El derribo de la valla en la frontera Rafah entre Gaza y Egipto no respondió a la indignación de los palestinos ante las sanciones de Israel, dice el autor, sino que forma parte de la estrategia política de Hamás que aspira a implementar su Revolución Islámica en Palestina. El objetivo es el establecimiento de una Sociedad Islámica, sobre la que construir después el Estado palestino, y no al revés. Para desactivar la bomba de relojería de Gaza, el presidente palestino Abu Mazen debe alcanzar un acuerdo comprensible con Israel, que implique a los países vecinos y también a los europeos y no excluya a las facciones radicales, afirma.
- A Olmert no le salpican las tormentas de Jerusalén
por Mario Sznajder