Una post-tregua dura y difícil tras el atentado de ETA
Sagrario Morán analiza el escenario político en España tras el último atentado de la organización terrorista ETA y dice que se está reviviendo el espectáculo de divisiones entre los partidos políticos, tal y como sucedió en la post-tregua de 1999. Morán cree que con el atentado en Barajas ETA ha demostrado que continúa creyendo en la violencia como arma para hacer política, mientras que la clase política española es incapaz de presentarse unida ante el terrorismo, en un gran frente anti-ETA. He aquí algunas propuestas para facilitar esta dura y difícil etapa.
Sagrario Morán es especialista en conflictos armados, terrorismo y violencia política. Es profesora de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad Rey Juan Carlos I. Ha publicado «PNV-ETA. Historia de una relación imposible», sobre la gestión de la tregua de 1998.
HACE ALGÚN TIEMPO COMENTÉ EN ESTE FORO (¿Estancamiento o anticipo de ruptura?) que en el proceso de paz que se inició tras el alto el fuego decretado por ETA, estaban apareciendo elementos que precedieron a la ruptura del proceso que se desarrolló entre 1998 y 1999. Esos elementos fueron, entre otros, la violencia callejera en el País Vasco, y el robo de armas y explosivos por parte de la banda terrorista. Y el final ha sido el mismo, la ruptura del proceso previo atentado.
Sin embargo, a diferencia del proceso anterior, ahora ETA no ha anunciado a través de un comunicado la ruptura de su tregua. Eso ha provocado que algunos piensen que el atentado es fruto de un sector de ETA y que asistamos a una escisión, algo que no sería nuevo en la historia de la organización porque desde su nacimiento, en 1959, hasta comienzos de la década de 1980 la banda terrorista ha estado repleta de divisiones.
PP Y PSOE AGRAVAN SU ENFRENTAMIENTO
La más importante acontecía en 1974 cuando se divide en dos ramas: ETA-militar y ETA político-militar. El comunicado reivindicando el atentado en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas firmado por ETA sin más, la ausencia de otro comunicado por parte de un sector de la banda declarando que no se identifica con el atentado, y las declaraciones previas de miembros de Batasuna anunciando que el proceso de paz estaba en vía muerta, sugieren que no hay escisión, al menos oficial por el momento.
No obstante, en esta etapa post-tregua, se están reviviendo los mismos espectáculos de división entre partidos políticos ofrecidos en la post-tregua de 1999, pero elevados a su máxima expresión. Desde el atentado de Barajas, los dos partidos más importantes de España, que aglutinan al 80 por ciento del electorado (PP y PSOE), han agravado su enfrentamiento sobre la estrategia antiterrorista.
PACTO ANTITERRORISTA
Uno de los principales puntos que ha incrementado el clima de tensión entre ellos ha sido el Pacto Antiterrorista, un documento firmado en diciembre de 2000 que obligaba al PNV a romper el Acuerdo de Lizarra suscrito con Batasuna. El PP exige que el PSOE vuelva al Pacto Antiterrorista, pero dicho acuerdo no soluciona el principal problema: la desunión entre las fuerzas políticas, porque no cuenta con el apoyo de los partidos nacionalistas, actores de importancia clave en todo este tinglado. El otro elemento que ha contribuido a marcar las diferencias entre partidos han sido las manifestaciones. Incluso el PNV y el PSOE, en sintonía durante todo el proceso, han mostrado discrepancias, resueltas al final, sobre el lema de la concentración celebrada en Bilbao.
Con el atentado, ETA ha demostrado que todavía sigue pensando que la violencia es un arma útil para hacer política, mientras que la clase política ha dejado claro que es incapaz de presentarse unida ante el terrorismo. Para que un proceso de fin de la violencia tenga posibilidades reales de llegar a término tendría que contar con dos elementos de los que han carecido los procesos que los sucesivos gobiernos españoles, tanto del PP como del PSOE, han tratado de gestionar.
