América Latina ante el tribunal de lo «políticamente incorrecto»
Javier del Rey Morató explica cómo lograr que las democracias sean más justas, fuertes, transparentes y seguras ante los fallos estructurales de la realidad latinoamericana. Del Rey Morató dice que la celebración de elecciones periódicas no es suficiente, sino que es necesario crear las condiciones necesarias para establecer democracias de calidad. Frente a un Estado-Nación desfondado, que no resiste el embate de un mundo globalizado, ¿conseguirá América Latina integrarse? ¿O se fragmentará en múltiples repúblicas con un problemático futuro?
Javier del Rey Morató es profesor de Comunicación Política y Teoría General de la Información en la Universidad Complutense de Madrid. Es Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra y Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha dictado cursos y seminarios en América Latina y es autor de numerosos artículos científicos y libros sobre comunicación y política.
LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS DEMOCRACIAS EN AMÉRICA LATINA requiere preocupación por la despensa (producción) y por la justicia social (distribución), equilibrio entre las demandas de identidad y la adecuada integración en una economía mundializada.
Celebrar elecciones periódicas no es suficiente: hay que crear las condiciones para democracias de calidad, y eso pasa por la economía. Cuando la política económica –principal instrumento de cohesión social– encontró sus límites, por la disociación entre el sistema económico y el sistema político, los gobiernos conocieron una experiencia dramática: la economía se hizo más autónoma, y la política quedó reducida a un ámbito provincial. Ese es el escenario latinoamericano: la economía ya no puede gestionarse desde los gobiernos nacionales, y la democracia necesita despensa, pues si no hay ésta no habrá aquélla, o será insuficiente.
REALIDAD ANACRÓNICA BAJO LA LUPA
Urge denunciar lo que ha conseguido permanecer a salvo de la crítica. En un mundo globalizado, que convierte en liliputienses las estructuras políticas del siglo XIX, el ámbito en el que se ejecuta la política es el problema, no la solución. Por un lado circulan izquierdas y derechas, nacionalismos, demandas sociales, líderes salvadores y promesas populistas. Por otro, evolucionan las exigencias de la globalización, y las necesidades de la economía (producción, ética del trabajo, competitividad y exportación).
Hay que poner bajo el tribunal de la crítica esa realidad anacrónica, el nacionalismo, aunque en algunos países pueda ser útil para construir una sociedad igualitaria y más justa, en torno a unos símbolos comunes, si con ello no dificulta la apertura hacia realidades políticas más ambiciosas.
FRAGMENTACIÓN Y REPÚBLICAS AÉREAS
Las malas descolonizaciones fundan países inventados, Estados fracasados, sociedades sin otra soberanía que la meramente nominal; Bolívar hablaba de repúblicas aéreas. Decía Raymond Aron que independencia y soberanía nacional son las palabras mágicas de nuestro siglo. Cuando se van a cumplir dos siglos de la emancipación de España, ¿se va a festejar la fragmentación del territorio en veinte repúblicas cuyo futuro es problemático? Eso no da para organizar una fiesta, mal que les pese a esos novelistas sin argumento, los historiadores nacionales.
¿Acaso es el sino de los latinoamericanos –como el de los griegos– no alcanzar nunca la unidad? ¿Serán siempre objetos –nunca sujetos– de una economía global, diseñada sin ellos? Doscientos años después, la integración no ha pasado de ser una palabra vacía, y ni siquiera el MERCOSUR consigue ocultar su crisis.
INSTITUCIONES EFÍMERAS
Las palabras del pasado –independencia, soberanía, nacionalismo– se nos han quedado pequeñas, pero seguimos en la idolatría de las instituciones efímeras (Toynbee), sin reparar en que institución tan frágil como la que consigue prestigiar la ideología nacionalista (el Estado nacional) no resiste el embate de un mundo globalizado, ni merece la veneración que le dedicamos. Esa estructura desfondada es la que genera una actualidad deficitaria, y una cultura política que urge revisar.
Nunca ha sido tan dramática la distancia que existe entre el mapa cognitivo de los ciudadanos y la irrealidad de los Estados en los que se desarrollan sus vidas, objetos de una adoración anacrónica y perversa.
