Más responsabilidad empresarial
Brecha de confianza entre consumidores y corporaciones globales
De acuerdo con un informe reciente de la compañía McKinsey publicado en The McKinsey Quarterly existe una brecha de confianza entre los consumidores y las corporaciones globales, así como falta de comprensión entre los líderes empresariales sobre qué esperan realmente los consumidores. La solución: más responsabilidad social empresarial. Todos ganarán: empresas, gobierno y sociedad civil.
LA OPINIÓN PÚBLICA EXIGE, a nivel mundial, una ética ejemplar a los líderes políticos. Pero hoy suma a esa exigencia la demanda de responsabilidad social a los líderes empresariales. Las manifestaciones de esta presión en ascenso son múltiples. Si bien ha habido avances muy significativos en este campo, las sociedades esperan mucho más.
The New York Times informa sobre una amplia consulta realizada por Bonini, McKillop y Mendonca (consultores de la compañía McKinsey) publicada en The McKinsey Quarterly. Entrevistaron a 4.238 ejecutivos de empresas multinacionales y a 4.063 consumidores de productos de esas empresas. El informe encontró una brecha de confianza entre los consumidores y las corporaciones globales, así como una falta de comprensión entre los líderes empresariales sobre qué esperan realmente los consumidores.
Cuando se les pregunta, el 68 por ciento de los ejecutivos contestan que las grandes corporaciones hacen una contribución al bien común generalmente o en cierta medida positiva. En cambio, sólo un 48 por ciento de los consumidores están de acuerdo con ello. Ese porcentaje baja en Estados Unidos al 40 por ciento.
Al consultar a los consumidores sobre en qué medida confían en que ciertas instituciones actúan en el mejor interés de la sociedad, los europeos y estadounidenses colocan a las corporaciones globales al final de la lista. Las anteceden las organizaciones no gubernamentales, pequeñas empresas regionales, la ONU, los sindicatos, y los medios masivos.
EL MEDIO AMBIENTE, EN PRIMER LUGAR
El informe muestra una distancia entre lo que los ejecutivos perciben como las preocupaciones más importantes de los consumidores y la realidad. Al preguntar a los ejecutivos cuáles suponen que serán los problemas más importantes para los consumidores en los próximos tres años, contestan: la pérdida de trabajo, el outsourcing (subcontratación de servicios que no constituyen la actividad central de la empresa), la privacidad y la seguridad de la información y el medio ambiente. En cambio, los consumidores responden que les preocupa en primer lugar el medio ambiente, seguido por las pensiones y otros beneficios de retiro y la cobertura de salud.
Los autores del estudio concluyen que los ejecutivos tienen una comprensión limitada de los problemas de los consumidores. El título de la nota de The New York Times, escrita por Paul B. Brown, es contundente: No confían en las corporaciones.
En la misma dirección, en un reciente trabajo, dos expertos en competitividad, Michael Porter y Stanley Kramer (Harvard Business Review, diciembre de 2006) muestran las fuertes presiones que existen para pedir más responsabilidad social empresarial. Dicen que muchas empresas descubrieron la importancia de la responsabilidad de las corporaciones por la reacción del público ante temas que no eran considerados previamente como parte de las responsabilidades empresarias. Una conocida productora de ropa deportiva –cuentan los autores– enfrentó un extenso boicot de consumidores después que The New York Times y otros medios informaron de prácticas laborales abusivas de algunos de sus proveedores indonesios, a comienzos de los noventa. La decisión de una de las grandes petroleras de hundir una obsoleta plataforma en el Mar del Norte llevó a protestas de Greenpeace y a titulares en los medios internacionales en 1995. Hay intensos reclamos a los laboratorios para que faciliten la acción contra males de millones, como el sida y la malaria, y una gran sensibilidad al respecto.
Porter y Kramer resumen la situación diciendo: Los activistas organizacionales de todo tipo han crecido y se han vuelto más agresivos y efectivos para lograr que haya más presión pública sobre las organizaciones. En consecuencia, la responsabilidad social de las empresas no es una opción: Es una prioridad que no se puede eludir.
ANTEPONER LA ÉTICA
¿Qué esperan las sociedades de las empresas? El abanico es muy amplio. Va desde políticas de personal éticas, hacia adentro de la empresa, hasta relaciones honestas con los consumidores, transparencia, buen gobierno corporativo, enérgicas políticas a favor del medio ambiente, la implicación activa de las empresas en las grandes causas de interés público y el desarrollo de alianzas estratégicas entre empresas, gobiernos y sociedad civil.
El 64 por ciento de las 250 mayores corporaciones globales publicaron informes sobre el tema en 2005, pero eso sólo satisface un aspecto reducido de las expectativas.