UN ACUERDO INCLUYENTE
En primer lugar, es principal y prioritario: el convencimiento por parte de ETA de que el fin de la violencia no tendrá ningún coste político. En segundo término, se requiere el consenso de todos los partidos implicados en la política española y vasca –sin faltar PP, PSOE, PNV– sobre las líneas básicas de la política antiterrorista, materializado en la firma de un Pacto.
Ambos elementos se antojan hoy difíciles si tenemos en cuenta el último comunicado de ETA y la tensión que se vive entre los dos principales partidos. Y ya que estos días se está hablando de volver al Pacto Antiterrorista, puestos a rescatar instrumentos del pasado saquemos del baúl de la política el espíritu del Pacto de Ajuria Enea (1988), un acuerdo que incluyó a todas las fuerzas políticas españolas y a los partidos nacionalistas vascos, a excepción de Herri Batasuna.
Por todo lo dicho vemos que al proceso de paz que el Presidente Rodríguez Zapatero calificó de duro y difícil, le sigue una etapa post-tregua no menos dura y difícil.
Publicado por:
Pedro Alarcón
fecha: 16 | 01 | 2007
hora: 3:30 pm
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En cuanto a la negociación con ETA, no es posible desde mi punto de vista negociar, como no es posible negociar con otros delincuentes. La negociación se produjo en el momento que el Parlamento aprueba un Código Penal y por mayoría se establece que es reprochable y cual es el castigo. Si queremos cambiar las cosas, cambiemos el texto penal por consenso político y lógicamente social, para dejar la conducta terrorista despenalizada, en caso contrario aplicar la ley.
Siempre ETA en sus negociaciones se dividió, pero es una estrategia muy hábil, ya que con la misma consigue su propósito, en primer lugar hacer creer a la sociedad y a la clase política que hay interés real por abandonar las armas, por lo que tendrán un rédito político interesante al conseguir avances en sus intereses, y al mismo tiempo deciden que unos cuentos miembros de la organización se muestren contrarios a esa cesión y decidan seguir luchando, por lo tanto nos encontramos ante la pescadilla que se muerde la cola, no desaparece ETA, ellos avanzan y al mismo tiempo renuevan los miembros de la organización, haciendo que los más sanguinarios sean los que ceden en la lucha a cuenta de lavar su imagen de tal forma que parecen los buenos, los hombres de paz, etc… mientras se produce el relevo natural y generacional.
Si cedemos no habrá fin, las personas siempre queremos más, si luchamos con el sistema legal, cierto que seguiremos sufriendo, pero es el precio de una vida democrática, donde los malos siempre se benefician de la buena voluntad de los demás y se aprovechan del sistema garantista que se les ha creado parece que para ellos. ¿No será que la clase política, los dirigentes, tienen intereses de beneficiar a los malos?
Publicado por:
francisco Jiménez
fecha: 16 | 01 | 2007
hora: 7:45 pm
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Desgraciadamente las previsiones sobre el peor de los escenarios posibles al que aludía la profesora Sagrario Morán en su anterior intervención se ha cumplido. También acertaba la profesora Morán cuando afirmaba, aunque referido a otro contexto, que había que evitar que ETA con su (mala) sombra distorsione el acuerdo entre las formaciones políticas y empañe de vergüenza el respeto que se merecen las víctimas. La escisión política ante el grave fenómeno del terrorismo de ETA ha supuesto en cierta medida un coste político a favor de la banda terrorista. Creo que acierta Sagrario Morán cuando afirma que la implicación activa de los partidos vascos, en particular del PNV, es fundamental para la solucíón del problema aunque estimo que las miradas deben dirigirse al futuro esperando que nuestros representantes políticos sean capaces de estructurar nuevos pactos que aunan a todos los partidos sin exclusiones apriorísticas y que les permitan avanzar toda vez que ha quedado demostrado que los pactos del pasado han quedado u obsoletos o totalmente inutilizados por el comportamiento desleal de sus firmantes.
