Carlos Escudé analiza lo que considera como diferencias éticas y morales de las partes en conflicto en torno a la guerra de Líbano y explica cómo la humanidad postmoderna enfrenta una disyuntiva y una paradoja en torno a los derechos humanos, la igualdad y la equivalencia moral (o no) de las culturas. Escudé cree que existen discrepancias importantes entre la ética y la moral de israelíes, palestinos y el mundo árabe y musulmán en general (incluyendo a Hamas y a Hezbolá) que expone a continuación.
Carlos Escudé es Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Yale y profesor de Relaciones Internacionales. Dirige el Centro de Estudios Internacionales y de Educación para la Globalización en la Universidad del CEMA (en Buenos Aires). Ha sido asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores de su país.
COMO HE DICHO ANTERIORMENTE, la humanidad postmoderna enfrenta una disyuntiva y una paradoja. Si todos los hombres y mujeres tenemos los mismos derechos, entonces todas las culturas no son moralmente equivalentes, porque hay culturas que no reconocen, ni siquiera en principio, la vigencia de unos derechos humanos universales. Si por el contrario, todas las culturas son moralmente equivalentes, entonces todos los hombres no tenemos los mismos derechos, porque hay culturas que adjudican a algunos hombres más derechos que a otros hombres y mujeres. Podemos dar por válida una u otra de estas afirmaciones, pero ambas no pueden ser verdaderas al mismo tiempo.
LA CONTRADICCIÓN DE LA IGUALDAD
Quienes creemos que todos los hombres y mujeres tenemos los mismos derechos esenciales no podemos aceptar la equivalencia moral de las culturas sin incurrir en una contradicción.
A lo largo de su historia el Estado de Israel ha cometido infinidad de abusos contra los palestinos. Durante mucho tiempo los sospechosos de terrorismo fueron torturados; hay miles de detenidos sin proceso; permanentemente se discriminó a los árabes en el mercado inmobiliario aunque tuviesen ciudadanía israelí; el muro de seguridad que erigió ha sido condenado por la Corte Internacional de Justicia como un incumplimiento de obligaciones hacia las poblaciones de territorios ocupados en tiempos de guerra… etcétera. La lista de iniquidades podría prolongarse varias páginas.
DIFERENCIAS ENTRE LOS CONTENDIENTES
Los palestinos, Hamas y sus aliados del Hezbolá no se quedan atrás. Su principal arma es, lisa y llanamente, el terrorismo. Desde mucho antes de la guerra actual ambas organizaciones han alentado la formación de campos de entrenamiento guerrillero en los territorios que dominan, incluso para niños mártires. Tanto el contrabando de armas como el adoctrinamiento escolar por medio de textos que exaltan el odio anti-judío y el suicidio místico asesino han sido prácticas permanentes. Además, después del subsidio que recibe de Irán, la producción y comercialización de narcóticos es la principal fuente de recursos económicos del Hezbolá. Torturan y detienen sin proceso en medida no menor que los israelíes. Y si no construyen un muro es porque lo que buscan es todo lo contrario: la integración de los territorios árabes y judíos a través de la destrucción de Israel.
¿Cuál entonces es la diferencia, en el plano de la ética cívica, entre estos dos demonios que hoy se enfrentan en el campo de batalla? La distancia es gigantesca y tiene que ver con el hecho de que existen legiones de israelíes que se oponen a las prácticas frecuentemente inhumanas de su Estado. No solamente lo proclaman sino que ha habido instancias en que incluso algunos de sus militares se han negado a realizar misiones a las que objetaban moralmente. Los palestinos y otros árabes hicieron gran alharaca de este gesto, ya que a su criterio implicaba que la iniquidad israelí quedaba demostrada: ¡sus propios soldados la condenaban!
