Un acuerdo de paz regional o el (nuevo) estallido de la violencia
Rafael Calduch dice que la intervención israelí en Líbano y los territorios palestinos aspiraba a lograr tres objetivos: la derrota militar de los grupos guerrilleros de Hezbolá y Hamás; la neutralización de las influencias siria e iraní en Líbano y los territorios palestinos, y, por último, el compromiso militar, y no sólo diplomático, de la comunidad internacional en la pacificación de la región. Más allá de que no ha habido victorias aplastantes de ninguna de las partes, y que Israel fracasó (parcialmente) en los dos primeros y ganó en relación al tercero, Calduch cree que se plantean ahora dos escenarios divergentes: que surja un acuerdo de paz regional y definitivo –como Camp David tras la guerra de Yom Kippur– o que el estallido de la violencia entre las partes pulverice nuevamente las posibilidades y la credibilidad de futuros acuerdos regionales.
Rafael Calduch Cervera es catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid y director del Master en Relaciones Internacionales y Comunicación de la misma universidad. Ha realizado un doctorado en Ciencias Políticas y Sociología y preside la consultora «Análisis Estratégico Internacional«.
LA EXPERIENCIA ACUMULADA DESDE VIETNAM hasta la actualidad, ha demostrado de un modo fehaciente que las guerras asimétricas contra organizaciones guerrilleras, bien implantadas en un amplio territorio y con suficiente apoyo popular, son muy difíciles de ganar y rara vez se pueden rentabilizar políticamente.
Esa experiencia tuvo que asumirla Israel tras su intervención en Líbano, en 1982, con la denominada Operación Paz en Galilea, ya que no pudo impedir, tras quince años de ocupación militar, que el sur de Líbano terminase convirtiéndose en un feudo de Hezbolá.
Las recientes operaciones militares israelíes evidencian que las lecciones militares y políticas tras la fracasada experiencia de 25 años atrás, no han sido aprendidas: ¿Cuáles eran los objetivos estratégicos del gobierno de Israel al desencadenar esta guerra? ¿Hasta qué punto los ha alcanzado y a qué precio?
UNA INTERVENCIÓN CON TRES OBJETIVOS
La reciente intervención israelí en Líbano y los territorios palestinos aspiraba a lograr tres objetivos: la derrota militar de los grupos guerrilleros de Hezbolá y Hamás; la neutralización de las influencias siria e iraní en Líbano y los territorios palestinos, y, por último, el compromiso militar, y no sólo diplomático, de la comunidad internacional en la pacificación de la región.
Tales objetivos se han pretendido alcanzar con una intervención militar de destrucción sistemática pero selectiva, que entrañase poco riesgo para las fuerzas israelíes y minimizase así su coste político y electoral.
DOS FRACASOS (PARCIALES), UN LOGRO (PLENO)
Respecto de estos objetivos, Israel ha conseguido plenamente el relativo a la internacionalización de la seguridad fronteriza y sólo de modo incompleto los otros dos.
Desde el punto de vista militar, el fracaso parcial se ha debido a que la intervención no ha sido ni gradual ni proporcionada, y, sobre todo, se ha realizado generando en la población israelí unas expectativas de victoria total que hiciesen políticamente aceptables las víctimas, civiles y militares, que el país iba a sufrir. Ello le está acarreando al gobierno israelí un coste político, tanto nacional como internacional, mayor del que había evaluado inicialmente.
TAMPOCO GANÓ HEZBOLÁ
Sin embargo, esta realidad no permite concluir el triunfo de Hezbolá en esta guerra. Al contrario, el desmantelamiento de las bases guerrilleras de Hezbolá en el sur de Líbano es un hecho y las guerrillas de Hezbolá ya no controlan los territorios fronterizos con Israel, como lo demuestra el despliegue de las tropas libanesas y de la fuerza multinacional de pacificación.
Un análisis parecido podría realizarse respecto de los grupos guerrilleros de Hamás en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania.
LA VIEJA ESTRATEGIA DEL PLAN MARSHALL
En cuanto al objetivo de minimizar la influencia de Siria e Irán en Líbano, sin duda la intervención militar israelí ha cambiado la correlación de fuerzas al crear las condiciones para que la comunidad internacional capitalice el proceso de reconstrucción libanesa vinculando así el futuro político y económico de este país a la hegemonía occidental a involucrarse en la estabilización política y la reconstrucción económica y social del Líbano.
