Rafael Correa: ¿un nuevo Ecuador?
Cien días de la «misma democracia»
Juan Pablo Morales Viteri analiza el escenario sociopolítico en Ecuador, a cien días de la elección de Rafael Correa, y señala que no basta con la creación de una Asamblea Constituyente: a pesar del alto nivel de aprobación popular que ostenta el presidente, la verdadera democracia ha de pasar por el respeto absoluto a los derechos de la sociedad contenidos en la Constitución vigente, dice.
RAFAEL CORREA HA CUMPLIDO CIEN DÍAS a la cabeza del gobierno de Ecuador, y durante este período dos hechos han marcado su trayectoria: el triunfo en la reciente Consulta Popular y la paralela desarticulación institucional del Estado.
El gobierno mantiene un altísimo nivel de aceptación. En su discurso tras la Consulta, Correa manifestó que respondería a los ataques agoreros del desastre que proponen sus opositores, con más democracia.
EL SÍ A LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE
La masiva concurrencia a las urnas el 15 de abril de 2007, representó una reducción del ausentismo electoral y un éxito nunca antes conseguido por un presidente en una Consulta Popular (81 por ciento votó SI sobre el 11 por ciento que eligió el NO).
La pregunta planteada fue la aprobación para la convocatoria e instalación de una Asamblea Constituyente con plenos poderes para que transforme el marco institucional del Estado y elabore una nueva Constitución.
La respuesta positiva que expresó el pueblo ecuatoriano tuvo muchas lecturas, sin embargo, aquella que se ha impuesto es la que atribuye el resultado a la incesante búsqueda de un cambio que enrumbe la Democracia hacia su realización plena, bajo la reformulación del marco jurídico constitucional que permita fortalecer las instituciones del Estado y garantice el ejercicio de los derechos.
LA CONCEPCIÓN DE DEMOCRACIA
Es fundamental hacer referencia a esta visión ciudadana de la Democracia, pues contrasta con lo sucedido durante todo el proceso electoral, en donde las instituciones del Estado se han ido desarticulando hasta casi desaparecer. Esto como efecto del irrespeto a la Constitución y a leyes vigentes, o la interpretación extensiva y parcializada por parte de la autoridad pública.
No sería justo decir que el Estado de Derecho ha desaparecido durante el ejercicio gubernamental de estos cien días; basta revisar lo sucedido en gobiernos anteriores para demostrar que la destrucción de la institucionalidad democrática ha sido una constante.
Sin embargo, el hecho de que se mantengan las prácticas políticas tradicionales que utilizan el marco jurídico estatal como elemento de presión, revela una equivocada concepción de Democracia, que contrapone utilitariamente legitimidad y legalidad.
RESPETO ABSOLUTO A LOS DERECHOS
Estas prácticas se han ejecutado desde todos los poderes del Estado influyendo negativamente en la ciudadanía, ocasionando desconfianza en las instituciones y sus autoridades, justificando la utilización de mecanismos no legales en nombre de una legitimidad controvertida.
Bajo estas consideraciones, el ofrecimiento gubernamental de más Democracia no debe reflejarse en la existencia de más procesos electorales, por el contrario, debe constituirse en el respeto irrestricto a los derechos y garantías de los ciudadanos contenidos en la Constitución vigente y las normas jurídicas que forman el marco legal, garantizando seguridad jurídica en tanto se desarrolla el proceso constituyente que procure los cambios que la sociedad plantea.
El cambio debe ser cualitativo y no cuantitativo, donde se construya desde todos los sectores de la ciudadanía, un concepto de Democracia que deje de ser el término omnicomprensivo que por ser todo y nada a la vez, nos ha dejado como resultado vivir cien días de la misma democracia.
