Diálogo con Bernardo Kliksberg, asesor principal del PNUD
Pobreza y crecimiento en América Latina
Creó el concepto de gerencia social, que cambió radicalmente el manejo de los planes contra la pobreza en el mundo. Bernardo Kliksberg ha asesorado a más de 30 países en alta gestión, incluyendo a diversos presidentes y a numerosas organizaciones públicas y empresariales. Es autor de 47 libros. Aquí, analiza la inequidad y la pobreza en América Latina, destaca el papel de los nuevos gobiernos y advierte que el mayor desafío es la exclusión de los jóvenes.
¿Los gobiernos progresistas que asumieron como parte de esa ola posneoliberal cambiaron la forma de manejar la pobreza?
Lo primero que hay que destacar es que hay un mandato muy claro de la ciudadanía latinoamericana, que explica en parte los cambios políticos que se produjeron en el último tiempo, y que es la lucha contra la pobreza. Según el último Latinobarómetro, la encuesta que se hace en toda América latina, el 89 por ciento de los latinoamericanos dice que está en total desacuerdo o en desacuerdo con los niveles de desigualdad. Hoy la pobreza es superior a la de 1980, a pesar de los cambios políticos y los últimos cuatro años de bonanza económica.
¿El porcentaje o la pobreza total?
Los números absolutos, que es lo importante, porque es la vida de la gente. No es contar caramelos. En 1980, había 137 millones de pobres. Actualmente hay 205. Porcentualmente se redujo de 40 a 38,5, pero desde el punto de vista de la vida de la gente hay 70 millones de pobres más. En 1980 había 72 millones de indigentes y actualmente son 79 millones.
¿Y qué ocurre con la desigualdad?
La gente es cada vez más consciente de que América latina es muy desigual, que es la región más desigual del planeta. No la más pobre; sí la más desigual. Los datos son muy claros. La distancia entre el diez por ciento de mayores ingresos y el diez por ciento de menores ingresos es de 50 a 1. En España es de 10 a 1, y en Noruega de 6 a 1. Eso significa que un porcentaje vive como en Europa, tiene las mejores condiciones de acceso a la salud, las mejores universidades, tiene todo, y un porcentaje no tiene agua potable, ni alcantarillas, no come y se muere. Y no es sólo una cuestión de distribución del ingreso. América latina tiene la tercera parte del agua limpia del planeta y en este momento hay 128 millones de personas sin instalaciones sanitarias. Esto significa la muerte de niños por falta de condiciones de salud. Y es un costo sobre la política de salud, una irracionalidad económica total. Lo que se «ahorra» por no poner una instalación sanitaria se gasta por el otro lado. Hay además 60 millones de personas sin agua potable y 210 millones que reciben aguas servidas. La diarrea infantil en estas zonas es un factor de riesgo de salud tremendo. Y eso ocurre en el continente más rico del mundo en agua limpia. Otra contradicción: América latina produce alimentos para alimentar tres veces a su población, y en este momento el 16 por ciento de todos los chicos de América latina sufre de desnutrición crónica y hay 53 millones de personas con hambre. Esas son desigualdades profundas, que no son solo las desigualdades de ingreso: la falta de acceso a agua, a alimentación, a educación. El Coeficiente de Gini, que mide la desigualdad, es el más alto del mundo: 0,56. Pero si se toma el Coeficiente de Gini de distribución de la tierra, de acceso a la salud, de acceso a la educación, de acceso a Internet, los valores son aún peores.
Teniendo en cuenta esta situación, ¿qué han hecho los gobiernos?