AUSENCIA DE UNA OPOSICIÓN VISIBLE
Quizás esa representación de los hechos fuera sincera. Después de todo, en la cultura árabe en particular y musulmana en general es inimaginable que un individuo se exprese hoy en público contra las políticas de su Estado. El derecho natural a la desobediencia cívica no merece contemplaciones. A ningún soldado se le ocurriría siquiera hacer un planteo análogo al de los veintisiete pilotos israelíes que, en septiembre de 2003, declararon su negativa a realizar bombardeos en los territorios ocupados. Pero esta diferencia no sólo pasa inadvertida en Occidente, sino que la ausencia de una fuerte y visible disidencia palestina ante la complicidad con el terrorismo, a veces es interpretada como una evidencia más de la justicia de la causa árabe. De una manera inconsciente, la ausencia de oposición visible entre los palestinos tiende a percibirse como virtuosa.
Por cierto, si un palestino o chií libanés osara repudiar las prácticas terroristas de Hamas o el Hezbolá, sería linchado por sus pares mucho antes de que su denuncia llegara a los medios de prensa occidentales. Además, desde el punto de vista de los valores cívicos, eso estaría bien. No representaría la violación de un principio sino por el contrario, su afirmación.
LA DISYUNTIVA MORAL
Y esa es la abismal diferencia. Cuando en Israel se tortura, se viola un principio. Cuando es Hamas o Hezbolá quien tortura, se afirma un principio. Y es así como regresamos a la disyuntiva con que comenzamos. Si todos los hombres y mujeres tenemos los mismos derechos, entonces todas las culturas no son moralmente equivalentes, porque hay culturas que no reconocen, ni siquiera en principio, la vigencia de unos derechos humanos universales. Si por el contrario, todas las culturas son moralmente equivalentes, entonces todos los hombres no tenemos los mismos derechos, porque hay culturas que adjudican a algunos hombres más derechos que a otros hombres y mujeres.
Desde mi punto de vista, la cultura que se ha extendido hoy en el mundo árabe y musulmán es inferior, desde el punto de vista ético, a la de Israel. El Estado de Israel puede cometer múltiples errores e incluso crímenes, pero en tanto reconoce la vigencia del derecho a disentir, pertenece a un estrato de cultura que es moralmente superior.
Israel está empeñado en una guerra por su supervivencia, un conflicto en que si Hamas o Hezbolá depusieran sus armas, la guerra terminaría para bien de todos. En cambio, si Israel optase por desarmarse sería destruida instantáneamente por sus enemigos, con grandes alardes justicieros.
Si dudamos es porque somos unos miserables.
Publicado por:
Javier Férnandez Moré
fecha: 22 | 08 | 2006
hora: 1:32 pm
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Me parece que Escudé tiene razón en su argumentación, desde luego que hay diferencias morales y éticas entre las partes (sería absurdo negarlas)
Pero yo enfocaría en cómo entablar el diálogo entre las partes que comparten la misma ética. Me refiero a los moderados de ambas partes. Hay una gran cantidad de moderados en el mundo árabe y musulmán que hay que apoyarles, y no aislarles.
Es hora de dar la voz a los moderados; existen, están.
Publicado por:
Jorge Eduardo Aldao
fecha: 22 | 08 | 2006
hora: 5:11 pm
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Me repugna la manera en que Escudé termina su nota.
Y me hace recordar las palabras de Aldo Rico, otro «notorio intelectual» argentino que, como teniente coronel del ejército, encabezó un «golpe militar» contra el gobierno constitucional argentino de Raúl Alfonsín, durante la «Rebelión de los Carapintadas» (en la Semana Santa de 1987).
Este ex militar golpista, con unas capacidades intelectuales seriamente limitadas, cometió la imbecilidad de afirmar que «… la duda es la jactancia de los intelectuales…».
Y, en la misma línea fascista y con un notorio desprecio por quienes no piensan como él, Carlos Escudé ha escrito «…Si dudamos es porque somos unos miserables…».
Esta afirmación no me ofende, viniendo de alguien que no ha objetado las violaciones a los derechos humanos en Corea del Sur, toleradas por Estados Unidos, afirmando que esa tolerancia es una razonable consecuencia del pragmatismo en la política exterior de USA.
Pero me molesta que, en su fascismo, Carlos Escudé, ignore deliberadamente que los principios del Corán no proponen lo que hace Hamas o Hizbullah, de la misma manera que los Evangelios de Jesucristo no proponen lo que hace Estados Unidos en Irak.