Publicado por:
Ronald C. Stern
fecha: 17 | 01 | 2007
hora: 10:29 am
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La crispación es el resultado de poca experiencia en democracia y manipulación mediática, combinado con una pérdida preocupante de valores. Eso tiene como consecuencia la péredida del norte de muchos ciudadanos. Se empieza a discutir cosas que son axiomas para cualquier persona civilizada. ¿Quién invitaría a un delincuente a su casa para comer con él? – solamente aquel que no le importa convertirse en cómplice. En eso se ha convertido el PSOE y el Presidente de Gobierno en España. – Ante esa situación es puro cinismo hablar de ‘crispación’. ¿Qué otra reacción se puede esperar de una persona de bien, de una persona civilizada? – Dice Séneca: «La adversidad es ocasión de virtud». Rajoy, finalmente, lo está haciendo bien. Mirar a otro lado y callar, sería más fácil.
Publicado por:
Juan Luis Galiacho
fecha: 18 | 01 | 2007
hora: 3:13 pm
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Lo primero felicitar a la profesora Sagrario Morán por haber sido una de las primeras analistas en el tema vasco en abrirnos los ojos sobre la verdadera dificultad de una tregua. La profesora Moran ya advertía en su penúltimo artículo de que se estaban dando todas las coincidencias posibles con la ruptura de la tregua convenida durante el gobierno Aznar. Lo decia ya un mes antes del atentado terrorista de la T4 de Barajas. Era una premonición de una persona que conoce el tema vasco como nadie. Que pena que ninguna persona del Gobierno leyera ese artíiculo o hubiera llamado a Sagario Morán a Moncloa para compartir inquietudes. Lo ha dicho el propio presidente de gobierno en el dia de ayer: «El pueblo no perdona la prepotencia», y quizá sea él uno de los personajes a los que no habrá que perdonar su falta de cintura y de arrogancia durante la tregua. Podía haber leido y atentido lo que la opinion publica y los observadores ya iban relatando desde hace meses. Eta no quería la tergua tal y como se estaba urdiendo por parte del Gobierno. Algo que Sagrario Moran comenta también en este artículo: Eta nunca deseara ni apoyará una tregua que tenga un coste político para la banda terrorista
Publicado por:
Amaia Sanchez
fecha: 19 | 01 | 2007
hora: 4:44 pm
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Me exaspera leer el discurso monocolor de los medios de comunicación, ahora también del Gobierno (tras el atentado del pasado 30 de diciembre),… ver lo politizado que está el tema, el poco esfuerzo de abstraccion y de intentar pensar a largo plazo que se esta realizando en Espanya. Convendria comparar el proceso de paz vasco con otros procesos de paz en el mundo (ej. Sri Lanka, Irlanda del Norte) con el fin de aprender de ellos e intentar buscar una verdadera solución política al tema.
Desde mi punto de vista, este es sólo un larguísimo camino que acaba de comenzar. Como todo proceso de este tipo, habrá millones de obstáculos en el camino, avances combinados con retrocesos, no es un proceso linear. Aun así, no se puede desistir cuando todavía ni siquiera se habían establecido las ¨reglas del juego¨! Es demasiado pronto para tirar la toalla!
Finalmente, nadie entra en una negociacion sin esperar tener que pagar un precio por ello. No podemos esperar que una de las partes renuncie a todo, a cambio de nada – esta claro que ambas partes van a buscar una mejora de su status quo. Seamos realistas y constructivos! No queremos realmente la paz?
