Cambios que convendría aplicar a mediano y largo plazo
Miguel Ángel Benedicto explica por qué la Unión Europea se encuentra en crisis, sumida en un impasse y es ineficaz e inoperante y no actúa de manera colectiva sino a impulsos cuando le explotan los problemas en la cara. Benedicto cree que responder a los problemas del día a día es insuficiente. La ampliación al este no ha sido bien explicada ni tampoco se ha afrontado la globalización de manera correcta. Sepa a continuación qué debería hacer la UE para evitar la parálisis y cuáles son los cambios radicales que convendría aplicar a mediano y largo plazo.
Miguel Ángel Benedicto es periodista y consultor especializado en asuntos europeos. Dirige Fácil Consultores y preside la asociación Ideas y Debate (España). Es coautor de los libros «Europa a Debate. Veinte años después (1986-2006)» y de «La Mayor Operación de Solidaridad de la Historia». Da clases en cursos de postgrado en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad Rey Juan Carlos y es licenciado en Derecho, Periodismo y Ciencias Políticas.
EUROPA ESTÁ EN CRISIS, sumida en un impasse, es ineficaz e inoperante y no actúa de manera colectiva sino a impulsos cuando le explotan los problemas en la cara.
Llevamos más de un año, tras los noes a la Constitución europea en los referéndum francés y holandés, escuchando esta cantinela que genera frustración y fatiga en los ciudadanos. Sin embargo, tiene su parte de verdad porque en la Unión Europea los plazos de actuación para resolver los problemas son muy largos y las respuestas son lentas o incompletas: no hay más que leer las conclusiones de los Consejos europeos que no dejan de ser simples deseos o papel mojado.
FALTA DE INTERÉS Y DERIVA
Existe una falta interés colectivo y hay una deriva hacia el inter-gubernamentalismo que tiene varias causas. La ampliación de la UE no ha sabido digerirse ni se ha acompañado por el necesario cambio institucional, tampoco se ha afrontado la globalización de manera correcta.
Además, el proyecto europeo ha dejado de ser algo elitista y los ciudadanos quieren que sus problemas reciban respuesta a nivel supraestatal. Como ejemplo tenemos el reto de la inmigración que no puede ser resuelto por los Estados miembros y se piden soluciones a una Europa que carece de las competencias y presupuesto suficiente para afrontarlo.
REFORMA PROFUNDA DE LAS INSTITUCIONES
La salida a la crisis no pasa sólo por responder a los problemas del día a día, que vuelve a propugnar el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, sino por una reforma profunda de las instituciones que les otorgue la eficacia y operatividad de la que carecen.
La política de las cuestiones diarias es una visión cortoplazista. Así, bajar las tarifas del roaming telefónico o mejorar los derechos de los pasajeros de las líneas aéreas está muy bien pero no soluciona los grandes problemas.
Europa necesita responder con visión de futuro a situaciones como las de sus límites fronterizos ante nuevas ampliaciones, su política exterior en el mundo, la inmigración o el suministro de energía, que requieren de una planificación y un marco de actuación del que actualmente carecemos.
EVITAR LA PARÁLISIS
Los europeos exigen respuestas a esos retos y éstas sólo pueden venir a través de un minitratado parecido al propuesto por el ministro francés Nicolas Sarkozy o mediante un cambio institucional radical.
A corto plazo, las reformas deben pasar por un compromiso político de los Estados miembros que permita, de manera urgente, la redacción de un pequeño tratado que evite la parálisis actual. En ese acuerdo se debería incluir el uso de las mayorías cualificadas (por ejemplo, en materias de Justicia e Interior) para agilizar la toma de decisiones, una presidencia estable de la UE, un ministro de Exteriores, un presidente de la Comisión elegido por el Europarlamento y una reducción drástica del número de comisarios.
CAMBIOS MÁS RADICALES
A medio y largo plazo, los cambios deberían ser más radicales: partidos políticos europeos con líderes transnacionales, un Parlamento que asuma el papel de poder legislativo con un verdadero control de la Comisión a la que pueda elegir y pedir responsabilidades y un Consejo europeo que pasara a ser una segunda cámara con representación de los intereses nacionales.
Lo demás no dejan de ser parches que nos sumen en una profunda eurofatiga.
Publicado por:
Teresa
fecha: 28 | 09 | 2006
hora: 12:43 pm
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Estoy totalmente de acuerdo con la línea argumental del autor. Me decepciona mucho que en lugar de hacer una reforma inmediata de las Instituciones la Comisión esté con el Libro Blanco, el Plan D, etc.
Publicado por:
Rocío Martin
fecha: 28 | 09 | 2006
hora: 12:48 pm
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Yo estoy de acuerdo plenamente con el autor en cuanto al diagnóstico, pero creo que es muy idealista pensar que algo alo así pueda suceder, como lo que aquí se recomienda.
El dabeta nos retrotrae al dilema idealismo-realismo en las relaciones internacionales.
Publicado por:
Manuel Castro
fecha: 29 | 09 | 2006
hora: 8:56 am
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De acuerdo en la exposición del problema, aunque echo de menos una opinión sobre la prioridad en afrontar las soluciones y , ante todo, un juicio a la falta de acierto en interiorizar en los ciudadanos el «espíritu europeo» que haga olvidar el insolidario chauvinismo nacionalista, lo que en mi opinión sería el imprescindible primer paso.
Publicado por:
Fátima Aburto
fecha: 29 | 09 | 2006
hora: 1:15 pm
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Todos los que pensamos que necesitamos «mas Europa» deberíamos hacer un esfuerzo en teorizar cuantos problemas no se resuelven (y si no se hace pronto la solución se hace mas inviable) porque no hay una unión política de europa.
La inmigración (su control y su integración) es uno, pero hay muchos mas: la seguridad en el Mediterraneo, la competitividad económica en un mundo globar, la protección social europea, la visión laicista y de defensa de libertades y ddhh. Son palabras mayores que solo se pueden abordar con mas Europa.
Hay que teorizar y acercar esas soluciones a los ciudadanos. Es preciso que perciban todo lo que nos perdemos por no integrarnos política mente así como los riesgos que corremo y como no: lo que podríamos ofertar a un mundo muy necesitado de soluciones.
Publicado por:
MILIKITO
fecha: 17 | 10 | 2006
hora: 2:00 pm
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Buenas:
esto no va a cambiar, son demasiad@s los que estan a la sombra de las instituciones, que han dejado de aportar en lo necesario y tan solo aguardan el sueldo a mediados de mes.
Muchos planes blanco, Plan D, pero todas las instituciones europeas carecen de competencia con las cuales delimitar y hacer que europa avance hacia un solo camino comun. Han primado, priman y primaran mas los intereses nacionales a los comunitarios, nos pongamos como nos pongamos.
Los ciudadanos europeos estan hartos de que se les intente inculcar el espiritu europeista, mientras los politicos que lideran esta nave no son los primeros en dar ejemplo: solidaridad.
Para terminar, funcionarios bien pagados nombrados a dedo, gentes politicas que llegan a estos lugares despues de haber quedado «descolgados» en sus menesteres politicos nacionales y una supongo amplia desmotivacion del personal al comprobar que europa no es lo que soñaban.
un abrazo
MILIKITO
pd- Buen articulo, lastima que quede en el olvido y ningun politico tome nota Continue asi por favor.