Carlos Escudé falta gravemente a la verdad cuando dice que si Hamas o Hizbullah torturan, se afirma un principio, mientras que, cuando lo hace Israel se viola un principio.
Porque los principios a que alude Escudé no han sido, precisamente, los principios puestos en práctica por la cultura occidental o más precisamente, por la cultura judeo cristiana.
Entre esos «logros» de la cultura judeo cristiana y de sus principios, deberíamos anotar, de manera sintética:
a) la falsa acusación de «deicidas» contra el pueblo judío por el cristianismo.
b) la persecución a los diferentes, que cometían «herejía», durante los primeros siglos de la Era Cristiana.
c) las salvajadas hechas por los cristianos para apoderarse de Jerusalen, durante las Cruzadas,
d) las salvajadas cometidas mutuamente por católicos y protestantes durante la Reforma y la Contrareforma a partir del siglo XVI
e) Los genocidios cometidos contra las poblaciones nativas de América, de Africa y de Asia, durante lo que se conoce como «la Edad de los Imperialismos».
f) El «ninguneo» sistemático de los pobladores de raza negra, en ese bastión de la Cultura Judeo Cristiana que es Estados Unidos.
g) La primera y la segunda guerras mundiales
h) las torturas sistemáticas a rebeldes argelinos por parte de Francia
h) La guerra de Vietnam y sus muchas atrocidades, como la matanza de civiles en My Lay por parte de tropas americanas.
i) El apoyo sistemático de Occidente a las dictaduras latinoamericanas que ensangrentaron el continente.
j) El largo «apartheid» en Sudáfrica.
k) El apoyo al Sha Reza Palhevi, en Irán, para que Occidente siguiera teniendo petróleo en abundancia.
l) El posterior apoyo a Saddam Hussein y la entrega de armas, en especial las armas químicas, para que luchara contra Irán y derrocara al gobierno de los clérigos musulmanes del Ayatollah Khomeyni.
m) Ese desangradero sin salida en que se ha convertido la Guerra contra Irak y, ello, pese a que se ha demostrado que las armas de destrucción masiva que justificaron esa guerra no existían.
Si fuera cierto, como afirma el Sr. Escudé, que Occidente tiene principios, la consecuencia de esos principios hubiera sido un avance notorio de las poblaciones colonizadas en América, en Asia y en Africa, lo que no ha sucedido.
Por el contrario, las consecuencias de la civilización judeo cristiana sólo muestran pueblos desgarrados por genocidios como los ocurridos en America del Norte y en America Latina (un poco menos cruel el latinoamericano que el genocidio cometido por los WASP -White Anglo Saxons Protestants- contra los «Pieles Rojas»), el Genocidio Armenio (cometido por el occidentalizado Gobierno de los Jóvenes Turcos en Turquía), el Genocidio Nazi contra el pueblo judío, el «Holodomor» o Genocidio de Ucrania (perpetrado por Stalin, haciendo morir de hambre a varios millones de ucranianos en menos de un año, pese a que ese país era «el granero» de la Unión Soviética.
Si se respeta la verdad, debe aceptarse que los principios que niegan el derecho a torturar han sido prolija y concienzudamente violados por la civilización judeo cristiana que empapa a Occidente y la prueba más reciente de ello la tenemos en Guantánamo y en Abu Grabi.
Si hoy existen fundamentalismos y extremismos en el Islam, ello se debe a que Occidente (al igual que hizo con las dictaduras latinoamericanas) ha sostenido en la región a gobiernos como el del Sha de Iran, el de Saddam Hussein y el actual de Arabia Saudita que exhiben una absoluta falta de respeto por dichos principios, todo ello con el exclusivo propósito de apoderarse de los recursos naturales de las ex colonias en Medio Oriente.
Oculta Escudé que la raíz del problema esta en que la ONU se apoderó de manera ilegítima de la Palestina, para regalar una parte muy grande de esas tierras, no a sus habitantes naturales durante hace siglos, sino a unos extraños, los judíos europeos sobrevivientes del exterminio nazi.
Oculta Escude que, cuando la ONU creó el Estado Judío en 1947, trató a los palestinos como subhumanos, ya que les dejó las peores tierras y, para peor, separadas geográficamente en tres zonas por las tierras cedidas a Israel. De esta manera, los palestinos, para ir de una a otra parte de la tierra que les habían dejado, debían pasar por territorio israelí, lo que constituyó una humillación para dicho pueblo.
