Cómo desactivar la violencia en los territorios palestinos

Por Walid Salem (para Safe Democracy)

Walid Salem explica las tres vías para hacer frente al conflicto palestino-israelí y desactivar la violencia en los territorios palestinos: negociar sólo con los sectores palestinos moderados (Abu Mazen), negociar sólo con Hamas, o iniciar un diálogo incluyente con ambas partes (tercera vía). Hamas está ejerciendo una fuerte presión sobre Fatah para retirar a Abu Mazen de la presidencia y tomar el control de la OLP y escoge la Mumana’ah (abstenerse de ofrecer concesiones) como una alternativa a la Muqawamah (resistencia armada). En este sentido, Salem cree que el presidente Abu Mazen debe iniciar un proceso real que modere e incluya a Hamas, mientras que Israel debe buscar la negociación con ambos actores palestinos.


Walid Salem es analista político especializado en asuntos palestinos. Dirige el Centro Panorama para la diseminación de la Democracia y el Desarrollo Comunitario con sede en Ramala (en la oficina de Jerusalén Este).

EXISTEN DIVERSAS FORMAS de hacer frente al conflicto palestino-israelí. Una de las más importantes sería apoyar directamente a los palestinos moderados –liderados por el presidente AbuMazen–, y reconstruir la Guardia Presidencial, así como otros departamentos de seguridad ligados a los moderados.

Una segunda estrategia, en contraposición a la primera, sería la de ayudar directamente al gobierno liderado por Hamas promoviendo así la islamización de los territorios palestinos y de toda la región.

Entre estas dos vías contradictorias se encuentra una tercera, aún más compleja: la promoción del diálogo, tanto con Abu Mazen como con Hamas, con el fin de conseguir un avance en las relaciones con los israelíes.

DIÁLOGO CON ABU MAZEN
La promoción del diálogo (sólo) con Abu Mazen ha polarizado enormemente la política palestina. El ministro de Asuntos Exteriores, Mahmmound Al-Zahhar, advirtió que si Abu Mazen rechaza la posición Hamas de no cumplir con las condiciones del Cuarteto y llama a la disolución del gobierno sería una clara instigación a la guerra civil.

En caso de guerra, la Guardia Presidencial desplegaría su fuerzas para devastar a las fuerzas opositoras de Hamas.

DEROGACIÓN DE SANCIONES
La segunda estrategia –la de apoyar al gobierno de Hamas en los territorios palestinos–, ha ganado terreno a las últimas semanas, cuando el grupo consiguió que varios países árabes y musulmanes retiraran las sanciones que le habían impuesto. La decisión de retomar las relaciones con el gobierno palestino se debió, en parte, a la habilidad de negociación de Hamas, en la que influyó la reciente escalada de violencia con los israelíes (Beit Hanoun). El derramamiento de sangre propagó un fuerte sentimiento pro-palestino en la región y estimuló la iniciativa, entre países árabes y musulmanes, de levantar las sanciones como muestra de apoyo a la sociedad palestina.

Hamas se ha revitalizado desde que se levantaron las sanciones y ha decidido suspender el diálogo con Abu Mazen. El presidente moderado ya no es considerado como un elemento necesario para componer un Gobierno Nacional de Unidad. Hamas adquiere cada vez más legitimidad, y se muestra satisfecho con la preservación de su gobierno y tiene la intención de continuar reuniendo apoyo de Estados árabes y musulmanes.

LOS ASUNTOS DEL DÍA A DÍA
Con este cambio de estrategia, Hamas ha modificado también algunas de sus políticas:

-Ha dado luz verde a Abu Mazen para negociar un alto al fuego recíproco, primero en Gaza y después en Cisjordania.

-Comienza a trabajar con la diplomacia egipcia para negociar la liberación del soldado israelí secuestrado Gilad Shalit.

-Aparece una nueva iniciativa de Mashal-Hanieh, en la que da al mundo seis meses para la creación de un Estado palestino (el período ha sido extendido).

-Promueve el diálogo palestino-israelí con el fin de discutir asuntos del día a día.

¿TRANSFORMACIÓN POLÍTICA?
Existen diversas consecuencias inmediatas de la transformación política de Hamas:

UNO
Hamas ha decidido promover la línea de acción de Mumana’ah (abstenerse de ofrecer concesiones), como una alternativa a Muqawamah (la resistencia armada).

