
América Latina frente al espejo: lecciones por aprender (y por olvidar)
Derechas ideológicas e izquierdas pragmáticas de nuestro tiempo
Durante las últimas tres décadas de democratización, la historia de América Latina se ha definido por oleadas de ascensos y caídas. Ahora que se dan las condiciones, dice el autor, la región ha de pensar en términos de medio y largo plazo y procurar un modelo de desarrollo sostenible, mediante políticas responsables y realistas, pero también creativas, pro-activas e innovadoras.
(Desde Buenos Aires) ES CURIOSA LA INVERSIÓN DE ROLES que se ha producido entre derechas neoliberales noventistas e izquierdas progresistas de estos años 2000, a propósito de la evaluación de las políticas económicas dominantes en América latina. Muchos de quienes entonces criticaban con dureza a los promotores de la apertura a la globalización capitalista de los años 90, con argumentos que eran catalogados como ideológicos por los pragmáticos gobiernos que implementaron las recetas del Consenso de Washington, ahora defienden las actuales políticas pragmáticas de exportación de commodities e inserción en el mercado mundial tachando de ideológicos a quienes advierten sobre las debilidades del actual modelo exportador de recursos naturales, hidrocarburos y alimentos. “Es como si los autores de Manual del perfecto idiota latinoamericano hubieran terminado retratados por la derecha en su propio espejo”
También es curiosa la sobrecarga ideológica de quienes machacan sobre los peligros del populismo, tan reiterativa como las invectivas contra el neoliberalismo que dieron libreto a sus contrincantes en el ciclo precedente.
Es como si los autores de aquel libro Manual del perfecto idiota latinoamericano que pretendían desenmascarar en forma de caricatura los tópicos de la izquierda y el progresismo intelectual, acaso sin advertirlo, hubieran terminado retratados por la derecha en su propio espejo, clamando por el supuesto retroceso de una región que le ofrece al mundo petróleo, gas, soja y… ay, ¡líderes demagógicos y populistas que dilapidan nuestro dinero repartiéndolo a discreción entre los pobres!
DE AQUELLAS MARAVILLAS, ESTAS PESADILLAS
“Renunciando a su creatividad, el típico intelectual latinoamericano es aquél que se conduce por la moda europea, al abrigo del temperamento norteamericano” Aquellos tres mosqueteros liberistas, Álvaro Vargas Llosa, Plinio Apuleyo Mendoza y Carlos Montaner, estuvieron semanas atrás en la ciudad argentina de Rosario, participando de un seminario de la Fundación Libertad, junto a otros prominentes exponentes del liberalismo escorado hacia la diestra, incluyendo al ilustre Vargas Llosa padre y a José María Aznar.
Al calor de las encendidas intervenciones, cuya mayor discrepancia fue el tenor de las críticas a socialismos e izquierdas de ayer y de hoy, algunos de ellos habrán recordado tal vez el perfil de aquel personaje que describieron en el Manual… esa especie de bípedo impune capaz de sostener sin el menor reparo la verdad de perogrullo o trivialidad de moda, a cambio de aparentar ser una persona informada y seria.
“Las maravillas que vieron en los Chicago Boys de Pinochet en el Chile de los 80, en la privatización de los Menem, Salinas de Gortari y Collor de Mello en los 90, transmutaron en la reconversión nacionalista de los Chávez, Morales, Correa o Kirchner”
La intelectualidad latinoamericana, señalaban en aquel libro, ha estado influenciada por los arquetipos. Renunciando a su creatividad y, no queriendo ver sus indudables aportes, el típico intelectual de nuestro continente es aquél que se conduce por la moda europea, al abrigo del temperamento norteamericano. Este personaje, el perfecto idiota, decían, recorre nuestra historia sin el menor interés por la realidad. Y completaban el involuntario autorretrato, sólo se fija en el prejuicio, generalmente el suyo propio, sentenciando a cada rato una media verdad en torno a la cual construye un conjunto de falsas proposiciones.
Las maravillas que vieron en los Chicago Boys del general Pinochet en el Chile de los 80, en la reconversión privatizadora de los Carlos Menem, Salinas de Gortari y Collor de Mello en los 90 (claro, aquello no era autoritarismo ni populismo), transmutaron en las pesadillas encarnadas en la reconversión nacionalista y neodesarrollista de los Chávez, Evo Morales, Rafael Correa o Kirchner.
MEJOR QUE SURFEAR, PLANIFICAR
Es un ciclo pendular que no cambiará en tanto no cambie el punto de apoyo del péndulo. “En los años 2000 otros gobiernan, pero muchos piensan de modo parecido” Este punto de apoyo consiste en la idea de que los países y sus economías deben aprovechar las oportunidades que el mundo brinda montándose en la ola y que, de lo contrario, la ola los tapará o serán barridos por ella. En los años 80 pensaban que era posible introducir políticas de libre mercado con gobiernos autoritarios o decisionistas. Y así se terminó a fines de los años 80, la década perdida.
