Cómo evitar el extremismo islamista de «cosecha propia»
La política antiterrorista británica y la integración de los musulmanes
Los musulmanes británicos vuelven a estar en el punto de mira tras los fallidos intentos terroristas en Londres y Glasgow: sin embargo, para que la lucha contra el terrorismo funcione con éxito es fundamental implicar e integrar mejor a las comunidades musulmanas.
SON TIEMPOS DIFÍCILES para los musulmanes de Gran Bretaña. La participación de ciertos miembros radicales de sus comunidades en actividades terroristas contra el Reino Unido en los últimos años les ha colocado en el punto de mira, suscitando incertidumbres sobre su lealtad y, al tiempo, sobre los méritos del modelo de multiculturalismo tradicional británico.
No es ninguna sorpresa, entonces, que varios representantes musulmanes expresaran cierto alivio cuando los recientes y fallidos ataques terroristas en Londres y en el aeropuerto de Glasgow parecieron implicar principalmente a extranjeros de países tales como Irak o India, es decir, a los forasteros. El rompecabezas radica ahora en que los sospechosos son en su mayoría profesionales licenciados y trabajan para la Seguridad Social.
POLÍTICAS MULTICULTURALES
La amenaza de terrorismo islamista de cosecha propia surgió en un momento en que Gran Bretaña experimentaba un proceso de revaloración de su política hacia las minorías. La tensión social derivada tras una serie de disturbios violentos, como los que estallaron en Bradford y otras ciudades en Inglaterra del Norte en el verano de 2001, generaron la preocupación acerca de las consecuencias de la segregación étnica y religiosa percibida en algunos sitios.
El Informe sobre la Cohesión Comunitaria –el supuesto Informe Cantle–, que examinó las causas de los disturbios, advirtió contra la naturaleza dominante de normas sociales y culturales que condujeron a vidas paralelas entre la gente de diferente procedencia étnica. Trevor Phillps, presidente de la Comisión para la Igualdad Social, un luchador contra la discriminación racial, generó polémica con sus críticas a las políticas multiculturales presentes desde 1960. Según su punto de vista, aquellas políticas promovían el respeto a la diversidad sólo en lo formal, sin afectar en la práctica a la discriminación y a la desigualdad. Además, Gran Bretaña, argumentaba Phillps, estaba en una situación de sonambulismo con respecto a la segregación.
Por esta razón, los políticos han estado desde entonces insistiendo en la necesidad de recalcar en los valores comunes al mismo tiempo que una suerte de búsqueda sobre aquello que significa el ser británico.
EL VÍNCULO CON EL TERRORISMO ISLAMISTA
El hecho es que al debate se ha añadido la cuestión del terrorismo islamista, sobre todo después de que cuatro ciudadanos británicos –en su mayoría de descendencia surasiática– se inmolaran en la red de transporte de Londres el 7 de julio de 2005, matando a 52 personas. Poco tiempo después, el día 21, inmigrantes africanos con pasaporte británico intentaron sin éxito cometer otro atentado suicida. Otras conspiraciones también han sido frustradas, como el plan para hacer estallar aviones transatlánticos en agosto de 2006, y la amenaza persiste.
Como respuesta al terrorismo internacional, el Reino Unido ha promulgado desde el 11-S un importante cuerpo de leyes que conceden al Ejecutivo poderes de vigilancia, detención de sospechosos, deportación, procesamiento, etcétera. Esta legislación es sólo una parte de una estrategia gubernamental a largo plazo orientada a abordar el terrorismo internacional, conocida como CONTEST, hecha pública en 2006 y provista de cuatro ejes:
1) prevenir la radicalización de individuos,
2) perseguir a los terroristas y a aquellos que los patrocinan,
3) proteger al público, y
4) prepararse para las consecuencias.
Esta estrategia resulta a primea vista comprensiva pero debe comprometer asimismo a la población musulmana y reconocer su importante rol en la prevención del extremismo.
UNA ESTRATEGIA POTENCIAL
La estrategia, que presentaré en un próximo análisis para Safe Democracy, es responsable y equilibrada. De todos modos, el peligro para el gobierno británico estriba en ceder ante la presión de los medios y al miedo, aplicando medidas de dudosa eficacia y calidad democrática en un esfuerzo de templar los comprensibles miedos del público, mientras que enajena a sus ciudadanos musulmanes.
Desafortunadamente, ése ha sido con frecuencia el caso de Tony Blair, y parece ser que también el del actual primer ministro Gordon Brown.
Publicado por:
Alejandro
fecha: 12 | 07 | 2007
hora: 11:25 pm
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El autor olvida las responsabilidades de los musulmanes pacíficos y el silencio de éstos ante la presencia de terroristas entre sus filas. Si los musulmanes pacíficos y leales al país donde viven, dan cobijo a terroristas jihadistas, es bastante lógico que se los estigmatice. No pasa por una cuestión de racismo o islamofobia.
Concuerdo con que el rol a cumplir por los musulmanes pacíficos y leales debería ser primordial en la prevención del terrrismo, pero depende de su propio convencimiento.
