Alberto Priego dice que la reciente dimisión de Dan Halutz, ex Jefe del Estado Mayor de Israel, ha sido provocada por tres factores derivados de la guerra de Líbano: la ausencia de objetivos estratégicos en las operaciones militares contra Hezbolá, las diferencias entre el ejército de tierra y la fuerza aérea, y el escaso éxito de la campaña en el campo de batalla. Priego cree que la creación de la Comisión Winograd –investigadora de la gestión de la guerra– es un ejemplo del espíritu democrático del país. Surge, sin embargo, un interrogante: ¿es Dan Halutz el único responsable de los errores cometidos?
Alberto Priego Moreno es experto en temas del Cáucaso y Asia Central e investigador en el Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Es autor de «La Evolución del conflicto en Chechenia», «The Creation of the Azerbaijani identity and its influence in the foreign policy», «Georgia: ¿Otra Revolución de Terciopelo?», entre otras publicaciones. Ha trabajado como investigador invitado en East-West Institute y en el Center for Euro-Asian Studies.
SER JEFE DEL ESTADO MAYOR en cualquier país es el máximo al que puede aspirar un militar. En Israel, alcanzar el puesto de Ramatkal es especialmente importante, algo que solamente está al alcance del militar que ha llegado al rango de Teniente General, Rav Aluf.
A lo largo de la historia del Estado de Israel, grandes militares (como Moshe Dayan o Isaac Rabin) han ocupado dicho cargo. El caso de Dan Halutz no era una excepción. Según ha sido reconocido por la plana mayor de la política israelí, se trata de un gran militar. El primer ministro, Ehud Olmert, ha calificado al Teniente General como uno de los soldados más grandes de Israel.
LA GUERRA DE LÍBANO
Dan Halutz inició su carrera militar como piloto de una de las unidades más prestigiosas de todo Israel, los denominados Sayeret Matkal. Esta unidad de reconocimiento ha acogido a algunos de los mejores hombres del ejercito israelí, como Ehud Barak, Ariel Sharon y Benjamín Netanyahu, quienes han sido primer ministro, al igual que al ex-jefe del Mossad, Danny Yaatom o al antiguo jefe del Estado Mayor, Moshe Yaalom. Estos datos muestran la valía profesional de Dan Halutz.
Pese a ello, ha tenido que enfrentar una difícil situación: la guerra de Líbano. El secuestro de los dos soldados del frente norte a manos del grupo integrista Hezbolá provocó la ofensiva contra sus posiciones en el sur de Líbano.
Israel necesitaba demostrar a sus enemigos que era fuerte y que respondería ante cualquier provocación. Sin embargo, la guerra de Líbano provocó tres graves problemas que han acabado con su carrera como Jefe del Estado Mayor de Israel y que han sumido a la sociedad en una gran preocupación.
UNO: SIN ESTRATEGIA
La ausencia de objetivos claros en la campaña contra Hezbolá. El coma médico en el que está sumido Ariel Sharon y la falta de experiencia del dúo Ehud Olmert-Amir Peretz fue interpretado por Hezbolá como una oportunidad para golpear a la sociedad civil israelí. Así, Israel se vio obligado a actuar aún cuando no tenía claras sus metas.
DOS: DIFERENCIAS ENTRE LAS FUERZAS
Las diferencias existentes entre el ejército de tierra y la fuerza aérea israelí. Los generales del aire están acostumbrados a que sus órdenes sean cumplidas al 100 por ciento y de forma inmediata. En el ejército de tierra las órdenes, a veces, no son tan fáciles de cumplir y eso no fue tenido en cuenta por el Teniente General Halutz.
TRES: MISIONES INCOMPLETAS
El tercero de los problemas está derivado del segundo. Según algunos críticos, las misiones no acababan de completarse en el campo de batalla, lo que dificultó el éxito de la campaña sobre el terreno.
Estos tres problemas han provocado la formación de una comisión de investigación, la denominada Comisión Winograd, encabezado por el juez retirado Eliyahu Winograd. Aunque la comisión no ha hecho públicos sus resultados, parece que será muy crítica con la actuación del Jefe del Estado Mayor. Sin embargo, los errores que pudo cometer Halutz no deben ser asumidos solamente por él. Tanto el primer ministro, Ehud Olmert, como el ministro de Defensa, Amir Peretz, son también co-responsables.
TRIUNFO DE LA DEMOCRACIA
Gabi Ashkenazi es el nuevo Jefe del Estado Mayor de Israel. Ha sido director general del Ministerio de Defensa. En el camino han quedado otros nombres como Moshe Kaplinsky, número dos de Dan Halutz, o Benny Grantz, comandante de las fuerzas de tierra.
La dimisión de Dan Halutz debe ser entendida como el triunfo de la democracia sobre la barbarie terrorista. Pese a todo, Israel ha sabido combinar su espíritu democrático en el marco de la lucha contra el terrorismo.
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