Publicado por:
Agustín Burbano de Lara V.
fecha: 01 | 05 | 2007
hora: 9:11 pm
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Me sorprende que la introducción del artículo lo presente como un análisis socio-político, porque aquello es de lo que más adolece esta mera opinión. Es, al contrario, una mirada netamente jurídica propia de la gran mayoría de juristas que se paran de cabeza y se rasgan las vestiduras al ver a la «ley» y la «constitución» ultrajadas. En primer lugar, esto no es un análisis socio político porque soslaya el hecho de que la ley, más allá de ser aquello que «manda, permite, o proscribe», parte de un estado de correlación de fuerzas políticas en determinado momento histórico. Hoy en día, las condiciones estructurales, sociales, políticas, ambientales, de género, entre muchas otras, no corresponden con muchas de las instituciones (parte orgánica) de la constitución ecuatoriana: el Congreso, por ejemplo, es un instrumento de la clase política, acéfalo, inutil para la sociedad en general. Y eso solo para empezar por él, porque podemos proseguir con la AGD, el IESS, el el Tribunal Constitucional, las Superintendencias de Bancos y Telecomunicaciones, la fiscalía, etc.
Segundo, la lectura de la Asamblea, no puede simplificarse ni reducirse con un criterio «intelectualmente elitista». No se puede aceptar que con maneras finas nos digan «el pueblo es ignorante y no sabe lo que quiere», porque en ese sentido el pueblo quiere un cambio, y si resulta dificultosa la multiplicidad de sentidos y significados puestos en el cambio, es porque no se quiere aceptar el hecho de que lo que se busca es redefinir la relación del Estado con la sociedad civil: queremos un modelo incluyente, que garantice derechos como la educación y la salud gratuita y no solamente a la inversión privada. Queremos espacios distritales de control sobre los legisladores, queremos un nuevo mapa político del país que imposibilite cacicazgos, queremos reformas tributarias, queremos adoptar elementos del parlamentarismo, como la disolución del congreso cuando este remueva su apoyo al ejecutivo (para ver cuantos presidentes más tienen que someterse a sus deseos y a cuantos más chantajean y botan).
Podría irme de largo con la descripción de los cambios posibles, que sobran. Sin embargo, un abogado, nos dice que Democracia es apego a la norma y a la institución. Nos dice que debemos apegarnos al respeto de los derechos y las normas. Y aquí es dónde yo me pregunto porqué carajos la gran mayoría de abogados estuvieron ausentes en la clase de introducción al derecho donde se enseña que la ley es un producto histórico social y culturalmente determinado, y que su sentido consagra una relación social que se impone y se construye día a día en la lucha política. Y hoy en día, es claro, que políticamente, existe una sólida expresión de la sociedad civil, por redefinir relaciones sociales nuevas.
Publicado por:
Mauricio Otasevic
fecha: 09 | 05 | 2007
hora: 2:47 am
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En primer lugar creo que el resultado de la consulta popular sobre la asamblea constituyente no hace más que confirmar que las sociedades latinoamericanas, y en especial la ecuatoriana, piden a gritos cambios, no sólo de autoridades sino también de reglas de juego. Sin embargo, es un error que se está cometiendo en países como Ecuador o Bolivia, creer que la simple redacción de una nueva Constitución Política por sí sola va a resolver problemas de desarrollo, igualdad, equidad, justicia social, empleo, redistribución de la riqueza, etc.
Por otro lado, me pregunto cuál de los países desarrollados no se fundamenta en el Estado de Derecho?, en el respeto a sus instituciones? En una sólida democracia?. Éste es el tema de fondo que toca en su artículo el Sr. Morales. Las crisis políticas y sociales que han estado viviendo muchos de los países latinoamericanos desde la década de los noventa se debe más que todo a una mala lectura por parte de las autoridades de turno que no supieron entender lo que la gente demandaba, se estancaron en el pasado y no acompañaron los cambios legales, políticos y económicos de la sociedad.
La administración del Presidente Correa tiene la responsabilidad de reconstituir una buena relación entre el Estado y la Sociedad, pero debe hacerlo dentro del Estado de Derecho y respetando sus instituciones, las cuales a su vez deben ser flexibles a cambios que permitan su modernización con el fin último de ponerse al servicio del pueblo. Sin embargo considero equivocadas las afirmaciones del Sr. Burbano menospreciando que una democracia se construye con el respeto a las normas, lo contrario sería promover la anarquía en la cual las leyes y las instituciones son avasalladas o, como él dice, ultrajadas, cada vez que un sector de la sociedad civil sienta que responde a sus intereses.