A eso iba. El agotamiento del neoliberalismo abrió una primavera de discusión. Hay un mandato social claro de combatir la pobreza, aunque sea tumultuoso. Recordemos que, desde 1993 hasta hoy, 13 presidentes latinoamericanos no pudieron completar sus períodos de gobierno. En este contexto, las políticas sociales que llevan a cabo los nuevos gobiernos son claramente mejores que las anteriores. Y los resultados avalan esto. En términos porcentuales y absolutos, hubo mejoras. Y hay buenas intenciones. El eje de la política social en muchos países, como Argentina, Brasil, Chile o México, son los programas de transferencia de renta condicionada. Esto significa que el Estado transfiere dinero a las familias a cambio de una contraprestación, que en general es la educación de los niños y la asistencia al médico. Esto ha demostrado ser bastante eficiente. Actualmente hay 80 millones de latinoamericanos que están recibiendo transferencias condicionadas.
¿80 millones?
Sí. El programa Bolsa Familia, en Brasil, llega a 12 millones de familias, 44 millones de personas.
¿Y cómo funcionan?
Bastante bien. Un aspecto central es que han cambiado el foco. Antes, el foco era individual: se trabajaba con los niños, con las madres, a veces con los jóvenes. Hoy estos programas apuntan a la familia. Bolsa Familia, el programa argentino Jefas y Jefes, que ahora es el Plan Familias, el programa chileno, que implica un contrato entre el Estado y las familias, o el Plan Oportunidades de México. Todos apuntan a las familias.
¿Por qué es mejor que el foco sea la familia?
Porque los seres humanos viven en familia. La economía se olvidó de las familias. El neoliberalismo solo ve consumidores o productores sueltos, como si la gente viviera sola. Pero las decisiones de la gente, aun las de consumo y producción, se toman en familia. Entonces que los planes vayan a las familias, en general a través de las madres, tiene un efecto de empoderamiento sobre ellas.
¿Cómo surgieron estos programas?
De un planteo básico. La idea fue preguntarse por qué los pobres desertan de la escuela. Hoy la escuela es pública en toda América latina y hay un aumento de la matrícula escolar, lo cual es muy positivo. Pero de cada 10 chicos, solo 4 terminan el secundario. Seis desertan, casi todos ellos pobres. ¿Por qué? Básicamente, porque trabajan. Hay 22 millones de chicos que trabajan en América latina. Para que los chicos sigan en la escuela hay que evitar que trabajen. Entonces, lo que se hizo fue simple: se le preguntó a las familias cuánto ganaba por el trabajo de los chicos. Eran monedas, claro, pero para ellos era muchísimo. El Estado, entonces, con estos planes de transferencia, les da el equivalente a lo que obtendrían por el trabajo de los niños, y un poquito más. A cambio de ese dinero, los padres tienen que garantizar que los chicos vayan a la escuela y al médico. Y funciona, porque toca un aspecto real. Frente a la queja neoliberal de que los chicos pobres no van a escuela porque los padres no los estimulan, se buscó una solución racional. La deserción escolar tiene causas complejas: el trabajo infantil, la desnutrición, la familia desarticulada. Todas son efecto de la pobreza. Los nuevos gobiernos están trabajando en eso. El caso de Kirchner es especialmente significativo.
¿Por qué?
Argentina pasó de un 58 por ciento de pobreza en 2000 a un 26 por ciento ahora. Una mejora fenomenal, que a nivel internacional registra pocos antecedentes. Pocos países redujeron tanta pobreza en tan poco tiempo. Se ha aumentado la inversión en salud pública y en educación. Se ha logrado la alfabetización casi total. Y la esperanza de vida ha aumentado casi un año en el último tiempo. Es un dato impresionante. Hubo avances importantes en términos de calidad de la política social, luego de una primera etapa de respuesta inmediata a la crisis. Se incorporó la descentralización, los consejos comunales. Hay resultados, en Argentina y en otros países. Pero la magnitud del problema es tan grave, la combinación de pobreza con la peor desigualdad del planeta es tan explosiva, que crea un problema muy complejo. Y eso que estamos en un período de bonanza económica de todo el continente, desde hace unos años.
Argentina, igual que la mayoría de los países de la región, crece a buen ritmo. ¿El crecimiento económico no alcanza para combatir la pobreza?
