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Sepa por qué Turquía podría entrar finalmente en la Unión Europea en 2013. Qué papel jugaría el petróleo procedente del mar Caspio y de Rusia.

(Desde Madrid) AUNQUE TURQUÍA CUMPLIRÁ los requisitos para ingresar en la Unión Europea en 2013, no sabemos si los países comunitarios estarán preparados para acogernos, señaló recientemente el jefe de la diplomacia de Ankara, Ali Babacan, quien no dudó en advertir a los 27 que de aquí a tres o cuatro años, Turquía será un país muy diferente…

Diferente, sí. A finales de 2008, el Gobierno de Ankara puso en marcha un ambicioso plan cuatrienal destinado a cambiar la faz del país otomano, adecuando la casi totalidad de los parámetros socio-económicos a las exigencias comunitarias. Lo que se pretende es completar el plan de reformas democráticas iniciado por el Gabinete del socialdemócrata Bulent Ecavit y continuado por el Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Recep Tayyip Erdogan.

«Los titulares de Asuntos Exteriores de la UE advirtieron a las autoridades turcas que era preciso normalizar urgentemente las relaciones con Chipre» Pero el proyecto de reformas ha sido descuidado a partir de 2007, fecha en la cual los eurócratas decidieron castigar a Turquía por su negativa de abrir sus puertos y aeropuertos a aviones y navíos de bandera chipriota, lo que se interpretó en los despachos de la Comisión como una violación flagrante de la normativa de libre cambio comercial vigente.

Conviene recordar, en este contexto, que desde 2005, fecha del inicio de las consultas sobre la adhesión del país otomano, sólo se abrieron 13 de los 35 capítulos de negociaciones. Los demás siguen bloqueados a raíz de las amenazas de los países comunitarios. Hace apenas unas semanas, los titulares de Asuntos Exteriores de la UE advirtieron a las autoridades turcas que era preciso normalizar urgentemente las relaciones con Chipre, país comunitario cuyo ingreso en el club de Bruselas causó numerosos quebraderos de cabeza en la Comisión.

ELEMENTOS QUE FRENAN LA REFORMA SOCIAL

Por su parte, «Hoy en día los pobladores de Turquía reconocen y asumen los errores del nacionalismo revanchista de principios del siglo XX» los turcos estiman que la cuestión chipriota no deja de ser un mero pretexto empleado por sus principales detractores del Viejo Continente –Francia, Alemania y Holanda– para tratar de dilatar proceso de negociación. Uno de los pretextos, aunque no el único. Según el Comisario europeo para la Ampliación, Oli Rhein, a la larga lista de quejas y recriminaciones se suman las carencias en materia de libertad de expresión o de libertad religiosa, sin olvidar, claro está, la espinosa cuestión kurda.

Sin embargo, la percepción de los políticos y los intelectuales turcos es diametralmente opuesta. Para la profesora Sheyla Benhabib, catedrático de filosofía política en la universidad estadounidense de Yale, los cambios efectuados en la última década han desembocado en una especie de libertad casi anárquica, que facilita tanto el hasta ahora vedado debate sobre el pasado de la república, como un análisis abierto de las opciones de futuro. «Para la inmensa mayoría, los militares forman parte, al igual que los funcionarios públicos, los jueces, los abogados y los maestros, de los guardianes de la Constitución» En efecto, hoy en día los pobladores de Turquía reconocen y asumen los errores del nacionalismo revanchista de principios del siglo XX, que llevó a la matanza de los armenios afincados en tierras otomanas durante la Primera Guerra Mundial. El problema que se plantea actualmente no consiste en saber si dicha masacre tuvo realmente lugar, sino en estudiar con detenimiento y con una gran dosis de objetividad el porqué de este crimen que el silencio oficial ocultó durante casi un siglo.

Detalle interesante, los intelectuales turcos han dejado de tildar al ejército de simple válvula de escape del autoritarismo nacionalista. Hoy en día, su percepción es distinta. Para la inmensa mayoría, los militares forman parte, al igual que los funcionarios públicos, los jueces, los abogados y los maestros, del complejo tejido de guardianes de la Constitución.

Estima Sheyla Benhabib que a las viejas elites se suman los industriales, los pequeños comerciantes y los agricultores, militantes de base del AKP. La guerra entre dichas elites, el innegable conflicto de identidad de las distintas capas sociales, la lucha contra los mitos del viejo nacionalismo, son factores que frenan la campaña de reformas sociales iniciadas en los años 90 del siglo pasado.

EL EJEMPLO DE LA PARTICULARIDAD TURCA

Paralelamente a los múltiples dilemas identitarios de los turcos, el Viejo Continente tiene que afrontar a su vez una serie de contradicciones, que van desde el rechazo de la Constitución europea en países como Francia, Holanda o Irlanda hasta el miedo, sí miedo, ante el potencial económico de Turquía. «Hay quien opina que la integración de Turquía en la UE serviría de ejemplo a otros países musulmanes, alentando el deseado proceso democrático»

Conviene señalar que a la hora de la verdad, el proceso de libre cambio perjudicaría por igual a turcos y comunitarios. España, Gracia e Italia competirían con los turcos en el mercado agrícola. Ello podría desencadenar una crisis en el sector agrícola que provocaría el éxodo de los agricultores turcos y por consiguiente, un incremento del flujo migratorio hacia Europa.

Pero también hay otras ventajas que los europeos no dudan en recordar. Se trata del papel mediador desempeñado desde hace ya algún tiempo por Turquía en la región del Cercano Oriente. A los contactos secretos entre sirios e israelíes, llevados a cabo a través de las embajadas turcas, se suman los discretísimos contactos con la organización integrista Hamás, deseados y avalados por los políticos israelíes.

Por otra parte, hay quien opina que la integración de Turquía en la UE serviría de ejemplo a otros países musulmanes, alentando el deseado proceso democrático.

LA IMPORTANCIA DE LA OPCIÓN ENERGÉTICA

Por último, aunque no menos importante es el papel desempeñado por Ankara a la hora de garantizar la seguridad de los suministros energéticos destinados Europa.

La estabilidad de Turquía es, en estos momento, la baza de los exportadores de oro negro procedente del mar Caspio, aunque también de… Rusia.

Y aunque a los europeos no les gusta aludir a su seguridad energética, no es menos cierto que, al abandonar la hipocresía eurocéntrica, reconocen la importancia de la llamada opción turca. A buen entendedor…