Es la vieja estrategia del Plan Marshall, que se viene aplicando durante los últimos años en Afganistán, Irak y, ahora también, en Líbano. Además, Siria e Irán, incapaces por sí solos de llevar a cabo esa reconstrucción, tendrán en el futuro mayores dificultades y costes para mantener su apoyo, militar y político, a los grupos radicales como Hezbolá.
EFECTOS DESESTABILIZADORES
Pero la guerra tiene y tendrá efectos estratégicos desestabilizadores que deben también ponderarse, para poder extraer el balance final adecuado.
En primer lugar, las pérdidas humanas –tanto libanesas como palestinas e israelíes– contribuirá a mantener y, tal vez, potenciar la capacidad de movilización de los grupos islámicos más radicales y violentos, lo que significará la acentuación de la espiral terrorista en Oriente Próximo y en los países occidentales.
Además, el descrédito alcanzado por Israel en los medios de comunicación y ante la opinión pública internacional, terminará minando la posición diplomática del gobierno de Ehud Olmert, y, a la larga, aumentará la presión de Estados Unidos y la Unión Europea para que el Estado israelí alcance una paz definitiva.
DOS ESCENARIOS DIVERGENTES
El último y no menos importante factor negativo derivado de esta guerra es la creciente deslegitimación de las instituciones y leyes que sustentan el orden internacional, como consecuencia de la flagrante y constante violación que practican tanto los israelíes como los guerrilleros de Hezbolá o Hamás. Ello reducirá las posibilidades y credibilidad de futuros acuerdos regionales y promoverá el recurso a la violencia entre los actores de la zona.
Todavía es prematuro para afirmar que la incompleta victoria militar de Israel haya provocado un punto final al proceso de pacificación regional y también lo es para saber si Hezbolá y Hamás tendrán la capacidad de recuperarse política y militarmente del golpe recibido.
Pero también es posible, incluso probable, que de esta guerra –sin victorias aplastantes– surja un acuerdo de paz regional definitivo, como ya ocurrió con los acuerdos de Camp David (entre Egipto e Israel) tras la guerra de Yom Kippur (1973).
La evolución de los próximos meses nos dirá hacia cuál de los dos escenarios nos encaminamos.
Publicado por:
Gastón
fecha: 07 | 09 | 2006
hora: 4:17 pm
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Brillante el análisis de Rafael Calduch, excelente.
Lo mejorcito que he leído sobre el tema, lo cual no es poco.
Publicado por:
RICARDO ANGOSO
fecha: 08 | 09 | 2006
hora: 12:53 am
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Muy bueno, felicidades al autor. Sintético y accesible.
Publicado por:
Ronald C. Stern
fecha: 08 | 09 | 2006
hora: 11:07 am
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Lo que a muchos en Europa y a todos los antisemitas no les gusta, es que ahora los judíos nos defendemos. Les gustaba más el que nos entrásemos en las cámaras de gas rezando el shema israel sin defendernos.
Irán pretende resolver entre el five o’clock tea y la merienda, lo que Hitler hizo con su ‘Endlösung’ entre 1933 y 1945. ¿Se lo vamos a permitir?
Antes apoyo una guerra preventiva contra Irán y la destrucción de sus centros nucleares. Si esperamos más, Israel se verá obligada a utilizar su armamento nuclear, ¡CON TODO EL DERECHO DEL MUNDO! – Esa es la lección. Y no otra.
Publicado por:
mr
fecha: 08 | 09 | 2006
hora: 3:20 pm
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Excelente el análisis del autor coincido con el #1.
Lo del #3 es mejor no comentarlo. Que idiotez.
Publicado por:
MACARENA CARRILLANCA
fecha: 13 | 09 | 2006
hora: 9:54 pm
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LA GUERRA DEL LIBANO}+
Publicado por:
Walter
fecha: 14 | 09 | 2006
hora: 9:19 pm
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El descrédito del estado de Israel, no es algo nuevo, es algo con lo que el pueblo judía ha venido cargando desde hace siglos, después de todo, Israel es en definitiva el judío de las naciones. En tal sentido, por mucha presión que puedan ejercer eventualmente los estadounidenses, en una situación hipotética difícil de imaginar en la inmediato, no va a ser suficiente nunca si dicha presión amenaza la existencia misma del Estado de Israel. Israel ha aprendido en siglos de persecuciones que no puede confiar en sus «amigos» y «vecinos» y ese aprendizaje doloroso, es lo que va a determinar, en definitiva a la política israelí.
Además, no es Israel quien viola de manera sistemática el derecho internacional, salvo que en el mismo no se contemple el derecho a la legítima defensa, si tal derecho no existe ya, bueno sí, Israel viola entonces el derecho internacional por falta de un marco jurídico que garantice su existencia.