Es cierto, no podemos aceptar a aquellos que dicen «el pueblo es ignorante y no sabe lo que quiere», pero por favor, no cometamos el error de creer que todo lo que la mayoría dice es lo mejor, es necesario que los cambios se produzcan de una manera responsable, en base a una nueva visión de país, y son las instituciones y sus autoridades, respaldadas en el Estado de Derecho, las llamadas a llevarlos adelante.
Publicado por:
El "Analista"
fecha: 14 | 05 | 2007
hora: 5:23 pm
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Coincido con Burbano de Lara en que el análisis de Morales no pasa ni por lo social ni lo político, limitándose a ciertos aspectos jurídicos típicos de la vieja guardia ultra conservadora. ¿Queremos un análisis social y político?, entonces veamos los aciertos y los errores del gobierno ecuatoriano.
Social: subir el salario mínimo de los explotados y explotadas trabajadores y trabajadoras ecuatorianas, así como duplicar los bonos de desarrollo humano y de vivienda, además de haber comenzado con el otorgamiento de micro créditos, es un aspecto social que se puede palpar, justamente en los primeros 100 días de gobierno. Gran acierto del Presidente y su equipo, pues si bien en el largo plazo se debe generar empleo, haber logrado en 100 días un importante mecanismo de redistribución de la riqueza para que los pobres sientan YA el cambio que se viene, es un logro muy importante.
Social: terminar con el alto costo del dinero para el que menos tiene, pues es el que debe acceder al crédito con tasas de hasta el 70% en ciertos casos, otro acierto del Presidente y su equipo.
Político: haber enfrentado a un Congreso cuya actuación, en éste y anteriores períodos, se ha basado en un flagrante rompimiento a la Constitución, otro acierto del Presidente y su equipo. ¿O es que acaso la elección de una persona sin calidad moral para ser fiscal, subsanada con la elección del peor de los candidatos de la terna para el mismo cargo -todo ello en regla con la Constitución-, es algo que debemos aplaudir dado que eso si sería cumplir con un «Estado de Derecho»?
Político: ¿legitimidad controvertida? en el Ecuador ganó arrasadoramente el voto nulo en la última elección de diputados. Seguidamente, el 81% del pueblo respaldó, también arrasadoramente, la tesis del Presidente. Es imposible que el 100% de un país comulgue con las mismas ideas; sin embargo, cuando 8 de cada 10 personas apoyan al gobierno (y este número sigue en aumento) y sólo 1 de cada 10 dice que no, entonces no sé cómo se puede tachar de controvertida a la voluntad tan marcada del pueblo.
Político: ¿la misma democracia? Basta con analizar ligeramente los cambios que más del 80% del Ecuador está sintiendo, como para darnos cuenta que los primeros 100 días del nuevo gobierno son todo menos, IGUALES a los últimos 10,000 días (20 años) en la vida social y política del país.
Claro está, no todos son aciertos, pues las formas políticas, jurídicas, e incluso las verbales y de comunicación, podrían ser diferentes. Sin embargo de ello, cabe preguntarse: ¿queremos un cambio rompiendo los moldes, o guardar los moldes y seguir como hasta ahora? Yo, como más del 80% de ecuatorianos y ecuatorianas, prefiero lo primero.
No debemos limitarnos a leer el viejo y ultra conservador significado de democracia (así, sin mayúscula) que los EEUU dice practicar «como ningún otro país del mundo» y que nuestros ex gobernantes querían emular -al tenor de una Constitución dictada para favorecer intereses particulares-. Democracia es aquello que permite participar a todos y a todas en todas aquellas decisiones y procesos que conciernen a todos y a todas, y no sólo llamarnos a votar cada 2 o 4 años con reglas hechas por las élites para favorecer a quienes representarán sus intereses. Si bien no todos y todas quieren participar en los cambios de igual forma, entonces es el deber del mandatario seguir el mandato de la MAYORÍA de sus mandantes. Suena como democracia.
Yo no falté a la clase de Introducción al Derecho, allí cuando analizamos las constituciones, y cómo éstas debieron romperse para lograr cambios como los que se vivieron en Francia, en 1789. Cuando las dictaduras y los gobiernos de los 70, 80 y 90 rompieron estas constituciones y favorecieron a los intereses elitistas de cada época estuvo bien. Cuando la constitución se dobla a pedido y con el respaldo de más de 8 de cada 10 ciudadanos y ciudadanas, la legitimidad no se puede ni debe tachar de controvertida.
