George Irani señala que con el comienzo de una nueva guerra con Israel, tanto Irán como Siria se han lanzado hacia la misión de probar al mundo que ellas también son naciones poderosas y que no deben ser tomadas a la ligera. Irani cree que Israel y Estados Unidos se debilitan en Oriente Medio, mientras que Hezbolá, Hamás, Irán y Siria han ganado poder. La tragedia es que gente inocente tiene que morir para que estas organizaciones puedan hacer oír sus voces, señala. Tiempos complejos se avecinan en Oriente Medio.
George Emile Irani, de origen libanés, dirige el Programa sobre África y Oriente Medio del Centro Internacional de Toledo por la Paz, con sede en Madrid. Es autor de «El Papado y Oriente Medio: el papel de la Santa Sede en el conflicto árabe-israelí» y de numerosos artículos científicos sobre Oriente Medio.
VARIOS DÍAS HAN PASADO DESDE QUE HEZBOLÁ ATACARA EL NORTE DE ISRAEL, matando a ocho soldados y tomando a dos por rehenes, y como es sabido, el contraataque de Israel no se hizo esperar. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) respondieron casi inmediatamente organizando una invasión a Líbano con tropas terrestres a los fines de cortocircuitar la capacidad de Hezbolá de atacar las ciudades israelíes a través del lanzamiento de misiles.
Hezbolá –el Partido de Dios– se creó como resultado de la invasión israelí a Líbano en 1982. Liderada por Ariel Sharon, esta invasión — llamada Operación Paz para Galilea– tuvo tres objetivos: destruir la infraestructura de la OLP en Líbano, expulsar a las tropas sirias, e instalar un régimen democrático favorable a Israel.
La operación terminó con la exitosa expulsión de la OLP fuera de Líbano. Sin embargo, Siria permaneció firmemente arraigada en la región, pero Líbano no se volvió favorable a Israel.
AYUDA DESDE IRAN Y SIRIA
Desde su creación en 1982, Hezbolá ha pasado de ser una pequeña célula de fundamentalistas a transformarse en una poderosa organización política y militar dedicada a la lucha contra la ocupación israelí de la zona de seguridad en el sur de Líbano.
Al finalizar la Guerra Civil libanesa, en 1989, Hezbolá ganó 12 escaños en el Parlamento gracias al apoyo y a las maniobras de Irán y Siria, adquiriendo así presencia política.
A partir de entonces, han ganado poder en forma constante, actuando más en función de los intereses de Irán y de Siria que en defensa de los derechos de su propio pueblo.
Hezbolá se ha negado también al desarme, reivindicando el derecho a mantener su milicia para luchar contra el peligro de la ocupación israelí sobre las Granjas de Sheeba en la frontera libanesa con Siria. La milicia de Hezbolá es casi dos veces más poderosa que el actual ejército libanés, por lo que es muy difícil afirmar quién tiene el control del país: ¿los libaneses, los sirios o los iraníes?
El VOTO DE NASRALLAH
Hezbolá denominó sus ataques contra el norte de Israel y el secuestro de los dos soldados israelíes como Operación Al Waad al Saade, que en árabe significa Operación Promesa Cumplida.
El nombre deriva del voto que el Sheik Hassan Nasrallah, Secretario General de Hezbolá, hizo hace casi un año atrás, en virtud del intercambio de prisioneros entre Israel y Hezbolá que no fue cumplido en su totalidad.
Nasrallah juró secuestrar soldados israelíes y forzar así la liberación de los restantes prisioneros libaneses, y todo indica que años después ha cumplido su promesa, de ahí el nombre que en sí mismo revela el rol que juega la memoria en la subsistencia de los conflictos y venganzas en Oriente Medio.
FRACASO NEOCON
La Administración Bush está a la defensiva en Oriente Medio. La lucha contra el Eje del mal (el slogan favorito de los neoconservadores en Washington) ha resultado imposible.
A pesar de la captura de Sadam Hussein, las armas de destrucción masiva no han sido encontradas aún, y la actual guerra civil en Irak ha causado innumerables muertes, sumergiendo al país en el más profundo caos.
Corea del Norte también ha dejado a Estados Unidos sin poder y mal parado en la región. Con el apoyo de China, Kim Jong Il continúa desarrollando armas nucleares sin atender los pedidos de negociación de Estados Unidos.
TIEMPOS DIFICILES SE AVECINAN
Irán goza de una posición de gran poder en la actualidad. Tiene influencia sobre los chiíes de Irak y podría jugar un rol fundamental para la paz en la región, si lo desea.
Al iniciar esta nueva guerra con Israel, tanto Irán como Siria parecen haberse lanzado hacia la misión de probar que ellas también son naciones poderosas que no deben ser tomadas a la ligera.
Hamás y Hezbolá están haciendo lo mismo: reivindicando, a través de sus guerras, que se les permita decidir sobre sus propios destinos, en lugar de someterse a la dominación de los más poderosos. La tragedia está en el hecho de que gente inocente tiene que morir para que estas organizaciones puedan hacer oír sus voces.
Lo cierto es que tanto Olmert como Nasrallah han hecho una lectura errónea de sus respectivas intenciones.
Se avecina un largo y caliente verano en el Levante…
Publicado por:
Carmen
fecha: 15 | 08 | 2006
hora: 2:10 pm
Link permanente
Muy buen analisis!
Ojala los gobernantes de los paises arabes piensen como Irani.