El desafío chino de Asia central
Pekín busca mayor hegemonía en una región estratégica
En los últimos años, la acción de China en Asia central ha aumentado de forma considerable, lo que ha agudizado los recelos sobre su poder y sus posibles aspiraciones hegemónicas, fundamentalmente en Kazajstán y Kirguistán.
(Desde Kazajstán) EN LÍNEAS GENERALES, Pekín ha cumplido sus objetivos principales y ha puesto las bases para una relación estrecha y duradera con Asia central. China lidera la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), uno de los procesos de cooperación regional con más futuro y en el que las cuestiones de seguridad están dando paso, cada vez más, a cuestiones energéticas y comerciales.
La presión china ha contribuido a la práctica desaparición de la actividad política uigur en Kazajstán y Uzbekistán, si bien en Kirguistán las organizaciones uigures aún conservan cierto margen de acción. En cualquier caso, la región no se ha convertido en un área de apoyo para los movimientos irredentistas uigures de la región autónoma del Xinjiang-Uigur (fronteriza con Asia central); lo que era el gran temor de Pekín al producirse la desaparición de la Unión Soviética.
Por otra parte, China ha realizado grandes inversiones en el sector petrolífero kazajo y ha alcanzado importantes acuerdos de aprovisionamiento con Turkmenistán y Uzbekistán, con el objetivo de asegurar nuevas rutas y fuentes de abastecimiento y reforzar así su seguridad energética. La proyectada ampliación hasta los campos de Kumkol del oleoducto Atasu-Alashankou, permitirá la conexión directa de los campos desarrollados por la CNPC (China National Petroleum Corporation) en Kazajstán con las refinerías de Xinjiang. Asimismo, Pekín ha proyectado un ambicioso plan de construcción de gasoductos para transportar gas natural turkmeno y uzbeko hasta el mercado chino.
Por último, Pekín, con la progresiva institucionalización y consolidación de la OCS, ha evitado una reorientación excesiva de Asia central hacia la órbita de influencia de Washington o su articulación como un área hostil a los intereses chinos. Únicamente, la base estadounidense en Bishkek representa un motivo de irritación para Pekín.
LOS RECELOS CRECIENTES
A pesar de este creciente papel de Pekín, una hipotética hegemonía unilateral china a corto y medio plazo, parece bastante improbable.
En primer lugar, porque Asia central continuará con su relación estrecha y prioritaria con Moscú, lo que representa un contrapeso sólido ante Pekín. Asimismo, la acción de Estados Unidos y, también, de la Unión Europea seguirá siendo otro contrapeso frente a una excesiva influencia china en sectores estratégicos como el de los hidrocarburos.
Por otra parte, los propios recelos que despierta el potencial chino (económico, político, militar y demográfico), sobre todo en Kazajstán y Kirguistán, condicionan la acción de Pekín, por cuanto Astaná y Bishkek buscan reaseguros para compensar la presencia china (en el caso de Kazajstán, por ejemplo, en los últimos meses facilitando una mayor participación india en su sector petrolífero). Estos recelos han contribuido a la difusión exitosa de las tesis de la amenaza emergente que sugiere, en su versión local, entre otras cuestiones, que China podría emplear, también en Asia central, su creciente poder militar de forma más decidida en un futuro próximo.
No obstante, ninguno de los análisis que sugieren esta posibilidad, argumenta sólidamente cuáles podrían ser los beneficios de tal viraje chino. Es decir, ¿qué beneficios objetivos podría conseguir Pekín de una política que conllevaría, muy posiblemente, un grave enfrentamiento con Moscú y, tal vez, también con Washington? La posibilidad de una creciente agresividad unilateral china resulta aún más improbable, si tenemos en cuenta que Asia central es, a pesar de todo, una de las áreas fronterizas más receptivas a las políticas de Pekín.