Publicado por:
Diego López Olivares
fecha: 17 | 05 | 2007
hora: 3:34 am
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Más información del desarrollo de la Asamblea Constituyente en Ecuador pueden encontrarla en http://www.somosdemocracia.org
Portal que ofrece a todos los ecuatorianos la posibilidad de crear su propio espacio (blog) gratuito, libre y transparente desde el cual puedan expresar sus pensamientos y propuestas para la asamblea
en menos de dos meses de lanzado el portal y sin contar con el apoyo de ningún medio de comunicación tradicional para promocionar el sitio, http://www.somosdemocracia.org cuenta con mas de 80 blogs en los que se han escrito mas de 500 artículos los cuales estan en constante debate.
Adicionalmente http://www.somosdemocracia.org ofrece herramientas de analisis y desarrollo de la información que se crea alrededor de la asamblea, se puede observar y comentar las noticias de televisión y navegar por los blogs
http://www.somosdemocracia.org es una iniciativa ciudadana que nacio en las aulas universitarias del Ecuador.
Quedan cordialmente invitados a participar
Publicado por:
Dr. Vicente R. Gutiérrez Santos
fecha: 20 | 06 | 2007
hora: 2:02 pm
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La política en Iberoamérica está influenciada y más desviada de su camino aconsejable, aunque jamás se puede fijar un rumbo pre-determinado, ya que debes adaptarte a los acontecimientos y actitud de tus países vecinos. Hoy por hoy está latente una consigna de unirse unos cuantos países para enfrentarse al país líder del Continente por motivos de caracteres y conveniencias personales.
Rafael Correa ha sorprendido a propios y extraños, aunque en sus arengas trató de captar el voto indígena.
Es cierto que Ecuador sufrió mucho en el pasado, pero el hombre que rija los destinos de Ecuador debe aislar las influencias populistas y socialistas que tanto daño han hecho al continente. Sobre todo, debe aprender del pasado y no emular a los gobiernos ineficaces de su historia del siglo XX.
Ahí tienen el ejemplo macro de Cuba, país que rodó hacia atrás traicionando los propósitos del pueblo que había luchado por recuperar la Democracia y la libertad de expresión. Sin embargo, la Economía iba viento en popa y a toda vela. Pero el Coma-andante sustituyó todo el sistema por uno marxista y comunista … y hundió la nación. La Revolución fue convertida en una Robolución y para toda América Latina ese tandem formado por Chávez y Castro han arrastrado a Bolivia y Ecuador más Nicaragua en C.A. Ahora quieren unirse Guatemala y alguno más. Todo lo cual demuestra la falta de capacidad de dichas naciones que alguien debe salvar y Correa puede ser ese benefactor para Ecuador.
Correa ha cursado estudios en el extranjero. Está bien preparado, pero se está traicionando a sí mismo. Esos 100 primeros días es una muestra de lo que pretende hacer mal. Que no proteste por las acciones que puede tomar el pueblo. A lo mejor demuestra que no está preparado para la vida política y ciudadana. Si no quiere herir a su propio país, debe actuar más objetivamente y no por caprichos al sustituir un mal por otro mal.
El populismo-socialismo pretendido por el tandem Chávez-Castro hay que olvidarlo. Gracias a que Perú y México fueron salvados por los respectivos pueblos en vía electoral , el problema no se ha agigantado. Bolivia lo veo más encajado por la figura de Evo Morales, pero Correa debía hacer un alto en el camino y pensar, analizar y decidir como un alto ejecutivo de empresa. La política merece también un sustitutivo por otra mentalidad y frescura en la gestión del país y sus ciudadanos.
Ecuador ocupa geográficamente un punto de equilibrio en el mapa-mundi y concretamente en Iberoamérica.
Parece que la geografía le ha asignado esa colocación para que haga todo lo posible para estar en esa Línea de Ecuador. A ver si tenemos una reacción en los próximos 100 días de gobierno.
Cordialmente,
Vicente R. Gutiérrez,
Unión Europea,
20-06-2007