El crecimiento del PBI incide en la pobreza, pero de forma muy limitada si persisten grandes desigualdades. La desigualdad permea todo. En cambio, una mejora en los índices de desigualdad, aunque sea leve, tiene un enorme impacto sobre la pobreza, mucho más que el crecimiento.
¿Qué ocurre con la pobreza extrema, la marginalidad, la pobreza más dura?
Es lo que yo llamo las trampas de la pobreza, los destinos marcados. Un chico que nace en una villa, en una favela, en un pueblo joven de Perú, está virtualmente condenado si no hay políticas públicas agresivas que lo saquen de esa trampa. No va a terminar la primaria, no va a conseguir un empleo estable y va a sobrevivir toda la vida haciendo changuitas. Uno de los grandes desafíos de los nuevos gobiernos, que tienen apoyo popular, un mandato social claro y líderes con una trayectoria de preocupación por estos temas, donde no se han logrado avances hasta ahora, es el de los jóvenes. Es hoy una de mis grandes preocupaciones. Hoy en América latina hay un 25 por ciento de jóvenes que está fuerza del mercado de trabajo y del sistema educativo, totalmente excluidos. Son más de 50 millones. Si quieren saber de dónde viene la inseguridad, hay que mirar en esa dirección.
¿Allí está la causa de la inseguridad?
Claro. La cifra de homicidios por año en América latina es el doble que en los ’60. Pasó de 12 a 26 por cada 100 mil habitantes. América latina ha sido invadida y dominada por el paradigma de la mano dura, que propone un enfoque policial: si se pasa la policía de un lugar a otro, si se les dan armas largas, si se baja la edad de imputabilidad. Y la evidencia en todos los países en que se ha aplicado la mano dura es que no funciona. Por ejemplo, en El Salvador, donde hubo un plan mano dura, que por supuesto falló, ahora hay otro, al que llaman «super mano dura». En El Salvador basta tener un tatuaje para poder ser detenido legalmente, porque se supone que esos tatuajes son los que usan las bandas, las maras. La población carcelaria creció geométricamente. Y las tasas de criminalidad siguen creciendo. No hay correlación estadística entre llenar las cárceles de gente y bajar la criminalidad. El foco tiene que estar puesto en ese 25 por ciento de jóvenes que no trabaja ni estudia. La desocupación juvenil en América latina es el doble que la general: 8,5 contra 20 por ciento. De cada 10 jóvenes, solo 4 terminan la secundaria. Y hoy, sin secundaria, no hay posibilidad entrar al mercado laboral, incluso para trabajos no calificados. Y luego el tema de la familia desarticulada. No me refiero a la familia nuclear, o las nuevas formas de familia, en esa discusión no me meto. Hablo de tener un entorno familiar, que es el mejor tutor para que los jóvenes no caigan en la delincuencia. Una investigación indica que el 67 por ciento de los jóvenes delincuentes de Uruguay vienen de familias desarticuladas. La alternativa es un enfoque integral, porque es el sistema social el que genera inclusión. Los países nórdicos tienen la tasa de delincuencia más baja del planeta y también la proporción más baja de policías por habitante.
¿Es posible enfrentar con una mirada progresista las teorías de la mano dura?
Sí, con un enfoque integral. No estamos entendiendo que la criminalidad va a seguir subiendo si no se resuelven estas cosas. Se ven todos los días los casos aislados, crueles. La televisión muestra caso por caso, pero no se ve el conjunto. Por eso tienen fuerza las propuestas como la de Blumberg. Pero si no se encara de forma integral el problema, sobre todo el de los jóvenes excluidos, no habrá soluciones. Eso no quiere decir que todos los jóvenes pobres sean delincuentes, pero sí que son vulnerables, se transforman en mano de obra disponible, se juntan entre ellos, porque no hay otro lugar que los acoja. Una encuesta en Guatemala consultó a los integrantes de las bandas, las maras, por qué estaban allí si sabían que los iba a matar la policía, sus compañeros, la mara rival. Y la respuesta es: ¿dónde quiere que esté? No tienen otro lugar. En El Salvador, una investigación llegó a la conclusión de que el único contacto que tienen los jóvenes de las maras con el Estado es la policía. Ni la escuela, ni el hospital, ni el maestro. La policía. Es lo único que conocen del Estado. Entonces, una de las prioridades de las políticas sociales debería ser ésta. Los gobiernos progresistas de América latina han avanzado mucho, pero aún faltan muchas cosas por hacer. Este universo de jóvenes excluidos debería ser una de sus prioridades.