Publicado por:
Francisco
fecha: 13 | 07 | 2007
hora: 11:03 am
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Volvemos a lo de siempre. El Islam es incompatible con la cultura occidental, y por ello, jamas se deberia cometer el error de contemplarlo a la luz de las ideas politicas desarrolladas en occidente en los ultimos doscientos anos ( perdonen pero estoy manejando un teclado en ingles) Por eso, se deberia ser menos fantasiso, pensando que alguna vez los musulmanes la aceptaran.
Y para colmo las minorias raciales lo unico que hacen es imponer, desde los poderes del Estado, limitaciones a la libertad de expresion y de pensamiento lo mismo que de las creencias y valores propios, castrando y mutilando con ello los principios culturales , que siempre han servido como soporte a toda cultura particular. Por eso ese fenomeno o problema, no debe ser contemplado desde la teoria de las ideas, sino desde la historia. Ella es bastante explicita.
Con respecto al problema de los musumanes en el RU, la neutralidad politica e ideologica de su Estado, no le garantiza, la asimilacion desinteresada de los musulmanes, mas bien ocurre todo lo contarrio, el Islam va imponiendo sus valores, siendo el primero de ellos, la censura y la mutilacion del pensamiento libre, para desarrollarse en todas sus potencialidades intelectuales. Incluso ni la propia asepcia cultural britanica la eximira de un conflicto ya dibujado en el horizonte, el cual globalizara todos los aspectos del problema: Social, cultural, politico, religioso, economico, y racial.
La estupideces vedidas como ideologia, surgidas en los sesentas, cuyos resultados ahora estamos viendo, occidente lo va a pagra duramente, siendo el resultado el contrario de lo que pretendia sus protagonistas. Esa es la consecuencia de que el mundo ocidental en general, se haya dejado subyugar, por la simplicidad de los ideales anglosajones, cuyo rasgo mas descollante, era la de la mera rebeldia, y como ya sabemos, siempre detras de el, hay un reaccionario.
Publicado por:
Borja
fecha: 13 | 07 | 2007
hora: 8:27 pm
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Gracias por los comentarios, que entiendo perfectamente. Aunque parte de las cuestiones suscitadas requerirían un análisis más detallado, quisiera tan sólo ahora plantear un par de cuestiones.
La integración de población musulmana en el Reino Unido es un proceso que data de los años 50 y 60, cuando oleadas de inmigrantes de las ex-colonias británicas se instalaron en centros industriales que requerían mano de obra urgente. Su proceso de integración en dicho país es cuanto menos complejo, con luces y sombras. Existe segregación, cierto, en algunos casos como resultado de factores socioeconómicos (precios de vivienda, etc), en otros no. Dicho esto, la integración también ha presentado resultados positivos; quiero decir que es equivocado pensar en la población musulmana en el Reino Unido como una población per se hostil en su conjunto, que se resiste a la integración.
Quiero decir que el fenómeno de separación cultural es representativo en parte -sin que esto implique restarle importancia. Su relación con la violencia y, más aún, con la radicalización de algunos sectores de la población musulmana (fenómeno muy reciente, parelelo a la jihad internacional) no se presta a respuestas absolutas de ningún signo. En algunos casos ha jugado un factor; en otros no, siendo más relevante en la psique de muchos recientes terroristas la influencia de clérigos radicales, la política exterior (o percepción de la misma), etc.
Ante todo, mi punto principal es que los musulmanes en el Reino Unido (en torno a 1.6 millones) NO forman un grupo uniforme, monolítico. Es un error grave concebirlos en esos términos y afecta negativamente al diagnóstico del problema de terrorismo doméstico. Ese error ha jugado un papel en cierta retórica gubernamental y, no me malentiendan, también en los defensores ciegos de un multiculturalismo que concibe los grupos étnico-religiosos en términos de grupo uniforme. La realidad de una sociedad tan diversa como es la británica se resiste a esas asimilaciones.
Muestra anecdótica de lo que quiero defender es que como muestran repetidas encuestas, programas de opinión, estudios sociales, etc, muchos británicos musulmanes no se planteaban antes como opción incompatible su fe religiosa -que profesan en mayor o menor medida, como los «occidentales»- con su carácter británico, al ser preguntados por ello. Mi opinión es que parte del problema estriba en que determinadas políticas (y políticos) les pongan en esa situación.
Evidentemente, ha habido un proceso de concienciación colectiva, creciente desde fines de los 80. Hay en efecto como mencionaba Alejandro, grupos autoproclamados representativos de la minoría los musulmanes británicos con demandas difícilmente inasumibles en un Estado democrático, demandas que la prensa se encarga de magnificar ignorando otros procesos y otras opiniones tanto o más representativas. Pero todo ello se enmarca en un complejo proceso de redefinición de su identidad en el contexto de un Estado democrático moderno. Y esa identidad es polifacética, como muchos musulmanes defienden abiertamente.
