Unión Europea, de los cafés a los cibercafés
Por qué las elecciones parlamentarias sí importan
Hace tiempo que la UE refleja una crisis de modelo, una crisis de proyecto y una crisis de liderazgo. ¿Qué representa la UE en el nuevo contexto de Internet y los Cibercafés? ¿Cuál es el papel de la UE en el mundo multipolar? ¿Qué significa hoy ser «europeísta»?
(Desde Barcelona) LOS CAFÉS Y LOS PERIÓDICOS fueron protagonistas destacados en el nacimiento de la «esfera pública» de las sociedades contemporáneas, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XVIII.
La información y opinión publicada en la prensa (comentada en las tertulias de café) simbolizan el nacimiento de una nueva manera de concebir las relaciones entre unos individuos que iban dejando de ser súbditos para convertirse en ciudadanos. La democracia liberal no se entiende sin libertad de prensa y de información. Cuando estas fallan, la democracia liberal se desploma.
MUNDO MULTIPOLAR
Hoy la esfera pública ha visto emerger un nuevo componente: Internet. Se trata de un cambio tecnológico cuyas consecuencias prácticas solo atisbamos. El futuro internacional se entrevé como el de un mundo multipolar en el que distintos actores políticos (organizaciones transnacionales, Estados, naciones, regiones, ONGs, organizaciones de intereses, etc.) deberán buscar su lugar al sol globalizado. Y es cierto que no existe un futuro único, sino varios posibles. Pero las «esferas publicas» de la ciudadanía actual ya no son solo las interiores a su propio Estado. Más bien abarcan desde el ámbito de los actores locales al de los actores globales.
«Veremos si cambian las cosas cuando se apruebe finalmente el Tratado de Lisboa. Soy escéptico. Sin una política propia de Defensa es difícil ser creíble en política exterior»
Del mundo de los periódicos y el café hemos pasado al de Internet y los cibercafés. El mundo anterior no desaparece, pero se integra en una red global mucho más amplia y compleja. Y ello en un contexto de falta de instituciones internacionales con poder efectivo.
La globalización tecnológica producirá nuevos ganadores y perdedores. De hecho los está produciendo ya. La contraposición entre un «norte» desarrollado y un «sur» subdesarrollado va dejando paso a una serie de nuevos ganadores entre los países en desarrollo (India, Brasil, China, etc.). Pero también está fijando índices de desarrollo incluso negativos en un grupo de unos 50 países, la mayoría africanos, que comprenden 1000 millones de habitantes.
¿UN ACTOR PRESCINDIBLE?
¿Qué representa la UE en este nuevo contexto? ¿Qué significa hoy ser «europeísta»? Las respuestas a estas dos preguntas ya no pueden ser las mismas que hace solo una década. Hoy vivimos la contracción del tiempo y la contracción-fragmentación del espacio planetario. El mundo se ha vuelto más pequeño y más interrelacionado. La UE sigue siendo un actor relevante, pero ya no basta repetir que la UE ha sido un éxito en la consecución de la paz y en el proceso de integración económica. Son dos cosas importantes, pero el foco actual está en el significado e intensidad de una supuesta integración política. Y aquí, en cierto sentido, ser «europeísta» va convirtiéndose en algo antiguo. Las redes y perspectivas de las organizaciones y territorios europeos ya miran y actúan en el mundo.
«La pregunta que cada vez va requiriendo más explicaciones, sin embargo, es la contraria: ¿por qué aún votan bastantes ciudadanos en las elecciones europeas?»
Pensemos, por ejemplo, en política exterior. Hace pocos años se confiaba en el desarrollo de la política exterior de una UE que iría reforzándose en el marco de unos pocos actores internacionales. Para realidades como Cataluña, se decía, todo consistía en seguir la estela de la UE. Hoy esta concepción ha quedado obsoleta. Si el mundo de la acción exterior de Francia, Alemania o Reino Unido está globalizado también lo estará el de entidades como Baviera, Escocia o Cataluña. Las Relaciones Internacionales tienden a la reticularidad y a la mundialización. De la actuación de las élites políticas, empresariales, culturales, de investigación, etc. dependerá que una entidad política tenga o no éxito en el nuevo contexto global. La UE solo es un escenario más entre otros. Y parece lógico que para algunos actores europeos la UE no sea el escenario prioritario en política exterior, entre otras cosas porque la UE no tiene política exterior. En la mayoría de conflictos internacionales es un actor prescindible, con poca capacidad de influencia y con un poder de decisión muchas veces nulo. Veremos si cambian las cosas cuando se apruebe finalmente el Tratado de Lisboa. Soy escéptico. Sin una política propia de Defensa es difícil ser creíble en política exterior.
