Malos resultados para el APRA en las elecciones regionales y locales
Ricardo Quesada Oré explica por qué el APRA ha obtenido tan malos resultados en las últimas elecciones regionales y locales en Perú cuando el 92 por ciento de los ciudadanos aprueba la gestión del presidente Alan García. Quesada Oré cree que el APRA ganó las últimas elecciones presidenciales con votos prestados por los opositores al nacionalista Ollanta Humala, mismos que no han podido retener. Pero habría más: el avance de los partidos independientes –no vinculados con los partidos tradicionales–, el gran número de candidatos que dispersan el voto, y la falta de renovación y liderazgo que existe en la política peruana.
Ricardo Quesada Oré es economista y ha realizado cursos de especialización en la Universidad Carlos III de Madrid. Ha sido profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú y de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas del Perú.
LOS RESULTADOS DE LAS ÚLTIMAS ELECCIONES para los gobiernos regionales y locales en Perú no han sido favorables para el partido de gobierno (APRA). Esto se puede apreciar claramente en el escaso número de presidentes regionales apristas electos y en la abultada derrota sufrida en la lucha por la alcaldía de la capital, donde se concentra más de la tercera parte del electorado a nivel nacional.
El APRA, que contaba con 12 presidentes regionales en el período 2002-2006, sólo pudo ganar en 2 de las 25 regiones existentes en esta elección. Esta significativa caída se puede explicar por los numerosos escándalos de corrupción y mala gestión de algunas autoridades apristas en dicho periodo. Cabe destacar, que en las elecciones de abril del presente año, ya se podía apreciar dicha tendencia, ya que en aquella oportunidad el APRA sólo logró ganar en 5 de dichas localidades.
DERROTA EN LIMA
Sin embargo, uno de los principales reveses de esta elección para el partido de gobierno, ha sido la clara derrota en la alcaldía de Lima. Ésta sin lugar a dudas fue una muy mala jugada política, dado que se presentó a un candidato poco conocido y con escaso carisma para hacer frente a un alcalde que buscaba la reelección, sin haber realizado una gestión espectacular y con preferencias superiores al 50 por ciento al momento de iniciar la campaña electoral. El resultado fue que el candidato del APRA quedó en tercer lugar, obteniendo sólo un 12 por ciento de los votos.
Asimismo, el APRA también perdió en Trujillo, una de las principales ciudades peruanas y bastión histórico del aprismo (por ser la ciudad de nacimiento de Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador del Partido Aprista Peruano) lo que posiblemente repercutirá en la organización de la dirigencia del partido de gobierno.
DOS RAZONES DE PESO
Luego de cerca de 4 meses de gobierno, el APRA sufrió una evidente derrota en las elecciones regionales y locales, cuando Alan García contaba con más de 60 por ciento de aprobación en su gestión. ¿Por qué si la aprobación del Presidente es alta, no se refleja en el resultado de las elecciones?
UNO
Cabe recordar que la victoria del APRA en las elecciones presidenciales fue para evitar el triunfo del nacionalista Ollanta Humala, es decir, recibió votos prestados que no pudo retener en las elecciones de autoridades regionales y locales. No ha podido volver a ganar en algunas localidades en las que obtuvo resultados satisfactorios en las elecciones presidenciales.
DOS
En segundo lugar, es importante destacar que los independientes ganaron en 21 regiones del país. Estos son movimientos que no están relacionados con los partidos tradicionales de la política peruana.
Se demuestra una vez más la falta de renovación y liderazgo que existe en la política peruana, la falta de estructura y organización de los partidos políticos, así como la inconformidad de la población con quienes han sido sus líderes en los últimos tiempos. Recordemos que Fujimori, Toledo y Ollanta surgieron como outsiders, eran personajes prácticamente desconocidos que apoyaron sus candidaturas en el hecho de no ser políticos tradicionales, y finalmente consiguieron un alto apoyo popular.
PUENTES DE DIÁLOGO
Otra lección importante de las elecciones, es que nuevamente se presenta un gran número de candidatos, dispersando el voto de los electores. Un comentario aparte es la obligación de sufragar en las elecciones. Para consolidar una democracia no es necesario obligar a los ciudadanos a votar, hay que respetar sus derechos, crear oportunidades de desarrollo y asegurar el acceso de la población a servicios esenciales como educación y salud. Es hora de reflexionar sobre la obligatoriedad del voto en el Perú.
¿Cuál es el panorama político en Perú a corto plazo?
Ante la derrota en las elecciones, APRA está tendiendo puentes de diálogo con los nuevos presidentes regionales, que sin duda también necesitan del apoyo del gobierno central. En el campo económico, García mantiene la estructura del modelo económico del anterior gobierno con resultados satisfactorios. El Tratado de Libre Comercio se vuelve una prioridad y esperemos que se llegue a firmar en el corto plazo, aunque el triunfo demócrata en las elecciones parlamentarias en Estados Unidos pueda dificultar las negociaciones.
APROBACIÓN DE LA GESTIÓN PRESIDENCIAL
Por otro lado, en una reciente encuesta de la Universidad de Lima hecha a los principales empresarios del país, el 92 por ciento aprobó la gestión del presidente, y el 68 por ciento consideró que la situación económica dentro de un año será mejor, lo que muestra el respaldo de la clase empresarial a la actual gestión. Sin embargo, es importante destacar que el 84 por ciento declaró no tener confianza en el Congreso, y el 87 por ciento tampoco tiene confianza en los Gobiernos Regionales. Pero quizá lo más preocupante es que el 97 por ciento de los encuestados no confía en el Poder Judicial.
Pero el gobierno ya recibe las primeras críticas de parte de la oposición y de aquellos sectores nacionalistas que lo acusan de aliarse con la derecha por no cambiar el modelo económico y fomentar el TLC. Además, los malos resultados electorales podrían generar una pugna al interior del partido por conseguir una mayor participación en el poder.
CORTINAS DE HUMO
Alan García está demostrando un buen manejo político, claramente mejor que Toledo. Mantiene el modelo económico del anterior gobierno con buenos resultados macroeconómicos, pero tiene que iniciar un importante cambio en temas como justicia, salud y educación.
Se debe perfeccionar el sistema de descentralización, para lograr el desarrollo local y evitar que se convierta en más burocracia. Estos son temas prioritarios, antes que cortinas de humo como el proyecto de pena de muerte a terroristas, que puede tener una aceptación en un sector mayoritario de la población, pero que es jurídicamente inaplicable y moralmente inaceptable, al menos para el que suscribe.
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