Por Carlos Escudé (para Safe Democracy)

Carlos Escudé señala que el Papa Benedicto XVI ha cometido un error al citar al emperador bizantino Manuel Paleólogo con intención política en su discurso reciente y que suscitó la ira musulmana. Pese a ello, Escudé dice que la quiebra de la convención de la corrección política –evitar la critica a las Escrituras y doctrinas de otros credos– es refrescante porque abre una puerta para la reflexión y el debate.


Carlos Escudé es Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Yale y profesor de Relaciones Internacionales. Dirige el Centro de Estudios Internacionales y de Educación para la Globalización en la Universidad del CEMA (en Buenos Aires). Ha sido asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores de su país.

UNO: EN SU DISCURSO del 12 de septiembre de 2006, pronunciado en la Universidad de Regensburg, Alemania, el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica citó al emperador bizantino Manuel Paleólogos, quien dijera: mostradme qué trajo Mahoma que fuera nuevo, y allí encontraréis sólo cosas malvadas e inhumanas, como su orden de difundir su fe con la espada.

Previsiblemente, sus palabras suscitaron la ira musulmana.

DOS
Esta cita implica apartarse de los criterios de corrección política normalmente aceptados en el Occidente posmoderno. En tiempos recientes, las autoridades religiosas de los diversos credos evitan criticar las Escrituras y doctrinas de otros credos.

TRES
En realidad, si comparamos las escrituras judeocristianas con las islámicas, lo que encontramos es que el Pentateuco o Torá (los primeros cinco libros de la Biblia, que son idénticos para judíos y cristianos) son mucho más inhumanos y malvados que cualquier aporte del Corán. Basta recordar el genocidio de Malián en Números 31:1-18, o el mandato de Deuteronomio:

20:10 Cuando te acerques a una ciudad para atacarla, primero le ofrecerás la paz.
20:11 Si ella la acepta y te abre sus puertas, toda la población te pagará tributo y te servirá.
20:12 Pero si rehúsa el ofrecimiento de paz y te opone resistencia, deberás sitiarla.
20:13 Yahvé, tu Dios, la entregará en tus manos, y pasarás al filo de la espada a todos sus varones.
20:14 En cuanto a las mujeres, los niños, el ganado y cualquier otra cosa que haya en la ciudad, podrás retenerlos como botín, y disfrutar de los despojos de los enemigos que Yahvé, tu Dios, te entrega.
20:15 Así tratarás a todas las ciudades que estén muy alejadas de ti y que no pertenezcan a las naciones vecinas.
20:16 Pero en las ciudades de esos pueblos que Yahvé tu Dios te da como herencia, no dejarás nada con vida.
20:17 Consagrarás al exterminio total a los hititas, a los amorreos, a los cananeos, a los perizitas.

CUATRO
Preciso es consignar que el Antiguo Testamento no es menos cristiano que judío, porque el Nuevo Testamento remite permanentemente al Antiguo, y porque el Yahvé del Antiguo Testamento es el Dios Padre de la Santísima Trinidad de la teología católica.

CINCO
Aclarados estos puntos, resulta claro que la diferencia entre el Islam no radica en las Escrituras, donde llevan ventaja. La diferencia radica en que los pasajes jihadistas de sus escrituras tienen actualidad política.

SEIS
El Papa comete un error al citar a Paleólogos con intención política. Sin embargo, la quiebra de la convención de la corrección política es, desde mi perspectiva, refrescante, porque abre una puerta para la reflexión sobre estos temas.

SIETE
Desde hace mucho tiempo en Occidente los ciudadanos secularizados se abstienen de opinar sobre cuestiones de fe.

Las Escrituras judeocristianas, cuyos mandatos están en muchos sentidos contrapuestos a los valores de la civilización occidental, son el coto exclusivo de los religiosos. Los indiferentes piensan: estos textos son creación humana y no me interesan. Y está muy mal visto criticarlos.

OCHO

Por este motivo, las Escrituras no son sometidas a la crítica de los secularizados, ni tampoco a la de creyentes de otros credos. Cada cual se limita a lo suyo.

NUEVE
Gracias a esta abdicación del Occidente secular, el Occidente oscurantista avanza, a la vez que las ramas oscurantistas del Islam avanzan en su embate contra la civilización occidental.

DIEZ
Por cierto, basándose en las fantasías de un texto bíblico cuyas maldades los secularizados se abstienen de criticar, en las escuelas públicas del sur de Estados Unidos, y en muchas otras latitudes, se ha prohibido la enseñanza del evolucionismo y se ha impuesto el creacionismo.

ONCE
Bienvenido pues el faux pas de Benedicto XVI. Es hora de recuperar la libertad de analizar los textos presuntamente sagrados de una manera crítica. Porque nos hemos abstenido de hacerlo, el oscurantismo avanza al interior de nuestra propia civilización.

DOCE
Occidente es la civilización de la tolerancia, la libertad y los derechos humanos. Sin embargo, su libro más sagrado es a la vez su texto más inicuo.

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