Hugo ChavezMario Vargas Llosa
10/3/2010

La manipulación de Hugo Chávez de las elecciones de la semana pasada resultó en que el partido ganador no obtuvo la mayoría absoluta. A pesar de esto, la oposición lo tendrá más fácil para frenar la marcha hacia el sistema Marxista-Leninista de estilo cubano que Chávez quería establecer. La falta de un líder carismático que unifique al partido opositor y que ofrezca una alternativa a Chávez no es necesariamente una cosa mala, argumenta Vargas Llosa. De hecho, son estos «superhombres» los que han frenado el desarrollo de América Latina durante décadas, inflados como estaban por toda la adulación que les rodeaba. La democracia llegará finalmente cuando la gente pueda reconocerse en personas y procesos políticos «normales».

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