En los años 90 creían que derribando las murallas de las economías “Las economías que prosperan construyen una estrategia de inserción a medio plazo, con infraestructuras y perfiles productivos diversificados”protegidas y el intervencionismo estatista, emanarían oasis de los desiertos y fluirían en torrente los capitales de inversión que promoverían el gran shock capitalista. Así se terminó, a fines de los 90, con cifras récord de desocupación y pobreza.
En los años 2000, son otros los que gobiernan pero muchos de sus funcionarios piensan de modo parecido: al compás de los precios internacionales y la demanda de China e India, les espera a las economías latinoamericanas un destino de crecimiento sostenido y ganancias aseguradas para repartir luego como mejor convenga.
“Para una Sudamérica que ha madurado, debe ser posible definir un nuevo paradigma de desarrollo sostenible que evite recaer en viejas retóricas para enfrentar los actuales desafíos” Tal vez el problema sea de partida. Las economías y países que prosperan parecen ser aquéllos que construyen una estrategia de inserción a medio plazo, con infraestructuras y perfiles productivos diversificados. Antes que subirse a las olas como surfistas, construyen embarcaciones que pueden soportar mareas y vientos adversos.
Lo que se llama en la jerga económica políticas anticíclicas y prudenciales, que requieren por cierto una buena dotación de planificación y regulación estatal en concurso con buenos cálculos y compromisos de las grandes empresas respecto del riesgo social de sus decisiones de inversión para nivelar la balanza de las burbujas especulativas y las ganancias y pérdidas de corto plazo.
UN MODELO DE DESARROLLO SOSTENIBLE
Para una Sudamérica que ha madurado y enraizado sus democracias, que ha logrado indicadores de crecimiento sostenido como no los tuvo en décadas (conviene leer al respecto los últimos informes de CEPAL), que ha logrado mejorar (aunque insuficientemente) algunos principales indicadores sociales, debe ser posible también definir un nuevo paradigma de desarrollo sostenible que se haga cargo de estas problemáticas y evite recaer en las viejas retóricas y fijaciones ideológicas para enfrentar los actuales desafíos. Sobre todo teniendo en cuenta el horizonte próximo de una desaceleración del crecimiento y la perspectiva de una recesión en Estados Unidos que generará efectos rebote y turbulencias en la economía internacional.
América Latina se acostumbró a vivir oleadas de ascensos y caídas en las tres últimas décadas de la democratización. Ahora existen condiciones objetivas para caminar sobre suelos de marcha más sólidos y pensar en términos de mediano y largo plazo, de tal modo que no sea el actual otro paréntesis entremedio de sucesivas crisis. Para eso hace falta políticas responsables y realistas, pero también creativas, pro-activas, innovadoras. Hace falta, asimismo, buenas hojas de ruta y evaluaciones sensatas, menos proclives a la invectiva incendiaria y más dispuestas al razonamiento reflexivo y las verdades parciales y compartidas.
- En América Latina hay mucho más que "dos modelos"
por Ricardo Israel Zipper
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ana
fecha: 15 | 04 | 2008
hora: 2:31 am
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El drama latinoamericano es haber soportado en primer término una globalización salvaje que destrozó su industria,que en el caso de Argentina se estaba perfeccionando hasta haber llegado a un nivel exigente.
Por lógica los productos de menor calidad elaborados en el extranjero vinieron a mitad de precio y a un tercio de la calidad de los nacionales.Igual la industria se fundió.
Ahora soportamos un neo peronismo de izquierda-que con el pretexto populista-trata de expropiar la renta del campo .Su fin no es crear el colchòn social que se derrumbó con el neo capitalismo instituìdo
por la rama de derecha del propio peronismo(que llegò a entregar al mercado los fondos previsionales)SINO PROTEGER A LA INDUSTRIA .Al par de cuadruplicar la deuda externa por imposiciones del grupo de los siete(con la construcción de un tren bala totalmente innecesario ya que nuestros ferrocarriles que sirven a la producción son de última)que seguramente favorecerá a las industrias europeas.
Es realmente indignante que la situación de bonanza con respecto a los comoditis SE DESPERDICIE YA QUE ESA MISMA CIRCUNSTANCIA ESTABA CREANDO LA PROPIA AGROINDUSTRIA ,INDUSTRIA DE COMBUSTIBLES E INDUSTRIA DE PRODUCTOS ALIMENTICIOS.Todo ello se ha desbaratado con las disposiciones del gobierno.
Nuestro drama principal es tener como gobernantes a personas que uno no llega a entender si en realidad son incompetentes o ,siendo quizás capaces ,actúan con otros fines que no son los que guian a alguien que busca el bien del país.
Con los periodistas pasa lo mismo ,vivimos en constante desinformaciòn y manejo interesado de la noticia.
Una de las últimas novedades son campañas dirigidas desde el gobierno contra medios de comunicación y planes de controlar a la prensa.
Es bastante curioso pués el medio periodístico MAS ATACADO POR EL GOBIERNO ha sido uno de los que más ha intelectualizado la defensa de la política del mismo contra los productores rurales.