Los recelos sobre el potencial chino, también tienen una importante dimensión demográfica. Esta es una cuestión que resulta mucho más compleja; no obstante, conviene tener presente que en Xinjiang, a pesar de todo, oficialmente hay menos de diez millones de chinos étnicos y como máximo podemos aceptar la cifra de doce millones de chinos Han en esta región. Asimismo, aunque tienen carácter poroso, las fronteras internacionales, siguen teniendo un importante efecto ralentizador sobre los procesos migratorios (y sobre hipotéticos procesos colonizadores). Estos son, sin duda, dos elementos que hay que considerar a la hora de valorar la posibilidad y los riesgos de un gran proceso migratorio, generalmente sobredimensionado en la prensa local e internacional.
LA INDUSTRIALIZACIÓN DE LA REGIÓN
Lo que es seguro es que el ascenso chino representa un enorme desafío para Asia central. En primer lugar, contribuye a consolidar la tendencia actual según la cual Asia central exporta materias primas e importa productos manufacturados. La capacidad productiva y comercial china desincentiva la industrialización de la región.
Asimismo, la creciente influencia china representa un desafío para las emergentes sociedades civiles centroasiáticas (con diferente nivel de desarrollo según las repúblicas); por cuanto la acción china favorece el mantenimiento de los regímenes autoritarios locales en detrimento de la transformación y la democratización.
Pero lo más destacable es que, los riesgos y desafíos que representa el auge de China se ven incrementados, sobre todo, por la propia debilidad de las repúblicas de Asia central. Por ello, para evitar convertirse en un área con una fuerte dependencia de los intereses chinos, las repúblicas centroasiáticas deberán implementar sus propios modelos y procesos de desarrollo, transformación y modernización que les permitan aprovechar favorablemente las ventajas y oportunidades derivadas de su cercanía con el gigante asiático y no sucumbir ante su empuje imparable.
Publicado por:
ana
fecha: 23 | 08 | 2007
hora: 9:46 pm
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Muy didáctico su artículo sobre un tema que desconocemos,muchas gracias.
Publicado por:
Cesar Benavides Cavero
fecha: 24 | 08 | 2007
hora: 4:59 pm
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Los ciudadanos de las diversas naciones del mundo en sentirse feliz por el hecho del crecimiento de la Republica Popular China y de esta manera dejamos de ser dominados por el gran Comisario del Mundo que representa USA. Como ejemplo ponemos la accion de la invasion habida en Irak y otras naciones arabes, con el sanbenito de defendere a la sociedad del terrorismo, acaso no fue un ATROPELLO DE USA. Acaso USA ha demostrado su no participacion en la preparacion de los que derribaron las torres gemelas de New York, acaso son INOCENTES.
Creemos que no debe existir una hegemonia que demuestre la unipolaridad norteamericana, GRACIAS CHINOS, por que ustedes representaran el COTRAPESO DE PODERES.
Cesar Benavides Cavero
Instituto Peruano de Criminalistica y Pericias.
Publicado por:
Jorge Medina Azcárate
fecha: 24 | 08 | 2007
hora: 6:43 pm
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Además de la gran causa de los hidrocarburos, y además del control ideológico y social de la región, está sobre todo el control geográfico de una zona considerada estratégica tanto en la defensa fronteriza de China (sobre todo para el tan famoso escudo antimisiles aéreo), así como la gestión de un segmento orbital espeacial para el tráfico de satélites, telecomunicaciones e información.
Irak ha demostrado la importancia de los espacios geográficos alrededor de cualquier centro de atención para el descanso y repostaje de la logística en guerra. Y esta noticia del desarrollo chino en Asia Central es en un principio mala para Europa, pues se convierte en un potencial campo de batalla en un hipotético enfrentamiento USA-China.
Un saludo.
Jorge Medina Azcárate
One brother World
Publicado por:
Nicolás de Pedro
fecha: 25 | 08 | 2007
hora: 5:30 pm
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Agradezco los tres comentarios y respondo brevemente:
1. Muchas gracias por su comentario Ana, es un estímulo para seguir trabajando.
2. Con relación al segundo comentario, coincido en que es probable que un mundo más equilibrado sea un lugar mejor. No obstante, ello no es óbice para que no analicemos las consecuencias del ascenso de China y, la realidad es que, el enorme desarrollo chino visto desde las débiles repúblicas centroasiáticas produce cierto vértigo y genera importantes desafíos.