Publicado por:
MCEC
fecha: 19 | 01 | 2007
hora: 6:28 pm
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Muy buen artículo, gracias. Creo que os podría interesar pasaros por nuestra web de debate sobre este tema
Publicado por:
Antolín Romero
fecha: 20 | 01 | 2007
hora: 1:32 pm
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Este comentario se refiere al comentario número 5 de Amaia Sánchez. Ni en Sri Lanka ni en Irlanda del Norte había elecciones libres. En España y en el País Vasco sí hay elecciones a las que puede presentarse cualquier persona que no tenga prohibido el sufragio por comisión de delito, incluido el de banda aramada, como en cualquier democracia «homologada» (y ponganse todas las comillas que se quieran a esa homologación). El problema es querer imponer por las armas lo que opina una minoría a la mayoría de vascos y españoles. Amaia, ¿estás dispuesta a ceder por la fuerza de las armas? ¿Cederías a las pretensiones de una banda terrorista que pidiera una España sin nacionalidades históricas, una, grande y libre? Si algún día ETA dejara de matar nos haría un gran favor a todos, incluidos los independentistas. Aunque yo no soy nacionalista (ni español, ni vasco, ni de ningún otro lugar) me pondría de parte de los que piden la independencia del País Vasco si son mayoría y no utilizan la violencia.
Que dejen de matar y entren en política.
Publicado por:
Amaia Sánchez
fecha: 21 | 01 | 2007
hora: 12:45 pm
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Este comentario va dirigido a Antolín Romero. Gracias por expresar tu opinión. Antes de nada, decirte que habiendo vivido en Sri Lanka te puedo asegurar que sí que hay elecciones libres, pese a muchos otros fallos de su sistema democrático. Estoy completamente de acuerdo contigo en que ETA debe dejar de matar, además del hecho de que no se puede imponer la opinión de una minoría violenta sobre una mayoría pacífica. Por eso, reclamo que se creen dos procesos de negociaciones simultáneos, como lo hacen muchos vascos no violentos, que realmente quieren ver un fin al conflicto. El conflicto vasco es un problema a resolver entre el Gobierno español y ETA, pero también lo es entre los propios vascos. De ahí la necesidad de crear dos mesas de negociaciones. El gran reto sería ver si los propios vascos y el Gobierno español aceptaría algún día la independencia del País Vasco, si ésta fuera legimitizada por un referéndum auténticamente libre y pacífico.
Publicado por:
Javier Albisu
fecha: 25 | 01 | 2007
hora: 1:48 am
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No quiero caer en la desesperanza que me atrapó los días posteriores al atentado de Barajas. ETA tiene que saber que es la que más pierde.
Y no hablo sólo de credibilidad o posición de fuerza en la negociación. Hablando su lenguaje (el real y mezquino, no el que adorna con llantos de libertad): los presos de ETA saben que se está esfumando una remota posibilidad de mejorar su situación, las acémilas de Batasuna que soñaban con volver a ocupar sus cargos públicos como concejales o diputados ven que tendrán que esperar otros, por lo menos, cuatro años para vivir de las nóminas de la «democracia opresora», los dirigentes de las organizaciones juveniles se ven juzgados como terroristas… dejemos que su propia base social se vuelva contra ellos y les pida explicaciones.
Mientras tanto, al estado, creo, no le queda otra alternativa que hacerle saber a ETA que el que la hace la paga. Y tiene instrumentos democráticos para ello. Si ETA decide romper el diálogo, que se atenga a las consecuencias.
Lo que me asusta es que, como siempre, las instituciones son estructurales, pero los pólíticos (de uno y de otro signo, aunque algunos lo hagan constar en cada frase que pronuncian) son coyunturales y, por lo tanto, atienden a fines electoralistas. Ójala no fuera así y ójalá decidieran ver el bosque en lugar de los árboles. Pero parece que cualquier cosa vale con tal de ocupar la Moncloa: tanto bscar una paz apresurada y endeble como bombradear los intentos para que se alcance el fin de la violencia.
A pesar de estas palabras, me gustaría felicitar a Ímaz por su señorío desde que se anunció la tregua. Creo, además, que la congratulación tiene más valor cuando viene de un no nacionalista convencido. Ya era hora de que los políticos en el País Vasco, además de valentía (nadie se la niega), tuvieran altura polítca. Espero que vunda el ejemplo no sólo en Euskadi.