Una idea de los estándares a los que se aspira en sociedades muy evolucionadas la dan las políticas adoptadas por uno de los mayores fondos de inversión del mundo, el que recibe las utilidades petroleras del gobierno noruego. Cuenta con 300.000 millones de dólares y ha fijado exigentes criterios. Anunció la decisión de retirar sus inversiones de empresas que caigan en algunas de estas conductas: serias violaciones de los derechos humanos, serias violaciones de los derechos individuales en guerra, serios daños ambientales, corrupción y otras violaciones de normas éticas. Acaba de retirar sus fondos de 21 empresas internacionales, algunas de ellas muy conocidas, y ha publicado la lista respectiva. The New York Times saludó su acción, al resaltar que es la primera vez que un gobierno sanciona a empresas por criterios éticos, poniendo la ética por encima de las meras tasas de retorno. Destacó: Noruega respalda su ética con su dinero.
EL CRECIMIENTO DE AMÉRICA LATINA
América Latina vive un mejoramiento muy visible de su macroeconomía y de las posibilidades para las empresas. Pero al mismo tiempo sigue en pie la gran brecha social, con altas tasas de pobreza, desempleo juvenil, deserción escolar, maternidad infantil, y mortalidad materna. Consultas de opinión pública directas e indirectas señalan que la comunidad espera que el compromiso de responsabilidad de las empresas, que ha ido aumentando gracias al esfuerzo de los dirigentes pioneros, se amplíe a muchas otras y se intensifique y profundice. En una región con sociedades civiles, cuyos grados de articulación y participación crecen continuamente, esto será cada vez más, como en el mundo desarrollado, una prioridad y no una opción.
Cuanto antes se asuma este hecho, más se fortalecerá la capacidad de la sociedad entera para enfrentar los agudos desafíos actuales, mayores serán los réditos éticos y productivos para la propia empresa y mayor será la calidad de la sociedad. Todos ganarán.
Publicado por:
Ana
fecha: 28 | 08 | 2007
hora: 7:52 pm
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Muy interesante la nota.
Es abismal la diferencia de intereses y disparidades entre las empresas globales y los consumidores.. Ni que hablar que dicha diferencia también existe entre las empresas (sus directivos) y sus empleados.
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danieloso
fecha: 28 | 08 | 2007
hora: 9:15 pm
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Responsabilidad empresarial.
¿Las empresas estarían dispuestas a democratizarse?
¿Canalizar sus ganancias de a acuerdo a lo que el público votase?
La libertad del individuo la regula la sociedad por medio de la «DEMOCRACIA». La libertad del mercado también debería de estar regulada de la misma forma.
Si todos nosotros pudiéramos votar de forma directa para condicionar los ingresos de las grandes empresas como Wallmart, Microsoft, Shell, MacDonals, etc, el mundo sería un lugar mejor.
Las empresas sin un sistema regulador crecen y crecen de la misma forma que las células cancerosas del organismo humano cuando estas no están reguladas por nuestro sistema inmunologico.
El mercado por si solo ha demostrado que no tiene la capacidad de autorregularse. No hablemos de responsabilidad, hablemos de democratizarán de las empresas.
Publicado por:
Carlos Fallas, Costa Rica
fecha: 29 | 08 | 2007
hora: 1:55 am
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Habrá que ver, la responsabilidad social de las empresas siempre se limita a los impuestos que puedan deducir, la contratación en medio de la explotación es claramente la manera de aumentar las ganancias y competir, y recordemos competir esta primero. en todo caso las faltas siempre las pueden esconder bajo la alfombra, es decir en oscuras fábricas en Juárez, en talleres en Nueva Dehli o Vietnam-
Publicado por:
Ana
fecha: 29 | 08 | 2007
hora: 3:34 am
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Totalmente de acuerdo con la opinión de mi tocaya,Danieloso y Carlos.
Hace unos años que vivimos con la sociedad bajo un sistema que con el pretexto del neo capitalismo ha instaurado uno con «digamos enfermedad terminal».
No se puede concebir que sean las empresas monopólicas las que tengan que darse cuenta que tienen que proceder con ética porque seguramente el nùmero de sus consumidores ha disminuido considerablemente por el empobrecimiento.
Es cierto que la globalización no se propició para que los pueblos se beneficiaran con sus mutuas evoluciones y llegaran a un intercambio enriquecedor de sus culturas.
La globalización se impuso exclusivamente en beneficio de las grandes corporaciones que pensaron vivir un paraíso continuo con el aumento de consumidores que implicaba la apertura de mercados.
Por ello desaparecieron todas las conquistas sociales,jubilaciones etc es decir todo el desarrollo de la humanidad para ampliar los derechos humanos a la faz social.
Con la famosa COMPETITIVIDAD SE PREFIRIO LA INSTALACION DE LAS INDUSTRIAS EN LUGARES EN QUE SE PODÃŒA HACER TRABAJAR A ESCLAVOS.
Por otra parte con respecto al consumidor se le faltò el respecto en todo sentido,en primer lugar instandolo a consumir objetos o servicios que no necesitaba,
intensificando la propaganda para inducirlo en ese sentido hasta la utilización de métodos psicológicos ,engañando en la calidad de los productos hasta hacer posible que el consumidor tenga que comprar el mismo objeto cada año,inventando novedades tontas con gran publicidad para aumentar
las ventas etc etc todo esto será uso y costumbre actual pero es antiético.
En realidad el diálogo no debe ser entre corpotaciòn de empresas o empresas y consumidor sino entre ciudadanos y sus representantes los respectivos gobiernos para impedir democráticamente los atropellos de las empresas o corporaciones de empresas a sus gobernados en el rol de consumidores .
