Miguel Ángel Benedicto expone los progresos en las negociaciones para la adhesión de Turquía a la Unión Europea y explica las condiciones que el Parlamento Europeo ha impuesto a Ankara. A pesar de que el 48 por ciento de los europeos está en contra de la integración de Turquía a la Unión Europea, Benedicto asegura que la interrupción de las negociaciones resultaría desfavorable para el establecimiento de lazos entre Oriente y Occidente, después de los frutos conseguidos por Ankara en la lucha contra la tortura y la corrupción y en favor de los derechos de la mujer. ¿Es posible evitar el choque de trenes?
Miguel Ángel Benedicto es periodista y consultor especializado en asuntos europeos. Dirige Fácil Consultores y preside la asociación Ideas y Debate (España). Es coautor de los libros «Europa a Debate. Veinte años después (1986-2006)» y de «La Mayor Operación de Solidaridad de la Historia». Da clases en cursos de postgrado en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad Rey Juan Carlos y es licenciado en Derecho, Periodismo y Ciencias Políticas.
QUEDA MUY POCO PARA QUE SE CLARIFIQUEN LAS RELACIONES entre la Unión Europea y Turquía.
La Comisión Europea hará público su informe sobre los avances en las negociaciones para la integración de Turquía a la Unión Europea (el 8 de noviembre). La importancia del documento radica en que de ser negativo, se congelarían las negociaciones entre las dos partes y el tren turco descarrilaría de las vías que le llevan a la estación europea.
ANKARA Y EL INFORME DE LA COMISIÓN
En virtud de lo anterior, ¿qué debe de suceder para que el tren no descarrile?
El Parlamento Europeo aprobó un informe en el mes de septiembre en el que aconsejaba al Gobierno turco que pusiera en práctica una serie de medidas, entre las que destacan la mejora de la libertad de expresión, de religión y la apertura de sus puertos y aeropuertos a Chipre antes del mes de noviembre. En caso de que Ankara acatase las mismas, el informe de la Comisión sería positivo.
Analicemos los problemas que el Parlamento europeo puso sobre la mesa:
UNO: LIBERTAD DE EXPRESIÓN
El gobierno turco debe modificar el artículo 301 de su código penal para evitar que los intelectuales sean procesados cada vez que emiten una crítica a la identidad nacional turca, su gobierno o instituciones como la judicatura, el Ejército o la policía.
El artículo se ha aplicado de manera arbitraria para tipificar como delito una enorme gama de opiniones críticas o contrarias a la historia oficial o a la ideología dominante. Sin embargo, los juicios rara vez terminan con penas de cárcel pues suelen dar lugar a multas o absoluciones. Aun así el mero hecho de estar acusado –muchas veces por las denuncias de grupos nacionalistas de extrema derecha–, presiona a los intelectuales que se oponen al régimen establecido, lo que atenta contra la libertad de expresión. De todos modos, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció tras la absolución de la escritora Elif Shafak, el pasado mes de septiembre, que iba a iniciar una reforma legal para acabar con estos procesos.
DOS: LIBERTAD RELIGIOSA
La nueva ley de fundaciones no debe de establecer discriminaciones a las minorías religiosas no musulmanas –griega o Armenia– en cuanto a derechos de propiedad, dirección de fundaciones o formación religiosa.
Y respecto a las minorías musulmanas como los alevíes –entre 15 y 20 millones– no deben de tener restricciones para establecer sus lugares de culto, o recibir apoyo financiero del Estado.
TRES: APERTURA DE PUERTOS Y AEROPUERTOS A CHIPRE
Turquía firmó el protocolo de Ankara en julio de 2005, que ampliaba la unión aduanera entre el país otomano y la Unión Europea a los diez nuevos Estados miembros de la Unión.
Sin embargo, hizo constar en una declaración adicional que eso no implicaba su reconocimiento de Chipre.
El Gobierno turco se resiste a abrir sus puertos y aeropuertos a la isla, pues no le reconoce. Ankara pone como condición la apertura del comercio con la República Turca del Norte de Chipre, bajo dominio turco desde 1974. El comisario europeo para la Ampliación, Olli Rehn, alertó de que el rechazo de Turquía acabará tarde o temprano en un choque de trenes. Por su parte, Chipre amenaza con ejercer su derecho al veto.
Estos tres fueron los problemas sobre los que la Unión Europea hizo más hincapié. No obstante, también señaló que Turquía debe de adoptar, lo antes posible, una estrategia en el Sudeste del país –donde se han producido varios atentados terroristas durante el año– con el fin de afrontar las necesidades económicas, sociales y culturales de la zona ya que las medidas de seguridad no son suficientes para acabar con los problemas. La región, de población mayoritariamente kurda, es una de las más pobres y con mayor desempleo del país.
