Isaiah Berlin: refinar la teoria para mejorar la práctica política
2009 es el año del centenario del nacimiento de uno de los pensadores más originales e influyentes del siglo XX: Isaiah Berlin.
Las biografías intelectuales acostumbran a incluir un conjunto de lecturas y momentos que nos sacan del “sueño dogmático” en el que, solo entonces, entreveemos estabámos instalados. Es lo que le ocurrió a Kant al leer a Hume. Una cosa parecida le ocurrió a Berlin a través de la obra de Maquiavelo, Herder y Vico –a pesar que más tarde les criticara algunos aspectos. Personalmente he de decir que el liberalismo de Berlin fue –como en otros órdenes lo fueron Montaigne y Wittgenstein- una especie de relámpago teórico que te invade la mente, a partir del cual piensas mejor, de una manera a la vez más completa, más realista y más matizada. Una perspectiva que en el caso de Berlin ha ido consolidándose con el tiempo.
Nacido en Riga en 1909 y afincado básicamente en Inglaterra, a grandes rasgos, Berlin puede ser considerado un “liberal de izquierdas” –tan crítico con el comunismo y el fascismo como favorable a la democracia y a los estados de bienestar. Pero su originalidad reside principalmente en su defensa de la libertad y del pluralismo, en su aproximación un tanto heterodoxa a la historia de las ideas, y en su rechazo al utopismo en tanto que legitimador de sistemas totalitarios. También es relevante su compresión del nacionalismo -asociado a la dignidad, al reconocimiento, a la autoestima y al bienestar individuales; un análisis bastante más refinado que el mantenido por la mayoría de pensadores liberales y socialistas del siglo pasado.
Berlin es famoso en los cursos de filosofía política por su profundización en la distinción clásica entre las nociones de libertad negativa y de libertad positiva. Sin embargo, el núcleo de su liberalismo gira en torno a algo distinto: 1) la crítica a los prejuicios del pensamiento occidental desde los tiempos de Sócrates, y 2) su noción del “pluralismo de valores”.
1) A partir de una lectura heterodoxa de los pensadores románticos anti-ilustrados, Berlin reinterpreta los valores de la Ilustración y sus derivados. El pensamiento occidental, nos dice, ya sea en sus versiones racionalistas de raiz griega o de raiz religiosa cristiana, ha asumido usualmente tres consideraciones: a) que toda pregunta tiene una respuesta racional, b) que dicha respuesta es única y cognoscible, y c) que todas las respuestas consideradas verdaderas o correctas son compatibles entre sí. Berlin muestra como cada una de estas tres consideraciones resulta cuestionable. Las ideologías políticas o religiosas basadas en una perspectiva teórica única no tan solo resultan irrealizables (y han mostrado una faz de terror cuando han tratado de ponerse en práctica), sino que también son incoherentes (se basan en una mala teoría). El “monismo”, contrapuesto al pluralismo, nos dice Berlin, está en la raiz de todo extremismo.
2) El fondo moral de la humanidad está revestido por un “pluralismo de valores”, es decir, por valores heterogéneos que no pueden ser reducidos a un principio único o a una combinación universal y permanente de valores aplicable a todos los individuos y casos prácticos. En contra de lo que presuponen la mayoría de ideologías políticas o religiosas, la heterogeneidad moral imposibilita una combinación armónica de valores. Existen, más bien, diversas maneras de ser racional y de ser moral frente a una situacíon determinada. De esta manera, Berlin afirma tres cosas: a) la irreductibilidad de los valores: éstos últimos son diversos entre sí, no es posible derivar unos de otros -la libertad, la igualdad, el conocimiento, la justicia, la amistad, etc, ni es posible derivarlos de un único valor superior; b) el agonismo de los valores: éstos son a menudo incompatibles entre sí; los valores compiten entre sí, la lucha moral no suele producirse entre el bien y el mal, sino entre el bien y el bien; y c) la incomensurabilidad de los valores: los conflictos morales no suelen ser decidibles en términos universales, ya que muchas veces los valores no son comparables ni medibles con una misma escala.