3. Tomo nota de algunas cuestiones planteadas en el tercer comentario. Estoy de acuerdo en que para China, Xinjiang y Asia central tienen también una importante dimensión estratégica. En la región del Xinjiang-Uigur China tiene su polígono de pruebas nucleares y test de misiles (en Lop Nor) y alguna otra instalación estratégica (centro de control de telecomunicaciones, estaciones de escucha, de interceptación, etc.).
Nicolás de Pedro
Publicado por:
Fátima Aburto
fecha: 28 | 08 | 2007
hora: 8:20 pm
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Es ciertamente muy interesante y didáctico. El problema de la expasión China no solo en Asia, sino en África o en Sudamérica es que no transmite ni comparte en absoluto conocimientos tecnológicos (de hecho lo evita expresamente, porque tienen muy presente el poder del conocimiento) en las regiones que opera y desde luego ningún valor democratico ni de derechos humanos.
La progresiva conversión del mundo en multipolar, hace cada vez mas necesario un gobierno global y que las democracias demostremos con hechos que es la mejor forma de defender los valores y derechos humanos
Publicado por:
Enrique
fecha: 29 | 08 | 2007
hora: 3:04 pm
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Creo que nos vendría bien ser un poco bizcos. Cuando los americanos se metieron en Afganistán y luego en Irak los «progres», que nunca pensaron por si mismos se encontraron con que no sabían que hacer salvo gritar. Y eso hicieron. Así resultó que los USA querían quedarse con el petróleo de los iraquíes. Y que los pérfidos judíos, etc. Pero a los «progres» no se les ocurrió mirar un mapa. De haberlo hecho seguro que no cambiaban ni la letra ni la música pero hubiesen notado que Asia Central estaba justamente al lado de Irán donde había mucho petróleo y muchos ayatolaes. También que estaba al lado de Rusia y de China. Pero los pobres ex persas si notaron que estaban demasiado cerca de un lío fenomenal que les iba a llegar. También que estaban muy cerca de Pakistán con su bomba atómica, la que a su vez tenía conflictos con India, que también tenía su bomba atómica. De repente todo el asunto se complicó y el mundo se achicó. Algún alma caritativa deseando distraer Asia Central les sugirió a los ayatolaes Señores, ustedes tienen la bomba religiosa. Ese es un tema familiar para ustedes. Por que no distraemos a los USA y al mundo y jugamos este partido del otro lado. Allí están sus «amigos» de Saudí Arabia y Egipto. Para entretenerse tienen a Israel, a los judíos, al sionismo, Nosotros les inventamos a los palestinos con el Hamas y el Hizbolá y la Jihad y la Intifada y que se yo. Usamos a Siria y si estos no quieren les tiramos a los kurdos y turcos, Les permitimos almorzase a El Líbano y de paso ustedes tienen salida para el Mediterráneo. Asustamos a Israel con la marea islamista y la bomba atómica. Disfrazan unos toneles de vino de bombas inteligentes Armamos un lío tremendo y la guerra de Asia Central la extendemos para el Cercano Oriente. Seguro que nadie se va a dar cuenta.
Publicado por:
Jorge Medina Azcárate
fecha: 29 | 08 | 2007
hora: 5:56 pm
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Fátima;
Y todos los problemas de propiedad intelectual que ello conlleva.
Enrique;
Bravo. No se podría haber dicho más en menos. A todo ello le sumo humildemente el sentimiento global anti-USA creado desde el eje China, Rusia, India, Irán, Venezuela, Bolivia, y ahora Cuba. El plato está servido.
Nos queda concienciarnos de todo esto y actura en consecuencia. Estamos justitos de tiempo.
Un saludo.