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Osias Vivaz Montero
fecha: 15 | 04 | 2008
hora: 6:52 am
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Quiero complementar esta excelente presentación de caracter politológico con una breve mención de como ha cambiado la perspectiva del análisis económico que nuevamente enfatiza el papel regulador y benefactor del Estado, tanto en las naciones ricas como en las que deben construir una buena nave para navegar con seguridad (ver, por ejemplo, el pensamiento de Krugman, Stiglitz o Rodrik).
Publicado por:
ana
fecha: 15 | 04 | 2008
hora: 3:13 pm
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No nos engañan más ,son los mismos aunque sus términos sean grandielocuentes para»meter miedo».
Incluso las propias consecuencias de los aquí llamados movimientos armados fueron planes de «desindustrialización del país».Como los derivados del famoso cordobazo.
En el gran Córdoba residìan capitales italianos ,que ,mediante secuestros y terror se fueron retirando de ese cinturón industrial que hubiese representado un renacer del país.
Curiosamente ,este otro invento de «madurez» por parte del gobierno se ha consumado con el sencillo propósito de terminar con el resurgimiento de la «zona litoral» que se estaba curiosamente industrializando con derivados incluso de la CONDENADA SOJA.Otro polo de desarrollo que se destruye por personas que siguen pensando como en los setenta.Dejo aclarado que una persona que dirigió los grupos armadas como El Hallí Obeid contribuyó al desarrollo de industrias de biocombustibles de la zona.Con lo que dejo a salvo mi objetividad en el comentario.
Esto de reconvertir el país no se logra confiscando la ganancia agraria se logra con planificaciones serias y perdurables.
Esto de mantener confiscado el campo en épocas de bonanza más bien responde a aprietes del exterior.NO NOS OLVIDEMOS QUE USA ES EL PRINCIPAL EXPORTADOR SOJERO.EL SEGUNDO ES BRASIL.
No dejemos de lado que una de las»maduras polìticas » de los gobiernos sudamericanos para «supuestamente crear base firme de desarrollo» eS la construcciòn de un tren bala(que no hace a la producción)que estaría favoreciendo a bancos e industrias europeas(bancos incluso en quiebra).En mi modesto entender un proyecto que forma parte del apriete ya que reconvertiría la deuda con el club de ParíS CUADRUPLICANDOLA.
Publicado por:
JULIAN
fecha: 15 | 04 | 2008
hora: 6:13 pm
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ANA, TENÉS REALMENTE UNA ENSALADA DE FRUTAS EN LA CABEZA, TUS COMENTARIOS NO TIENEN HILACION LOGICA NI POLITICA NI HISTORICA. TODO ES PARA VOS EL RESULTADO DE UNA GIGANTESCA CONSPIRACION DE LOS PODERES OCULTOS ? ¿»Incluso las propias consecuencias de los aquí llamados movimientos armados fueron planes de “desindustrialización del país.Como los derivados del famoso cordobazo?». ¿SE DERIVA DE ESTO PARA VOS QUE LAS GUERRILLAS Y MOVIMIENTOS ARMADOS FUERON MENTADOS Y ORGANIZADOS POR MARTINEZ DE HOY Y EL CAPITALISMO INTERNACIONAL?
ESO DE QUE EL ACTUAL GOBIERNO ESTÁ ACABANDO CON EL CAMPO ARGENTINO CON SU POLITICA DE RETENCIONES, ADEMAS, NO RESISTE EL MENOR ANÁLISIS, SOLO BASTA RECORRER LAS RUTAS ARGENTINAS Y COMPARAR CÓMO ESTABA EL CAMPO EN LOS AÑOS 90 CON MENEM Y CAVALLO Y CÓMO ESTÁ AHORA, GRACIAS A LA POLÍTICA AGROEXPORTADORA Y AGROINDUSTRIALISTA DE LOS ULTIMOS SEIS AÑOS QUE SIGUIERON AL DESASTRE DE LA CONVERTIBILIDAD.
Y DEJO A UN LADO ESA VENERACION QUE ANA TIENE POR EL TAL «EL HALLÍ OBEID» (qUé es eso de «El Hallí» Ana, como llamás a JORGE OBEID, EX GOBERNADOR PERONISTA DE SANTA FE? ACASO UN NOMBRE ÁRABE OCULTO DE ESTE DIRIGENTE PERONISTA SETENTISTA RECONVERTIDO EN LOS 90?)
HABLAR DE «CONFISCACION DE LA GANANCIA AGRARIA», ANA, NO RESISTE EL MENOR ANÁLISIS, YA QUE ESTAMOS EN EVALUADORES DE COMENTARIOS Y CRÍTICAS, Y LOS TUYOS DEJAN MUCHO, MUCHO QUE DESEAR.
