La Cumbre de Annapolis, ¿será distinta a Camp David?
Incertidumbre sobre la implementación real de los acuerdos entre palestinos e israelíes
¿Podrán los acuerdos que surjan de Annapolis ser implementados en la práctica? La historia reciente demuestra que tanto israelíes como palestinos han esgrimido argumentos posteriores a los mismos que dieron al traste con las aproximaciones logradas. ¿Qué sucederá si la Cumbre Annapolis fracasa?
LA SECRETARIA DE ESTADO ESTADOUNIDENSE, CONDOLEEZZA RICE, ha expresado claramente cómo espera la administración de George W. Bush que se desarrolle el actual proceso de paz palestino-israelí. El presidente palestino, Mahmoud Abbas, y el primer ministro israelí, Ehud Olmert, llevarán a cabo encuentros preparatorios para definir los elementos más importantes de un futuro acuerdo. Finalmente, el dossier preliminar será presentado ante una conferencia internacional que se reunirá en Annapolis, Maryland en los próximos días (probablemente el 26 de noviembre). Aunque es más que evidente que palestinos e israelíes tienen claras sus propias posiciones, no es así respecto al resultado final de la Cumbre. Las partes trabajan y entienden que el resultado de Annapolis estará acordado de antemano.
La jefa de la diplomacia israelí, Tzipi Livni, ratificó en Jerusalén a su colega estadounidense, Condoleezza Rice, que la seguridad de Israel está por delante de cualquier exigencia, también de la creación de un Estado palestino. La ministra israelí de Relaciones Exteriores tiene muy clara la distinción entre los dirigentes palestinos pragmáticos y el movimiento islamista de Hamás.
REGRESO AL PLAN TABA DE 2000
Para Livni, la dirigencia pragmática palestina debe entender que la puesta en marcha de futuros acuerdos solamente tendrá lugar en concordancia a las fases de la Hoja de Ruta, aunque el mayor escollo es que este plan de paz internacional se encuentra en punto muerto; ello significa que en primer lugar está la seguridad de Israel, y después la creación de un Estado palestino. Estas declaraciones de la jefa de la diplomacia israelí indican que su gobierno no quiere un nuevo Estado terrorista en la región. Puesto que aquello no está dentro de los intereses de Israel ni de la dirigencia palestina pragmática, hasta aquí no hay elementos que puedan ser percibidos como negativos por los países árabes moderados.
«Es probable que el gobierno de Ehud Olmert esté viendo en la Intifada y el avance global del islamismo radical que su Estado se encuentra bajo la amenaza concreta de varios peligros»
Pero Livni ha insistido en una Jerusalén indivisa como capital y no se pronuncio aún respecto de permitir un retorno de los refugiados palestinos. El lado árabe ha igualado las negativas israelíes negándose a reconocer a Israel sobre ninguna frontera; tampoco han insistido en las fronteras de 1967.
Es evidente que el proceso previo está siendo impulsado a partir del supuesto de que las partes podrían aceptar el llamado Plan Taba de 2000.
Recordemos que Taba fue desarrollado luego de la fallida reunión de Camp David por representantes y negociadores técnicamente no oficiales y establecía entre otras cosas:
a) Un retiro israelí hasta las fronteras de 1967, reteniendo sólo los asentamientos alrededor de Jerusalén pero achicando “el corredor” entre Haifa y Tel Aviv.
b) El Estado palestino a crearse se vería compensado con una parte de territorio israelí equivalente –posiblemente– al subpoblado desierto del Neguev.
c) El gobierno israelí estaría dispuesto a ceder los barrios árabes de Jerusalén como capital de un Estado palestino.
ISRAEL Y SU VULNERABILIDAD CRECIENTE
Si la situación es llevada realmente hasta el Plan Taba, reflejaría un cambio muy significativo en las posiciones de ambas partes. Es probable que el gobierno de Ehud Olmert esté viendo en la Intifada y el avance global del islamismo radical que su Estado se encuentra bajo la amenaza concreta de varios peligros, a saber:
«El miedo emergente a Irán ha generado un reordenamiento de las prioridades en el mundo árabe»
Cuarto: Un escenario internacional en el que Israel se encuentre cada vez más aislado debido a la creciente posición anti-israelí en Europa occidental y en grupos políticos pequeños pero de creciente presencia en Estados Unidos.
¿ PODRÁ LA DIPLOMACIA CUMPLIR LAS EXPECTATIVAS?
Seguramente esto se apreciara cuando llegue el momento de la implementación, es posible que allí se presenten una serie de cuestiones de naturaleza técnica, pero indefectiblemente dilatorias. ¿Cuáles serán las consecuencias de un impasse en este escenario?
«Cualquier acción preliminar que presione y acose la capacidad política de las partes impedirá el progreso definitivo y no haría más que estimular a los radicales para desestabilizar con ello a la región entera»
- Sin noticias de Damasco
por Ricardo Angoso - Supervivencia política en Israel
por Mario Sznajder - La importancia del diálogo Jerusalén-Damasco
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Publicado por:
Carlos J. Gómez Martín
fecha: 16 | 11 | 2007
hora: 9:24 am
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El análisis del Sr. Chaya es muy perspicaz y ajustado a la realidad. El problema es que no parece factible que una dirección como la palestina, presionada por los radicales, sea capaz de llegar a unos acuerdos no maximalistas y si, con valentía, llegara, ¿los respetarían?.
Mientras nos e inicie un proceso que conlleve la democratización de la región, los acuerdos con regímenes autoritarios y personalistas siempres serán de dudosa efectividad.
Publicado por:
Eduardo Zalovich
fecha: 16 | 11 | 2007
hora: 4:19 pm
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La influencia de Europa sobre Israel es muy poca, y los actuales gobiernos de Alemania y Francia estan mas cerca del estado judio que sus antecesores. No hay por lo tanto un «creciente» anti-israelismo en Europa. Por otra parte, en EEUU, el lobby pro-Israel (AIPAC) y los grupos favorables a su causa son abrumadoramente mas influyentes y con mayor apoyo ciudadano que los pro-arabes.
Publicado por:
Carlos Fallas S.
fecha: 26 | 11 | 2007
hora: 6:47 pm
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Creo que un aspecto a tener en cuenta es la reiterada presencia de intereses estadounidenses y acaso europeos en la solución de este conflicto, pregunto profesor, no sería preferible que un proceso de este tipo se ciñera a una agenda regional, no sería este talvéz el camino hacia una solución, o sería sencillamente imposible?