De todo ello nos hablan de forma magnífica las tragedias de la Grecia clásica y de Shakespeare. Todo ello, sin embargo, no significa adoptar una posición relativista o escéptica en el ámbito político y moral. Berlin defiende un papel activo de la razón en los conflictos políticos y morales. Pero ahora la discriminación entre acciones alternativas resulta mucho más contextual que lo que suponen las concepciones “racionalistas” de tipo religioso, político o moral. La razón juega un papel en el momento de establecer una priorización y una interpretación de los valores en disputa Pero ante una situación concreta, muchas veces no habrá solo una única posición moral o racional “correcta”, sino varias.
A pesar de nuestras diferencias genéticas y culturales, los humanos compartimos deseos y necesidades. Existen “males universales” a evitar (esclavitud, tortura, genocidio, opresión de las minorías, etc). Pero, en positivo, ninguna concepción moral puede pretender defender el verdadero “bien humano”. Tal vez algunos consideren que el pluralismo de valores no sea una concepción de la moralidad para quedarse en ella, pero creo que como mínimo se trata de una coa concepción para “pasar por ella” si queremos despertar del “sueño dogmático” en el que siempre tratan de meternos las teorías políticas o religiosas que pretenden saber bastante más de lo que pueden mostrar razonablemente.
Publicado por:
javier del rey morató
fecha: 12 | 11 | 2009
hora: 3:32 pm
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A un lado y al otro del Atlántico, tenemos que agradecer a Requejo que nos haya acercado al ciudadano de Riga. Y es que el pensador de Letonia fue algo más que un historiador de las ideas: fue un faro en épocas de incertidumbre, y sigue alumbrándonos cada vez que nos asomamos a «El fuste torcido de la Humanidad», «Cuatro ensayos sobre la libertad», «El Erizo y la zorra», «Conceptos y Categorías», «El Mago del Norte», «Conceptos y Categorías», y tantos otros libros.
Al artículo de Requejo sólo me permito añadir este párrafo, animando a nuestros lectores a que se asomen a sus libros. Ahí va:
«Como dijo una vez un famoso pensador ruso, la historia humana no tiene ningún libreto: los actoers han de improvisar sus papeles. La realidad irrumpe desbordando los esquemas en que, buscando seguridad y consuelo, intentamos enmarcarla. El universo no es un rompecabezas, cuyos fragmentos pretendemos ordenar, convencidos de que existe un orden, y sólo uno, de acuerdo con el cual deben encajar todos. Nos enfrentamos a valores en conflicto. El dogma de que deben conciliarse de algújnn modo, en algún lugar, es una mera esperanza piadosa. La experiencia demuestra que es falso. Tenemos que elegir, y al elegir una cosa perdemos otra, tal vz irremisiblemente».
Gracias, Ferrán, por regalarnos ese artículo
Publicado por:
Gabriel Szasz
fecha: 12 | 11 | 2009
hora: 4:09 pm
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Yo creo que el dividir conceptualmente las libertades individuales en negativas y positivas fué el más original aporte de I. Berlin al perfeccionamiento y desarrollo de la moderna teoría social sobre los derechos humanos democráticos. Más allá de las interpreteciones teóricas, en la existencia real y cotidiana de los diferentes pueblos, naciones, culturas – es decir en la historia misma de la actualidad- la mayor parte de los conflictos sociales se generan en torno de esta particular cuestión. En torno de de elegir entre dos alternativas; ¿Los sistemas democráticas deben asegurar a los individuos sus libertades negativas solamente, o también las libertades positivas? La primera, la libertad negativa, representa los amplios derechos personales, basados en el principio constitucional de la igualdad e imparcialidad. En cambio la segunda,las libertades positivas, se refiere a la tenencia personal de riquezas, a su distribución e usufructo. Mientras las democracias liberales de los paises más desarrollados se limitan a garantizar solo y únicamente las libertades negativas,otros sistemas que también se declaran democráticos, como por ejemplo los populismos latinoamericanos, o los «estados de bienestar» europeos,
intentan también asegurar el otorgamiento de las libertades positivas.