Publicado por:
JULIAN
fecha: 15 | 04 | 2008
hora: 7:01 pm
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Y ALGO MÁS ANA, UN PROBLEMA ADICIONAL QUE TIENE LA ARGENTINA («nuestro drama principal», como decís) ES LA CANTIDAD DE GENTE QUE DESPOTRICA Y DICE LAS COSAS MAS TREMENDAS SOBRE LOS GOBERNANTES Y LOS POLÍTICOS, PERO A LA HORA DE SEPARAR LA PAJA DEL TRIGO O PONER EL CUERPO SE QUEDAN EN EL LAMENTO Y LA QUEJA. ASÍ FUE CON EL «QUE SE VAYAN TODOS» EN EL 2001 Y DESPUÉS TODOS A SU CASA, O A CONSUMIR PROGRAMAS DE RADIO Y PRENSA AMARILLA Y SENSACIONALISTA. MIENTRAS TANTO, HAY MILLONES QUE TRABAJAN EN TODAS PARTES, TANTO EN LA SOCIEDAD COMO EN LA POLÍTICA. Y EL PAÍS NO VA TAN MAL COMO LO VEN QUIENES TIENEN EL CEREBRO CALIENTE EN LAS GRANDES CIUDADES O ENCHUFADOS A INTERNET «PARTICIPANDO» Y OPINANDO EN LOS BLOGS LO QUE SE LE VIENE EN GANA. Y PARA TERMINAR, ANA: SI TENEMOS LOS POLÍTICOS QUE TENEMOS EN LA ARGENTINA, DIRÁ ALGUIEN QUE LEE ESTOS INTERCAMBIOS, SERÁ PORQUE NOS REPRESENTAN EN FORMA CABAL, ESA ES LA RESULTANTE DE TANTA DISCUSION INCONDUCENTE, LLENA DE CONFUSIONES Y PREJUICIOS. POR SUERTE TENEMOS A ANA, QUE NOS «ESCLARECE» CON SUS COMENTARIOS…
Publicado por:
ana
fecha: 15 | 04 | 2008
hora: 11:58 pm
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El Halli Obeid tercero en la dirigencia montonera ,ese es el correcto apellido.Por lo menos este hombre no sigue las tendencias retrógradas,aburridas y ridìculas de,por ejemplo los presidentes de la república que también lograron-al par del El Halli Obeid(en árabe el gran señor)LUCRAR CON EL MENENISMO QUE TANTO CRITICAS.
Publicado por:
ana
fecha: 16 | 04 | 2008
hora: 12:08 am
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No hago alución a lo árabe es familia libanesa muy considerada en su lugar de origen la de este señor,no está en mi hacer alución a lo árabe.No son musulmanes,si así lo fueran serían también considerados,son cristianos.
El secuestro de un empresario italiano tuvo como consecuencia el retiro de capitales de ese origen del cinturòn de Córdoba.Ello desindustrializó a Córdoba.Casualmente el Cordobazo no se convirtió en Capitalazo por respeto a los intereses norteamericanos.
Las ganancias agrarias no responden a este gobierno sino al auge de consumismo de alimentos de los paises asiáticos.Eso lo sabe TODO EL MUNDO.PRINCIPALMENTE NORTEMERICA Y BRASIL PRIMERO Y SEGUNDO EXPORTADOR.
Publicado por:
ana
fecha: 16 | 04 | 2008
hora: 5:10 pm
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Ante la opinión de Julián e incluso de quien escribe este artículo,a todos mando a pedir explicaciones a quienes trabajan en el mercado de granos a término.
Ellos pueden explicar lo que las retenciones móviles significan.Es hablando claro CAMBIO DE SISTEMA.Que las ganancias vayan a parar a la industria,a los servicios,al pago de la deuda al grupo de los 7 o a su reestructuración para cuadruplicarla con el tren bala Y NO A LOS MENESTEROSOS eso no importa ES CAMBIO DE SISTEMA LO QUE SE DICE PRECIO POLITICO.Desentuciasma la inversión ,seguramente se vendrà abajo la prosperidad hasta hoy alcanzada por los precios internacionales de la soja(ellos no llegarán al productor).
La situación de argentina es muchísimo más complicada de lo que Julián opina,que a pesar de lo agresivo lo perdono pués su propósito es antigolpista como ha sido siempre el mìo,LO QUE HAY QUE LOGRAR ES LA ESTABILIDAD DEL GOBIERNO Y QUE ESTE SE DE CUENTA DEL DISPARATE QUE VA A HACER A PESAR DE LAS AUTORIZADAS OPINIONES DE FELISA Y LAVAGNA(a quienes veo padres de la criatura).
Leo por otro post la opinión de una tercera persona,que incluso puede ser bien intencionada porque tiene informaciòn correcta en muchas cosas que dice PERO COINCIDO CON JULIAN EN ESTABILIZAR AL GOBIERNO CONSTITUCIONAL.
Les recomendaría que para estabilizarse no vuelvan al 50 ,que no se olviden que PERON ERA MILITAR COMO LO ES CHAVEZ Y ESO ES IMPORTANTE.
Que incluso Perón se arrepintió de su política(de falso socialismo)de crear industria sustitutiva a costilla del campo.Perón vino entusiasmado con la tecnificaciòn del campo y la agroindustria.Continuó la polìtica de la EX JUNTA NACIONAL DE GRANOS en lo que respecta al precio sostén.Trajo la soja.
Julián no te enojes ,pero todo es un absurdo.En 1984/5 se celebrÓ el cincuentenario de esa JUNTA NACIONAL DE GRANOS.Los empleados -que apreciaban mucho a mi padre me invitaron-en el homenaje TENIA SITIO DE HONOR EN PLENO GOBIERNO DE ALFONSIN EL DR MARTINEZ DE HOZ-yo era hija del que habìa sido representante de ILLIA en la junta y EL GOBIERNO NO ME HABIA INVITADO.