DOS
Hamas está patrocinando negociaciones indirectas con el gobierno israelí de Kadima. Gran parte del diálogo se ha centrado en la liberación de Gilad Shalit, sin embargo, las negociaciones Mashal-Hanieh en El Cairo sobre la creación de un Estado palestino, indican que se podrían abordar otros temas de gran magnitud. El anuncio israelí de frenar las operaciones militares en Cisjordania podría alimentar la esperanza de un posible progreso. Además, el anuncio ha sido respaldada por la retirada de tropas israelíes de cinco ciudades de Cisjordania, el levantamiento de puntos de control y la liberación de prisioneros palestinos.

TRES
Hamas planea utilizar contactos árabes (especialmente en Egipto) para conseguir un verdadero avance político en sus relaciones con Occidente. El primer ministro Hanieh ha declarado en El Cairo que el gobierno palestino recurriría a Egipto y a Jordania para facilitar la derogación de sanciones que le han sido impuestas.

CUATRO
Con el reciente éxito de Hamas, Abu-Mazen y Fatah pagarán un alto precio, tanto a corto como a largo plazo. Fatah ya ha divulgado una especie de publicación (Saeb Erica) donde manifiestan que si el gobierno de Hamas tiene éxito en cuanto al levantamiento de sanciones en su contra, no existirán razones para que el presidente (Abu Mazen) ordene su disolución.

PRESIÓN SOBRE FATAH
Pareciera que Hamas quiere concentrarse más en los problemas internos de los territorios palestinos que en el conflicto con Israel. Es probable que Hamas ejerza una fuerte presión sobre Fatah en las próximas elecciones presidenciales, con el fin de retirar a Abu Mazen de la presidencia y tomar así el control de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Al tiempo que la presión de Hamas sobre Fatah se incrementa, se han realizado intentos de bloquear las negociaciones de Abu Mazen con Israel para que, de esta forma, Hamas sea legitimado como portavoz único del pueblo palestino. Y no cabe duda de que los objetivos de Mashal han ido creciendo. En una declaración hecha hace algunos meses, admitió: Si alguien me propusiera como sucesor de Yasser Arafat, líder del pueblo palestino, lo aceptaría. No obstante, desde mi punto de vista si quiere conseguir tal legitimidad internacional, Hamas tendría que hacer sacrificios enormes en nombre de la flexibilidad política.

DEL FUNDAMENTALISMO A LA POLÍTICA
Las negociaciones directas de Hamas con israelíes, jordanos y egipcios han representado pasos en su legitimación política. No obstante, Jordania se ha rehusado a dialogar con el gobierno de Hamas –manifestándose firme en su apoyo a Abu Mazen– si las tendencias actuales continúan. Lo más probable sea que Hamas complete su evolución desde el fundamentalismo hasta el campo de la legitimidad política.

El incremento del poder de Hamas en la política significaría la expulsión del poder secular y semi-secular de Fatah. Por esta razón, el apoyo sólo a Abu Mazen –ya sea mediante financiación u otorgándole medios de seguridad– será inútil en un futuro cercano.

Hamas percibe al presidente como un colaborador de Occidente en contra de su propia gente, y seguiría perdiendo cualquier legitimación y esperanza de ganar la guerra civil.

LA TERCERA VÍA
Una posible estrategia para hacer frente a los problemas que se han creado sería asistir a Abu Mazen en la negociación de un acuerdo permanente, con el fin de dar una esperanza sustantiva y real al pueblo palestino.

Muchos apoyan a Hamas por el simple hecho de que sienten que no tienen otra opción. La última oferta que hizo el presidente Ehud Olmert puede considerarse un paso más hacia la elaboración de un acuerdo final de status; a pesar de su ineficacia para ofrecer soluciones a los problemas de los refugiados, la división de Jerusalén y la retirada total de Cisjordania.

Si Abu Mazen iniciara un proceso real para la elaboración de un status permanente, y lo acompañara con el diálogo para la moderación y democratización de Hamas, abría esperanzas de encontrar una verdadera solución al conflicto palestino-israelí.

Lo que más se necesita en este momento es moverse desde las dos vías polarizadas, hacia una tercera, más constructiva y en el terreno neutral de la comunicación positiva y el diálogo.

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