PARECE LEJOS, PERO NO LO ESTÁ
La política europea es ciertamente intrincada y barroca, y parece, además, alejada de la vida de los ciudadanos cuando en realidad no lo está. Con estos mimbres, se comprende que la mayoría no entienda casi nada sobre la UE. Buena parte de la clase política sigue ensimismada.
«Se agradecerían discursos menos huecos y de contenido verdaderamente europeo que hicieran comprender lo que está en juego y por qué vale la pena, a pesar de todo, que vayamos a votar»
Apela por inercia a los valores y objetivos históricos de la UE, pero suele plantear luego las campañas electorales europeas a partir de temas de política «local». Incluso los resultados electorales tienden a leerse en clave interna: ver si es el gobierno o la oposición quien sale reforzado o debilitado de la contienda electoral. Luego se pretende extrañeza y decepción cuando la abstención supera claramente el 50 por ciento, preguntándose sobre las causas de la poca participación. La pregunta que cada vez va requiriendo más explicaciones, sin embargo, es la contraria: ¿por qué aún votan bastantes ciudadanos en las elecciones europeas?
Se trata de elecciones que, a pesar de todo, son más importantes que lo que se percibe. Pero ni las tendencias generales de la globalización, ni los discursos «locales» de los partidos actúan como incentivos. Hay excepciones, especialmente en Cataluña. Pero como he dicho en alguna otra ocasión, hace tiempo que la UE refleja una crisis de modelo, una crisis de proyecto y una crisis de liderazgo. Se agradecerían discursos menos huecos y de contenido verdaderamente europeo que hicieran comprender lo que está en juego y por qué vale la pena, a pesar de todo, que vayamos a votar.
- Unión Europea: se viene la abstención en las próximas parlamentarias
por Miguel Ángel Benedicto
Publicado por:
ECO
fecha: 26 | 05 | 2009
hora: 1:02 pm
Link permanente
ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO , UNA VICTOIA MAS QUE DIFICIL.
Desde hace tiempo es conocido que los ciudadanos europeos no están de acuerdo con la Europa que se esta construyendo y que se declaran contrarios a muchas de las decisiones, medidas y políticas que son adoptadas desde las diferentes Instituciones de la Unión Europea, por lo tanto no es de extrañar que hasta ahora todos los sondeos realizados sobre la intención de voto en las próximas elecciones al Parlamento Europeo manifiesten un elevado desinterés de los ciudadanos europeos por las mismas vaticinando una elevada abstención.
Evidentemente el desencanto, la desilusión, la desesperanza, la desconfianza, el rechazo de la gran mayoría de la ciudadanía europea no tiene un origen común sino que es provocado por diferentes causas las cuales podríamos resumir diciendo que los ciudadanos europeos no ven defendidos por las Instituciones de la Unión Europea sus derechos, sus valores, su modelo de sociedad y sus intereses.
En España por ejemplo los partidos políticos han emitido y emiten numerosos videos con los que bombardean a la opinión publica para intentar desacreditar la idea , el modelo de Europa que tienen sus enemigos políticos, ignorando que muchas de las políticas e ideas que quieren desacreditar son aquellas que la gran mayoría de los ciudadanos europeos desearían implantar.
Es algo innegable que la gran mayoría de los ciudadanos europeos esta en contra de la actual política de inmigración de la Unión Europea, están en contra de una mayor islamizacion de la Unión Europea, están en contra de que se produzcan movimientos internos de grupos de ciudadanos que lo único que hacen es incrementar la conflictividad social, la violencia , la criminalidad, la inseguridad, etc., compitiendo además por sus puestos de trabajo y por las ayudas sociales nacionales.
Las enormes diferencias sociales , culturales y políticas que hay entre los diferentes Estados miembros hace que la gran mayoría de los ciudadanos europeos no sean partidarios de la libre circulación de personas sin ningún tipo de regulación o imposición a su conducta, es decir son partidarios de un mayor control de las fronteras tanto exteriores como interiores en beneficio de la seguridad y de una mayor protección de sus derechos y libertades.
