Las ventajas de cambiar las reservas de divisas
Augusto Zamora R. pone de manifiesto las desventajas para América Latina de seguir acumulando reservas de divisas en dólares, y afirma que la región no puede postergar la eurización parcial de su Economía. Para el autor, es una cuestión de realismo económico, pero también de responsabilidad nacional, y explica por qué.
Augusto Zamora R. es embajador de Nicaragua en España. Fue abogado de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia y colabora de forma habitual en el diario El Mundo. Su última obra es «La Paz Burlada, los procesos de paz en Centroamérica 1983-1990».
EN LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS, el dólar ha perdido el 38 por ciento de su valor respecto de la moneda europea, el euro. Por tal motivo, los pagos que un país latinoamericano realiza a la zona euro con dólares ven incrementado su costo en un 38 por ciento, más las comisiones de rigor. Una operación totalmente ruinosa desde todo punto de vista.
El fenómeno tiene su origen en la entrada al mercado mundial de la moneda europea, que se ha sumado al declive internacional del dólar en el mundo, reflejo, a su vez, del declive de la economía de Estados Unidos. Confirmando esa tendencia, el euro alcanzó su máximo histórico frente al dólar, debido al pobre crecimiento de la economía estadounidense.
El valor internacional del dólar es tan frágil, que analistas y expertos de bancos y agencias de rating internacionales pronostican que la paridad dólar-euro superará los 1,40 en un plazo de dos o tres años (en el presente está a 1,36). Es decir, se pagaría 1,40 o 1,45 dólares por cada euro. La devaluación de la divisa estadounidense ha llevado a los bancos centrales de un número creciente de países a colocar una parte de sus reservas en euros, para protegerse de la constante devaluación de la moneda de Estados Unidos. Este fenómeno ha provocado que las reservas internacionales en euros alcanzaran, a finales de 2006, el 26 por ciento del total mundial. Si se mantiene la actual tendencia, en diez años el euro podría representar el 40 por ciento de las reservas mundiales.
PÉRDIDA DE ESPACIO
Desde 2001, China viene adquiriendo una cantidad cada vez mayor de euros. Rusia tiene en euros el 40 por ciento de sus reservas de divisas. Algunos de los mayores productores de petróleo, como Emiratos Árabes Unidos, Irán o Indonesia, están pasando toda o buena parte de sus reservas de dólares a euros.
La pérdida de espacio del dólar, a nivel mundial, ha sido constante desde 1999, año de nacimiento del euro. Aunque el dólar siga siendo la moneda de referencia en los intercambios mundiales, la pujanza del euro y de otras monedas, como el yen, la libra y el yuan, impondrán una reducción del papel del dólar, convirtiendo en una necesidad absoluta eurizar cuando menos una parte de las reservas en divisas, en la proporción que corresponda, según sean los vínculos económicos y comerciales de cada país con la zona euro o la zona dólar.
El endeudamiento de Estados Unidos (nueve mil millones de millones de dólares) y su enorme déficit comercial (que alcanzó, en 2006, los 763.000 millones de dólares) contribuyen a consolidar esta situación. Aunque la debilidad del dólar respecto al euro beneficia las exportaciones estadounidenses y perjudica las de la Unión Europea, también viene a consolidar el creciente protagonismo europeo en la economía mundial.
EURIZACIÓN DE LATINOAMÉRICA
Latinoamérica (sobre todo la zona México-Centroamérica-Caribe), se encuentra insertada completamente en la zona dólar, pero tienen una relación cada vez más fuerte con la UE.
En Centroamérica, por ejemplo, el primer donante de fondos es la Unión, lo que significa que de la UE fluye una importante cantidad de euros hacia el istmo. También es cada vez mayor la afluencia de turistas europeos portando euros y mayores las posibilidades de intercambio comercial. La negociación de un acuerdo de asociación UE-Centroamérica y el inacabable acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur, hacen más evidente la importancia del euro en la economía regional, pues la Unión se alumbra como un prometedor mercado para las exportaciones regionales.
Esta suma de hechos convierte en impostergable, para Latinoamérica en general, incluyendo la zona dura del dólar (México, Centroamérica y Caribe) proceder a la eurización de una parte de sus reservas internacionales, para evitar en lo posible el castigo a las economías que supone mantener de forma inflexible la total dolarización de las mismas. Se trata de un acto de responsabilidad nacional, pues cuanto más se retrase la eurización parcial de las economías de nuestra zona, mayor se hará el déficit externo y mayores los daños, como consecuencia de la pérdida de valor internacional del dólar. Se trata de un acto de realismo económico, pero es, ante todo, un acto de responsabilidad nacional.
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