Por Amaia Sánchez Cacicedo (para Safe Democracy)

Amaia Sánchez señala que Sri Lanka atraviesa una de sus etapas más críticas ante el estancamiento de las negociaciones de paz con la guerrilla de Los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE). Pese a ello, resulta llamativo que el país haya caído en la lista negra de los 25 países a punto de convertirse en Estados fallidos; hay otros conflictos (en Colombia o Mauritania) mucho más desestabilizadores, pero mejor ubicados en el ranking. ¿Son los índices declaraciones políticas enmascaradas, o hay algo más?


Amaia Sánchez Cacicedo colabora con centros de estudio relacionados con la resolución de conflictos en las regiones del Sur de Asia y Oriente Medio. Es graduada del Master en Relaciones Internacionales de la Universidad de Georgetown y ha trabajado con ACNUR en Sri Lanka, Kenia y Costa Rica.

SRI LANKA ATRAVIESA UNA DE SUS ETAPAS MÁS CRÍTICAS, particularmente en lo referente al estancamiento de las negociaciones de paz con la guerrilla de Los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE).

Desde la llegada al poder del nuevo presidente (noviembre de 2005), ha aumentado sustancialmente el clima de desconfianza entre ambas partes, pese a haber tenido lugar un intento fallido de reanudar las conversaciones de paz en febrero de este año.

FRÁGIL SITUACIÓN DEL PROCESO DE PAZ
De ahí la delicada situación del actual proceso de paz iniciado oficialmente con la firma del alto el fuego en febrero de 2002 entre el Gobierno esrilanqués y el LTTE, y mediante el que se pretende resolver un conflicto civil que ha causado ya 65.000 muertes a lo largo de más de dos décadas.

Perdura una situación de paz negativa en la cual las partes en conflicto parecen igualmente proclives a reiniciar la guerra o continuar en una situación de no guerra, no paz.

CRECIENTE INSEGURIDAD
Muy preocupante es el creciente deterioro de la situación de seguridad en el país, particularmente en la zona nordeste de mayoría tamil, donde se suceden las violaciones del cese al fuego en una escalada de violencia sin precedentes desde la firma del alto el fuego. Prueba de ello son los desplazamientos internos de población civil que se han registrado en la zona nordeste del país en los últimos meses, así como la llegada de nuevos refugiados esrilanqueses a las costas del sur de la India.

Un reciente acto suicida cometido por una guerrillera del LTTE –que aparentemente utilizó su condición de embarazada para perpetrar el atentado contra el Comandante Jefe de las Fuerzas Armadas de Sri Lanka en Colombo– no ha ayudado a calmar los ánimos.

EN LA LISTA NEGRA

Esta coyuntura supone un trampolín de lanzamiento para que Sri Lanka haya logrado colocarse entre los 25 países del mundo con posibilidad de transformarse en un estado fallido, según el Índice de Estados Fallidos 2006, publicado anualmente por The Fund for Peace.

La clasificación del LTTE como organización terrorista por parte de Estados Unidos –y su creciente presión sobre la Unión Europea para que haga lo propio– ha contribuido seguramente a elevar el posicionamiento de Sri Lanka en el ranking.

¿COLOMBIA Y MAURITANIA VAN MEJOR?
Parece que Colombia y Mauritania han corrido mejor suerte en su clasificación, a pesar de que el primer país sufre un violento y sangriento conflicto civil desde hace más de cuatro décadas, y Mauritania ha sido víctima de cuatro intentos de golpe de Estado militar en los últimos tres años.

Pese a ser un aliado en la guerra contra el terrorismo, Pakistán no ha gozado de tanta fortuna, ni siquiera registrando una tasa de crecimiento del 8,4 por ciento del PIB en el último año, sólo por detrás de China.

La formulación subjetiva y parcial de semejantes índices deben hacer cuestionarnos su utilidad y verdadera finalidad: ¿se trata de simples afirmaciones políticas enmascaradas, o hay algo más?

Hoy, es muy difícil saberlo.