Jordania y la reconfiguración de Oriente Medio
Ricardo Angoso y Miguel Ángel Benedicto explican por qué Jordania podría jugar un papel primordial en el reordenamiento de Oriente Medio y dicen que las buenas relaciones del reino con sus vecinos (Siria, Arabia Saudí, Egipto y las monarquías del Golfo) son un elemento clave para la resolución de los conflictos en la zona, incluido el enfrentamiento entre israelíes y palestinos. Angoso y Benedicto creen que el régimen moderado sigue siendo estable –y uno de los más fieles aliados de Washington en la zona–, a pesar de la debilidad económica y las amenazas del islamismo y del terrorismo internacional. Sepa a continuación por qué el rol pacificador del Rey Abdulá es esencial para la región.
Ricardo Angoso es periodista especializado en cuestiones internacionales y coordinador general de la ONG Diálogo Europeo, con sede en Madrid. Miguel Ángel Benedicto es periodista y consultor especializado en asuntos europeos. Dirige Fácil Consultores y preside la asociación Ideas y Debate (España). Es coautor de los libros «Europa a Debate. Veinte años después (1986-2006)» y de «La Mayor Operación de Solidaridad de la Historia». Da clases en cursos de postgrado en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad Rey Juan Carlos y es licenciado en Derecho, Periodismo y Ciencias Políticas.
JORDANIA PUEDE JUGAR un papel fundamental, como Estado árabe moderado, en el nuevo proceso político que parece que se abre en Oriente Medio, sobre todo tras el cambio de rumbo en Estados Unidos y la apuesta del Reino Unido y Europa por la rectificación.
Jordania tiene buenas relaciones con sus vecinos, goza de un cierto prestigio en el mundo árabe y puede servir de puente entre Estados Unidos e Israel y Siria.
También podría ocupar un papel determinante en el conflicto entre israelíes y palestinos. No debemos olvidar que más del 50 por ciento de la población jordana es de origen palestino y la mayoría de los jordanos tiene importantes nexos de todo tipo con Palestina.
UN BUEN ALIADO DE WASHINGTON
Jordania juega un papel pacificador en la zona, como muestran los últimos discursos del Rey Abdulá en sus visitas oficiales a Holanda y Reino Unido, en las que abogaba por una solución inmediata al conflicto palestino-israelí. La comunidad internacional debe presionar tanto a Israel como a los palestinos para retornar a la mesa de negociaciones. Hay que acabar con este problema que alimenta odio, violencias y conflictos año a año, indicó el monarca.
El rey Abdulá ha sido uno de los grandes impulsores de la Hoja de Ruta, que fuentes parlamentarias consideran muerta. Además, el Tratado de paz de Jordania con Israel sigue vigente, pese a que a nivel popular o militar no suscite grandes entusiasmos.
Fuentes del Senado comentan que una segunda Conferencia Internacional, como la celebrada en Madrid en 1991, no es viable a no ser que haya una agenda muy clara. No podemos permitirnos otro fracaso, subrayan.
Sin embargo, tampoco se pueden ocultar los problemas del reino hachemita. Hace poco más de un año que el terrorismo con fundamento en el Islam estallaba de manera brutal en Jordania. El 9 de noviembre de 2005, 68 jordanos y 22 extranjeros morían por la explosión de varias bombas en tres hoteles de Amán, un atentado reivindicado por Abu Musab al-Zarqawi, líder de la organización Al-Qaeda en Irak.
Jordania se ha convertido en blanco del terrorismo internacional debido a sus buenas relaciones con el mundo occidental. A pesar de ello, los atentados de la capital no han desestabilizado el régimen, por el contrario, han provocado un acercamiento de los jordanos hacia su rey, uno de los más fieles aliados de Washington en la zona.
SEGURIDAD Y DERECHOS HUMANOS
Fuentes del Parlamento jordano subrayan que el terrorismo se exporta desde Irak con grupos financiados desde el extranjero. Además, existe una honda preocupación en la clase política por la infiltración de elementos fundamentalistas en el sistema de seguridad jordano. Tenemos que fortalecer nuestra seguridad respetando los derechos humanos aunque probablemente se hayan violado. No obstante, vamos a evaluarlo y a evitarlo, comenta un alto cargo de la Cámara Alta jordana cuando se le pregunta sobre las violaciones de los derechos denunciados por Human Rights Watch. Sin embargo, dadas las difíciles circunstancias que se viven en Irak, resulta complicado compaginar seguridad y respeto de la Ley, sobre todo cuando la situación es crítica y el terrorismo es una amenaza muy presente.
Aunque de momento prevalece la moderación en Jordania, en altas instancias políticas se reconoce la existencia de un fuerte movimiento islamista que les lleva a tener profundas diferencias políticas con Hamas. Todavía no han hecho la transformación necesaria, indicaron las fuentes. Por su parte, el Parlamento ha aprobado una ley para que sea el Estado quien autorice a los predicadores de las mezquitas.