Hasta ahora todos los intentos de lograr simultáneamente por via legal el establecimiento de ambas libertades ha fracasado. Demostró ser imposible no solo alcanzar por via coercitiva, es decir por medio de la ley, las dos libertades para todos los individuos. Sino al forzar la utopia de brindar también a todos las libertades positivas, donde esto ocurre, se desbarata también el acceso, la práctica real de las libertades negativas. Sacrificar en aras de una utopía irrealizable las negativas libertades individuales posibles, los amplios derechos personales, es una tremenda equivocación histórica, conducente a evitables e innecesarios conflictos y sufrimientos humanos.
En su presente etapa de desarrollo de la civilización humana, caracterizada todavia por un alto grado de primitivismo y por muy baja capacidad de producir riquezas, simplemente es irrealizable que todos difruten de ambas libertades. Quienes a pesar de ello quieren imponer a lo por ahora imposible, únicamente retardan el futuro desarrollo. En vez de ayudar a la humanidad en su posible y viable evolución pragmática,sin el freno de las distintas ideologías, impiden o frenan ese proceso.
Gabriel Szasz
Publicado por:
ana
fecha: 12 | 11 | 2009
hora: 5:06 pm
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Gabriel:interesante comentario ,pero no estoy de acuerdo con poner en una misma jerarquìa al populismo y al estado de bienestar.
El estado de bienestar bien concebido es un sano equilibrio para el avance de la humanidad hacia los derechos sociales.
El populismo es una confusiòn muy bien orquestada para evitar precisamente la evoluciòn de la humanidad a conceptos màs profundos de la libertad humana.
Te pongo un ejemplo:en el Uruguay el Partido Colorado -a nivel mundial-fué a comienzos del siglo una de las primeras instituciones polìticas en concretar avances en el derecho previsional.
Curiosamente ,acabo de comentar en otro post ,que practicamente ANULADO el Partido Colorado en el Uruguay dos fracciones del más conservador partido Blanco:una aggiornada -como se dice ahora -comprometida otrora con los grupos armados que se da en llamar FRENTE AMPLIO y la otra en las antìpodas SE DISPUTAN EL PROCESO ELECTORAL DE SEGUNDA VUELTA.
La fracciòn aggiornada ,que quizás gane ,probablemente lleve a cabo un proceso de los que te son antipáticos.
Procesos que quizás llevan al sufrimiento como el que pasamos los de la otra margen del Plata.
Tal vez estas confusiones se deban (hay una contestaciòn que me da un ciudadano uruguayo muy importante )a que en su momento el Partido Colorado -destinado a la evoluciòn equilibrada de la libertad humana hacia lo social-no quiso ,no pudo o simplemente NO LE IMPORTO lograr ese cometido.
Eso quizás es un defecto de los partidos democràticos sudamericanos.