Pero un poco de estudio de la historia calma los ánimos.Resulta que el fundador de LA JUNTA NACIONAL DE GRANOS COMO JUNTA REGULADORA ERA EL PAPA DE MARTINEZ DE HOZ.
Viste Juli como no tengo ensalada de fruta en la cabeza sino que todo es una ensalada de fruta.
Publicado por:
ana
fecha: 16 | 04 | 2008
hora: 5:40 pm
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Juli,me olvidaba,pero es necesario que estés enterado de la historia porque sos jóven.El industrial CUYO SECUESTRO Y MUERTE PROVOCO LA SALIDA DE CAPITALES ITALIANOS DE CORDOBA FUE OBERDAN SALUSTRO.
Publicado por:
JULIAN
fecha: 17 | 04 | 2008
hora: 6:26 pm
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ANA, TE RECOMIENDO LEER EL SIGUIENTE ARTÍCULO QUE SALIÓ AYER EN EL DIARIO PÁGINA 12, CREO QUE ES UN INTERESANTE APORTE A LA DISCUSION SOBRE EL TEMA DEL «CAMPO» Y LAS RETENCIONES Y CÓMO SE ESTÁN DEFINIENDO LAS POSICIONES POLITICAS EN LA ARGENTINA
¿Qué clase(s) de lucha es la lucha del “campo”?
En estas líneas, Eduardo Grüner ensaya un juicio provisorio del conflicto agrario. Desde una postura contraria a las medidas “objetivamente reaccionarias” de los productores rurales, señala los “gravísimos errores” del Gobierno, repasa la ideología burguesa de “odio clasista” y advierte que nunca desde la restauración democrática “la derecha había ganado la calle con una base de masas tan importante”. Más allá del carácter ni confiscatorio ni redistributivo de las retenciones —argumenta—, lo que está en juego es la legitimidad del Estado para intervenir en la economía.
Por Eduardo Grüner *
No es, todavía, hora de “balances” más o menos definitivos. Sí de detener, por un momento, la ansiedad, y de ver dónde está parado cada uno. El que esto escribe está en contra de las medidas (sobredimensionadas, extorsivas, objetivamente reaccionarias, y actuadas en muchos casos con un discurso y una ideología proto-golpista, clasista y aun racista) tomadas fundamentalmente por uno de los sectores más concentrados de la clase dominante argentina en perjuicio de la inmensa mayoría. No es algo tan fácil de explicar brevemente. Hay que empezar por señalar una vez más los gravísimos “errores” cometidos por el Gobierno. Están, por descontado, los errores “tácticos” inmediatos: la desobediencia a los más elementales manuales de política que recomiendan dividir al adversario, y no unirlo (y ni qué hablar de, además, dividir el frente propio); o la torpeza de apoyarse en personajes un tanto atrabiliarios de los cuales se sabe que –por buenas o malas razones– van a caer “gordos” a la llamada “opinión pública”. Pero más acá de estos “errores”, están los que no son “errores tácticos”, sino opciones estratégicas: no profundizar en la medida necesaria las políticas (tributarias y otras) de redistribución del ingreso, utilizar buena parte de las (inauditas) reservas fiscales para seguir saldando la maldita deuda; renovar los contratos de ciertos medios de comunicación que, debería el Gobierno saberlo, más tarde o más temprano se le pondrán en contra (y aquí, como en muchos otros casos, se ve cómo una opción estratégica se transforma rápidamente en un error táctico), y que lo hicieron de la manera más desvergonzadamente interesada de las últimas décadas. Ninguna de estas opciones estratégicas son algo para reprocharle al Gobierno. Reprochárselas –al menos, de la manera en que lo ha hecho cierta “izquierda” dislocada o cierta intelectual(idad) bienpensante y ya ni siquiera “progre” que, pasándose de la raya, cruzó definitivamente la frontera hacia la derecha– sería, paradójicamente, hacerse demasiadas ilusiones sobre un Gobierno que en ningún momento prometió otra cosa que la continuidad del capitalismo tal como lo conocemos. Vale decir: un Gobierno propiamente “reformista-burgués”, como se decía en tiempos menos eufemísticos. La situación, pues, no puede ser juzgada sino por lo que realmente es: una puja (no “distributiva” sino) interna a lo que en aquellos tiempos pre-eufemísticos se llamaba la “clase dominante”.