La Fundación Safe Democracy agradece al diario Página/12 de Buenos Airesa y a Bernardo Kliksberg la autorización para reproducir este diálogo.
Publicado por:
Ana
fecha: 06 | 09 | 2007
hora: 9:54 pm
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Hago un resumen de argentina,no tengo autoridad para describir los otros paises de latinoamerica.
Comencemos con los procesos guerrilleros sumamente confusos ya que tienen diversos orìgenes e infiltraciones que en cierta forma van descapitalizando al país.
Gobierno militar de ocupación para terminar con el proceso subversivo,instaura el neo capitalismo.Aparte de las atrocidades derivadas del mismo.
Democracias formales posteriores,pués no abandonan el fondo del tobogán neo capitalista ya que està n financiadas por intereses vinculados a las patrias financieras de una u otra forma.
El último gobierno que cae con el neo capitalismo es el de de la Rua que a pesar de habérsele impuesto un gabinete de cuatro economistas:en relaciones exteriores,defensa,educaCión y economìa para profundizar el ajuste en areas claves NO SE ASEGURA EL APOYO DE EE UU,antes bien la financiera lo usa como modelo de escarmiento.
La nueva tónica de américa latina parecen los keynesiamismos.Ejemplo:a CHAVEZ CON PUEBLADA,GOLPE A ESTADO Y APOYO DE LOS GRANDES EMPRESARIOS IGUAL LO REPONEN.
Por lógica con esta seguidilla de procesos sumado a la forma como desde afuera se deprime a la opiniòn pública ARGENTINA HA MULTIPLICADO POR MIL SU NUMERO DE POBRES.
Así como hay ricos corrompidos por lo exesivamente ambiciosos también hay pobres grandemente emprendedores en sus torcidas ambiciones.
Por ello acorde con el auge del neo capitalimo tambièn surgió un emprendimiento ,muy bien organizado atinente al delito.
Argentina tenìa buenas leyes jubilatorias que las destrozaron progresivamente,convirtiendo la previsiòn en acciones de bolsa(privatizando fondos)y convirtiendo los aportes en recaudaciòn impositiva.
Todo este tipo de fenòmenos se diò como condicionamiento de la deuda externa.
Los servicios públicos,deber inalienble del estado de cubrirlos han pasado a ser administrados por gobiernos extranjeros.Caso de una vice presidenta que ha venido a exigir aumento de tarifas etc etc
No creo francamente,que a pesar de la buena voluntad de las Naciones unidas u otra organizaciòn similar el problema se solucione continuando las cosas como se mantienen.
Publicado por:
Cesar Benavides Cavero
fecha: 07 | 09 | 2007
hora: 5:10 pm
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Las cifras sobre la pobreza son frias y no revelan cómo se está manejando este mundo globalizado. No creemos en los burcrátas que el mundo a través de los programas de desarrollo de Naciones Unidas, institución que ha debido desaparecer y que sólo sirve para que sus siempre esten bien y se desarrollen mejor. Este señor Bernard Kliksberg a quien lo leí en un libro sobre Seguridad Ciudadana y que fuera editada, si mal no recuerdo, por el Banco Mundial y la verdad que sin ser un experto me dió mucha risa las fórmulas que desarrrollaba sobre la temática. Esta clase que no se ensucian los zapatos, no necesitamos leerlos.
