chacokosovo1.jpg¿Por qué este repentino vuelco a la misión de mantenimiento de paz de España en Kosovo, cuando sería más viable incrementar el número de tropas en el exterior?

(Desde Madrid) EL GOBIERNO ESPAÑOL sorprendía hace pocos días a la opinión pública interna e internacional al anunciar la retirada de sus tropas de Kosovo, enviadas en virtud de la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU para acometer tareas de mantenimiento de la paz.

La medida, totalmente legítima, cayó mal entre las naciones implicadas en el marco de la OTAN, incluida la Administración Obama, un hecho al que varios medios se han referido como el primer encontronazo entre el nuevo gobierno norteamericano y el español.

La titular de Defensa española, Carme Chacón, justificaba la decisión aludiendo a la inconformidad del Ejecutivo español respecto a las instituciones kosovares, así como a la propia sinrazón, a su entender, de la citada resolución 1244, dado que ésta se ha quedado fuera de contexto respecto al estatus de independencia de la antigua provincia serbia, autodeclarada un año atrás.

INTERROGANTES SUBYACENTES

«3000. Ésa es la cifra máxima de militares que tiene fijado el Ministerio de Defensa español en el extranjero. A día de hoy, España mantiene 2.821 efectivos en operaciones militares en el exterior» Sin embargo, pese a la aceptación de la decisión española entre sus colegas en la Alianza Atlántica (tampoco les queda otro remedio), la iniciativa del Ejecutivo español ha sido criticada no tanto por su contenido, como por las formas en que se ha llevado a cabo, es decir, por la unilateralidad de la disposición. Un hecho que por cierto recuerda a la precipitada salida de Irak en 2004.

¿Por qué este repentino vuelco a la misión de mantenimiento de paz de España en Kosovo? ¿Responde realmente a un inconformismo ante la situación del antiguo enclave serbio? ¿O tal vez se trate de quitar tropas de un lado para ponerlas en otro sitio?

Afganistán es ahora la gran preocupación de la nueva administración norteamericana, que ya ha referido en más de una ocasión la necesidad e intención de ampliar el número de efectivos militares en la zona. La pregunta entonces, parece sencilla: ¿por qué no incrementa España el número de tropas en misión fuera de sus fronteras? No en vano, si algo está consiguiendo la crisis económica, y ésta es una realidad comprobable desde tiempo atrás, es el incremento de postulantes al Ejército español. ¿No sería más fácil, además de más lógico, ampliar el actual tope de posibles efectivos en acción?

¿CUESTIÓN DE NÚMEROS?

3000. Ésa es la cifra máxima, actualmente, de militares que tiene fijado el Ministerio de Defensa español en el extranjero. A día de hoy, España mantiene 2.821 efectivos en operaciones militares en el exterior. «Si el motivo es el no reconocimiento de la independencia de Kosovo, por qué no se decidió la retirada al autodeclararse la independencia?»

La propia página web del Ministerio de Defensa español es clara al respecto: En estos momentos, nuestras Fuerzas Armadas tienen presencia con unidades en Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Afganistán, Chad y Líbano y mantienen observadores en diversas misiones de Naciones Unidas, con un total de militares próximo a los 3.000. A ello cabe sumar la operación desplegada este mismo año en Somalia para luchar contra la piratería, sin que se rebase, de momento, el tope estipulado.

Todo apunta, de acuerdo con la decisión española, a que los aproximadamente 600 militares desplegados en Kosovo, dentro del marco de la Fuerza de la OTAN para la antigua provincia serbia (Kfor), serán reorientados a la misión establecida en Afganistán… de aquí a un año.

UN ASUNTO NO BIEN VISTO

Y de nuevo, surge la pregunta: «¿Podría ser que el Gobierno no diera a la Defensa la prioridad que requeriría, al no tratarse de una mediada popular entre sus fundamentales y potenciales votantes?» ¿por qué no superar el número de tropas en ejercicio en el extranjero? ¿Realmente es la presupuestaria la razón fundamental? Aún estando de acuerdo con la caducidad de la resolución del Consejo en virtud de la cual permanecían nuestros militares procurando la paz en Kosovo, ¿no debiera acometerse la tarea, o al menos su final, de un modo más profesional, o al menos, consensuado, dada que es una resolución que atañe a diversos países? Y por otro lado, si el motivo es el desacuerdo y el no reconocimiento de la independencia de Kosovo, ¿por qué no tomó esta decisión de retirarse hace un año, autodeclarada la independencia?

No puede dejar de pensarse en la impopularidad de una decisión totalmente opuesta: modificar las normas, ampliar el tope, reorientar el presupuesto a fin de garantizar nuestros compromisos con la paz, y fortalecer el sector de la Defensa en nuestro país.

¿Podría ser que el Gobierno español no diera al sector de la Defensa la prioridad al no tratarse de una «política popular» entre sus votantes de izquierdas?

FALTA DE COORDINACIÓN Y DE COHERENCIA

«Queda claro que algo no se ha hecho bien, y que el concepto de aliado, ha sido, cuanto menos, burlado» Además de todo, ha habida falta de coordinación entre los distintos Ministerios españoles. Según recogen algunos medios, la titular de Defensa afirmaba no hace tanto que nuestra estancia en Kosovo continuaría en tanto la aludida resolución de la ONU siguiese en vigor

Todo apunta a una mala gestión de las decisiones políticas. Y sobre todo, y a la luz de las diversas informaciones publicadas en los medios españoles durante estos días (con unanimidad), el anuncio de la retirada es producto de la improvisación.

Las consecuencias diplomáticas de la iniciativa española aún están por verse. Las próximas reuniones de la OTAN y del G-20 servirán de escenario para ello. Pero desde ya, queda claro que algo no se ha hecho bien.