Para qué sirven las Cumbres Iberoamericanas. Para qué no. De dónde viene el escepticismo. Qué se espera de la XVII Cumbre de Santiago de Chile. ¿Se justifican estas Cumbres? La Cumbre paralela. La importancia de los encuentros cara a cara. El debate sobre la calidad institucional en América Latina. A continuación, la primera parte del análisis.

(Desde Santiago de Chile)

¿PARA QUÉ SIRVEN?

La verdad es que cada vez que se menciona la palabra Cumbre un dejo de escepticismo aparece en el rostro de gente común y corriente, ya que se ha instalado la idea que poco relevante se decide para la vida cotidiana de la ciudadanía, y que pocos resultados prácticos se deben esperar: en otras palabras, que este es un evento fundamentalmente para autoridades y de interés para medios de comunicación y analistas, y gigantescos embotellamientos de tránsito para las ciudades que lo reciben.

La verdad es que esta es sólo una visión parcial. Si bien es cierto que no hay verdadero debate –la declaración final es consensuada y discutida por asesores y los respectivos Ministerios de Asuntos Exteriores– cumplen objetivos práctico valiosos.

Señalaría al menos dos.

«Las Cumbres permiten encuentros bilaterales cara a cara, sobre todo cuando las relaciones entre los países están pasando por un periodo complicado»

En primer lugar, permiten encuentros bilaterales cara a cara, sobre todo cuando las relaciones entre los países están pasando por un periodo complicado. En el caso de Chile, Ricardo Lagos señaló que en sus seis años de gobierno conoció a seis mandatarios bolivianos y que con cinco de ellos se reunió en encuentros de este tipo; es decir, grandes reuniones internacionales, incluyendo dos cumbres iberoamericanas; lo mismo se puede decir de Argentina y Uruguay en su conflicto por las papeleras, aunque mas de una vez Néstor Kirchner no estuvo presente en estas reuniones.

En segundo lugar, permiten el estreno en sociedad de nuevos líderes, como es el caso de Cristina Fernández, quien ocupará un lugar destacado y será recibida como Presidenta electa.

¿DE DÓNDE SURGE EL ESCEPTICISMO?

Además del hecho objetivo de que está llena de declaraciones generales sobre temas como la democracia, la pobreza y similares, no existe una verdadera voluntad para cumplir con los acuerdos, siendo patentes dos ejemplos al respecto: el de la VI Cumbre de 1996 en Viña del Mar (Chile) donde todos los países, incluyendo Cuba, suscribieron un acuerdo que los comprometía a tener elecciones libres y democráticas, libertad de expresión y de conciencia. Otro ejemplo es el de España, país que en dos oportunidades ha suscrito declaraciones sobre las reunificaciones familiares y la permanencia de inmigrantes.

«América Latina tiene cada vez menor presencia a nivel internacional, una razón a favor de estas Cumbres”

En segundo lugar, América Latina tiene cada vez menor presencia a nivel internacional –una razón a favor de estas “Cumbres”–, y presenta cada vez mayores divisiones entre líneas antagónicas de desarrollo interno y de política internacional.

Por su parte, España y Portugal, tienen su futuro firmemente asentado en Europa y no en su pasado colonial, como quedó muy patente en la preparación de la Declaración de la XIV Cumbre de San José (Costa Rica), donde ambas naciones expusieron que no podían firmar algunos párrafos, ya que entraban en contradicción con sus compromisos con la Unión Europea.

En tercer lugar, se aceptó que uno de los problemas es que no había seguimiento alguno entre reunión y reunión, por lo que en 1999 se creó la Secretaría de Cooperación Iberoamericana, y ante su comportamiento exclusivamente burocrático, fue reemplazada por un organismo que se pretende tenga mayor relevancia como es la actual Secretaría General Iberoamericana, y al frente se puso a Enrique Iglesias, un uruguayo de origen español, de amplia experiencia como ex Secretario General de la Comisión Económica para América Latina de Naciones Unidas (CEPAL), y sobre todo como ex Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Aunque las expectativas se han ido diluyendo ante declaraciones tales como que un secretario general iberoamericano tiene que respetar a los gobiernos y eso significa que no puede juzgarlos, lo que da una sensación de mas de lo mismo.