El hecho de que en esta oportunidad los judíos tengamos cómo defendernos y salir victoriosos, no es un trago fácil para el tradicional antisemitismo europeo, pero bueno, ese es problema de ellos.
Publicado por:
....
fecha: 24 | 09 | 2006
hora: 10:20 pm
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israel tiene derecho a defenderse.
Publicado por:
franes
fecha: 27 | 09 | 2006
hora: 12:41 pm
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¿ derecho a defenderse ?
bien
primero , que israel vuelva a las fronteras de 1967
segundo , que permita la vuelta de los refugiados palestinos
tercero , que cese la construccion de nuevos asentamientos en cisjordania
cuarto , que libere a los secuestrados
………
pero mientras
israel siga anexionando mas terreno
siga haciendo todo lo posible para explusar a los palestinos de gaza
siga construyendo mas asentamientos en tierras palestinas
siga secuestrando a gente, tanto en el libano como en gaza y cisjordania
…
¿quien esta atacando y quien se esta defendiendo?
un saludo
Publicado por:
Bernardo R. Valdivia Baldomar
fecha: 08 | 11 | 2006
hora: 1:45 am
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Estimado Profesor Rafael Carduch,
El análisis magistral y sintético que nos hace recordar las clases de Relaciones Internacionales que pasamos en el CEBEM en Bolivia, con la claridad y precisión mostrando los elementos claves de los actores, sus intereses y perspectivas mas allá de los hecho anecdóticos
Muchas gracias
Bernardo R. Valdivia Baldomar
bvaldivia60@gmail.com
Publicado por:
Isaac Bensignor Galindoz
fecha: 29 | 12 | 2006
hora: 8:55 pm
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Hoy por hoy, parece que todo el mundo quisiera opinar, y, es tan dificil hacerlo con equidad, que en la mayoria de las veces, tergiversamos nuestras propias conclusiones.
Y la cuestion del Medio Oriente, podria resolverse con facilidad, siempre y cuando, Siria, dejara de mezclarse con Iran, pensando, que el pais de los Ayatolas, lo va ayudar, cuando las papas queman. Israel, hoy mismo esta dispuesto a sentarse en la mesa de negociaciones, donde una gran parte de las alturas del Golan, volverian a su dueño. Yo le diria a Bashar El Azar, que abra bien los ojos, pues cuando las bombas nucleares comiencen a caer, ya no sera posible. Bensignor. Beer Sheva.
Publicado por:
fabio
fecha: 28 | 02 | 2007
hora: 9:56 pm
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Considero respetuosamente que las apreciaciones del profesor Calduch son certeras con la salvedad de que sí hubo un gran perdedor y ese fue el Libano pues su economia sosobró , la renaciente industria turistica y en general su infraestructura y servicios fueron barridos por la desproporcional y aberrante acometida judia, sobre los objetivos y la poca planificaccion por parte de los israelies, la cual fue de suyo evidente, nos quedaria indicar que los esfuerzos de pacificacion tendrian un feliz termino si la politica de israel hacia sus vecinos y sobre todo hacia las justas reivindicaciones del pueblo palestino cambiaran, por otra parte es dudosa la posibilidad de que se llegue a un acuerdo regional definitivo sobre todo en la coyuntura que plantea el diferendo nuclear con iran que ciertamente afirma lo que al sentido comun no puede escapar y es la pregunta sobre la razon que puede arguirce sobre la tenencia de israel del arama nuclear (es un hecho y olmert lo ratificó) y la negativa de desarrolo para fines pacificos como la generacion de energia por poarte de otros paises. Considero que Estados Unidos debe efectuar una estimacion de los escenarios posibles en caso de que israel ataque a iran o a siria maxime despues de la experiencia amarga del conflicto en libano en el cual el unico de los oponentes en la confrontacion que puede afirmar una victoria es guerrilla chii de hezbolá sobre todo si tiene en cuenta que en su momento los ejercitos arabes mas potentes ucumbieron ante el aparto de guerra israeli en la guerra de los seis dias, mientras en un confliucto asimetrico se comprobó nuevamente que toda la tecnologia belica posible no es suficiente sobre el terreno cuando es el enemigo mas odiado el que de hecho invade un pais.
Empantanado en irak, empantanado en afganistan, estados unidos debe sopesar el costo de una eventual nueva confrontacion y ciertamente Israel tampoco tendra la capacidad de afrontar eun frente sirio, unn frentre irani, el incesante bombardeo de hezbolá que adiferencia de lo sostenido poir el autor salio bien librado y fortalecido militar y mediaticamente.