Preguntamos:¿A qué país le han solucionado su problema de pobreza estos genios?, verbigracia El Salvador, nación a la que acostumbraron a darle muchos millones de doláres, de ayuda durante diez años, para solucionar su problema de gobernabilidad y democracia
Publicado por:
ANA
fecha: 07 | 09 | 2007
hora: 5:39 pm
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Otra vuelta de tuerca:como argentina ha quedado totalmente culpabilizada por el default(el más descomunal que conociò la historia segùn opiniones recientes)la principal ayuda viene a través de CHAVEZ YA QUE PARA EL RESTO DEL MUNDO somos MALA PALABRA.
Por consiguiente estamos dependiendo totalmente de los intereses de este chico y eso se nota.
Que redondo es el mundo no?
Que bien se hacen las cosas!
Publicado por:
Enrique
fecha: 07 | 09 | 2007
hora: 6:26 pm
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Puedo opinar solo por mí. Pero creo que mi opinión es «por todos los mi» del mundo. Vivo solo, de una magra pensión y en un buen ambiente. No tengo ahorros. Pero si me piden participar de una encuesta en la que me pregunten si soy pobre o rico. Responderé rico. Me siento continentado en algo superior a mí. Estoy bien conmigo mismo, soy educado o leído, elijan Uds., y pese a mi avanzada edad me siento joven y puedo hacer cosas que cuando las analizo veo que tienden a ayudar. A hacer por los demás. Ahora mismo estoy aprendiendo idiomas y seguiré aprendiendo hasta que la guadaña disponga. Saludos
Publicado por:
ana
fecha: 08 | 09 | 2007
hora: 10:21 pm
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Don Enrique:Dios encequezca a la guadaña asì no lo ve.
Publicado por:
Enrique
fecha: 10 | 09 | 2007
hora: 12:42 am
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Muchas gracias Ana. Ese día amanecí inspirado. Con mis palabras quiero decir que riqueza no es opuesta a pobreza y ambos conceptos no son absolutos. Es más rico quien menos necesita. No tengo estudios universitarios pero realmente no recuerdo un día de mi vida que no haya leído. «Envidio» al actor porque a través de sus personajes vive varias vidas, así como al poeta porque a través de una fina y agradable ironía, puede sacarle música a las palabras. En fin creo que todo pasa por la educación y ayudar a la gente. Saludos
Publicado por:
Jorge Medina Azcárate
fecha: 10 | 09 | 2007
hora: 5:55 pm
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Increíble post. Maravilloso diálogo con Bernardo Kliksberg, y preciosos comentarios desde internautas muy implicados. Tremendamente reflexivo todo.
Pongo mi humilde aportación a todo lo dicho, en lo importantísimo y tremendamente necesario que es el control y registro civil de los 2 millones de niños que quedan sin identidad cada año en Latinoamérica, como paso vital para luchar contra la explotación ilegal infantil, y la integración de esos niños en el sistema educativo y social de su país, que repercutirá en el crecimiento humano de sus familias que tan certeramente se describe aquí.
Sin embargo, en tono doloroso de denuncia tengo que reconocer que el desarrollo social de un país muchas veces no interesa en altos círculos de poder. ….Se habla contínuamente en blogs de todo el Mundo de concentraciones de poder y codicias personificadas en nombres como Bush, Blair o Aznar. ..Se habla y denuncia contínuamente acerca de intereses como petróleo, armas, medicinas, poder, más poder,… pero el voto es siempre el mismo. Se llame Chavez, Ahmadineyad, Bush, Putin, Sarkozy o ahora por ejemplo el narcotráfico en Guatemala, …cuando la candidata Rigoberta Menchú contaba inicialmente con un potencial de masa social para el 42% de la población indígena del país, más una estimación del 10% seguidor de sus teorías sociales y pacifistas. …El voto siempre es el mismo. Que generalmente coincide con el interés de las clases financieramente dominantes, que hace mantener el status de control necesario para sus posiciones, y que tristemente incide a la vez en el desinterés, la desesperanza, y la falta de accesibilidad al voto de las clases sociales más bajas.