Publicado por:
Gabriel Szasz
fecha: 12 | 11 | 2009
hora: 10:38 pm
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CONTESTACION A ANA:
ESTIMADA ANA, SI LEES CON ATENCIÓN MI ANTERIOR COMENTARIO VERÁS QUE YO NO PONGO «EN LA MISMA JERARQUIA» POPULISMO Y ESTADO DE BIENESTAR. SOLO HE SEÑALADO QUE AMBOS SISTEMAS ENUNCIAN QUE DESDE EL PODER DEL ESTADO QUIEREN PROMOVER SIMULTÁNEAMENTE LAS DOS LIBERTADES, LA NEGATIVA Y LA POSITIVA. TAMBIÉN MENCIONÉ QUE BAJO LA ACTUALES CONDICIONES DE LA CIVILIZACIÓN MUNDIAL, Y DADA LA ESCASEZ DE LAS RIQUEZAS DISPONIBLES, POR AHORA ESO ES UN OBJETIVO IMPOSIBLE DE ACTUALIZARSE COMO REALIDAD. ES UNA UTOPÍA EN EL PRESENTE, Y TODAVIA POR LARGO TIEMPO SERÁ TAMBIÉN EN EL FUTURO, LA UNICA POSIBILIDAD REALIZABLE ES ASEGURAR LAS CONDICIONES NECESARIAS PARA QUE TODOS PUEDAN PRACTICAR Y DISFRUTAR SUS LIBERTADES NEGATIVAS, Y PREOCUPARSE INDIVIDUALMENTE A CONSTRUIR SUS PERSONALES LIBERTADES POSITIVAS. EL ESTADO DE BIENESTAR EUROPEO YA HA FRACASADO Y FUE REEMPLAZADO POR LAS DEMOCRACIAS LIBERALES LOCALES QUE SOLO OTORGAN LIBERTADES NEGATIVAS. DEL MISMO MODO LOS POPULISMOS LATINOEMRICANOS (O DE CUALQUIER PARTE DEL MUNDO) FRACASARÁN. LO TRISTE ES QUE MIENTRAS INTENTAN EN VANO CONSEGUIR A BASE DEL PRINCIPIO DE IGUALDAD LAS LIEBRTADES POSITIVAS PARA TODOS, ESTROPEAN EN EL PROCESO A LAS LIBERTADES NEGATIVAS TAMBIÉN. ESTO ES LO QUE ACONTECE EN NUESTROS PAISES. EN CUANTO LA SITUACION ELECTORAL DE URUGUAY, ESA PROBLEMÁTICA EN PARTICULAR NO TIENE NADA QUE VER CON LAS REFLEXIONES TEÓRICAS SOBRE LA VALIOSA OBRA Y ENSEÑANZAS DE I. BERLIN, CON LAS DOS LIBERTADES. Y POR LO TANTO ME ABSTENGO A OPINAR AL RESPECTO.
Publicado por:
ana
fecha: 13 | 11 | 2009
hora: 1:44 pm
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El pensamiento polìtico tiene siempre aplicaciòn pràctica.
Un estado de bienestar que por leyes inteligentes se mantiviese dentro de la correcciòn republicana evitarìa las lacras de los populismos.
Los populismos en general son una mezcla para ,habilidosamente ,suprimir los derechos de cualquier naturaleza al mismo tiempo fomentando enfrentamiento ,que a esta altura ,ya son disparatados.
Publicado por:
Juan Alfonso Maeso
fecha: 18 | 11 | 2009
hora: 9:47 am
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Interesante bosquejo de la obra de Berlin por parte del profesor Requejo. Un día de estos me pasaré por la biblioteca para buscar alguna obra de este pensador. En cuanto al concepto de libertades negativas y positivas comparto plenamente la visión del Sr. Szasz. Yo me conformaría con que un estado asegurase plenamente las primeras, pues en la búsqueda de las segundas se pueden acabar con las primeras vía un estado intervencionista y recaudador hasta la requisa, que por otra parte desincentivaría la creación de riqueza al asegurarla a toda la población. ¿Por qué esforzarme personalmente en alcanzar el bienestar si el estado me la proporcionará? Y si la mayoría razona así no habrá nadie que genere la riqueza material necesaria para soportar el gasto que implican las libertades positivas
Publicado por:
anvi
fecha: 07 | 12 | 2009
hora: 7:33 am
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El problema con pensadores como Berlin y otros próximos a corrientes que se sitúan entre el liberalismo y el socialismo (pluralistas, postmodernistas) es que, si bien el marco análitico que ofrecen es útil, no proponen modelos institucionales alternativos al sistema ideológico y político imperante, marcado por el culto al individualismo. Ello, ante la crisis de valores generalizada, hace que el factor más negativo del relativismo (el «todo vale») se consolide. Sólo los neomarxistas abordan estos asuntos de forma holística, ofreciendo un modelo de sociedad alternativo.