Además, la Unión Europea también indicó que es necesario reconciliarse con los países vecinos, incluida Armenia, y advirtió que el Ejército no debe interferir en el funcionamiento de la justicia ni en la agenda política.
SARKOZY Y MERKEL QUIEREN UNA RELACIÓN PRIVILEGIADA
Según datos del Eurobarómetro –publicado en el mes de julio– el 48 por ciento de los europeos está en contra de la entrada de Turquía a la Unión Europea, sin embargo, ese porcentaje sube varios puntos en Austria, Alemania, Luxemburgo, Chipre, Grecia o Francia.
El ministro francés Nicolas Sarkozy y la presidenta alemana Angela Merkel, abogan por una relación privilegiada de la Unión Europea con Turquía en lugar de su integración como miembro de pleno derecho. No obstante, para el Comisario Rhen, estas declaraciones dañan la credibilidad de la Unión Europea, además de retrasar las reformas políticas en Turquía. Y es que una vez que los turcos ya tienen la unión aduanera, pertenecen a la OTAN y se benefician de programas comunitarios, sólo queda ofertarles que se integren en las instituciones europeas, siempre y cuando, cumplan con los criterios de Copenhague. Lo demás es discriminarles respecto a los 10 nuevos Estados miembros o frente a Bulgaria o Rumania.
A principios de octubre el presidente francés, Jacques Chirac, exigió a Ankara que reconociera el genocidio armenio como precondición para su entrada en la Unión Europea. Además, en el Parlamento francés se debate una ley para penalizar la negación de dicho genocidio con penas de prisión. Todo esto no hace más que erosionar el apoyo popular turco a la Unión Europea que ha caído de un 70 a un 54 por ciento y podría dar lugar a un retroceso nacionalista; por su parte, el Eurobarómetro indica que tan solo un 22 por ciento de los turcos están en contra de la adhesión.
EL FUTURO EN EL AIRE
Los días que quedan hasta el 8 de noviembre serán decisivos para el binomio Unión Europea-Turquía, cuyo futuro está en el aire, pues problemas como el de Chipre o el papel del Ejército –la institución más valorada en el país– no se solventan de un día para otro.
Tanto una parte como la otra, deben mostrar su capacidad negociadora y avanzar en las reformas con mutuas cesiones para evitar la colisión del tren turco con el europeo. La suspensión de las negociaciones de adhesión de Turquía de manera rígida, tras los logros conseguidos por Ankara en la lucha contra la tortura y la corrupción o en favor de los derechos de la mujer, podría ser contraproducente a la hora de establecer puentes entre Oriente y Occidente.
Publicado por:
Andreas Hadjithemistos, Agregado de Prensa, Embajada de Chipre en Madrid
fecha: 16 | 10 | 2006
hora: 1:28 pm
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Es cierto que Turquía ha realizado avances significativos en el cumplimiento de los criterios de Copenhague. En efecto, el Gobierno de la República de Chipre ha reconocido, felicitado y apoyado la perspectiva europea de Turquía, tanto en la Cumbre del Consejo Europeo el 17/12/04 como en la Cumbre del 3 de Octubre de 2005 cuando se decidió la apertura oficial de las negociaciones para la adhesión del país a la UE.
No obstante, debo aclarar que el argumento turco de que la UE está intentando imponer condiciones nuevas al país carece de fundamento y veracidad. Hay que subrayar que, según la normativa comunitaria, aparte de los tan famosos criterios de Copenhague, cada país que presenta su candidatura de adhesión a la UE debe cumplir las condiciones que establece el artículo 49, y los principios del artículo 6, apartado 1, del Tratado de la UE. Pues, en el Artículo 6 queda bien claro que la «Unión respetará la identidad nacional de sus Estados miembros». En el caso particular de Turquía, el país no respeta dicha condición, y además se muestra contundente a la hora de afirmar que bajo ningún concepto reconocerá el Gobierno de Chipre. La necesidad del reconocimiento de todos los países de la UE queda manifiesto en la contra-declaración que la Unión Europea emitió el 21/09/2005 en respuesta a la declaración con la que Turquía acompañó la firma del Protocolo para la extensión del tratado aduanero a los diez nuevos miembros de la UE. Dicha contradeclaración establece que la declaración de Turquía es unilateral y no tiene ningún efecto legal sobre sus obligaciones que derivan de la firma del Protocolo, y recalca que la falta de su implementación total e indiscriminada repercutirá en el desarrollo global de sus negociaciones de adhesión. Recuerda que la República de Chipre es estado miembro de la UE y que la UE reconoce solamente a Chipre como sujeto de estado de derecho en la isla. Añade que el reconocimiento de todos los estados miembros es un componente fundamental del proceso de negociaciones, y por tanto subraya la importancia atribuida a la normalización de las relaciones de Turquía con los países miembros lo antes posible.
