Tahar Ben Jelloun
23/02/2011
Gadaffi gobierna Libia desde hace más de 4 décadas, y desde que accedió al poder parece que el tiempo no pasa en la nación. «No hay Estado, no hay gobierno, no hay elecciones, ninguna vida política tal como la conocemos en el mundo» dice el autor, porque Gadaffi desde su trono es dueño absoluto de toda Libia. Por eso no quiere abandonar el país, porque cree que es de su propiedad y que nadie tiene derecho a dudar de él, de su palabra o de su manera de gobernar. El 22 de febrero se contaban 233 muertos (números aproximados), y Gadaffi ha dicho que no parará de matar libios hasta que muera la revolución. Pero con un Ministro de Interior que abandona el barco para ponerse del lado del enemigo, está cada vez más claro que el gobierno de Gadaffi no aguantará demasiado.