El inmediato mal mayor
Pero, pero: un gobierno legítimamente electo por la mayoría no es directamente miembro de aquellas “clases dominantes”, aunque inevitablemente tienda a “actuar” sus intereses. Y, en un contexto en el que no está a la vista ni es razonable prever en lo inmediato una alternativa consistente y radicalmente diferente para la sociedad, no queda más remedio que enfrentar la desagradable responsabilidad de tomar posición, no “a favor” de tal o cual gobierno, pero sí, decididamente, en contra del avance también muy decidido de lo que sería mucho peor; y si alguien nos chicanea con que terminamos optando por el “mal menor”, no quedará más remedio que recontrachicanearlo exigiéndole que nos muestre dónde queda, aquí y ahora, el “bien” y su posible realización inmediata. Porque el peligro del mal “mayor” sí es inmediato. En estas últimas semanas se han condensado potencialidades regresivas que muchos ingenuos creían sepultadas por un cuarto de siglo de (bienvenido) funcionamiento formal de las instituciones. ¿Exageramos? Piénsese en los “síntomas”, “símbolos”, “indicadores”, y también, claro, hechos. Nunca en este cuarto de siglo la derecha (económica, social y cultural, y no solamente política) había ganado la calle con una “base de masas” tan importante –incluyendo, sí, a esos “pequeños productores” cuyas legítimas reivindicaciones fueron bastardeadas, incluso por ellos mismos, al rol de “mano de obra” de los grandes “dueños de la tierra”–, hasta el punto de transformarse en un verdadero movimiento social del cual mucho oiremos en adelante. No solamente la calle, sino también el aire: nunca antes había sido tan férreo el consenso “massmediático” para apoderarse del Verbo público –como lo dijo inspiradamente León Rozitchner– con el objeto de aturdir hasta el mínimo atisbo de un pensamiento autónomo, no digamos ya “crítico”. Nunca antes las cacerolas habían sido tan bien disfrazadas de diciembre de 2001 argentino cuando en verdad representan –en inesperado retorno a su auténtico “mito de origen”– un septiembre de 1973 chileno. Nunca antes había habido una tan oportuna coincidencia con un aniversario del 24 de marzo. Nunca antes había habido una tan puntual coincidencia con un meeting de lo más granado de la derecha internacional en Rosario. Y ya que de “internacionalismo” se trata, nunca antes había habido una coincidencia tan “contextual” con las avanzadas desestabilizadoras –obviamente fogoneadas desde mucho más al Norte– sobre las “novedades” –no importa ahora lo que se piense de cada una de ellas– sudamericanas, desde las aventuras bélicas de Uribe en la frontera ecuatoriana (y por refracción, venezolana) hasta la feroz ofensiva oligárquico-separatista contra Evo Morales. Nunca antes se había conseguido reimponer el insostenible mito de que es el “campo” lo que ha construido a la “patria” (en una nefasta época esa construcción, se decía, había estado a cargo del Ejército Argentino, que era, al igual que el “campo”, incluso anterior a la nación: una asociación inquietante), cuando, sin meternos con la historia, sabemos que hoy –lo acaba de demostrar impecablemente el economista Julio Sevares– su contribución al PBI es mínima. O el igual de anacrónico mito de que estamos ante una batalla épica entre el “campo” y la “industria”, cuando hace ya décadas que los intereses de esos dos sectores actualmente ultra-concentrados en anónimas sociedades multinacionales –que incluyen, y en lugar destacado, a la “industria cultural” y los medios– entrecruzan sus intereses de manera inextricable, bajo el comando de las grandes agroquímicas, los pools sembradores, o los trusts de exportación cerealera.
El odio de la burguesía
Y a propósito de esto último, que atañe a la estructura de clases en la Argentina actual, nunca antes –posiblemente desde el período 1946/55– se había desnudado de manera tan grosera y frontal la violencia (por ahora “discursiva”) de la ideología de odio clasista de la burguesía y también de cierto sector de la llamada “clase media”; es este odio visceral e incontrolable, y no alguna desinteresada defensa del mitificado “campo”, es ese clasismo-racismo, él sí “espontáneo”, el que constituye la verdadera motivación para participar en los “piquetes paquetes”, desentendiéndose de la “contradicción” de estar orgullosamente haciendo lo mismo contra lo cual putean cuando se les corta la huida por Figueroa Alcorta. Que nunca haya sido tan pertinente, pues, el análisis de clase para juzgar un conflicto, no significa ejercer ningún reduccionismo de clase: las “clases altas” y las “clases medias” no tienen, es obvio, los mismos intereses materiales inmediatos; pero en la Argentina hace ya muchísimo que las segundas subordinaron sus intereses materiales a largo plazo a su patética, servil, identificación con los de las primeras, y es por eso que tan a menudo han trabajado de “mano de obra” de ellas, y en las peores causas. No hace falta ser un sofisticado marxista para entenderlo: bastaría citar la diferencia elemental –que constituye el ABC de la más básica sociología “estructural-funcionalista”– entre grupo de pertenencia y grupo de referencia.
