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Se dice que las crisis también significan una nueva oportunidad. Asia la está buscando.

(Desde Tokio) EN ASIA, MUCHOS creen que la crisis comenzó por un consumismo excesivo del Occidente pudiente que en vez de ahorrar, gastó de más, olvidando que la región asiática ha sido y es su principal proveedor.

Asia es altamente dependiente del comercio internacional. Actualmente exporta menos, recibe menos capitales e inversión externa directa y caen sus remesas. El desempleo y la precariedad laboral golpean fuerte. En China, ingenieros en informática están compitiendo por puestos de Telemarketing con sueldos tres veces menores que el promedio de Beijing. El gobierno presta 7.300 dólares a los graduados que comienzan su propio negocio y beneficia a las empresas que los contraten. Alistarse en el Ejército o trabajar en áreas remotas para evitar el pago de la cuota universitaria también son opciones.

En Japón la contratación cayó un 40 por ciento y el trabajo vitalicio declina hace 10 años; como los oficinistas tienen menos trabajo se capacitan constantemente. Los filipinos dicen que su mejor producto de exportación son los recursos humanos, un total de 11 millones de filipinos que viven en el extranjero. La disminución de la demanda laboral global impacta en el envío de remesas. Así el empleo informal crece y los gobiernos responden con políticas a veces discriminatorias: en Singapur piden no despedir empleados y, de hacerlo, prescindir primero de los extranjeros. Malasia ya deportó 65.000 personas y Corea del Sur 8.000. Tailandia impulsa emprendimientos comunitarios con exenciones impositivas desde abril de 2008 y Vietnam sigue optimista por su rápido crecimiento económico.

LOS JAPONESES QUIEREN MASCOTAS

En Japón los jubilados siguen disfrutando de sus hobbies pero por el momento con menos frecuencia, los supermercados disminuyeron la calidad de las bolsas y/o la cantidad de los productos para no aumentar precios y distribuyen cupones de «mini» descuento. Los japoneses no quieren hijos pero sí mascotas.

Cafés, restaurantes, veterinarias, peluquerías, guarderías y hasta hoteles especializados son moneda corriente atrayendo miles de clientes. Algunos estacionamientos de bicicletas que solían ser gratuitos ahora se cobran. Por comodidad y menor precio crecen las compras en Internet.

Volver a la casa de los padres no suena tan mal mientras se espera que la economía se recupere. En el mundo, los consumidores se alejan de las marcas lujosas buscando mejores precios. China e India son dos excepciones a esta regla como lo demuestran las tiendas de lujo en Japón que son visitadas principalmente por chinos. Los japoneses crearon un nuevo sistema de alquiler de coches más flexible que busca disminuir el coste para atraer más clientes; la clave radica en agrupar los coches disponibles y compartir los alquileres. En Tailandia el gobierno busca encauzar los hábitos de consumo de sus nacionales incrementando los impuestos en combustibles, cerveza y tabaco.

MÁS DELITOS Y MENOS DONACIONES

Los pedidos de caridad aumentan pero disminuyeron las donaciones. Las cooperativas indonesias tambalean, en la ciudad de Malang sólo sobreviven 374 de las 638 cooperativas anteriormente registradas. La tasa de delito ha venido aumentando paulatinamente pero varía: robos en casas y carteristas en países con menos recursos y suicidios en otros. Más allá de las diferentes explicaciones de raíz económica, monjes reunidos en la Conferencia Budista Internacional de Bangkok manifestaron que en parte esta crisis puede explicarse por la declinación de los valores espirituales.

Pero también hay quienes ganan, como las empresas de telecomunicaciones. Reuniones internacionales que solían costar miles de dólares ahora se reemplazan con teleconferencias.

Malasia, rica en diversidad étnica, antes de la crisis sólo permitía a la etnia malaya a tener el 100 por ciento de la propiedad de emprendimientos, limitando al resto al 30 por ciento. Ahora necesita capital y desapareció esa limitación. Inversiones de otras etnias, pero no su mano de obra son bienvenidas. Indonesia busca ideas originales; en la crisis anterior autorizó a usar espacios públicos para que se instalen pequeños puestos en plazas quienes a su vez tenían sus proveedores y así sobrevivieron. Ahora el Ministro de Asuntos Marítimos y Pesca propone alquilar islas deshabitadas de las 17.500 que posee el archipiélago. Los arrendatarios serían comunidades internacionales desplazadas por desastres naturales, como Maldivas cuyo territorio corre serio peligro de inundarse.

MÁS CAMPAÑA POLÍTICA, MÁS GASTOS

Algunos partidos comunistas hacen más campaña política con ciertas esperanzas ya que por ejemplo en Japón la calidad del sistema político viene decayendo. En Indonesia habrá elecciones este año 2009 y como siempre los políticos no escatiman gastos durante sus campañas generando impacto económico.

En Taiwán las discotecas latinas siguen funcionando y especialmente porque los estudiantes, según dicen, pueden mantener su estilo de vida. Jóvenes profesionales recientemente despedidos, pero con ahorros, aprovechan la oportunidad forzada y viajan. Los que pueden financiarlo se dedican a sus intereses personales, como un grupo de británicos que ha decidido instalarse en Malasia y colaborar en proyectos de ecoturismo. Jóvenes japoneses con dificultades laborales también viajan al extranjero por su bajo entusiasmo por la gran carga social que implica el envejecimiento poblacional y el sistema de seguridad social. Hay cambios en el ritmo de la economía pero no todo esta paralizado, hay economías más permeables que otras a los vaivenes internacionales.

NECESIDADES BÁSICAS INSATISFECHAS

Muchos asiáticos tienen necesidades básicas insatisfechas, pero ello se debe al alto grado de corrupción local que, más allá de la situación económica global, no permite ningún cambio estructural en la sociedad.

Hasta el momento, el empleo y las exportaciones son las mayores víctimas de esta crisis sin aún grandes cambios en otros ámbitos.

Asia recalca el impacto que tuvo su propia crisis ya que conllevó grandes cambios en otras áreas como fue la caída de Suharto en Indonesia. Muchos procesos regionales siguen su curso más allá del contexto internacional.

Se dice que las crisis también significan una nueva oportunidad y Asia la está buscando.