Jacques Attali
10/01/11

Francia, como muchos otros países europeos hoy en día, se encuentra sumida en el pesimismo y el malestar causado por problemas como la pérdida de competitividad, el aumento de la deuda pública y el desempleo, la asfixia del sistema de salud o el derrumbe de un sistema escolar deficiente. Las injusticias parecen incrementar ese sentimiento, pues el capital está más concentrado en los más ricos y las diferencias empiezan a ser mayores, lo que no augura un futuro demasiado esperanzador. Sin embargo, los políticos tienen la oportunidad de cambiar esta situación siguiendo tres premisas: decir la verdad y no anteponer a ésta los intereses electorales; mostrar una ambición de justicia social y de que todo el mundo tiene las mismas oportunidades; y seguir un nuevo modelo de desarrollo basado en la movilidad geográfica y social, en el apoyo al conocimiento y la educación y en la hermandad de los ciudadanos. Es necesario este cambio radical en el que los políticos demuestren verdadero interés por mejorar un país que cambia y avanza. De lo contrario, como ha ocurrido a lo largo de la historia de Francia, los cambios tendrán que venir con revoluciones.

Jacques Attali es un economista y escritor francés.

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