Tragedia y Democracia (porque no somos dioses)
Las tragedias clásicas siguen y seguirán fascinándonos. Y las democracias nunca dejarán de parecernos algo necesario e incompleto a la vez.
Tragedia y democracia aparecieron como productos inéditos en la ciudad de la Grecia clásica. Aún hoy, de los cuatro grandes trágicos de la historia –Esquilo, Sófocles, Eurípides y Shakespeare-, tres son autores griegos del siglo V a C.
Las tragedias remiten al mundo contingente y complejo de las acciones humanas. Sin acción no hay tragedia, decía Aristóteles. Pero la mimesis que introducen debe entenderse más como representación que como imitación de nuestras acciones. Se trata de la representación del tablero en el que discurre el juego de nuestras decisiones políticas y morales. Y lo humano resulta contradictorio ya que los valores desde los que intentamos ordenar moralmente el mundo resultan a menudo irreconciliables. Tomados aisladamente, el amor, la justicia, la libertad, el deber o la amistad, resultan efímeros en lo práctico y abocan al dogmatismo en lo teórico. Se trata de valores convenientes pero que no pueden ser sintetizados de una manera armónica. El conflicto moral es entre el bien y el bien. Una característica de nuestras acciones prácticas que resulta informativa para las democracias. En contraste con el mundo que muestran las tragedias, las ideologías monistas –aquellas que aún pretenden la armonía moral reduciendo la pluralidad a un único principio superior- se revelan empobrecedoras y coactivas (como buena parte de las versiones religiosas monoteístas o de las ideologías políticas totalizadoras). En otras palabras, en el ámbito de la racionalidad práctica, Platón y Kant se equivocan; la democracia remite a un inevitable pluralismo trágico.
Somos también lo que hacemos. Pero las acciones humanas nunca configuran una imagen única, sino los múltiples destellos de un “espejo roto” moral (Vidal-Naquet). No seremos más justos tratando de enmascarar la pluralidad contradictoria en la que debemos actuar. Y probablemente tampoco seremos más felices. Las tragedias muestran aquello que las teorías morales y políticas suelen callar. Nuestra razón instrumental es fuerte, nuestra moralidad es frágil. Las acciones prácticas no son nunca del todo decidibles de manera racional. Pero Creonte, Antígona, Orestes, Brutus, Enrique IV o Lear no pueden sino actuar, a pesar de que sus preguntas tienen varias respuestas racionales y morales posibles. El carácter “agonístico” de la moralidad y de la política deviene “trágico” no solo porque cualquier acción que emprendamos comporta alguna pérdida, sino porque no podremos evitar que la acción emprendida arrastre efectos negativos, sea lo que sea lo que decidamos hacer
Por ello, la representación de las tragedias, como también vio Aristóteles, siempre viene acompañada por el placer de oírlas, por la comprensión hacia los personajes, y por el temor que despierta la acción en los espectadores (el enfrentamiento de personajes es el que lleva a Arthur Miller a preferir el teatro a la novela “porque veo la vida humana como un enfrentamiento; una confrontación entre las ideas y las personas. El teatro permite esta explosión, esta relación”). Shakespeare insistirá en situar en el interior de los mismos personajes esa pluralidad de motivos. Lo expresa H. Bloom comentando Macbeth: “Machbeth, es el Mr Hide para nuestro Dr Jekyll … las ironías de Macbeth no nacen de las perspectivas en conflicto, sino de las divisiones en el yo de Macbeth y del público”. Estamos moralmente atrapados en nosotros mismos, y fuera, no hay nada más.
Las tragedias suponen, así, un buen fundamento para las nociones de representación y de pluralismo en las democracias liberales. En el núcleo de la democracia antigua se hallaba el intento de superar el despotismo y la anarquía a través de un sistema que permitiera la expresión de la pluralidad. El liberalismo político añadirá la idea de los derechos individuales como fuente de legitimación del poder y una serie de técnicas exitosas para su limitación. Debemos invertir a Rousseau: precisamente porque no somos dioses (o ángeles), la democracia, representativa y pluralista, es decir, trágica, resulta imprescindible.
Publicado por:
Gabriel Szasz
fecha: 20 | 11 | 2009
hora: 11:03 am
Link permanente
Ferran Requeijo al vincular la tregedia humana con la justificación de las modernas democracias liberales ha encontrado y señalado un insólito, pero también valido argumento para demostrar la duperioridad comparativa de ese sistema político. Sin duda la tragedia se encuentra en el núcleo de los comportamientos humanos, representa la naturaleza en acción y correlación con los demás, que desarrollan los seres pensantes y siempre conflictivos. En el origen de las tragedias humanas está la diversidad, la pluralidad que caraterízan de manera natural las individualidades imposibles a ser homogeneizadas, y reducidas a comúnes denomidaores. Ordenar estas pluralidades conducentes a tragedias para la civilizada convivencia es precisamente el objetivo supremo de los sistema democráticos liberales; Estos en vez de intentar a sofocar, impedir o directamente eliminar la conflictividad y dramacidad propia de las divergentes pluralidades,intenta reconciliarlas sistémicamente, para que no imposibiliten, sino fortalezcan las posibles libertades y derechos personales. Por lo tanto las democracias no representan la ausencia de conflictos, sino el ordenamiento civilizado de sus óptimas soluciones dentro del marco legal, evitando de ese modo tanto la anarquia como la mayoria de los elementos coercitivos aplicados por los totalitarismos.