Finalmente, otro aspecto mencionado en los comentarios es algo que no se puede ignorar al tratar este problema y es que el racismo -no sólo contra «Pakis», sino contra otros grupos étnicos- y la Islamofobia no son desgraciadamente fenómenos aislados en el Reino Unido. Ello lo ponen de manifiesto diversas instituciones e informes del Gobierno como resultado de actos de violencia. El historial de la policía metropolitana en algunos casos deja mucho que desear, habiéndosele acusado de «racismo institucional» (como resultado de una investigación ante al asesinato de un chico negro por varios blancos hace algunos años). Ello en materia antiterrorista juega un factor negativo a la hora de suministrar inteligencia vital a la policía para desarticular tramas terroristas. Difícil avisar a la policía de potenciales radicales cuando le has tenido miedo toda tu vida (por palizas, vejaciones, etc).
Publicado por:
Francisco
fecha: 17 | 07 | 2007
hora: 1:50 pm
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Los princiopios de la democracia están basados en la voluntad popular.
En las democracias lo que rige es el principio de las mayorias. Todo lo que no sea eso es ditorsionarla, y en las democracias europeas, cada vez, los poderes del pueblo, se van mermando, socavando, en aras de la voluntad de las minorias y de los grupos de presión, los cuales, defendiendo intereses agenos a los principios democráticos, se dedican a crear estados de opinión artificiosos, que en nada la beneficia.
El fenómeno de la confusa amalgama, provocada por la presencia sobre territorritorio europaeo, de un nutrido grupo alógeno, con sus costumbres y su cultura, en nada beneficiará a la democracia europea, más bien la descompondrán a largo plazo. De eso ya se encargará el Islam, y como siempre, los organismos oficiales y los grupos de presión reaccionarán a destiempo y con pretextos absurdos, y sin argumentación alguna.
De hecho, ya el pueblo ni controla ni fiscaliza, o censura, la actitud antidemocrática de los profesionales de la política, muy ligados a la banca y a los poderes financieros, mientras, el pueblo es un simple convidado de piedra, el cual, se limita a cumplir periódicamente el ritual de las urnas, por lo demás, también falso.
Hoy las instituciones democráticas, están todas muy desacreditadas, no tiene prestigio, porque ellas no representan a la voz del pueblo, sino la de los partidos políticos y los grupos de presión situados en la sombra, pero con un gran poder, sobre todo en los medios educativos, en donde abunda el burócrata o el profesional, pero en donde escasea el maestro o el profesor o el intelectual libre. Sin libertad de pensamiento y de palabra,o de crítica la democracia es una pura entelequia.
Digan lo que digan las empresas privadas que controlan la prensa, lo mismo que los politicastros, o los burócratas de la ¿ enseñanza? el conflicto en Europa está servido, y lo será a medio plazo, eso pensando en que la sola variable sea la del Islam, y las demás permanezcan constantes. Si el Islam sigue presionando, que lo hará, dada la escasa capacidad de la politica europea para actuar, y todos los demás factores también se alteran, el conflicto lo será a corto plazo, sólo teniendo presente la lógica de la acción reacción. De ahí que el panorama político europea actual, cambie radicalmente ante la insegurida y las amenzas futuras, lo mismo que los partidos y el discurso formalista que tanto complace a los poderes fácticos. EE.UU no es ningún espejo ejemplar a donde se pueda mirar Europa. Y toda esa fuerza política contenida y reprimida ahora, guste o no a los poderes actuales, emergerá de nuevo a la supreficie con todo su poder, como alternativa política para resolver los conflictos futuros, que son los que en estos instantes se están gestando.
Publicado por:
ana
fecha: 18 | 07 | 2007
hora: 12:09 am
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Hace unos meses leìa en un diario británico que Londres se convertiría en Centro financiero musulmán
Resulta algo cómico leer el artículo pués decìa que se reestructuraría el sistema financiero para adaptarlo al hecho de que los musulmanes no aceptan la usura.
Con ese pequeño detalle la civilización musulmana adquirirìa una superioridad moral sobre el sistema financiero occidental(de raiz netamente anglosajona)que ha estructurado un sistema hiperusurero que ha hecho sufrir a la América austral con el pretexto del pago de la deuda externa.
También resulta cómico que el Imperio Inglés festeje con tanto interés el triunfo de la guerra con Argentina,un enemigo civilizado y de su misma formación ,incapaz de venganzas ,considerando que en su casa central se encuentra copada por un enemigo con todas las letras.
Publicado por:
Alejandro
fecha: 19 | 07 | 2007
hora: 10:11 pm
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Reconozco Sr. Borja que es un tema complejo. Pero más allá del racismo – por cierto totalmente condenable -o la desconfianza en la policía por parte de los musulmanes británicos, convengamos que en todo el mundo es bien infrecuente oir o leer declaraciones de musulmanes «pacíficos» que salgan a decir: » esta gente no nos representa. Estamos en contra de Al Qaeda, el Hezbollah, los talibanes o el régimen iraní y de todos los fanáticos jihadistas».
No me refiero a la pobre gente que vive en esos regímenes oprobiosos donde manifestarse contra el gobierno los lleva en el mejor de los casos a unos cuantos años de cárcel, sino a los musulmanes que viven en países democráticos.