¿QUÉ SE ESPERA DE LA XVII CUMBRE DE SANTIAGO?

La actual XVII Cumbre se llama La cohesión social y políticas sociales para alcanzar sociedades mas inclusivas en Iberoamerica, probablemente para hacer alusión a la aparición de indígenas y mujeres como jefes de Estado electos, aunque el tema social ha sido tratado en varias otras, y este en particular, ha estado presente en varias declaraciones anteriores. Sin ir más lejos, la de 2003 en Bolivia se llamó La inclusión social, motor del desarrollo de la comunidad iberoamericana.

En primer lugar, se espera una presencia masiva, no solo del Rey de España, también de Jefes de Estado y de Gobierno, para que Santiago sea diferente a la del año 2006 de Montevideo, que fue la de las ausencias por la pobre participación de los máximos líderes.

En segundo lugar, para compensar en algo a la ciudadanía por las molestias y para darles un sentido de participación, esta Cumbre va a tener lugar en seis ciudades, mas un buque, además de embajadas culturales y artísticas, donde en forma gratuita se presentan estos espectáculos.

«Se espera que España avance en una oferta de acercamiento entre Uruguay y Argentina, por su diferendo de las papeleras, rol que le fue solicitado por ambos países»

En tercer lugar, se espera que España avance en una oferta de acercamiento entre Uruguay y Argentina, por su diferendo de las papeleras, rol que le fue solicitado por ambos países.

En cuarto lugar, habrá una reunión a puertas cerradas entre los jefes de Estado y de gobierno.

En quinto lugar, en este encuentro se propondrá una reforma fiscal para aumentar los recursos sociales al Estado, pero también se insistirá en hacerlo mediante un pacto social. Ya han surgido voces críticas que señalan que mayores recursos sin eficiencia y en condiciones de corrupción, no resuelven ningún problema. Como ejemplo, basta observar este excepcional periodo de ingresos que han tenido algunos países por la subida internacional del precio internacional de las materias primas e hidrocarburos.

En sexto lugar, lo mas importante que se espera es la firma de una especie de convención latinoamericana de seguridad social, que ya firmaron los ministros de Trabajo y deben aprobar los jefes de gobierno y luego los Parlamentos. Todo esto significa un sistema integrado entre los 22 países que permitirá a la gente jubilarse con los aportes que ha hecho en otros países, lo que no deja de ser importante en una región con varios millones de inmigrantes.

En séptimo lugar, se continuará discutiendo acerca de la incorporación de otros países que fueron alguna vez colonias españolas o portuguesas, en África y Asia, además de otros países de la región, que como Belice tienen otro origen colonial, pero que están muy integrados, cultural y físicamente a sus vecinos hispanoparlantes. Por cierto, una decisión de este tipo tiene fuertes peligros, ya que le quitaría el sentido de comunión y de vinculación especial que dio origen a la institución.

«No hay duda que sin España no existiría esta organización»

Por último, la atención mediática más que en el Rey de España se va a centrar como en otras ocasiones en la Venezuela de Hugo Chávez, sobre todo por la cercanía de su referéndum. No hay duda que Chávez ha ido reemplazando a Fidel Castro (Cuba va a ser representada por su vicepresidente Carlos Lage), como la figura de mayor interés para la prensa (de hecho en la anterior de Chile en 1996, hubo en el mismo lugar físico manifestaciones a favor y en contra de Castro, con un día de diferencia). Sin embargo, en esta oportunidad una fuerte competencia le va a surgir en Cristina Fernández, ya que muchos ojos van a estar centrados en ella, no solo por su atractivo político, sino también para observar si el cambio en las relaciones internacionales de Argentina es solo formal o también sustancial.

¿SE JUSTICAN ESTAS “CUMBRES”?

No hay duda que sin España no existiría esta organización, no sólo por su peso económico como inversor y por auto-declararse puente de Latinoamérica hacia la Unión Europea, sino también por financiar el 60 por ciento de lo que se gasta entre cumbre y cumbre, y varias de las reuniones previas a la de los jefes de Estado y de gobierno, como son muchas de las ministeriales.

«Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua tomaron caminos distintos, además de otros países, que eligieron gobiernos fuertemente críticos de lo que predominaba en la década pasada»

Por sobre todo España convocó a la primera en 1991, en Guadalajara, México. La razón era conmemorar los 500 años de la llegada de Colón (aunque Brasil lo hizo años después, ya que considera a Vasco de Gama como el hito fundacional). En ese entonces, ante el debate en polos opuestos, de España como el origen común (el positivo) y el opuesto de la muerte y destrucción de las culturas nativas (el negativo), España aceptó la tesis del historiador Leopoldo Castedo del encuentro de dos culturas y el Rey invitó a una reunión bajo ese signo de buena voluntad.

Sin embargo, lo que debió haber sido una reunión espaciada y ocasional, para que así tuviera un verdadero brillo, se transformó en un ritual anual, donde muchas veces no hay razones de peso para encontrarse, salvo la muy importante del conocimiento personal entre los líderes.

En total son 22 países de historia, lenguaje y cultura común, incluyendo tres europeos (la pequeña Andorra se incorporó el 2004), pero que en términos políticos y económicos han cambiado mucho desde 1991. En efecto, en 1991 con la excepción de Cuba, la mayoría de los países latinoamericanos parecía tener un proyecto similar en lo político y en lo económico, centrado en la democracia representativa y en la globalización. Desde entonces, en varios países surgió una crítica muy fuerte a este camino que no parecía estar dando resultados, y Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua tomaron caminos distintos, además de otros países, que eligieron gobiernos fuertemente críticos de lo que predominaba en la década pasada.

Por último, otro problema lo constituye la elección de la palabra “Cumbre” para este tipo de reuniones, ya que en sus orígenes se hablaba de reuniones extremadamente importantes como lo fueron las de los aliados Stalin, Churchill y Roosevelt en la Segunda Guerra Mundial o la de los jerarcas soviéticos y estadounidenses durante la guerra fría, donde si tomaban decisiones relevantes. Sin embargo, parece exagerado su uso para reuniones rutinarias donde nada crucial se decide.

LA CUMBRE PARALELA

Como en todo encuentro internacional, es posible que sea noticiosa la reunión que organizan agrupaciones sociales, mayoritariamente de izquierdas y críticas de la globalización, factor común en todo encuentro internacional. Así en paralelo a la cumbre oficial, se desarrollará la “Cumbre por la Amistad e Integración de los Pueblos Iberoamericanos 2007”. A su cierre, se han invitado 8 países y 7 jefes de Estado (Castro será representado). Morales y Chávez ya han anunciado su presencia y como una indicación del “perfil diferenciado” (como dicen sus asesores) que pretende proyectar, Cristina Fernández se ha excusado.

«América Latina no aprovechará este vínculo con Europa, mientras no se plantee que su desafío es sobre todo lo que llamo la Calidad de su Democracia, es decir, decisiones públicas que beneficien en vez de perjudicar a su gente»

En todo caso, como expresión de cambios políticos en la región, dado el hecho de cercanía de estas organizaciones con varios gobiernos, lo que era en sus orígenes la cumbre alternativa devino en una que es simplemente paralela.

Por cierto, parece llamativo que líderes que participan en reuniones con sus pares, poco después estén criticando aquellas posiciones y políticas en un acto público, sin embargo, es desde hace años un factor de las reuniones internacionales, que debe ser aceptado como tal. Por ello, siempre hay una expectativa noticiosa de lo que puedan decir figuras como Chávez ante el entusiasmo de la multitud.

LA CALIDAD DE LA DEMOCRACIA

Poco provecho tendrán estas reuniones para América Latina mientras no se entienda que el gran problema que existe en la región es la falta de resultados de los procesos de integración, además de la inestabilidad de las instituciones, el caudillismo, la desconfianza cada vez mas grande de la gente, y la falta de reforma del Estado y su ineficiencia.

En otras palabras, América Latina no aprovechará este vínculo con Europa, mientras no se plantee que su desafío es sobre todo lo que llamo la Calidad de su Democracia, es decir, decisiones públicas que beneficien en vez de perjudicar a su gente.