Se equivoca pues la primera mandataria al decir que lo que se juega en este conflicto nada tiene que ver con la lucha de clases. Una vez más, no cabe reprochárselo: ella es peronista, y por lo tanto lo cree sinceramente. El problema es que crea que basta creerlo (o desearlo) para que la cosa no exista. No advierte, tal vez, la paradoja –por otra parte perfectamente explicable por la propia historia del peronismo histórico– de que el Gobierno que ella preside, aunque en “última instancia” represente compleja y ambiguamente, y con algunos escarceos defensivos de la autonomía del Estado, los intereses estructurales de la “clase dominante”, para la ideología estrecha de esa clase dominante, que ha hecho tan buenos negocios en este último lustro, representa los intereses (¿habría que decir: “simbólicos”?) de las otras clases, y por lo tanto su gobierno es el chivo expiatorio del “odio de clase” en una época en que, por suerte, ya no pueden hacerse pogroms masivos ni aplicarse científicos planes de exterminio colectivo. La clase dominante argentina está desde siempre acostumbrada a no tolerar ni siquiera aquellos tímidos escarceos “autonomistas” por parte de ningún gobierno (por lo menos, de ninguno “civil” y legalmente elegido: porque sí toleraron la mucha “autonomía” estatal de que gozaron las dictaduras militares para aplicar sus políticas económicas tanto como represivas). Aquella famosa consigna setentista –“Y llora llora la puta oligarquía, porque se viene la tercera tiranía”– era, entre otras cosas menos defendible, una ironía sobre el sempiterno tic de la burguesía, consistente en calificar de “tiránico”, “autoritario” o “dictatorial” (aunque en estos tiempos posgramscianos se diga “hegemónico”, como si la hegemonía no fuera el objeto mismo de la política) a cualquier gobierno, sea cual fuere su política, que osara insinuar que algunas cositas menores las iba a decidir él. Aunque parezca inverosímil, los acusaron de “comunistas”, “socialistas”, “nazifascistas”, sólo porque intentaron tomar algunas decisiones que, sin ser claramente opuestas a los “intereses dominantes”, no representaban una obediencia automática y directa a los amos del Capital.
La lucha de clases
Nada muy diferente está sucediendo ahora: puesto que llevamos un cuarto de siglo de democracia institucional, es en nombre de esa misma “democracia” que se usan los mismos (des)calificativos contra este Gobierno, al que se identifica, disparatadamente, como la otra parte en la “lucha de clases”. Y tal vez la Presidenta, aunque oscuramente, intuya esto, y por ello se defiende de lo que toma como una “acusación”. Pero, lo lamentamos: la lucha de clases no existe, pero que la hay, la hay. Muchos “progres”, al igual que este Gobierno, creen que no la hay porque las masas populares no están movilizadas en una contraofensiva dirigida al avance de la derecha. Pero, primero: las clases dominantes también luchan: la aplicación sistemática, sea a punta de bayoneta o por políticas “pacíficas”, de la reconversión capitalista “neoliberal”, eso es lucha de clases, emprendida por la clase dominante contra las dominadas y sus aún magras conquistas anteriores. Como lo es claramente el mantener desabastecidos a los sectores populares, con su inevitable consecuencia inflacionaria (algo que, a decir verdad, viene ocurriendo indirectamente desde mucho antes, dadas las cuotas de exportación ayudadas por el dólar alto y el consiguiente desequilibrio entre oferta y demanda en el mercado interno). Segundo: si las masas populares están desmovilizadas, también es porque este Gobierno (y sobre todo todos los anteriores, si bien éste no ha hecho nada importante para subsanarlo, limitándose en este terreno a administrar lo ya acumulado) las ha desmovilizado, aun cuando en defensa propia le hubiera convenido, incluso con los riesgos que hubiera representado para un gobierno “reformista-burgués”, tenerlas a ellas en la calle antes que, pongamos, a D’Elía o Moyano (y se entenderá, suponemos, que con esos nombres estamos simplemente haciendo una taquigrafía, y no imputaciones a personas). Como no las ha movilizado, la ofensiva de clase de las fracciones más recalcitrantes de la burguesía fue contra su “adversario” visible, el Gobierno: otra, y para nada menor, opción estratégica transformada en error táctico.
En fin, no estamos –hay que ser claros– ante una batalla entre dos “modelos de país”; el modelo del Gobierno no es sustancialmente distinto al de la Sociedad Rural. Pero la derecha y sus adherentes ideológicos no toleran la más mínima diferencia de “estilo” con su modelo, del cual creen ser los únicos dueños, y sus primeros benefactores. ¿Tomar conciencia de ello hará que el Gobierno, aunque fuera “en defensa propia”, pergeñe un “modelo” diferente? No parece lo más probable. Tiene razón Alejandro Kaufman: todo esto no nos ha hecho pasar a la “gran política”; pero también es cierto que, bien jugada, podría ser la ocasión de al menos atisbar ese pasaje a una suerte de “gran relato” de la política. De que nuestros debates principales ya no sean (aunque por supuesto habrá que seguir haciéndolos, en otra perspectiva) las mentiras del Indec o el dinero de Santa Cruz emigrado a Suiza, sino los que atañen, efectivamente, al “modelo”, incluyendo un modelo integral y planificado a largo plazo para el “campo”. Pero si esta ofensiva de la derecha triunfa, esa ocasión se habrá perdido por décadas.