Publicado por:
Gabriel Szasz
fecha: 20 | 11 | 2009
hora: 11:04 am
Link permanente
«donde dice:duperiorida, lease superioridad» (Es un error involuntario)
Publicado por:
ana
fecha: 20 | 11 | 2009
hora: 4:12 pm
Link permanente
De acuerdo con la opinión de Gabriel.
Incluso en un mundo post moderno las posibles diferencias entre la izquierda y derecha deberìan amalgamarse.
La seguridad social y demás ramas destinadas a servir de «colchòn social»para impedir la pobreza extrema por falta de recursos ,vejez ,incapacidad etc etc deberían quedar en manos del estado CON SERIAS PENALIDADES A DESVIAR LOS FONDOS O CONFUNDIRLOS A PROPOSITO PARA LOGRAR MANEJARLOS DISCRECIONALMENTE.No es posible que por su naturaleza queden en manos del lucro privado.
Por otra parte crear la paz social interna con cierta estabilidad-no con tanto relativismo moral como ahora se usa-con buenos y serios programas para integrar a todos en el banquete de la vida.
A pesar de los orìgenes de la democracia nunca hay que olvidar que dicho sistema es hijo de la diosa PALAS ATENEA o sea que los atenienses en la protectora de su ciudad habìan DEIFICADO su vida.
Por ello siempre les reitero a los ateos ,agnosticos etc etc tan comunes hoy en dìa que no es al Dios monoteista o pretendido fundamentalista al que le tienen que rendir culto.
Simplemente tienen que respetar a la DEMOCRACIA como un dios laico a quien en NINGUN MOMENTO PUEDEN UTILIZAR puès dicho uso se les puede regresar inmediatamente por la misma fuerza de la diosa protectora de ATENAS.Diosa precisamente de la INTELIGENCIA o sea la que siempre lleva al hombre a contemplar previamente las consecuencias de sus propios actos.
Publicado por:
Okenve
fecha: 20 | 11 | 2009
hora: 7:40 pm
Link permanente
El artículo se presta a una interpretación muy negativa sobre la democracia.
El hombre nace libre y solo por ello debe decidir por sí mismo sobre su existencia, utilizando posiblemente a unos representantes suyos. La democracia está enraizada en la libertad individual y en la dignidad humana.
No hay que darle vuelta a las cosas para colegir que democracia es equivalente a tragedia, si por tragedia entendemos un proceso errático abocado al fracaso de lo que debe ser.
No hay que darle vuelta a las cosas para colegir, subreticiamente, que diversidad es equivalente a tragedia.
Ambas afirmaciones rayan el nihilismo y relativizan de forma exagerada los valores universales que el hombre de todos los tiempos y de todas partes ha usado para orientar su acción individual y colectiva. El bien es un objetivo positivo y el mal es un objetivo a rechazar, independientemente de las elucubraciones filosóficas que se puedan hacer en torno a ellas, aceptando que no existe el absoluto.
Rechazar el bien como valor objetivo es dogmatizar igualmente sobre el relativismo.
Los orígenes de la democracia están en nosotros mismos. Sus formas concretas puede que en Occidente se atribuya a las sociedades que los occidentales consideran su origen cultural. La democracia es la única forma de poder legítimo porque se basa en mi propia libertad para decidir sobre aspectos sociales. Yo soy el soberano de mí mismo y solo puedo otorgar esta soberania a los que yo elijo que me representen (en la democracoa representativa).
Creo que la historia del hombre es la historia del trabajo del hombre para alcanzar su propia dignidad y no me parece trágico. La historia es un proceso de contradicciones necesarias en las que la tendencia es siempre hacia el BIEN a largo plazo, el bien de la humanidad. La lectura en clave de tragedia clásica griega de la historia del hombre, que es la historia de la democracia (no la democracia griega sino un modelo de lbertad humana)es una aproximación cercana al fascismo. La historia del hombre es en cierto modo la historia de las ideas humanas, y muestra la gran creatividad del hombre, algo bello y no trágico. Hay un propósito en la historia aunque no estemos en condiciones de comprenderlo. Y no digo que ese propósito sea divino, solo que se nos escapa por ahora hasta que la cosmologia nos lo revele algún dia si ese dia llega.
