España contribuye a las misiones de paz multilaterales, humanitarias y de reconstrucción que propone el Gobierno y aprueban las Cortes Generales en representación de la ciudadanía española. El país es ya una potencia a nivel mundial y por ello no puede ni debe eludir sus responsabilidades.
EL CONCEPTO OBLIGACIÓN DE PROTEGER no es nuevo, pero el ex secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, lo actualizó durante su mandato señalando que es preciso defender los derechos humanos para todos y por parte de todos. En un mundo donde la información es inmediata, donde conocemos exactamente dónde, cómo y por qué se produce el sufrimiento humano, no es posible permanecer indiferente.

Son, en primer lugar, los gobiernos los responsables de defender los derechos humanos, mucho más los gobiernos democráticos porque para ello han sido elegidos, pero somos todos los ciudadanos, somos toda la humanidad responsable de que los derechos básicos de todos sean preservados.

NO MÁS EXCUSAS

Así, son los gobiernos los primeros responsables de que se respeten los derechos de sus ciudadanos, pero también la comunidad internacional es responsable de que así sea en países donde sus gobiernos no quieren o no son capaces de garantizarlos.

Si los derechos humanos son universales e inalienables no hay excusa para no acudir en ayuda de quienes sufren amenaza de sus vidas, de su dignidad, de su libertad o simplemente de la limitación para el desarrollo de todas sus capacidades.

RIESGOS

España es ya una potencia de gran influencia política y económica a nivel mundial y por ello no puede ni debe eludir sus responsabilidades, en la defensa de los derechos y libertades en todas sus relaciones internacionales, bilaterales, regionales o multilaterales. Por ello contribuye mediante la diplomacia clásica, parlamentaria y pública, además de con objetivos y valores claros sumados a una cooperación efectiva, a la paz mundial. Uno de los medios mas potentes para la prevención de conflictos es la Alianza de Civilizaciones, concepto que se va desarrollando para convertirse en una herramienta clave en diplomacia, indispensable para promover la paz y la seguridad en el mundo.

Igualmente, España contribuye a las misiones de paz multilaterales, humanitarias y de reconstrucción que propone el Gobierno y aprueban las Cortes Generales en representación de la ciudadanía española. Es evidente que las misiones de mantenimiento de paz implican un riesgo, puesto que actúan en escenarios post-bélicos inestables, con riesgo de atentados, por eso en su mayoría están compuestas por militares, aunque también por policías y otros agentes necesarios en la reconstrucción de un país.

UNA OBLIGACIÓN MORAL

El derecho a la vida implica la prevención de las guerras, del terrorismo, de la pobreza extrema y de la condena a muerte.

Los medios son el diálogo, la diplomacia y la fuerza disuasoria sancionadora o militar cuando no exista otra alternativa mejor. En eso consiste la obligación de proteger definida por el ex secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan que es a la vez una obligación moral y una acción necesaria para preservar la paz mundial.