Mónica Bernabé
24-11-10

Una imagen de una ametralladora oxidada y rudimentaria, incautada la pasada semana a los talibanes en la provincia de Uruzgán, al sur de Afganistán, da pie a Mónica Bernabé para cuestionar la estrategia tomada por los 48 países, liderados por EEUU, con presencia militar en el país. Si los talibanes resisten con estas armas a los ataques de estas potencias, dice la reportera, algo se estará haciendo mal. Desde agosto del 2006, sin embargo, las tropas de los Países Bajos tomaron una estrategia distinta en Uruzgán basados en un estudio sobre su población. Al parecer, los ciudadanos habían perdido toda confianza en los dirigentes políticos afganos, pues gobernaban según sus propios intereses, lo que llevó a un creciente apoyo al régimen talibán y a cualquier oposición. Los holandeses quitaron poder a este grupo y equilibraron las fuerzas políticas, consiguiendo así uno de los pocos avances en el país en los últimos años. La parte negativa es que los habitantes aún no confían en sus dirigentes y dan el crédito del desarrollo a los extranjeros, por lo que las pretensiones de la OTAN del traspaso de responsabilidades al gobierno afgano no funcionaría. Recientemente, los americanos han vuelto a apoyar a los antiguos dirigentes, una vuelta a una política que no parece haber dado resultados positivos en los casi diez años de guerra.

Mònica Bernabé es colaboradora de El Mundo en Afganistán desde el año 2007. Es la única periodista española que vive permanentemente en ese país.

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