Oculta Escudé que cuando la ONU diseñó el Estado de Israel en 1947, lo hizo permitiéndole a los israelíes una salida al Océano Índico, a través del Mar Rojo y el Golfo de Aqaba, por el actual puerto israelí de Eilat. Esta salida al Océano Indico no fue permitida a los palestinos, lo que fue una clara discriminación antipalestina por parte de la ONU.
Tiene razón Javier Fernández Moré cuando dice que hay que dar voz a los moderados.
Pero esos moderados han perdido su capacidad de expresarse gracias a los «principios» de Occidente que, ávido de apropiarse de los recursos naturales de la región, no ha dudado en apoyar a gobiernos laicos y criminales como el del Shah de Persia o el de Saddam Hussein.
Este apoyo ha hecho que, por rechazo al laicismo de esos gobiernos prooccidentales, hoy sólo se escuchen las voces de los islamistas y, ante la violencia desplegada por Israel y USA (con la tolerancia de la ONU y de Europa) hoy sólo puedan expresarse los más extremistas islamistas.
Un atento saludo
Jorge Eduardo Aldao
Publicado por:
Guille
fecha: 29 | 08 | 2006
hora: 5:28 am
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El comentario de arriba demuestra un desconocimiento total del cristianismo que raya en la caricatura. El magisterio de la iglesia, o la enseñanza evangelica (sean catolicos o protestantes) es muy claro respecto a lo que es el mal, y siempre ha reconocido los errores de la praxis cristiana debidas a nuestra condicion humana. Nuestra cultura de libertades y estado de derecho es inexplicable sin la fe cristiana y su proceso.
Publicado por:
ROBERTO HERRERA
fecha: 07 | 10 | 2006
hora: 4:18 pm
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Aqui le tengo un par de respuestas sobre lo que publico el jorge aldao y carlos escude ya que senor aldao se refirio al coran y al evangelio de jesus y pondre diferencias enseguida desde el principio de la historia de este conflicto:
Los descendientes de Ismael son la mayoría de los árabes. Acerca de Ismael y la forma en la que vino al mundo, la Biblia nos dice:
«Le dijo Además el ángel de Jehová–: He Aquí que has concebido y darás a luz un hijo. Y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha escuchado tu aflicción. Él será como un asno montés, un hombre cuya mano Estará contra todos, y las manos de todos estarán contra él. Y habitará frente a todos sus hermanos.» Génesis 16:11-12
¡Los que se preguntan por qué los árabes son tan guerreros y belicosos. Ahí tienen la respuesta! Dios sabía lo que Mahoma recibiría alegadamente «inspiración divina» y que daría como resultado el Corán. En estos momentos históricos esta profecía se está cumpliendo más que nunca.
Más adelante, y debido a los problemas que este hijo, más bien, la forma en la que este hijo fue traído al mundo, es que los problemas entre Sarai (Sara) y la madre de Ismael, Agar comenzaron a aparecer. Sara tuvo celo de su esclava. Dios, a su debido tiempo trajo al mundo a Isaac, el hijo legítimo de Abram y Sara, el cual sería el heredero auténtico de la promesa hecha por Dios a Abram años antes.
Para evitar la continuación de los problemas suscitados, Dios ordenó a Abram que enviara a Agar y a su hijo Ismael al desierto y un ángel del Señor los guió y los mantuvo. Dios le dio a Agar y a Ismael TODA la tierra que rodea al diminuto Israel y Dios dio el pequeñito Israel a los descendientes de Isaac. Los descendientes de Ismael nunca aceptarán esa realidad.
Israel tiene una superficie de 20,330 kilómetros cuadrados y 440 kilómetros cuadrados de agua. Es un poco menor que el estado de New Jersey en Estados Unidos. Mientras que solamente uno de los países que le pertenecen a los descendientes de los ismaelitas, Arabia Saudita tiene una superficie de 1,960,582 kilómetros cuadrados. ¡Solo Arabia Saudita tiene 96 Israeles!