Publicado por:
ANA
fecha: 07 | 03 | 2007
hora: 5:30 pm
Link permanente
El problema principal es que desde los pueblos supuestamente desarrollados (U E yUSA)los especialistas formados en universidades de esa procedencia(aùn muchos de ellos sudamericanos)se sugestionan en la conveniencia de la globalización de corte colonialista.Por tal razón los pobres sudamericanos luego tenemos que soportar como contrapeso a los populismos que pretenden hacer la gran revoluciòn con el dinero de la clase media.
Publicado por:
ANA
fecha: 07 | 03 | 2007
hora: 5:45 pm
Link permanente
Señalo la inconciencia de quien habla de las instituciones efimera.
Como esto de la globalización es una suerte de mounstruo apocaliptico.
Os imaginais por un momento un neo-nazismo de corte internacional que supla al neo capitalismo.monopolico globalizado ,destruyéndolo con los argumentos
sofistas de distinto cariz pero de la misma naturaleza de los que este último utilizó?
Publicado por:
javier del rey morató
fecha: 17 | 03 | 2007
hora: 9:53 pm
Link permanente
Los comentarios de Ana -del día 7 de marzo-, abundan en críticas que son de agraceder: quiere decir que me ha leído, lo cual no es poco.
Pero no es que uno se sugestione con la conveniencia de la globalización de corte colonialista, ni que uno sea sudamericano, asiático o africano.
Y no soy inconsciente al hablar de la idolatría de las instituciones efímeras: mientras uno adora los ídolos de turno -el Estado nacional, con su nacionalismo, su independencia (?) y su soberanía (?), la realidad de una economía globalizada se impone por su propia fuerza: es una evidencia, y no puede cuestionarse. Mucho mejor es aprender a convivir con ella, porque ha llegado para quedarse.
Y lo que también es evidente es que hay mentalidades, no colonialistas, sino ya colonizadas. Y les dá por echarle la culpa de los fracasos propios -por ejemplo, de los argentinos-, a los americanos, a la globalización, o a cualquier otro comodín que le releve a uno de inquirir y preguntarse cuáles son las responsabilidades propias ante el estrepitoso fracaso de la cultura política argentina, que es un auténtico estropicio.
Y hay que preguntárselo con humildad, sin nacionalismo. Al que escribe estas líneas le tocó nacer en Montevideo, y decidió que eso no merecía tomarse en serio, porque son cosas del azar, y no hechos ideológicos, que haya que adorar.
Vive en Madrid, y tampoco considera que eso sea relevante. Podría vivir en París, en Roma, en México, o en Salta, que es una de sus debilidades manifiestas, pero lo haría sin idolatrías, sin nacionalismo, sin pensar que soy miembro de una tribu egregia, sin duda alguna superior a la que reside al otro lado de la frontera.
Lo digo y lo repito: las palabras del pasado -nacionalismo, independencia, soberanía nacional-, sólo nos pueden hacer zancadillas, y deteriorar nuestro mapa cognitivo.
Y añado esto, que suelo decir a mis alumnos en la Universidad Complutense: o pensamos en las palabras, y decidimos por ellas, o ellas piensan por nosotros, y deciden por nosotros.
O ejecutamos un severo escrutinio de las palabras, o ellas nos someten a su arbitrio, imponiéndonos realidades semánticas, que algunos terminan tomando por realidades.
Publicado por:
Ana
fecha: 18 | 03 | 2007
hora: 10:28 pm
Link permanente
Ante todo quiero manifestarme con el mayor respeto,perdone las palabras un poco fuertes.
Me he expresado en otros temas manifestando que los uruguayos son mucho más esclarecidos politicamente que los argentinos pero que soportan con respecto a su país la intervensión de Estados Unidos como un hecho imposible de impedir.