La legitimidad del Estado
En este relativamente nuevo contexto, no podemos quedar atrapados (otra vez, sin que haya dejado de ser necesario hacerlas también) en las discusiones sobre los detalles “técnicos” del conflicto. Hoy, ahora, el problema central ya no son (y tal vez nunca lo fueron en serio) las benditas “retenciones”. En un registro “puramente” económico –lo acaba de demostrar Ricardo Aronskind– ya se está discutiendo la renta a futuro del 20 por ciento de los “dueños” que controlan el 80 por ciento de la “tierra”, y no centralmente las retenciones actuales. Ya lo sabemos: ni el aumento de las retenciones móviles a las rentas extraordinarias del “campo” supone, no digamos ya una medida “confiscatoria” (¡¡!!), sino ninguna “pérdida” importante para un “campo” que nunca ha ganado tan extraordinariamente; ni, del otro lado, es estrictamente cierto que las retenciones sean una medida ampliamente “redistributiva” que vaya a mejorar decisivamente la brutal injusticia social que aún campea en la Argentina. Pero esto no significa que las retenciones (no, claro, por sí mismas, pero sí en la trama de una política nacional articulada que incluyera muchas otras medidas) no podrían y deberían contribuir a esa redistribución. Si la derecha gana, se habrá creado un peligroso antecedente de deslegitimación de la intervención del Estado en la economía, y esto impediría, o al menos obstaculizaría gravemente, que este Gobierno (si es que en algún momento reorienta sus opciones estratégicas) o cualquier otro futuro, sí utilizara las retenciones u otras medidas semejantes con fines redistributivos. Eso, en el mejor de los casos. En el peor, una parte nada despreciable de la sociedad argentina habrá completado un enorme e integral giro a la derecha del cual difícilmente habrá retorno. La situación obliga, a todo el que sienta una mínima responsabilidad ante aquella sociedad, a sentar con la mayor nitidez posible una posición. Insistamos: no necesariamente a favor del Gobierno, sino inequívocamente en contra de intentonas que a esta altura ya nadie puede dudar que son intencionalmente o no (pero más bien sí) “desestabilizadoras”, “golpistas”, “reaccionarias”. Los “golpes” ya no son hechos con tanques e infantería, pero no por eso han caducado: la especulación económica, la insidia mediática de las medias verdades y las enteras mentiras, la corrupción verbal de los epítetos clasistas y racistas, la confusión consciente de la parte con el todo –sea a favor o en contra del Gobierno o del “campo”– suelen tener un efecto más lento pero incomparablemente más profundo que los mucho más visibles uniformes con charreteras. El Gobierno deberá tomar cuidadosa nota de las “novedades” que se han producido. Y también, y sobre todo, deberemos hacerlo nosotros, los que –sin ser totalmente o siquiera en parte “pro-Gobierno”– no tenemos derecho a equivocarnos sobre dónde está el peligro mayor. Sobre dónde estará: porque esto –tregua o impasse o compás de espera, como se quiera llamarlo– recién empieza.
* Sociólogo, ensayista, profesor de Teoría Política y de Sociología del Arte (UBA).
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ana
fecha: 17 | 04 | 2008
hora: 11:02 pm
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Mi drama Juli es que yo creo que el estado tiene que intervenir.Lee lo que me rompo toda en explicar con respecto a las retenciones .EL MECANISMO HACE AL PRECIO DE LA SOJA FIJO.ESO FUE LO QUE EL PROPIO PERON RECONOCIO COMO ERROR AL REGRESAR A LA ARGENTINA.
El precio polìtico o fijo quita el interés del inversor.VIENE A SER UN CAMBIO DE SISTEMA NO ENTRA DENTRO DE LAS LEYES DEL MERCADO.es confiscación de renta.El problema no está en el porcentual sino EN LA MOVILIDAD.
Fíjate que a un pobre tipo que fué al congreso peronista le habìan puesto un cartel que decìa QUE VUELVA EL IAPI.Con el IAPI en la época de Perón el campo era el Medioevo a nadie le interesaba producir.Tan es así que Perón mismo le decía a su mamá doña Juana Sosa que ella era una productora muy chica para tener peones.
Quieren practicamente PARAR EL CAMPO.Algún fin tendrán.Me dió un poco de risa porque empezaron a tirar tiros a medio mundo hasta el muchacho este que es tan artista cayó en la volteada.Lo hacen a propósito de esa forma vas a ver que algo sacan.Lo único que no solo el campo va a ser el atacado SINO LA CLASE MEDIA CITADINA TAMBIEN.
Publicado por:
ana
fecha: 17 | 04 | 2008
hora: 11:17 pm
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Decime Juli,una pregunta vos en 2001 tenías plata en el banco?-Habías podido ahorrar?.Yo pagaba mis impuestos con moratorias.No tenìa un mango ni por buscar.Todo lo que ganaba lo tenìa que pagar.
De la Rua trató de salvar con el 1 a 1 a los mismos USUREROS QUE LO VOLTEARON.
usureros?pobres tipos!PERO YO TAMBIEN TENGO DERECHO A SER PERONISTA y resentida social.
Publicado por:
ana
fecha: 17 | 04 | 2008
hora: 11:30 pm
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Me parece que este profesor lo es de mi hija que es Diseñadora de imágen y sonido y sigue licenciatura en arte.Anda en esos ambientes ,son artistas ,han pasado tantas amarguras con el neo capitalismo que van a tener que vivir un poco para darse cuenta de lo que todo esto significa.