obamaenergy.jpgBarack Obama ha hecho más por el medio ambiente en una semana que George W. Bush en ocho años. El camino, sin embargo, está lleno de obstáculos y las dificultades económicas y retos en el exterior pueden condicionar fuertemente cualquier avance verde en el futuro.

(Desde Madrid) EN LOS PRIMEROS MESES de la campaña electoral de Barak Obama, los enviros (el apodo o sobrenombre que se da a los medioambientalistas norteamericanos) fueron bastante escépticos a las propuestas del candidato demócrata en temas medioambientales, pero en poco tiempo, se ganó el respeto de la mayoría de los grupos ecologistas y lobbies más conocidos con un agresivo plan climático y de energía denominado New Energy for America.

Obama ha sido también uno de los copatrocinadores más agresivos junto a Barbara Boxer (D- California) y Bernie Sanders (I-Utah) en legislación sobre cambio climático y reducción de emisiones durante su época de Senador por Illinois. Gracias a estas acciones, Friends of the Earth, Sierra Club y The League of Conservtion Voters le han apoyado incondicionalmente en la recta final de su carrera hacia la Casa Blanca.

TANTO CONTAMINAS, TANTO PAGAS

Para aquéllos que no lo conozcan, New Energy for America es un plan que enumera una serie de acciones de choque y otras actuaciones más a largo plazo con el fin de reducir la dependencia exterior en la importación del crudo, limitar las emisiones, concienciar sobre el cambio climático y promover el uso de energías renovables. «Se crearán empleos verdes para ayudar a las familias con pocos recursos hacer frente al incremento de los costes energéticos»

Uno de los puntos más importantes de este plan es la utilización de un sistema de cuotas de emisión denominado cap and trade system, que tiene como objetivo reducir en un 80 por ciento las emisiones de dióxido de carbono hasta el año 2050. Por tanto las empresas más contaminantes son las que más tendrán que pagar.

Los permisos, llamados pollution permits, serán subastados de tal forma que la recaudación (más de 30 billones de dólares) se reinvertirá en la promoción del uso de energías renovables, para crear green jobs o empleos verdes y para ayudar a las familias con pocos recursos hacer frente al incremento de los costes energéticos en la gasolina y en el recibo de la luz.

BUSCANDO EL MENOR IMPACTO ENERGÉTICO

También cabe resaltar otros puntos interesantes como conseguir que el 25 por ciento de la electricidad que se consuma en Estados Unidos hasta el 2050 venga de energías alternativas y que sea de un 30 por ciento en todas las oficinas de la administración federal, «Obama quiere poner en la calles un millón de automóviles híbridos y que todos los Estados implementen medidas como las de California» o su intención de hacer un llamamiento para mejorar la eficiencia energética en un 50 por ciento hasta el 2030 y una mayor utilización del transporte público.

Propone también la inversión de 150 billones en un período de 10 años para I+D en biocombustibles, energías renovables, carbones menos contaminantes (clean coal) y otras tecnologías limpias.

Finalmente Obama quiere poner en la calles un millón de automóviles híbridos y conseguir que todos los Estados de la Unión quieran implementar medidas y estándares de calidad de aire tan estrictos como los de California. Este punto trae de cabeza a la industria del motor, ya que tendrá que introducir modificaciones en el diseño de sus coches en un plazo muy breve con un elevado coste adicional. Su apoyo no lo tendrá y probablemente los lobbies automovilísticos le pondrán las cosas difíciles.

UNA ADMINISTRACIÓN ECOLÓGICA

Pero la pegunta clave es saber si todas esta propuestas realmente verán la luz. Sólo una semana después de ser elegido presidente, Barak Obama ya ha tomado las primeras medidas medioambientales.

«Obama ha hecho más en una semana para reducir la dependencia del petróleo y por el calentamiento global que lo que hizo Bush en ocho años» En breve ordenará a todos los departamentos y agencias federales que busquen formas para ahorrar energía y que sus actividades sean más ecológicas. Se dirigirá también a los reguladores federales para que implementen estándares más estrictos para la reducción de emisiones sobretodo la de los coches y reforzará el trabajo de la agencia EPA (Environmental Protection Agency) para que las nuevas regulaciones se implementen con rigor.

Dentro de sus paquete de medidas económicas también se incluyen proyectos que van destinados a crear infraestructuras más eficaces para evitar el despilfarro energético como por ejemplo la instalación de 3.000 millas de cableado para alta tecnología y la utilización de medidores de electricidad inteligentes.

UN CAMINO LLENO DE OBSTÁCULOS

Ante estos primeros pasos, el director del Center of American Progress en Washington Daniel Weiss, ha hecho el siguiente comentario a la prensa: …This is a complete reversal of President Bush´s policy of censoring or ignoring global warming science… with fuel economy measures and clean energy investments in the recovery package, President Obama has done more in a week to reduce oil dependence and global warming than Bush did in eight years… (…Esto supone un total cambio de rumbo respecto a la política del presidente Bush de censurar o ignorar la ciencia del calentamiento global… Con medidas de ahorro energético e inversiones en energías enovables en el paquete de mejoras, el presidente Obama ha hecho más en una semana para reducir la dependencia del petróleo y por el calentamiento global que lo que hizo Bush en ocho años…).

Definitivamente Obama ha hecho más por el medio ambiente en una semana que Bush en ocho años. Todos a los que nos preocupa este tema, suspiramos con alivio… pero el camino está lleno de obstáculos y las dificultades económicas y retos en el exterior pueden condicionar fuertemente cualquier avance verde en el futuro.