También intensificar dicho diálogo para instituir o restituir en la mayorìa de los casos la protecciòn social que los ciudadanos en el rol de trabajadores requieren.
Publicado por:
Fátima Aburto
fecha: 29 | 08 | 2007
hora: 1:06 pm
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Una empresa tiene obligación de ganar dinero, de lo contrario no sirve. Pero afortunadamente, y eso es un buen efecto de la globalización, hoy en día si quieren mantenerse y seguir ganando confianza, cada vez mas precisan atenerse a un código ético. La opinión pública y no solo la política cada vez hacen mas socialmente insostenibles las empresas que no contemplan la actuación ética. Queda mucho camino, pero la dirección es adecuada.
Por otro lado es magnífico comprobar que la gente cada vez mas defiende valores y eso que en el mundo occidental (el mejor de los mundos) el poder adquisitivo de la clase media cae. Es cierto que en gran parte compensado con servicios públicos de calidad. Pero indudablemente la cultura y sobre todo el transculturalismo sirve para que los valores vuelvan al poder. Me alegro mucho de esas conclusiones del estudio.
Publicado por:
Ana
fecha: 29 | 08 | 2007
hora: 5:40 pm
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Me permito disentir contigo Fátima ,porque el hecho de ganar dinero para justificar su existencia no las autorizó hacer retroceder la civilizaciòn en la forma en que lo han hecho , dejando a la polìtica totalmente degradada.
El hecho de que hayan aprovechado la caìda de la UNION SOVIETICA para terjiversar al capitalismo en su provecho no quita que el dìa de mañana otros mounstruos peores se globalicen.
Publicado por:
danieloso
fecha: 29 | 08 | 2007
hora: 7:17 pm
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Coincido, el objetivo de una empresa es ganar dinero, el objetivo de una sociedad sería regular las ganancias de esa empresa.
Ninguna sociedad impediría que algún empresario se fuera de vacaciones o se comprara una segunda casa, pero de eso a que existan empresas que manejan mas dinero que varios países juntos…. ese es el punto.
Pongamos las cartas en la mesa, si un país va a la guerra, las sociedades podría grabar hasta con el 100% de impuesto a las empresas que fabrican armas, (o incluso impedir su operación), si existen gobiernos que quieren pelear, pero existen sociedades que controlan las empresas que fabrican armas, las guerras serian con piedras y con palos.
La responsabilidad empresarial debe ser delegada a la sociedad democrática =)
Publicado por:
Fátima Aburto
fecha: 31 | 08 | 2007
hora: 1:17 am
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Ana, el hecho de que el objetivo de una empresa sea ganar dinero no quiere decir tengan patente de corso para dirigir la sociedad. Evidentemente creo que la política debe regular sus actuaciones, pero tambien por ello me congratulo de que la sostenibilidad de una empresa dependa tambien de que mantengan un comportamiento ético.
Desgraciadamente en cuanto a las empresas de armamento, considero que son la verdadera causa del terrorismo mundial. Es evidente que son quienes mas ganan en cualquier conflicto y en la desgracida «guerra contra el terrorismo» son las que se han llevado las «enormes ganancias» que los españoles íbamos a sacar de la invasión de Irak. Es muy urgente una convención mundial sobre la fabricación y venta de armas.
Publicado por:
ana
fecha: 31 | 08 | 2007
hora: 2:24 am
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Fátima apelo a tí que tienes quizás más posibilidades,yo desde este extremo sur solo te puedo decir que DIOS LOS LIBRE DE LO QUE NOS PASO A NOSOTROS LOS ARGENTINOS.
Creo que eres una mujer de buena voluntad y que lograrás tus propósitos de unir españa a sus ex dominios de ultramar en la conmemoraciòn de las intependencias NO CON EL SENTIDO EXPOLIATIVO DE LAS VORACES EMPRESAS SINO CON EL ESPIRITU DE GRANDEZA QUE CARACTERIZO A ESA QUERIDA MADRE PATRIA
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Cesar Benavides Cavero
fecha: 31 | 08 | 2007
hora: 5:00 pm
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El tema de la Responsabilidad Social Empresarial, anda por el camino del posicionamiento del mercado y la fidelización del cliente. Si los verdaderos empresarios aplicaran las politicas diseñadas sobre la responsabilidad social, sus empresas serían más grandes, éticas y competitivas. Deben recordar que, si sus trabajadores estan bien pagados, también terminaran siendo sus buenos clientes y sobre todo fieles a sus productos.
El mundo empresarial tiende a una resonsabilidad social.
Atentamente
Cesar Benavides Cavero
Publicado por:
danieloso
fecha: 02 | 09 | 2007
hora: 10:40 pm
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Si en verdad estamos buscando darle a la empresa «nuevos «aires» tenemos que cambiar «competitividad empresarial» por «cooperación empresarial».
El término «competitividad», es un viejo, añejo, caduco y obsoleto terminajo adoptado y adaptado del darwinismo social basado en la supervivencia por medio de la competencia, y esto es falso.