¿Para qué sirve el Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico?

Por Ricardo Israel Z. (para Safe Democracy)

Ricardo Israel Z. dice que la APEC se ha desviado de su objetivo original –promover el libre comercio y la cooperación en la región de AsiaPacífico— y se ha convertido en un espacio (otro más) donde se hacen muchas declaraciones, pero se obtienen pocos resultados. Las metas se alejaron: las relaciones multilaterales fueron reemplazadas por acuerdos bilaterales, y se añadieron otros temas como la seguridad, la proliferación nuclear, el terrorismo y la gripe aviar. Israel Z. cree que la inclusión de estos temas ha diluido la agenda de liberalización comercial y cooperación para lo que había nacido.


Ricardo Israel Z. es Catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Chile. Tiene un Ph.D. y un Master en Ciencia Política por la Universidad de Essex y dirige el Centro Internacional para la Calidad de la Democracia y la Escuela de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Chile. Preside el Comité de Fuerzas Armadas y Sociedad de la Asociación Mundial de Ciencia Política. Ha publicado decenas de libros y ensayos traducidos a varios idiomas y es conductor y comentarista de programas políticos e internacionales en Radio y TV de Chile.

CUANDO NACIÓ EL FORO de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), en 1989, parecía que había surgido la institución más adecuada para la globalización.

Se trataba de economías y no tanto de países representados; ejemplo de ello es que China, Hong Kong y Taiwán podían formar parte de la misma.

El objetivo era promover el libre comercio y la cooperación: las economías desarrolladas lo lograrían para el año 2010, y las que se encontraban en vías de desarrollo para 2020.

A diferencia de otras organizaciones, casi no había burocracia y el secretariado era pequeño, además, a sus reuniones llegaban líderes de verdad. ¿En cuántos encuentros internacionales se lograba reunir a los presidentes de Estados Unidos, China, Rusia y al primer ministro de Japón? Parecía lógico, en el sentido que el Pacífico se había transformado en el principal centro del progreso y adelanto del planeta.

DILUYENDO LOS TEMAS
Sin embargo, algo le pasó a la APEC que perdió el rumbo. Las metas se alejaron, las relaciones multilaterales fueron reemplazadas por acuerdos bilaterales, y se añadieron otros temas como la seguridad y obviamente, a partir de 2001, el terrorismo.

Incluso en temas como la Ronda de Doha, las reuniones anuales se entramparon en intentar solucionar problemas entre Estados Unidos y la Unión Europea. La última, llevada a cabo en Hanoi (del 17 al 19 de noviembre) fracasó totalmente en torno a las diferencias de China y Estados Unidos en relación a la cuestión nuclear de Corea del Norte.

¿En qué se ha convertido la APEC? No hay una respuesta contundente para tal pregunta.

ESCASOS RESULTADOS
Lo que parecía ser la institución líder de la globalización fue perdiendo rumbo y ya no tiene iniciativas novedosas ni decisivas en la promoción del libre comercio. A pesar de sus objetivos, los avances hoy son cada vez más escasos y por lo tanto, los pronósticos se han oscurecido.

Formar un club selecto de líderes mundiales parece no ser suficiente, aunque siempre es valioso que se reúnan y por cierto, aún más relevante, el acceso que ello permite a los países mas pequeños como Perú, Chile o Filipinas.

La institución nació para dar un paso adelante en relación a los procesos de integración –como el europeo– sobre la base exclusiva del libre comercio, no obstante, las metas fijadas se ven cada vez más distantes.

¿Y LA LIBERALIZACIÓN?
A pesar de que las economías que la integran representan más del 60 por ciento del PIB mundial y alrededor del 50 por ciento del comercio del planeta, lo cierto es que se ha convertido en lo que otros foros internacionales: muchas declaraciones y pocos resultados.

Japón y Estados Unidos siguen protegiendo su agricultura y los aranceles promedio de sus economías han bajado, pero el avance en barreras no arancelarias y liberalización de servicios e inversiones ha sido insuficiente. En otras palabras: se ha facilitado el comercio (como en el resto del mundo) pero se ha logrado poco en su liberalización.

¿Qué fue lo que sucedió?

1. La APEC tiene objetivos, pero no un mecanismo para lograrlos.

2. Sus acuerdos son vagos, y las decisiones se toman por consenso, sin que sean vinculantes.

UNA INSTITUCIÓN CON SELLO ORIENTAL
Lo mejor y lo peor de APEC, que explica sus logros y su actual frustración, es lo mismo: una institución con sello oriental, con lo bueno y lo malo que ello trae consigo. Es decir, si hay crítica nunca se individualiza a quien se dirige.

Este ritmo oriental ha conducido a una proliferación de tratados bilaterales de comercio, lo cual es positivo, pero de acuerdo a los objetivos iniciales, lo que se está consiguiendo es desviar a los países de la liberalización multilateral.

Por último, el ingreso al foro de temas como la gripe aviar, el SIDA, el terrorismo y la proliferación nuclear han logrado diluir la agenda comercial.

¿Qué subsiste de los propósitos iniciales de 1989? La flexibilidad y el acceso casi único a los principales líderes del mundo por varios días, de sus colegas y de empresarios, aunque en sus inicios era sólo una reunión de ministros.

¿Qué falta? Una adecuación muy profunda, para evitar que este foro, que parecía innovador, se convierta en una cumbre más.

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