Los islamistas están representados en el Congreso desde las elecciones de 2003. Los Hermanos Musulmanes obtuvieron 17 escaños, de los 110 que existen y otros cinco fueron a parar a islamistas independientes. El resto de puestos está en manos de la elite tribal y urbana de Transjordania, que apoya a la monarquía.
DISCRIMINACIÓN HACIA LOS PALESTINOS
Además, se da otra particularidad: los jordanos de origen palestino suelen estar discriminados en su acceso al gobierno o al Parlamento, lo que les lleva a apoyar a los islamistas, ya que son los únicos que les pueden representar.
Éste es un tema tabú en el reino hachemita y como muestra tenemos la reciente acusación por calumnias al rey e incitar al sectarismo, del fiscal general contra Abu Odeh, jefe de la Casa Real en 1991.
Odeh denunció en la cadena de televisión Al Jazeera la exclusión que sufren los jordanos de origen palestino en la participación política.
UNA ECONOMÍA DÉBIL
La economía es uno de los puntos flacos de Jordania por la escasez de recursos y la inestabilidad política de la región. Aunque el PIB creció durante el primer semestre de 2006 un 6,4 por ciento, no es suficiente debido al fuerte crecimiento demográfico. Así, según fuentes militares jordanas, cerca de un millón y medio de iraquíes han emigrado a Jordania desde el inicio de la guerra. Su situación, junto con la de miles de jordanos excluidos, es muy difícil y suelen ser la base social sobre la que se sustenta el islamismo radical, cuando no el terrorismo como instrumento de acción política.
Los altos precios derivados de la subida de impuestos y los recortes de las subvenciones han afectado a los más desfavorecidos. El salario mínimo es de 154 dólares al mes y la tasa de desempleo es del 16 por ciento, aunque se estima que la cifra real ronda el 25 por ciento. El marco regional también influye en el mal estado de la economía, condicionado por la escasa cooperación entre los distintos actores y por la debilidad crónica de Jordania para insertarse en la estructura económica internacional.
SOLUCIONES PARA IRAK
La guerra de Irak se ha convertido en otro problema que afecta de manera interna a los jordanos y como solución proponen un proceso paulatino con un gobierno de unidad y una mayor influencia, de manera gradual, de países árabes como Jordania, Marruecos o Turquía.
Asimismo, Jordania mantiene buenas relaciones con todos sus vecinos: Siria, Arabia Saudí, Egipto y también con las monarquías del Golfo, donde viven muchos jordanos. En lo que respecta a Israel, pese a las teóricas y retóricas buenas relaciones, Jordania mantiene un tono radical y encendido, más cercano a las posiciones palestinas –lo cual en cierta medida es lógico– que a las de Tel Aviv.
La parálisis del proceso de paz también afectó a las relaciones entre israelíes y jordanos.
DIÁLOGO INTERCULTURAL
Dentro del papel moderador que le ha tocado interpretar a Jordania en la región, se ha incluido un discurso oficial de diálogo intercultural que no identifique el Islam con violencia.
No sólo debemos invertir en seguridad y defensa sino también en educación para que las generaciones futuras no piensen que el mundo árabe y el Islam son violentos, argumentan en el Senado.
Otro socio más para la Alianza de Civilizaciones.
Publicado por:
sergio bernardo
fecha: 01 | 12 | 2006
hora: 4:58 am
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Esta nota periodística presenta algunas curiosidades. Por lo pronto es dificultoso advertir por qué los autores indican que Jordania sería un buen interlocutor entre Israel y Siria ¿se considera acaso que estos estados necesitan interlocutores?, no es obvio que Israel y Siria ha formalizado algún tipo de acuerdo sin interlocutores.
Tampoco Jordania ha sido un «interlocutor» eficaz en los procesos de paz ensayados entre Palestinos e Israelíes. Su apoyo a la denominada «hoja de ruta», antes que una muestra de ecuanimidad ante el conflicto es una revelación de los severos condicionamientos a los que se ve sujeta Jordania por su incondicional alineamiento a EE.UU. Resulta altamente riesgoso admitir como «dificultoso» garantizar el respeto irrestricto a la ley y los derechos humanos debido a las complejidades que presenta la prevención y represión del terrorismo. La historia reciente da claras muestras de la graves consecuencias que provoca la asimilación de este tipo de «dificultad».
Publicado por:
Jaume
fecha: 01 | 12 | 2006
hora: 8:21 am
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Estoy totalmente de acuerdo con el compañero: excusar el cumplimiento de la ley y una interpretación laxa de la tortura que se admita en períodos convulsos es alarmante. Quien decide que el período es convulso? Ya lo hace Bush en Guantánamo. También la policia de Londres cuando disparó a ese pobre chico brasileño. Yo creo que ese comentario sobra. Nada ni nadie está por encima de la ley. Y a nadie se le puede aplicar la tortura. Y mucho menos excusar este tipo de comportamiento.
Por lo que se refiere a los modelos alternativos de cambio, dudo que se pueda considerar la dictadura monárquica de Marruecos como un ejemplo a seguir para ningún otro país del planeta, a no ser para los propios presidentes del gobierno: cómo hacer que la economía y las finanzas giren entorno del Rey.