Ni Zapatero debe poner cara de derrotado, porque no lo ha sido, ni Rajoy de triunfante. Los que han votado al Parlamento Europeo en España son las bases sólidas del PP y del PSOE; pero en las próximas elecciones generales quien decidirá el rumbo será ese otro 50 por ciento que no votó.
Ismael Crespo Martínez es Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Es Profesor Titular de Ciencia Política en la Universidad de Murcia y Director del Departamento de Comunicación Política e Institucional del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset. Ha trabajado como consultor para universidades, instituciones y gobiernos regionales y nacionales en España, México, Argentina, Brasil, Costa Rica y Perú. En la actualidad es asesor principal de la Escuela Electoral del Perú y Director del Doctorado en Política y Gobierno de la Universidad Católica de Córdoba, Argentina. Entre 1997 y 1999, fue Director de Investigación del Centro de Investigaciones Sociológicas. En 2000 fue nombrado Director General de Universidades del gobierno español, y posteriormente, en 2002, creó y dirigió la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación.
Elecciones Europeas sin sorpresas en España
4 lecciones de los resultados electorales
La estrategia de Zapatero y el éxito de las «maniobras calibradas»
¿Tiene el Partido Popular motivos para festejar?
Más allá de las lecciones que deban sacar los partidos nacionalistas y la izquierda comunista (IU) ante la pérdida de votos a favor del PSOE, lo único válido a día de hoy es que las elecciones generales en España sólo tienen un ganador: José Luis Rodríguez Zapatero. El PP, si bien ha ampliado su presencia parlamentaria, es hoy más oposición que hace cuatro años. Los estrategas de Mariano Rajoy han fracasado.
- El bipartidismo se refuerza en España
por Miguel Ángel Benedicto - La dañina convergencia de la política en España
por Luis Méndez Asensio
Debate electoral Rajoy-Zapatero: ¿qué importa quién ganó?
Los pronósticos de participación, al alza, afianzan la victoria de los socialistas el 9-M
El último debate televisivo entre el candidato socialista y el candidato popular en España reflejó a un Zapatero con la lección mejor aprendida y apelando a la movilización, al tiempo que mostró a un Rajoy aburrido y sin un discurso de líder transformador. El autor cree que el resultado del próximo 9 de marzo en España no será muy distinto del vivido hace cuatro años, si las expectativas de participación se mantienen por encima del 75 por ciento, como auguran los analistas.
- Elecciones en España: debate televisivo sin propuestas de futuro
por Ismael Crespo - El centro político y la participación definirán las elecciones en España
por Miguel Ángel Benedicto - La dañina convergencia de la política en España
por Luis Méndez Asensio - La disputa electoral se agudiza en España
por Sagrario Morán
Elecciones en España: debate televisivo sin propuestas de futuro
¿Quién ha desaprovechado más la oportunidad? ¿Zapatero o Rajoy?
El esperado primer debate televisivo en España, confirmó todas las expectativas: tanto Rodríguez Zapatero como Rajoy ofrecieron los mismos argumentos manejados en sus actos públicos. Pero mientras Mariano Rajoy tiene corto recorrido en la intención de voto (¿del 39 al 41 por ciento?), Rodríguez Zapatero podría mover mucho el tablero para encontrarse con una movilización de última hora capaz de subir la participación y romper así la rutina de esta tediosa campaña, señala.
- El centro político y la participación definirán las elecciones en España
por Miguel Ángel Benedicto - La dañina convergencia de la política en España
por Luis Méndez Asensio - Zapatero depende de la participación
por Ismael Crespo - La disputa electoral se agudiza en España
por Sagrario Morán
Zapatero depende de la participación
España: cautela ante el inicio de la carrera electoral
El Partido Socialista sabe que su campaña electoral se debe activar los últimos días, con especial énfasis en la última semana previa al 9 de marzo (día de los comicios), reclutando electores donde había abstencionistas, intensificando los valores y las emociones. Mientras, al Partido Popular y a su líder, Mariano Rajoy, esta competición se les está haciendo larga, excesiva, afirma el autor.