Miquel Roca i Junyent
01/03/2011

Los años 60 fue un momento de crisis duro, durante el que muchas familias pasaron penurias ya no para llegar a fin de mes, sino para tener comida con la que alimentar a los niños. En relación a las vidas de sus padres, los jóvenes de hoy en día lo tienen facilísimo. Mientras antes la Universidad era cosa de privilegiados, hoy está al alcance de todos; el paro está subvencionado, algo impensable 30 ó 40 años; y las condiciones económicas de la mayoría han mejorado bastante. El autor argumenta que si los jóvenes de hoy en día tienen menos expectativas que sus padres es porque no han sabido aprovechar lo que les han dado.

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