Los árabes poseen el resto del Oriente Medio y con todo y que Dios quiso darle ese puñadito de tierra a quien él quiso (toda la tierra le pertenece a Dios), los árabes no perdonan el hecho de que los judíos se sientan herederos de la recompensa de Abram. Los árabes, como descendientes de Ismael, quien era el hijo mayor, reclaman tal derechos para ellos mismos.
Según el recuento de Mahoma, en su Corán, un libro escrito casi 1,5000 años después que los libros de Moisés, los «verdaderos» herederos de Abraham son los árabes, en vez de los judíos. El Corán, en ese respecto nos dice:
¿O diréis que Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las tribus fueron judíos o cristianos?» Di: «¿Quién sabe más? ¿Vosotros o Alá? ¿Hay alguien que sea más impío que quien oculta un testimonio que ha recibido de Alá? Alá está atento a lo que hacéis». La vaca (Al bacara) 140.
De acuerdo con los islámicos, los Judíos y los Cristianos estamos reclamando un derecho a la salvación y demás herencias que no nos corresponde. Los judíos a través de la sangre se han declarado herederos. Y nosotros los cristianos nos hemos declarado herederos a través de la fe en Cristo, el Hijo de Dios. ¡Ese concepto es herético para los árabes!
En resumen, los … · ARABES son los descendientes de Ismael, llamados ismaelitas en la Biblia (Ver Génesis 37:25-27-38; 39:1, etc.) · ISRAELITAS son los descendientes de Abraham, Isaac, Jacob y las 12 Tribus. Jacob fue renombrado Israel en Génesis 32:28. De ahí el gentilicio «Israelitas». · PALESTINOS es el gentilicio de PALESTINA. Palestina era una antigua región del sudoeste de Asia con frontera en el este con el Mar Mediterráneo y extendiéndose hacia el Este hasta el Río Jordan. También se llamó Palestina a un país cuyas fronteras diferían un poco de esta anterior región antigua. La más reciente Palestina es una región limitada por el Mar Mediterráneo hacia el Oeste, el Mar Muerto por el Este, una parte del Imperio árabe Otomán, (1516-1917) y otro mandato británico hasta la creación del Estado moderno de Israel en 1948. En estos momentos el área geográfica de Palestina está dividida entre Israel & Jordania. Los árabes «palestinos» ocupan los «Bancos del Oeste», el cual domina autónomamente desde 1993
Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, MATAD a los asociadores (Cristianos y Judíos) dondequiera que les encontréis. ¡Capturadles! ¡Sitiadles! ¡Tendedles emboscadas (terrorismo) por todas partes! Pero si se arrepienten, hacen la azalá y dan el azaque, entonces ¡dejadles en paz! Alá es indulgente, y misericordioso». Corán 9. 5.
En la Mesa Servida 51, el Corán dice: «¡Creyentes! ¡No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos! Ellos son amigos unos de otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Alá no guía al pueblo impío.»
AQUI ESTA UNA DE LAS GRANDES DIFERENCIAS DE LO QUE ENSENO JESUS CON LO QUE ENSENO MAHOMA Y SU CORAN PA RA ESCRIBIR Y HACER DIFERENCIAS ENTRE MAHOMA Y JESUS O EL ISLAM Y EL CRISTIANISMO (Y FIJESE ESTO HAY HABLANDO DEL CRISTIANISMO Y NO DEL CATOLICISMO) HAY QUE SABER EL CONTEXTO HISTORICO JESUS ENSENO PAZ Y VIVIO POR LA PAZ COSA QUE MAHOMA NO PUEDE DECIR LO MISMO CUANDO SE DEDICABA A ASLTAR CARABANAS EN EL DESIERTO…….. Y DEJO CLARO QUE SE QUE LOS JUDIOS Y LOS GRINGOS HAN COMETIDO ACTOS DEPRABABLES A SU VEZ PERO LA NATURALEZA DE LOS ISLAMICOS( ISMAELITAS) CONJUNTO CON SU ENSENANZA ES DE NATURALEZA GUERRA
PARA ESO LEANSE UN POQUITO LA VIDA DEL FUNDADOR MAHOMA Y SE ENTERARAN DESPUES