Por no ir más lejos, considero que no tiene ni sentido ni lógica ninguna que Turquía pida y reconozca el voto de Chipre, pero no a su portador. El reconocimiento del Gobierno de Chipre y la extensión del Tratado de Adhesión Aduanera por parte de Turquía no son criterios añadidos, sino que son condiciones sine qua non que emanan de los principios y valores fundamentales de la UE y del respeto de las «cuatro libertades básicas», de libre circulación de mercancías, de personas, de servicios y de capitales.
No tenemos la intención de vetar el proceso europeo de Turquía, ni de provocar un «choque de trenes»; hemos apoyado y apoyamos su perspectiva europea. No obstante, nuestro apoyo no puede ser un cheque en blanco; Turquía debe cumplir con sus acuerdos con la UE, y por tanto con sus obligaciones legales y políticas con relación al Gobierno de Chipre como estado miembro de la UE.
Publicado por:
Miguel Angel Benedicto
fecha: 17 | 10 | 2006
hora: 1:10 am
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Estimado Andreas,
te recuerdo que en el año 2004, la propuesta de la ONU para la reunificación de Chipre fue votada favorablemente por la parte turcochipriota mientras que los grecochipriotas votaron en contra. Un resultado positivo en ambas comunidades hubiese supuesto el inicio de la resolución del conflicto.
Ya que la UE no fue capaz de solventar el problema antes de la adhesión de Chipre, quizás sea en el marco de las Naciones Unidas dónde tu país también podría haber dado un paso hacia adelante tras la negativa a la consulta.
Publicado por:
Andreas Hadjithemistos
fecha: 17 | 10 | 2006
hora: 11:20 am
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Estimado Miguel Angel,
Sin duda ninguna, la solución de la cuestión chipriota necesita la implicación y colaboración comprometida y constructiva de ambas comunidades de la isla. De hecho, el Gobierno de Chipre ha estado siempre comprometido ante su pueblo y la comunidad internacional con una solución de federación bizonal y bicomunal, de acuerdo con las Resoluciones de la ONU y respetando los principios fundamentales de la UE. Entre las más destacadas y recientes pruebas de ello son: la reunión que se celebró entre el S.G de la ONU Sr. Kofi Annan y el Presidente de Chipre Sr. Tassos Papadopoulos en febrero, donde se coincidió en que el dialogo entre las partes implicadas debería continuar con el fin de acelerar la búsqueda de una solución global y mutualmente aceptada para la cuestión chipriota. La otra reunión que me gustaría destacar es la del 8 de julio entre el Subsecretario General para Asuntos Políticos de la ONU Sr. Ibrahim Gambari y los líderes de ambas comunidades de la isla, Sr. Papadopoulos y Sr. Talat, donde, entre otras cosas, se estableció que el proceso de negociaciones consistiría en conversaciones sobre temas tanto cotidianos como de sustancia política. Es digno de mencionar que, desde 2003, los mismos greco-chipriotas que rechazaron el Plan Annan han cruzado los pasos de transito hacia la parte ocupada 4 millones de veces, han contribuido con cerca de 45.000.000 Euros a la economía turco-chipriota y están dando lugar a la creación de una nueva realidad de convivencia e integración pacífica y plena de las dos comunidades principales de la isla. Los ciudadanos turco-chipriotas son ciudadanos del gobierno de Chipre y de la UE: están inscritos y cobran pensiones de la seguridad social, reciben asistencia médica gratuita, poseen los documentos de identidad del Gobierno, tienen derecho a facilidades y ayudas sociales, y pueden ejercer plenamente sus derechos como ciudadanos europeos.
El Plan Annan fue rechazado por la abrumadora mayoría de los greco-chipriotas por considerar que no comprendía una solución justa, funcional y viable para la isla. Además, la solución de la cuestión chipriota no fue una precondición para la adhesión del país a la UE. No obstante, los esfuerzos para la reunificación del país nunca han cesado, y nunca cesarán hasta conseguir que el pueblo chipriota en su totalidad viva en paz, armonía y prosperidad.
Sin embargo, el reconocimiento del Gobierno de Chipre y la extensión del Tratado de Adhesión Aduanera por parte de Turquía sí que son condiciones de obligatorio cumplimiento por Turquía para sus negociaciones de adhesión a la UE. Insisto, no tenemos la intención de vetar el proceso europeo de Turquía; no obstante, pedimos que cumpla con sus obligaciones legales y políticas hacia la UE.