Los que sufrimos la dictadura en paises africanos no podemos admitir esa desvalorización que supone elevar a tragedia el proceso democrático. El fascismo, la dictadura, la ausencia de democracia no es una opción. Puede que el artículo tenga una belleza literaria pero incurre en una grave contradicción. ¿Hemos de dejar el gobierno en manos de los caudillos para evitar la tragedia?.
Publicado por:
ana
fecha: 20 | 11 | 2009
hora: 8:38 pm
Link permanente
Que lindo lo que dices OKENVE .E
En estos tiempos se confunde(a propòsito)a la democracia con el relativismo ,a los valores morales peremnes con el fundamentalismo(también a propòsito)etc etc.
Es una formaciòn especial ,como soy quizás mayor que tù ,estas inducciones las estoy viendo por segunda vez en mi vida.
Publicado por:
marianina
fecha: 21 | 11 | 2009
hora: 1:58 am
Link permanente
LA DEMOCRACIA GRIEGA ERA MUY POCO DEMOCRATICA! Mujeres, esclavos y extranjeros estaban privados de cualquier derecho que les permitiera participar. Los hombres ciudadanos griegos eran propietarios de bienes: tierras, animales, casas, esclavos y sus propias esposas eran propiedades.
Publicado por:
Ernesto
fecha: 21 | 11 | 2009
hora: 1:34 pm
Link permanente
Yo partiria de su etimologia de la «democracia» el «poder del pueblo»,por què complicarlo o hacer dificil su interpretaciòn.Que en el mundo modernizado quien no gobierna con democracia gobierna sin legitimidad.
Una cultura profundamente antidemocratica tiende a oponerse con firmeza la difuciòn del valor politico y negar la legitimidad de las instituciones democraticas existiendo culturas que se oponen a esta forma de gobierno.
La democratisaciòn no es sinònimo de Occidentalisaciòn o de modernisaciòn, totalmente de acuerdo con A.Sen cuando habla sobre la «democracia de los otros».
La nueva democracia como decia F.Fukuyama es disminuir el nivel de la pobreza y principalmente la extrema, el control de la corrupciòn y portar a la sociedad un bienestar.
En una sociedad democratica no hay derecho sin deber i libertad sin responsabilidad.
Saludos
Ernesto
Publicado por:
Cesar Benavides Cavero
fecha: 21 | 11 | 2009
hora: 6:30 pm
Link permanente
Estamos plenamente de acuerdo con Ernesto, lo definidio por el autor del trabajo Democracia y Tragedia de Ferran requejo ase prestan a muchos desencuentros y hace màs dificil comprensiòn de lo que verdaderamente significa democracias y mucho menos las tragedias presuponen representaciòn de pluralismos. Sin deberes y derechos no existen democracias, lo contrario serìan autarquias, que en un mudo libre nadie las desea y mucho menos las comparten.
Cesar Benavides Cavero
http://www.ipcp.com.pe
Publicado por:
ana
fecha: 14 | 02 | 2010
hora: 3:18 pm
Link permanente
mARIANINA :eso es no estudiar la historia teniendo en cuenta el estado de evoluciòn del mundo en esos momentos.Para el proceso històrico la democracia de ATENAS es totalmente evolutiva.
Como en la democracia moderna :los padres fundadores de la democracia americana no eran «muy democràticos» con respecto a tu opiniòn relativa a los esclavos .La democracia de colonias ex sajonas fuè esclavista hasta la guerra civil,sin embargo en los conceptos españoles la evoluciòn con respecto a la esclavitud eran muchìsimo màs adelantada ,tan es asì que las ex colonias españolas se adelantaron casi un siglo en la libertad de vientres a ex colonias sajonas y portuguesas.
Publicado por:
ana
fecha: 14 | 02 | 2010
hora: 3:31 pm
Link permanente
Señor Ferrán Requejo a ud .,dada su edad ,le ha quedado un poquito de intrepidez de otros tiempos.Es hora de que la gente vea que toda esta suerte de intrepideces perturban a la verdadera democracia ,que para ser efectiva requieren un espíritu tranquilo ,altruista y que sepa medir las consecuencias de sus actos (lo que es propio de una inteligencia autèntica por lo responsable).
Estamos viendo escandalosos arreglos entre pueblos que se estàn amenazando con ataques atòmicos como si fuese un jueguito de salòn.Sin tomar en cuenta que eso si haría estallar el mundo en mil pedazos .Más aún quedan amenazadas ciudades-que no tienen absolutamente nada que ver con el CERCANO ORIENTE-.
Estamos viendo iterar a Europa los continuos martirios econòmicos que ha soportado la pobre AMERICA LATINA.
Sin embargo los filòsofos modernos parece que hacen coincidir su pensamiento con los biòlogos que dicen que la moral se sitùa en una amìgdala primitiva del cerebro.Traducciòn :tener moral serìa cosa de animales.