Por otro lado es normal el desinterés de los ciudadanos europeos hacia las elecciones al Parlamento Europeo porque a pesar de que saben que en dicha Institución se toman decisiones que afectan a la vida diaria e intereses de todos los ciudadanos europeos también se percibe que dicho parlamento no es otra cosa que el traslado a Bruselas, en este caso Estrasburgo, del reparto del poder político nacional, es innegable, incuestionable , irrebatible, que los eurodiputados no van al Parlamento Europeo a defender los intereses, los derechos y libertades de los ciudadanos europeos sino a defender los intereses y las políticas del partido al que pertenecen, contribuyendo además muchas veces, de diferentes formas, a que los derechos, libertades e intereses de los ciudadanos no puedan ser protegidos por dicho parlamento porque exigen que sean considerados un asunto interno, nacional. Un ejemplo, la gran mayoría de los ciudadanos europeos se opone a la entrada de la directiva Bolkestein en cambio se quiere implantar a toda costa en perjuicio en muchos de los Estados miembros de la calidad de la prestación de numerosos servicios, favoreciendo la competencia desleal, etc., etc., etc.
Es normal que lo ciudadanos europeos se sientan desilusionados por el funcionamiento del Parlamento Europeo al ver como este promociona y defiende en el exterior lo que niega o permite que se niegue en su interior, en el territorio de los diferentes Estados miembros. El Parlamento Europeo no garantiza la defensa de los Derechos Humanos dentro de los Estado miembros, ni impide ni condena la tortura o la violencia y el terrorismo de Estado, el Parlamento Europeo niega a ciudadanos europeos derechos que no niega a ciudadanos no comunitarios, como es el derecho de asilo político a ciudadanos europeos dentro de otro Estado miembro diferente al de origen , al de nacionalidad, debido a estar sometido a algún tipo de persecución por las autoridades de su país de origen a causa de sus ideas , afinidades políticas o amistades.
Es normal que la gran mayoría de los ciudadanos europeos no sientan interés por las próximas elecciones al Parlamento Europeo cuando perciben de forma clara que algunos de los grupos políticos y eurodiputados que van a formar parte del mismo no son partidarios de los valores y principios que se dicen poseer y defender dentro de las Instituciones de la Unión Europea, en concreto dentro del Parlamento Europeo, no son partidarios, resumiendo , de que la Unión Europea sea un espacio de seguridad , justicia y libertad.
Por lo tanto como ciudadano español de acuerdo con las circunstancias políticas y sociales que se dan en España , de acuerdo con el ambiente de represión que sufren muchos ciudadanos españoles, ambiente en el que los partidos políticos, sus dirigentes, gobernando o no , ordenan, permiten y favorecen flagrantes y continuas violaciones de los derechos humanos, de forma clara o sutil, y permiten que las clases dirigentes, de las que también forman parte , recurran a la tortura, la violencia y al terrorismo de Estado para ejercer control social, en este ambiente social y político, de total indefensión jurídica de los ciudadanos pertenecientes a los extractos sociales mas desfavorecidos y por lo tanto vulnerables, para poder lograr un victoria en las próximas elecciones europeas seria necesario un milagro que hiciese posible que en dicho parlamento no existiera ningún tipo de representación fascista, tiránica, despótica de los dirigentes políticos españoles, es decir ningún eurodiputado español para que así los ciudadanos españoles pudiéramos tener dentro de dicha Institución algún tipo de posibilidad de voz en defensa de nuestros derechos y libertades fundamentales, algún tipo de voz que exija y defienda que en España el Estado de Derecho ampare por igual a todos los ciudadanos sin ningún tipo de distinción o discriminación, algún tipo de voz que defienda que los ciudadanos perseguidos en España policial y judicialmente por razones ideológicas puedan disfrutar del derecho a asilo político en otro Estado miembro.
Victoria que lógicamente no se puede lograr votando , victoria que requeriría tal vez una previa reforma del sistema de elección de los eurodiputados de tal forma que cualquier ciudadano europeo, independientemente de su nacionalidad o lugar de residencia , pudiera elegir el candidato que deseara de una lista común para toda la unión europea, algo viable pero todavía muy lejano y difícil de alcanzar.
Por lo tanto por el bien de toda la Unión Europea, para lograr que esta pueda seguir unida contando con la aprobación de la mayoría de los ciudadanos , sus dirigentes políticos deberían recurrir mas a la celebración de referéndums para que los ciudadanos europeos se puedan pronunciar acerca de la Europa que desean, acerca de los valores y principios que desean que imperen , acerca de las políticas , medidas y decisiones que afectando al interese general desean que se ejecuten y sobre todo promocionar en España la democracia , la defensa de los derechos humanos y el respecto a la legalidad vigente comunitaria.
Publicado por:
Unión Europea: de los cafés a los cibercafés
fecha: 26 | 05 | 2009
hora: 2:56 pm
Link permanente
[…] Unión Europea: de los cafés a los cibercafésspanish.safe-democracy.org/2009/05/25/union-europea-de-los-c… por basiliopozoduran hace pocos segundos […]