Yo pongo mi resignada esperanza en que la gente llegue a concienciarse de lo responsable que es un voto en cualquier parte de este Mundo tan dolido y globalizado en pleno siglo 21. Un voto es un ejercicio a la ilusión de un cambio, a la esperanza de un Mundo más equilibrado, y la necesidad de un desarrollo justo y equitativo para todos. ..La clave puede estar en el poderoso socialmente comprometido (que afortunadamente existe!), y su conciencia de que el desarrollo de las clases inferiores repercute en la propia estabilidad social de su país,.. que es al fín y al cabo su propia estabilidad en vida. Su voto útil puede ser un principio en el cambio de la balanza tan definida hasta ahora. ..Y ese voto útil en USA afecta por ejemplo a Oriente Próximo, el de Israel a Europa, el de Irán a Latinoamérica,…
Es esperanzador pensar que cada uno de nosotros tenemos una voz al cambio allá donde estemos. Desde el trabajo en las bases y la esperanza en las generaciones, cualquier problema humano tiene solución. …Recuerdo sabias palabras de Nelson Mandela al respecto;
«La pobreza no es un estado natural. Son las personas las que han generado y tolerado la pobreza, y son las personas también las que la superarán».
Un abrazo muy fuerte,
Jorge Medina Azcárate
One brother World
Publicado por:
Juan Alfonso Maeso Buenasmañanas
fecha: 15 | 09 | 2007
hora: 3:16 pm
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Sin discutir la enorme autoridad y conocimientos sobre la materia del Sr. Kliksberg y sus interesantes reflexiones, me atrevería a sugerir un fallo en sus argumentaciones.
Parece sugerir que la solución de la pobreza pasa única y exclusivamente por las manos del estado. Desde luego que el gobierno de cualquier país tiene la obligación de trabajar intensamente en la reducción de la pobreza con cuantos planes le parezcan más oportunos, pero otra manera de combatir la pobreza es poner la menor traba posible a las actividades privadas que puedan acabar con la misma: permitir que las personas por sus propios medios e iniciativa estudien, ahorren, inviertan , monten una empresa o microempresa, se asocien, etc.
Dicho de otro modo, ofrece una opción básicamente estatista para acabar con la pobreza, como si desconfiara de la capacidad de las personas de mejorar por su cuenta y usando sus propios medios; y la experiencia histórica indica que las políticas económicas intervencionistas en exceso generan más pobreza.
En sentido contrario cabría observar que sociedades y naciones adquirieron unos elevados niveles de riqueza y bienestar general en épocas en que el estado actuaba poco en cuestiones económicas tales como Fenicia en la antigüedad, o Venecia y Flandes en la Edad Moderna o Inglaterra durante la Revolución industrial.
Publicado por:
Cesar Benavides Cavero
fecha: 28 | 12 | 2007
hora: 8:23 pm
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Vamos a desagregar las respuestas del señor Bernard ., que creemos es economista, y desde hace muchos años esta a cargo de la lucha contra la pobreza, especialmente a la pregunta ¿Porcentaje de pobreza total? dice: en 1980 habían 37 (millones). Actualmente hay 205 (creemos millones). Porcentualmente se redujo de 40 a 38.3 ( creemos por ciento). En 1980 habían 72 millones de indigentes actualmente hay 79 millones.
Si algun econmista o estadístico nos podría aclarar, por que no entendemos como se han tomado estas mediciones, hasta donde sabemos la pobreza no ha disminuído como debería haber sido en Latinoamérica. Si el crecimiento poblacional es del orden del 2 al 3% anual, lo que es mayor a la disminucion de los índices de pobreza anualizado.
LA VERDAD QUE NOSOTROS NO CREEMOS EN LO QUE EXPRESAN LOS TECNICOS Y BUROCRATAS DE NACIONES UNIDAS.
Dr. César Benavides Cavero
Instituto Perfuano de Criminalística y Pericias
Adeenda: Nosotros como institución tenemos hace 7 años un proyecto de lucha contra la pobreza denominado: Semilleros de Convivencia Pacífica, que sólo requiere una corta inversión, pero como no somos policastros no nos hacen caso.