Ud se encuentra en España,con la propia problemática de España.Un país con regiones incluso continuadoras
de otras transpirenaicas,con un sur que podrìa(no se cuendo)estar al alcance de una expansiòn musulmana.Con amplia infiltraciòn en su cultura de lo musulmán.Hace unos años TVE ESPAÑOLA publicó una serie:El camino del Olivo,donde hablaba de Cristo como el DIOS DEL REY FERNANDO.Con ciudadanos que repudian el idioma castellano y hablan de estar sojuzgados por el reino de castilla.Vazcos,catalanes,gallegos más resentidos que todos los sudamericanos juntos.POR SIGLOS DE COLONIAJE.
Perdone profesor,no creo que el futuro sea la globalización,puede llegar a serla pero mi temor es que esta pseudo globalizaciòn pseudo democrática se hunda como se hunden las balsas(de golpe) en un neonazismo globalizado.
Pero no me quiero salir del tema,me parece que la tònica del siglo veintiuno es más bien un regreso al orìgen de todo y una revalorizaciòn de razas ,religiones etc etc.Eso conlleva un grave peligro,que pienso que es aquel en que va a caer España LA REGIONALIZACION
SEPARATISTA.
Quizás ese mismo instinto lo llevó a Ud a la España Castellana ,origen de su sonante apellido.
No se porqué lo veo a Ud el dìa de mañana defendiendo los valores de la raza hispana contra los embates que la misma sufrirà seguramente.
América toda con Ee Uu incluído,aunque nadie lo vea aùn, es un destino comùn.
Paises de inmigraciòn, en Ee Uu los hijos de los inmigrantes ,ingleses nativos ,españoles y franceses (de estados sureños)se quedan porque todavìa se vive bien .
Los paises de inmigraciòn,sin raza que los una van a sufrir los embates de las «RAZAS PURAS» en sus propios paises.
Son paises también mantenidos por los capitales que està n detras.
En nortemérica,argentina,uruguay etc etc en realidad los militares de acuerdo a lo que ellos mismos expresan no son muy partidarios del predominio del capital judìo y ahora norteamérica està ocupada por su propio ejército.También es una realidad que todos nuestros ejércitos son sucursales del de EeUu.
Cuando apresaron la colega norteamericana que defendìa a un presunto terrorista,le comentaba a mi esposo que seguranebte esta doctora no tenìa experiencia en doctrinas de seguridad interior como tenemos los sudacas.
YO,POR RAZONES FAMILIARES,HE VISTO POR MIS PROPIOS OJOS INFLUENCIA DIRECTA DEL PAIS DEL NORTE SOBRE NUESTRA POLITICA.
LUEGO,ANTES DE QUE ESAS INFLUENCIAS TUVIESEN EFECTO, vì un edificio completo(símbolo de esa globalizaciòn que Ud admira)caer como naipe.Ví un pentágono atacado,seguramente con sus organismos de defensa desesperantemente reunidos.Ví un presidente que soslaya el hecho de que el atacante es un prestanombre de la familia real saudì. etc etc.
Luego vi a ese mismo presidente atacar y ahorcar al instrumento que tenìa en MEDIO ORIENTE para que los israelìes allì no tuvieran tanto predominio.El que le sirvió para detener a KOMEINI.
Acá veo que el pobre Buenos Aires y mucho peor los miembros de la comunidad judeo argentina son rehenes de los abatares del problema del Medio Oriente.
Da un poco de indignaciòn profesor,ya que( a pesar que uruguayos y entrerrianos andemos peleados )de ninguna manera tenemos resentimiento ni odio racial entre sudamericanos..
Otra circunstancia importante que le debo señalar profesor:NUNCA DE MI RETINA SE BORRARA LA CAIDA DE SERES HUMANOS DE LAS TWIN TOWERS EN EL PAIS SIMBOLO DEL INICIO DEL MUNDO GLOBALIZADO.
Publicado por:
ANA
fecha: 19 | 03 | 2007
hora: 2:38 pm
Link permanente
Profesor,no le da pena que sus estudiantes se formen creyendo absolutamente que conceptos formados en la Grecia Antigua y rescatados por el renacimiento de la globalización ecleciástica sean tomados como fruto de la programación linguística.
No hay responsabilidad en el sentido que estos mismos estudiantes el dìa de mañana se vean confrontados,y ya lo están ahora,con fuertes convicciones(equivocadas o no).