Karin Ebensperger
20/01/2011

En esta sociedad de la información en la que todo fluye, caracterizada por el constante progreso, parece que no existe un sistema fijo y coherente. Internet está alterando las tradiciones y la vida de la sociedad sin que casi nos percatemos. Con la rapidez con la que se suceden las noticias y la abundancia de información, nada perdura lo suficiente como para crear unas costumbres. Se mira más cómo y con qué convicción se transmite un mensaje que su propio contenido. La parte positiva es que las nuevas generaciones cuestionan el cinismo y a aquellos que abusan del poder. Se limitan actuar, aunque estas acciones son muchas veces causadas por una información corta y una actitud impulsiva. El 2011 se presenta en busca de un nuevo modelo, en el que no valen ya las grandes verdades y todo cambio parece ser efímero.

Karin Ebensperger es periodista, máster en ciencia política y analista internacional. También es columnista del diario chilero El Mercurio.

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