cultura empresarial local en mención a las complejas e ineficientes regulaciones que un nuevo emprendimiento tiene que sortear. Se regula por regular.

Todos estos factores a la larga han influido en que Ecuador tenga un beneficio intangible famélico en relación a países donde la mayoría de los emigrantes ecuatorianos residen.

ESCASA COMPETITIVIDAD

Pero, ¿qué es el beneficio intangible? Este indicador económico analizado en 2005 por el mismo Banco Mundial, en su informe ¿Dónde está la Riqueza de las Naciones?: Midiendo el Capital para el Siglo XXI identifica los recursos intangibles como los factores que un individuo cuenta de manera automática al estar inmerso en una sociedad y responsables en casi un 80 por ciento de la riqueza de las naciones desarrolladas.

“Es deber del gobierno organizar la casa puertas adentro, realizando una evaluación exhaustiva de sus componentes, su rol y sobre todo su marco constitucional” La complejidad del índice es tal que busca ahondar en la psiquis misma y en la percepción de un individuo en tal o cual país.

Elementos como el nivel de confianza entre sus miembros, la eficiencia en el sistema judicial, derechos a la propiedad privada, un gobierno como ente regulador de la economía y no como un protagonista acaparador, sistemas autonómicos de regiones, entre otros factores, que impulsan a los ciudadanos a crecer y desarrollarse tanto en empresas establecidas como en emprendimientos propios.

En otras palabras, todo lo que en el Ecuador es adverso.

“la iniciativa de retorno del Gobierno nacional tiene fundamentos positivos, pero su adopción como alternativa realista, en estos momentos, es simplemente un castillo en el aire” En el informe, el resultado de tal beneficio es expuesto de manera ilustrativa, en una disponibilidad monetaria per cápita (producto de estos intangibles). Comparando los resultados de Ecuador versus donde hay mayor concentración de emigrantes ecuatorianos, la cruda realidad sale a flote.

Por el simple hecho de estar en España, un emigrante tiene a su disposición mayores beneficios tangibles e intagibles, ni hablar si se encuentra en Estados Unidos.

El clima para hacer emprendimientos en Ecuador es bastante hostil, siendo éste uno de los tantos males que afronta el país.

UN CASTILLO EN EL AIRE

Es deber del gobierno organizar la casa puertas adentro, realizando una evaluación exhaustiva de sus componentes, su rol y sobre todo su marco constitucional, labor que la Asamblea Constituyente ha dejado de lado en la actualidad y que, desafortunadamente, han tomado prestado prácticas del difunto Congreso Nacional.

Como expuse anteriormente, la iniciativa de retorno del Gobierno nacional tiene fundamentos positivos, pero su adopción como alternativa realista, en estos momentos, es simplemente un castillo en el aire.

Crear un clima adecuado para el surgimiento de emprendimientos efectivos en un país no es la consecuencia de buenas intenciones sin fundamentos o discursos cargados de tintes ideológicos experimentales, sino, más bien, el reflejo de una sociedad con un entorno económico muy amplio y estructurado en donde un emprendedor tiene al alcance una gama de recursos tanto tangibles como intangibles, incentivos fiscales a emprendimientos, organizaciones de apoyo, una legislación clara que vele por la equidad y dé tranquilidad a las nuevas empresas. Todo esto interconectado a una amplia gama de mercados eficientes e innovadores en constante evolución y con un alto nivel competitivo apuntando al comercio exterior.

Y, en el caso ecuatoriano, aún queda mucho camino por recorrer.